ARTE GÓTICO .-
Arquitectura gótica del siglo XII
Los orígenes
Como estilo constituido, la arquitectura gótica aparece en Ile-de-France a finales de la primera mitad del siglo XII; dos monumentos esenciales ilustran esta aparición: la catedral de Sens (hacia 1130) y la iglesia abacial de Saint-Denis (hacia 1130-1140). Pero en el mismo momento se revelan otros ensayos, menos decisivos, en Normandía y en Inglaterra por una parte, y en el oeste de Francia por otra. Entre sus elementos típicos, algunos, como el arco apuntado, son de origen oriental antiguo: el arte sasánida lo utilizó frecuentemente y lo transmitió al arte islámico desde el siglo VII. Muestra de ello lo tenemos en el norte de África (mezquita de Kairouan), en España (catedral de Córdoba), en Italia (catedral de Módena), donde esta forma fue empleada habitualmente. Pero si este trazado elemental se impone como uno de los principios generales de la estética monumental de Notre-Dame de París o de la catedral de Noyon, es gracias a los constructores góticos. La historia de la bóveda sobre nervaduras entrecruzadas no empieza, ni mucho menos, con el gótico. Los arquitectos romanos de la antigüedad ya utilizaron algunas veces las nervaduras en el intradós de las bóvedas; también tuvieron un gran desarrollo en la Mesopotamia sasánida y en las primeras construcciones islámicas de Irán, tales como la mezquita Isfahan y la pequeña mezquita de Bib-al-Mardum en Toledo, del año 1000 exactamente, pueden servir de ejemplo para este periodo. La función constructora y no decorativa de estos arcos cruzados es indiscutible; en muchas ocasiones no sustentan directamente la bóveda, sino que unos muretes en su extradós sustentan cubiertas planas. Pero donde se aprecian experiencias constructivas y plásticas que conducen al gótico francés es en el seno del arte románico anglonormando, una de las arquitecturas más vigorosamente definidas en el curso de los siglos XI y XII. Es importante observar que la aparición en esos países de la bóveda sobre ojivas cruzadas no procede, sino que sigue a la elaboración de un sistema formal de apoyos y muros, también en este dominio, los primeros lineamientos de las soluciones góticas. Se puede pretender que es la organización de muros y apoyos lo que requiere una cubierta nervada, y no que la utilización de bóvedas nervadas sea lo que determina la forma de los apoyos. Cuando se hayan sacado todas las consecuencias de esta asociación entre un modo de cubrir y un modo de dividir el espacio interior, de articularlo y de iluminarlo, habrá nacido la arquitectura gótica. Las primeras experiencias de abovedado sobre ojivas cruzadas son casi simultaneas en Inglaterra y en Normandía: Durham (1093), Winchester, Duclair. Estas bóvedas, de planta cuadrada unas veces, oblonga otras, apoyan sobre muros muy gruesos, siendo las nervaduras muy acusadas, en gruesos boceles simples o dobles, acompañado de perfiles angulares. En la historia de la bóveda normanda se abre una nueva fase con las transformaciones, entre 1120 y 1130, de los grandes edificios que fueron concebidos inicialmente sin abovedado, como era costumbre, tales como Saint-Etienne y la Trinité de Caen, a los que se añaden bóvedas hexapartitas que abarcan dos crujías de la planta o, como en la iglesia de Bernieres, falsas bóvedas hexapartitas en muretes. Las experiencias anglonormandas son relevadas por entonces, en cierto modo, por los ensayos de los constructores de Venin, de Valois y de la Ile-de-France. En casi todas las iglesias aparecen bóvedas aligeradas, con perfil de bocel simple, o doble bocel, y el muro se adelgaza. En los años que siguen, y en los deambulatorios de Sens y de Saint-Denis, se sacarán todas las consecuencias de este aligeramiento de la bóveda y de sus apoyos, como también de las posibilidades de adaptación del sistema de cubierta nervada sobre plantas nuevas.
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