LA DISTRIBUCIÓN GEOGRÁFICA .-
Entre 1940 y 1950 Maurice Ewing, oceanógrafo estadunidense, organizó una expedición para cartografiar la Dorsal Mesoatlántica, dorsal que emerge a la superficie en el país de Islandia. Dicha estructura orográfica se caracteriza por la gran actividad volcánica y sísmica de la región. Una década después, el profesor Henry Hess comenzó a ponderar todos los datos proporcionados por la cartografía oceanográfica y propuso una nueva teoría para explicar el movimiento de los continentes, en un artículo publicado en 1962 titulado como History of Ocean Basins (Historia de las cuencas oceánicas), donde declaró haber escrito un «ensayo de geopoético».
La tectónica de placas
La nueva concepción de Hess consistía en un manto donde ocurrían corrientes de convección, sugeridas por Holmes treinta años atrás, que emergían a través de las dorsales oceánicas; el magma emergido se solidificaba y expandía la separación de la hendidura, produciendo nuevo suelo oceánico. Este derrame continuo de magma genera que el frente de la placa se sumerja en el borde de la placa adyacente, dando más materia al manto para que la combustión alimentara las corrientes de convecciones. Las placas continentales, posteriormente, se fragmentarían y moverían los continentes.
Diagrama del globo terráqueo donde se muestra la hipótesis de Hess de 1992.
En 1961, Robert Dietz había propuesto una teoría semejante a la de Hess, a la que bautizó como expansión del lecho oceánico, sin embargo, fue el trabajo de Hess el que tuvo mayor impacto. En el trabajo de Dietz, sin embargo, se encuentran los términos modernos de la teoría de la tectónica de placas: a la corteza terrestre le denominó litósfera, mientras que la parte superior del manto donde ocurrían las corrientes convectivas la denominó astenósfera.
En las décadas siguientes, se realizaron predicciones con el modelo y diversas confirmaciones de dichas predicciones. Una de las más interesantes fue confirmada por Tuzo Wilson, un geofísico de Canadá, que predijo que de ser cierta la teoría de la tectónica de placas[8], las islas volcánicas más cercanas a la Dorsal Mesoatlántica serían más jóvenes que las islas volcánicas más lejanas y cercanas al continente. La isla de Ascensión, cercana a la dorsal, data de hace un millón de años, la isla de Santa Elena, 20 millones, y las cercanas a Guinea Ecuatorial, Bioko, y la isla Príncipe, la más pequeña del país de Santo Tomé y Príncipe, tienen alrededor de 120 millones de años. Las muestras de roca más antiguas de Islandia datan de hace 16 millones de años. Islandia estaba sobre un punto de separación de dos placas, lo que hoy denominamos como rift. Al confirmar estos datos, la expansión del suelo oceánico se demostró y se amalgamó a la deriva continental. La teoría de la tectónica de placas se consolidó y para la década de los ochentas, era el nuevo paradigma de la geofísica.
Mapa que muestra la edad del lecho oceánico, compilado por el Reporte del Centro-A para Geología Marina y Geofísica MGG-12 (1996) y publicado por la National Geophysical Data Center, Estados Unidos de América. El rojo representa las rocas más jóvenes y el azul las rocas más viejas, que están siendo subducidas debajo de los continentes y dirigidas al manto. La edad más vieja es de 180 millones de años.
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