lunes, 9 de junio de 2014

MAPAS CONCEPTUALES DE LOS CÁNTABROS


LOS CÁNTABROS .-

Origen del pueblo cántabro
Estela Cántabra
Y es que la preservación de la lengua vasca hace pensar que la influencia de los celtas fue menor en el cantábrico oriental. Se especuló por ello que este lenguaje podía provenir de los íberos, con su correspondiente influencia en el pueblo cántabro. No obs- tante, la idea que prevalece y la más razonable hasta el momento, es que los cántabros serían el resultado de la fusión de los pueblos indígenas ( quizás íberos o ligures ) con los celtas hacia el siglo VIII a.C. 

Ocupaban el sector oriental de la cordillera cantábrica, desde el río Sella ( en Asturias ) hasta el Asón o Agüera. El territorio cántabro era sensiblemente mayor al actual, comprendiendo la Cantabria ac- tual excepto el sector más oriental, el Oriente de Asturias, Noroeste de León, la Montaña Palentina y Norte de Burgos.
Al Este del territorio cántabro se situaba el de los Autrigones, entre los ríos Asón y Nervión, la parte más oriental de la Cantabria actual ( valle del Agüera y Castro Urdiales ). El pueblo Cántabro como tal, es mencionado en la histo- ria desde el Siglo II a.C. cuando se escribió que el río Ebro nacía en el país de los cánta- bros. Se organizaba en poblados de tribus beli- cosas y casi salvajes. Las estelas gigantes que se han encontrado se han convertido en sím- bolos de la identidad cántabra.
Espada de Entrabasaguas, de la Edad del Bronce

Origen del nombre de "Cantabria"

Estela Cántabra
No hay una teoría segura acerca del origen etimológico del nombre de Cantabria, aunque parece probable que el término "cántabro" procede de la raíz "cant", frecuente en nombres celtas y que significa roca, y del sufijo "abr", utilizado en numerosas regiones celtas. De esto, se deduce que el término "cántabro" vendría a significar "pueblo que habita en las peñas" o "montañés".

También se pensó que provenía de cant-iber, designando a la gen- te que habitaba las "montañas del Ebro", o que el nombre proven- dría de alguna de sus ciudades que probablemente se llamara Can- tabriga, hipótesis descartadas hoy. En el siglo II a.C. los romanos ya identifican al pueblo cántabro como un pueblo diferenciado de los que habitaban el norte de España.


Tribus y Sociedad cántabra

Tribus y ciudades cántabras
Al lado, el mapa con los lí- mites de la antigua Canta- bria así como la ubicación aproximada de las tribus co- nocidas, basándonos en los escritos de los historiadores y geógrafos de la época, ta- les como Plinio, Mela, Estra- bón o Ptolomeo.

También aparecen algunas de las ciudades y puertos que se conocen de media- dos del siglo II d.C. Aunque se conocen otros, resultan complicados de ubicar.

Las tribus tenían lazos de afinidad étnica y cultural, pero sin aparente unidad política.
A pesar de esa falta de unidad, si que existió un jefe o caudillo impor- tante llamado Corocotta durante las guerras contra las tropas romanas que pudo unificar militarmente a las tribus cántabras para defender Can- tabria del Emperador Augusto. Existía una unidad menor que la tribu, el clan, formado por diversas familias con antepasados comunes, como el clan de los pembelos en la tribu de los orgenomescos. Ni siquiera la dominación romana pudo terminar del todo con este esquema de organi- zación social.

No hay certeza sobre su localización geográfica exacta, solo se sabe que estas tribus eran regidas por un jefe, apoyado de instituciones como un consejo de ancianos y que habitaban en castros, ciudadelas en lo alto de los montes preparadas para defenderse de una agresión exterior. Algunos castros conocidos son los de Amaya, Monte Cildá, Monte Bernorio, Celada-Marlantes, Castrillo del Haya, La Campana, Argüeso... Se sabe que algunos eran de dimensiones colosales, capaces de refu- giar a más de una tribu entera en tiempos de guerra.
Armas y objetos procedentes de Celada Marlantes
Concretamente del castro de Celada Marlantes es de donde más objetos se ha obtenido ( fíbulas, cerámicas, cuchillos... ) Actualmente se conservan en el Museo de Prehistoria y Arqueología de Santander.

La densidad de población era indudablemente mayor en la zona sur ( Campoo y norte de Palencia, Burgos y León ), con un clima menos riguroso y relieves más suaves. No obstante, en los últimos años se han encontrado numerosos castros en el norte de Cantabria como La Garma ( Omoño, Ribamontán al Monte ), Castril Negro ( Peña Cabarga ), La Espina del Gallego ( Besaya-Pas ), Peña Sámano ( Castro Urdiales )...

La sociedad cántabra tenía una estructura matriarcal. La propiedad residía en la mujer, que cultivaba el campo, mientras que el hombre se dedicaba a la caza y la guerra. Su lenguaje nos es prácticamen- te desconocido. Se podría suponer que la lengua cántabra era del mismo grupo que la de los vascones, al menos en parte. Es proba- ble que los cántabros hablaran uno o varios dialectos celtas, en cualquier caso, para los romanos era de difícil pronunciación. 

Sobre su aspecto físico tampoco se puede precisar, parece que el cántabro ordinario era alto y fornido. La única descripción de un cántabro de la época nos llega a través del poeta Silo Itálico. En- tre los mercenarios de las tropas de Aníbal en las guerras púnicas, había un grupo militar cántabro.
Estela Cántabra
El miembro más destacado era Laro, de quién el poeta dice: "El cántabro Laro, aún desprovisto de dardos, seguía siendo temible por la naturaleza de sus miembros y su gran corpulencia".

No hay comentarios:

Publicar un comentario