martes, 1 de diciembre de 2015

Arqueología por países - España

Yacimientos arqueológicos de la provincia de Almería

Abdera fue una antigua ciudad portuaria en la costa sur de España, entre Malaka (la actual Málaga) y Cartago Nova (la actualCartagena), en el distrito habitado por los bastetanos. Se localizaba en la actual Adra, en la provincia de Almería.
Se fundó como una estación de comercio por parte de los cartaginenses, y después de un periodo de declive se convirtió bajo el poder de los romanos en una de las ciudades más importantes de la provincia de la Bética. Se encontraba en una colina sobre la actual Adra.
Las monedas más antiguas de la ciudad tienen la inscripción fenicia abdrt con la cabeza de Heracles (Melkart) y un atún. Las monedas de Tiberio muestran el templo principal de la ciudad con dos atunes en vertical en forma de columnas.











El Argar es un importante yacimiento arqueológico situado en el municipio de AntasAlmeríaEspaña. Se levanta sobre una meseta con abruptas pendientes en su lado occidental, 35 m sobre el río Antas y laderas más suaves en el resto, extendiéndose por parte de estas últimas también.1 Forma parte de la zona arqueológica de El Argar y La Gerundia, constituyendo un poblado prehistórico de la Edad del Bronce del sudeste ibérico que da nombre a la cultura argárica.
Fue excavado inicialmente por los hermanos Enrique y Luis Siret que publicaron sus resultados en castellano bajo el título de Las primeras edades del metal en el sudeste de España en 1890. Los materiales recogidos en éste y otros yacimientos similares constituyeron el corpus básico para singularizar este grupo cultural, siendo estudiados una y otra vez por investigadores como B. Blance o H. Schubart.2
El espectacular desarrollo de esta cultura hizo pensar a sus excavadores que no mantenía ninguna relación con las fases anteriores, buscando su origen en influencias mediterráneas. Pero ahora se sabe que hay una clara continuidad con la época previa de Los Millares.

Cronología

Basándose en las estructuras y ajuares funerarios excavados en el poblado, B. Blance estableció una secuencia dividida en dos periodos, A y B,3 que, posteriormente, fue revisada y ampliada gracias a otros yacimientos:
  • Argar I o inicial (Argar A según la primera sistematización), con cistas y algunas fosas, así como elementoscampaniformes y alabardas tipo Argar;
  • Argar II o antiguo (Argar A también), similar a la anterior en lo material, pero con una evolución hacia los rituales argáricos;
  • Argar III o pleno (Argar B), con predominancia de los pithoi y ajuares compuestos por puñaleshachasespadas, alabardas tipo Montejícar y adornos personales.
  • Argar IV o tardío (Argar C, un complemento posterior), con elementos de Cogotas I.4

Yacimiento

El Argar. Ajuar funerario.
El Argar es considerado un asentamiento de nueva fundación, sin antecedentes calcolíticos.5 Con una superficie de 16 000 m2 y una población estimada de unos 500 habitantes, es uno de los poblados conocidos más grandes pertenecientes al grupo epónimo. En el interior de las propias viviendas se han encontrado más de mil sepulturas. Estaba estratégicamente situado sobre un cabezo amesetado y protegido también por una muralla, en cuyo interior se han excavado viviendas rectangulares de 8-10 m por 2,5 m, así como otras de planta irregular o circular. Las paredes se construían con madera y barro, levantados sobre un zócalo de piedra.6 El techo era de cañas o ramas y barro. Tiene un urbanismo complejo que se caracteriza por la creación artificial de terrazas, con una acrópolis situada en lo más alto del yacimiento.

Economía

El Argar era un poblado dedicado a la agricultura y la ganadería, complementadas por la metalurgia, las manufacturas textiles, la caza y la pesca.6 Debido a la existencia de enterramientos con ajuares excepcionalmente ricos, se cree que constituía un lugar central de la cuenca de Vera,7 un papel similar a La Bastida de Totana o El Oficio.
Enterramiento en tinaja típico de la segunda fase de El Argar
La agricultura jugaría un papel importante, ya que se han encontrado más de quinientos artefactos relacionados con esta actividad, desde piezas de hozhasta molinos. El cultivo principal era la cebada, seguido a bastante distancia por el trigo, el lino, las habas y las hortalizas.1 8 Respecto a la ganadería, no hay elementos suficientes para calibrar su importancia, aunque hay excrementos de cabra9 y alguna especie nueva como el caballo, la cual, probablemente, no se criaba para el consumo. Se cazaba el jabalí.10
La metalurgia parece que se desarrolló en un único espacio, donde se encontraron todos los elementos propios del proceso: un posible horno, crisoles y moldes para fabricar hachas, cuchillos, punzones o brazaletes. No hay presencia de escorias pero sí buena cantidad de mazos, picos y percutores. La mayoría de los objetos metálicos estaban fabricados en cobre, así como unos pocos en bronce. Entre los ajuares se hallaron dos espadas.3 Hay creciente presencia de adornos de plata y oro en los ajuares funerarios de mayor prestigio, correspondiendo al final del periodo argárico las primeras aleaciones de bronce.
La producción de pesas de telar debía estar centralizada también, ya que se han encontrado en un mismo espacio 600 pesas en proceso de cocción. Hay muchos artefactos fabricados en materia ósea, como espátulas, punzones o agujas.3

Necrópolis

Hay excavadas un total de 1034 tumbas, de las cuales el 50% contenían, además de la cerámica, elementos metálicos en sus ajuares. Basándose en la relación del sexo con su ajuar se determinó la correspondencia de los enterramientos femeninos con un punzón y los masculinos con hacha-alabarda-espada.3 Hay varias tumbas de individuos infantiles masculinos con ajuares significativos, lo que sugiere la existencia de rangos hereditarios.11
El patrón funerario se basa en sepulturas individuales, en las que, a veces, aparecen dos o tres individuos. Están ubicadas bajo las casas, no existiendo una necrópoliscomo tal. El ritual y los ajuares reflejan una marcada desigualdad social, por lo que se ha propuesto que la sociedad argárica estaría muy estratificada, aunque hay opiniones diversas.

Interpretación

Restos de un cráneo de la sepultura 62 de El Argar, con diadema de plata: « Las alhajas, consisten en una diadema de plata, pendientes de oreja, de cobre y de plata, y collar, de hueso y de serpentina. » (Luis Siret)
La primera fase de ocupación del poblado refleja una comunidad campesina autosuficiente que se iniciaba en la metalurgia y se enterraba predominantemente en fosas, con ajuares muy similares. En una segunda fase se produjo un importante aumento de la demografía y de las actividades metalúrgicas, enterrándose mayoritariamente en cistas, con ajuares ya diferenciados (aparecen en algunos pendientes y anillos metálicos). En la tercera existían claras diferencias socio-económicas entre los habitantes del poblado y predominaban las urnas cerámicas, en cuyos ajuares más ricos se encuentran diademas y espadas (elementos de alto contenido ideológico), mientras que muchos enterramientos carecen de cualquier tipo de ofrenda.12
La ideología dominante era aristocrática y guerrera. Esto se refleja en la fortificación de los poblados, la gran importancia de las armas y la presencia de éstas en los ajuares funerarios.
La sociedad argárica desapareció en el Bronce Tardío, hacia el 1500 a. C. y en torno a 1300 a. C. la información decayó en toda la Península; para volver a tener información clara hay que esperar al año 1000 a. C.








La Gerundia, por su parte, también fue excavada por Siret. No se documentaron estructuras ya que el laboreo agrícola ha sido muy intenso y la moderna investigación sobre este yacimiento se ha centrado sobre todo en el análisis de la importante industria lítica presente en toda la secuencia histórica de este yacimiento, que abarca desde el Neolítico al Cobre antiguo.
La proximidad geográfica de los dos yacimientos aconseja la declaración conjunta de ambos dentro de una única Zona Arqueológica, así como de la vaguada que los separa. Las características físicas de su territorio, producen una delimitación natural de la zona arqueológica de forma especial en su lado oeste, donde el río Antas crea unas paredes verticales de 35 metros de altura y por tanto inexpugnables. Todas estas circunstancias hacen innecesaria establecer un entorno de la Zona Arqueológica, que se encuentra incluida en su totalidad en el área comprendida en la delimitación.

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