domingo, 6 de diciembre de 2015

Materiales de construcción


El lapis specularis, conocido como espejuelo en la actualidad, es un tipo de piedra de yesoselenítica especular traslúcido. Fue un mineral muy valorado en la Antigua Roma, explotándose para la fabricación, a modo de cristal, de ventanas fundamentalmente durante los siglos I yII d. C. en la provincia de Hispania. Otros nombres con lo que también se conoce en la actualidad son espejillopiedra del loboespejillo de asnopiedra de la lunapiedra de luz,sapienza o reluz.
Plinio el Viejo en su Naturalis Historia cuenta1 que este mineral era extraído en la Hispania Citerior, en minas halladas en 100 000 pasos alrededor de Segóbriga, unos 150 km, obteniéndose la más traslúcida de esta piedra cerca de esta ciudad. Se extraía de pozos profundos en el subsuelo, encajado en otras rocas, siendo necesario separarlo de éstas una vez en la superficie; Plinio nos lo describe como una piedra fósil en su mayor parte que forma un bloque compacto a modo de cemento 2 con la propiedad de dejarse cortar con serrucho con facilidad y en finas capas, y aunque podía encontrarse en otros lugares como ChipreSicilia, la Capadocia e incluso en África, el de mayor calidad era el hispano. También nos habla de la existencia un lapis specularis negro, siendo sin embargo el más común el blanco; asimismo su peculiar calidad radica en que, a pesar de su fragilidad, muestra muy buena entereza sin ajarse al calor y al frío.
El principal uso del lapis specularis en la Antigua Roma fue para la fabricación de ventanas acristaladas, acoplándose en armazones, principalmente de madera aunque también se fabricaron de cerámica, que permitían ensamblar varias planchas con el fin de cubrir la superficie en función del tamaño de la ventana. Incluso se llegaron a construir invernaderos a base de unir placas de lapis specularis. Por extensión, a las ventanas acristaladas con este material se las denominada de igual forma.

Ejemplo de la translucidez de un fragmento de lapis specularis, recogido en la provincia de Cuenca.
Aparte de su uso para acristalamiento, también se aprovechó como material constructivo con otros fines, por ejemplo, en forma de virutas y láminas en pavimentos, para recubrir edificaciones como elemento ornamental, como por ejemplo el Circo Máximo durante los espectáculos.
Remitiéndonos a Plinio de nuevo, éste nos dice que el yeso obtenido del lapis specularis era el mejor de todos también para otro fin; ya que al fin y al cabo era una variedad de aljez, otro uso constructivo fue la fabricación de yeso y escayola mediante su calcinación del mineral con el fin de usarlo para molduras, vaciados y enyesados.
En la ciudad de Pompeya se han encontrado restos de edificios con ventanas de lapis specularisy en el Museo Nacional de Arte Romano de Mérida se puede observar una reproducción de una ventana acristalada con lapis specularis.
A partir de los datos de Plinio y de la arqueología sabemos que en las actuales provincias deCuenca y Toledo y Arboleas (Almería), había gran cantidad de minas de lapis specularis, por ejemplo en NoblejasLa FronteraCarrascosa del CampoCampos del ParaísoTorrejoncillo del ReyVillarejo de FuentesAlconchel de la EstrellaOsa de la VegaVillalgordo del Marquesado,MontalbanejoLa HinojosaVillaescusa de HaroBelmonteVillas de la VentosaTorralba, y en las cercanías de Huete y de la antigua Segóbriga, siendo en estas dos últimas el principal recurso económico en época romana, especialmente Segóbriga, que era el centro administrativo desde donde se controlaba la producción minera en su entorno.

EL LAPIS SPECULARIS Definición del material y sus características, así como sus aplicaciones en época romana. 1:- Espejuelo, espejillo, piedra del lobo, espejillo de asno, piedra de la luna, piedra de luz, sapienza, reluz...; se trata de un yeso selenítico del que Plinio, (36,160), explica que tiene la propiedad de dejarse cortar con serrucho con facilidad y en finas capas (tenues crustas), y que se da en Hispania Citerior, concretamente en torno a cien mil pasos de la ciudad romana de Segóbriga y, aunque puede encontrarse en otros lugares como Chipre, Sicilia, la Capadocia e incluso en África, el de mayor calidad es el hispano, el cual se extrae de pozos profundos (puteis in Hispania effoditur e profunda altitudine). Pozo de una de las minas romanas de lapis specularis en Noblejas (Toledo) El lapis specularis encuentra bajo tierra encajado en la piedra, por lo que hay que extraerlo y separarlo de ella; en su mayor parte es una piedra fósil que forma un bloque compacto a modo de cemento (sed maiore parte fossili natura absolutus in se caementi modo). Plinio también afirma que hay espejuelo negro, pero el más común es el blanco y su carácter excepcional reside en que, a pesar de su fragilidad, resiste el calor y el frío sin deteriorarse. Filón de lapis specularis en el interior de una mina romana en Torralba (Cuenca) El lapis specularis se uso en el imperio romano como sistema de acristalamiento montado en bastidores ajustables al tamaño de los vanos de las edificaciones. El ensamblaje de placas de espejuelo permitía cubrir espacios tan amplios como se precisara, dado que los bastidores eran armazones de listones en los que se fijaban las láminas de espejillo. Los armazones se hacían principalmente en madera, por su fácil trabajo, abaratamiento y disponibilidad, aunque también se usaron bastidores de cerámica y se montaron cristaleras a modo de vidrieras en enrejados metálicos y otros soportes, con los que incluso se construyeron invernaderos. Ventana romana de hierro con aspas en sus ángulos para encajar módulos cuadrangulares de lapis specularis (Museo de Mérida) Su uso para satisfacer la demanda como material constructivo tuvo aplicaciones más allá del cierre de ventanales, aunque este empleo fue el principal y más buscado. También se utilizó como elemento decorativo y estético para revestimiento de edificios, y en pavimentos en forma de virutas y láminas como por ejemplo, para recubrir el Circo Máximo durante los espectáculos. Otra aplicación constructiva no menos importante, fue su uso mediante la calcinación de las placas como escayola, yeso para molduras, vaciados y enyesado de paredes, pues según Plinio el yeso obtenido del lapis specularis era el mejor de todos.


 











Lastra es una palabra de origen latino que significa piedra plana. Los romanos utilizaban las lastras para pavimentar sus calles, proceso al que denominaban «lastricare» (pavimentar).
En Asturias, una lastra (pronunciado igualmente lastra en asturiano, o también penedo picudo en la zona occidental de Asturias), es el nombre que recibe un tipo de piedra alargada que, cuando es de grandes dimensiones, se denomina llastrón.
Se construye quitando lascas grandes, de tal manera que se va configurando para formar una gran losa plana, habitualmente puntiaguda y de forma triangular, con un lado más largo y ancho para facilitar mejor el apoyo sobre un agujero excavado en la tierra.
En la zona de Illano, las fincas se dividían entre sí con paredes o llastradas clavadas en el suelo, formando hileras. Si se visita este municipio, se observará el contorno de las fincas y sus cerrados de árboles con sus límites de paredes o llastras aplomadas en forma de contorno amurallado. Esta forma de marcar los límites de las fincas no hace mucho que dejó de realizarse. La distribución resultante podría decirse que es todo lo contrario a la generada por laconcentración parcelaria.
En los cortines de colmenas de abejas también se utilizaban, para la última hilera superior, lastras puntiagudas de tamaño más pequeño, de modo que los osos tuviesen más dificultades para saltar a su interior.
Habitualmente se utilizaban grandes piedras de zonas cercanas, que eran cortadas con barrena, cuña de hierro, y maza. Luego selascaban en forma puntiaguda. En muchas casas pueden observarse los tejados con este tipo de losas, cortadas en lascas mucho más finas. El proceso era simple: se buscaba la parte quebrada de la piedra, se acuñaba y se abría.
















El lodo bentonítico es una mezcla de bentonita con agua.
La bentonita es un tipo de arcilla montmorillonítica de muy alto límite líquido. Esto implica que a pesar de que se le añada mucha agua, la mezcla no pierde estabilidad o consistencia.
Los lodos bentoníticos tienen una propiedad muy importante que los hace muy útiles en construcción: cuando un lodo bentonítico es amasado sin que se produzca variación de agua, pierde resistencia (cohesión entre partículas sólidas) comportándose como un fluido. Sin embargo, en poco tiempo, vuelve a adquirir esta resistencia cohesiva una vez que entra en reposo. A esta propiedad se le llama tixotropía.
El lodo de perforación es una suspensión acuosa de una arcilla especial: la bentonita, este lodo se coloca en las paredes del terreno durante la excavación y sirve para evitar o reducir los derrumbes del terreno. Es necesario controlar algunas características del lodo durante su utilización. Tales como: la densidad, la viscosidad y el contenido de arena, ya que el lodo se carga de las partículas de arena procedentes del suelo.

La principal aplicación de lodo bentonítico está vinculada a las excavaciones. Cuando se está excavando una zanja (perforación en terrenos de baja consistencia y posible desprendimiento, normalmente para la ejecución de muros o pilotes), el lodo bentonítico evita que se produzcan desprendimientos en la misma. Esto sucede en la ejecución de los muros pantalla.
Durante la excavación de la zanja, el lodo va llenándola: al estar en continuo movimiento, tiene poca consistencia, y se comporta como un fluido. Sin embargo, cuando se deja de remover, la viscosidad de los lodos bentoníticos aumenta, adquiriendo la resistencia necesaria como para evitar que las paredes de la excavación caigan, quedando constreñidas (véase tixotropía).
Además, en terrenos flojos en los que se producirían desprendimientos, los lodos bentoníticos se introducen por los poros del terreno, formando el cake, que es una mezcla de la arena o grava del terreno, con la arcilla de la bentonita. Este cake le confiere al terreno de las paredes de la excavación una mayor cohesión.
Cuando el lodo bentonítico se emplea en excavaciones, suele servir para extraer los detritus del terreno. Esto se consigue recirculándolo constantemente, mediante lo cual se realiza una limpieza del mismo al eliminar los restos de detritus que contenga al extraerlo de la zanja. En los inicios de la perforación en México, se determinaba el nombre “lodos” a los fluidos preparados para el control de pozos de perforación, en la actualidad se ha vuelto todo una profesión, la cual es denominada FLUIDOS DE CONTROL, ya que es todo un proceso elaborar estos fluidos, con los aditivos correctos para realizar una o todas las funciones que se requieran.

No hay comentarios:

Publicar un comentario