lunes, 28 de diciembre de 2015

Personas por actividad

Inventores de España del siglo XVI


Guillén Cabier fue un inventor español del siglo XVI. Es célebre por haber inventado un ingenio naval para navegar en tiempo de calma1 que obtuvo la primera Real Cédula de Privilegio otorgada en España —lo equivalente a lo que en la actualidad sería una patente— el 18 de agosto de 1522.1 2 La Real Cédula decía lo siguiente:
Por quanto por parte de vos, Guillén Cabier, catalán, me fue fecha relación que vos avéys hallado cierto ynstrumento para hazer andar con calma navíos de alto bordo, y me suplicastes y pedistes por merced vos diese facultad para que vos o quien vuestro poder para ello toviere, y no otro persona alguna podiese en toda vuestra vida hazer el dicho ynstrumento, o como la mi merced fuese, por ende, por la presente, vos prometo, y seguro que, sy dentro de un año próximo siguiente, que se cuente desde el día de la fecha de mi cédula en adelante, hiziéredes el dicho instrumento en perfección vos mandaré dar privilegio por toda vuestra vida (...) Y para que dello estéys cierto y seguro, vos mandé dar la presente, firmada de mi nombre. Fecha en Palencia a 18 de agosto de 1522 años. Yo el Rey, refrendada del secretario Cobos, señalada del chanciller don García e Capata e Carvajal.
18 de agosto de 1522
Tanto el otorgamiento de esta primera patente como la segunda, concedida a Hernan Penet en 1527 fueron documentadas en un libro escrito por Nicolás García Tapia.










Gómez Pereira (1500 – ¿1558?) fue un filósofomédico y humanista español, natural de Medina del Campo.1 Fue un afamado profesional de la medicina, aunque dedicó su tiempo a ocupaciones muy diversas, como los negocios, la ingenieríay, sobre todo, la filosofía. En el campo de la medicina fue un claro exponente del rechazo de los conceptos medievales y proponiendo la aplicación de métodos empíricos; por lo que se refiere a la filosofía, es de orientación nominalista y sus razonamientos son un claro precedente de la corriente cartesiana.

Biografía

No se sabe mucho de su vida, porque no hubo quien recogiera su semblanza por escrito; lo que se sabe de él es el resultado de la investigación de documentos inconexos a los que diversos investigadores han dado cuerpo, muchos de ellos relacionados con pleitos o negocios.
Nació en el año 1500, en Medina del Campo.2 Era el segundo de cinco hermanos; su padre, llamado Antonio Pereira, poseía una pequeña tienda de "xerguería", es decir, de jergas o tejidos y paños de baja calidad en dicha villa; su madre, de nombre Margarita de Medina, murió en 1515 y sus hijos pasaron al cuidado de su tía Ana de Ávila. Se lo supone descendiente de una familia de judíos conversos procedentes de Portugal. Aunque no es seguro, pues la fuente es un vecino que testificó contra él en un pleito:
«El dicho licenciado Pereira es onbre baxo e de baxo estado e calidad, porque su padre, es muy público y notorio que quando los rreyes catolicos, de gloriosa memoria, echaron a los jvdios de Castilla, el padre del dicho licenciado Pereyra se fue huyendo destos rreynos a Portugal e después boluio e se vino cristiano, e aun estuvo en la ynquisicion»
Cristóbal de Galgo, Corregidor de Medina, año 1546
Sin embargo, tampoco se puede descartar que fuera converso, pues se sabe que hasta su matrimonio Gómez Pereira vivió con sus padres en una calle llamada Serranosque se sitúa donde los investigadores ubican la antigua judería de la villa («desde que nació e se crio en la mesma calle do este testigo vive e mora, que se dice calle de Serranos»3 ).
Gómez Pereira estudió filosofía natural en la Universidad de Salamanca con el profesor Juan Martínez Silíceo (luego arzobispo de Toledo entre 1545 y 1557); allí, al parecer, intervino activamente en las disputas entre realistas y nominalistas, inclinándose por estos últimos al rechazar la autoridad de los viejos maestros frente al conocimiento que proporciona la experiencia y la razón. También estudió medicina en la misma universidad, concluyendo en el año 1520 sus estudios.
Posteriormente regresó a Medina donde se estableció como médico. Se casó con Isabel Rodríguez e instaló su casa en la Rúa Nueva (actualmente denominada calle Padilla) y de manera simultánea a su tarea como médico se ocupó de las actividades comerciales heredadas de su familia. Así, se sabe que era poseedor de un considerable capital que invertía en negocios muy diversos. Muchas veces fue encargado de tomar las rentas reales y gestionaba la recaudación de varias parroquias; además tenía sus propias bodegas y traficaba con sus vinos, también alquilaba habitaciones en su casa a los mercaderes que iban a las «Grandes Ferias del Reino» que tenían lugar en Medina. Falleció sin haber tenido hijos en una fecha no precisada, algunos sostienen que en 1558, aunque se conservan documentos de fechas posteriores: la patente del Molino de Sifón en 1563 y un documento notarial de 1567, que podrían demostrar que aún vivía en esos años.
Documento notarial de 1567 firmado por Gómez Pereira
Su fama como médico rebasó los confines de Medina, ejerciendo en BurgosSegoviaÁvila y otras ciudades importantes de Castilla. Incluso llegó a la corte de Felipe II desde donde fue reclamado para asistir al príncipe Carlos, malogrado heredero al trono que había sufrido un grave accidente y que, gracias a su intervención, pudo vivir hasta 1568. Se interesó, además, por la construcción de artilugios hidráulicos; de hecho, con su compañero Francisco Lobato diseñó un molino de sifón capaz de funcionar como aceña sin necesidad de represar el agua, que patentó en 1563.4
Molino de Sifón de Francisco Lobato y Gómez Pereira
En el folio 26 del Manuscrito de Francisco Lobato, el ingeniero medinense explica que decidió diseñar un molino muy especial, por iniciativa del rey Maximiliano II de Austria, que por esas fechas (ca. 1550) se hallaba pasando una temporada en Valladolid, refugiado a causa de las guerras contra los protestantes. El futuro rey deBohemia tuvo el capricho de navegar por el río Duero, para lo que mandó construir una galera y ordenó retirar todas las construcciones que entorpeciesen la navegación, es decir, pesquerías y aceñas. Tal acción perjudicaba muchísimo a los lugareños, lo que indujo a Lobato y Pereira a diseñar un molino capaz de moler con la fuerza del agua sin ocupar el cauce del río. Lobato sigue explicando que hicieron un modelo que probaron en el río Zapardiel y que «molió y se meneaba con razonable fuerza [...], pero era tanta el agua que chupaba, que en medio día no quedaba gota...». Aunque el modelo fue perfeccionado con un azud que volvía parte del agua al río, el soberano se desentendió del proyecto y este cayó en el olvido. Lobato se quejaba amargamente de que, a pesar de las promesas de financiación de losHabsburgo «teníamos ya gastados 150 ducados, [...] y nunca se me pagó cosa ninguna, que algún día se lo tengo que pedir.» (op. cit.).
Pero Gómez Pereira ha pasado a la Historia sobre todo por sus escritos, particularmente por sus obras Antoniana Margarita (Medina del Campo, 1554)5 y Novae veraeque Medicinae (Medina del Campo, 1558).

Obra

Retrato de Gómez Pereira
De la unión de filosofía y medicina surgió la original forma de discurrir de Gómez Pereira, que, como hemos comentado, rechazaba el criterio de autoridad de los viejos maestros antiguos y medievales y aplicaba la razón, la lógica y la experiencia. Por otra parte, para exponer sus ideas se servía a menudo de paradojas y silogismos que dejaban al descubierto los errores de aquellos a quienes cuestionaba, de modo que es posible afirmar que sus argumentaciones eran más negativas que positivas, innegable, pero explicable en el contexto de represión ideológica y religiosa, incluso bajo la amenaza de veladas acusaciones por su origen, como hemos visto, que vivió este personaje en la Castilla del siglo XVI. El famoso ensayista Menéndez Pelayo llegó a escribir sobre este insigne pensador:6
«En Psicología experimental, Gómez Pereira está, a no dudarlo, más adelantado que la filosofía de su tiempo, más que la del siglo XVII, más que Bacon, más que Descartes. Ninguno observa como él los fenómenos de la inteligencia»
Gómez Pereira formuló casi de modo idéntico y con anterioridad a Descartes, 1554, el célebre principio cogito ergo sum, ("pienso, luego existo"),7 elemento esencial del racionalismo occidental,
«Conozco que yo conozco algo. Todo lo que conoce es: Luego yo soy», (Nosco me aliquid noscere: at quidquid noscit, est: ergo ego sum).
La historia no le ha reconocido hasta la fecha esta aportación, a pesar de que Descartes ya fue acusado en su siglo por tan evidente plagio, entre otros por Pierre Daniel Huet.8

"Novae veraeque Medicinae"

Su contenido es exclusivamente médico. Se centra en el estudio de las fiebres (sus causas y sus tipos) y en ciertas enfermedades concretas como la lepra o la viruela, entre otras. En esta obra, que dedicó al infante don Carlos, se enfrenta a las ideas de Galeno y de Aristóteles, así como a la tradición medieval del "magister dixit". Su método es totalmente empírico y racional, basándose en su experiencia como médico como criterio supremo de verdad y utilizando métodos curativos sencillos: «En no tratándose de cosas de Religión, no me rendiré al parecer y sentencia de algún filósofo, si no está fundado en la razón».
Gómez Pereira consideraba que el calor febril es engendrado por el propio cuerpo como un sistema de defensa para expulsar el daño que le afecta y, de este modo, la naturaleza restablece el equilibrio natural de todo organismo. Es pues una concepción totalmente moderna de la fiebre como una reacción contra las enfermedades.
En cuanto a sus estudios sobre enfermedades como la lepra o la viruela, entre otras, llegó a conclusiones que años después fueron elogiadas por el historiador y médicoAntonio Hernández Morejón.

"Antoniana Margarita"

Antoniana Margarita
Una obra que fue reeditada numerosas veces y que, sin embargo no fue traducida al castellano hasta el año 2000 (con motivo del quinto centenario del nacimiento de su autor; la obra editada es facsimilar y bilingüe).9 Está dedicada a su maestro Juan Martínez Silíceo y, a su vez, el título es un homenaje a sus padres, Antonio y Margarita; aunque en el subtítulo intenta explicar el contenido del libro: "una obra tan útil como necesaria a médicos, físicos y teólogos" (Opus nempe phisicis, medicis ac teologis, non minus utile quam neccessarium). Es un tratado muy difícil de leer, pues carece de capítulos o apartados; según parece, al ser un cristiano nuevo y exponer ideas que parten del empirismo, hasta llegar al rozar el materialismo, Gómez Pereira quiso esconder un poco sus razonamientos, dado que, la sociedad y el estado en el que vivía (Castilla en el siglo XVI, el concilio de Trento ya iniciado...), podrían rechazarlos y no se atrevió a desarrollarlos hasta sus últimas consecuencias.
Es un tratado, de filosofía en el que aborda tres temas fundamentales: el “automatismo de las bestias” la teoría del conocimiento humano y la inmortalidad del alma.

El método empírico es un modelo de investigación científica, que se basa en la experimentación y la lógica empírica, que junto a laobservación de fenómenos y su análisis estadístico, es el más usado en el campo de las ciencias sociales y en las ciencias naturales
El término empírico deriva del griego antiguo (Aristóteles utilizaba la reflexión analítica y el método empírico como métodos para construir el conocimiento) de experiencias, έμπειρία, que a su vez deriva de έυ (en) y πεἳρα (prueba): en pruebas, es decir, llevando a cabo elexperimento. Por lo tanto los datos empíricos son sacados de las pruebas acertadas y los errores, es decir, de experiencia.
Su aporte al proceso de investigación es resultado fundamentalmente de la experiencia. Estos métodos posibilitan revelar las relaciones esenciales y las características fundamentales del objeto de estudio, accesibles a la detección sensoperceptual, a través de procedimientos prácticos con el objeto y diversos medios de estudio. Su utilidad destaca en la entrada en campos inexplorados o en aquellos en los que destaca el estudio descriptivo.

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