La Asunción de la Virgen (en italiano, Assunzione della Vergine) es un fresco muy influyente, obra del artista italianoAntonio Allegri da Correggio. Se trata de un fresco ejecutado sobre la cúpula de la catedral de Parma, Italia, la cual tiene unas dimensiones de aproximadamente 11 metros de diámetro. Data de los años 1526-1530.
El contrato para realizar este fresco fue establecido el 3 de noviembre de 1522 entre Correggio y los responsables del mantenimiento de la catedral de Parma.
El fresco representa el momento de la asunción de la virgen, esto es, la subida al cielo, en cuerpo y alma, de la madre de Jesús. En los cuatro triángulos curvados, formados por las cuatro pechinas, están representados los santos patronos de la ciudad: San Juan Bautista con el cordero, san Hilario con un mantón amarillo, santo Tomás1 junto al que se encuentra un ángel llevando la palma del martirio, y San Bernardo, la única figura que mira hacia arriba.
La composición no gira en torno a un eje central, como en el clasicismo, sino que está descentrada, «desestructurada», al modo que sería habitual en el barroco.
A los pies de Jesucristo, la Virgen vestida de rojo y azul es alzada al cielo por un grupo de ángeles. Alrededor de la base del anillo, entre las ventanas, está el corro de los apóstoles sorprendidos como si rodearan la tumba vacía de María. Alrededor de la Virgen gira un torbellino de ángeles y otros personajes en movimiento, en varios círculos concéntricos y sentido ascensional. Entre ellos se reconoce a Adán y Eva, Judit con la cabeza de Holofernes y algunos ángeles que tocan instrumentos musicales. En el centro de la composición está Jesucristo, que desciende del cielo para coronar a su madre.
Todas están figuras están bañadas por una luz ideal, simbólica, y dan la sensación de «atravesar» el espacio material y de ser «aspiradas» por el espacio divino.
En este fresco se demuestra el estilo propio que Correggio adoptó desde 1520. Muestra la influencia de la perspectiva de Melozzo. Sirvió de modelo a los artistas barrocos posteriores, por el estilo dramático de la escena, la fusión de elementos pictóricos y arquitectónicos, pero sobre todo por la gran novedad de la perspectiva llamada sotto in su (en contrapicado), muy utilizada posteriormente en el siglo XVII. Este fresco fue el modelo de pintura de techos dramáticamente ilusionista predominante en la época barroca. Se trata toda la superficie como una única unidad pictórica de vastas proporciones, haciendo equivaler la cúpula con el cielo. Las figuras están representadas de manera realista, de manera que parecen sobresalir hacia el espacio en el que se encuentra el espectador.
Crea una ilusión óptica de profundidad hacia el infinito con esa perspectiva en contrapicado. Diversos círculos de ángeles giran en círculos más pequeños, dando sensación de profundidad, y un movimiento vertiginoso. En esta obra,
"Correggio consiguió sugerir un espacio infinito y luminoso, enlazando íntimamente el tambor y la cúpula con un tema y un color unificados y difuminando las aristas; el tambor toma el aspecto de una balaustrada ante la cual se apoyan las grandes figuras de los apóstoles de pie, todos vueltos hacia el cielo. Sobre la tierra, simbolizada por el borde del parapeto, se desarrollan los Funerales de la Virgen, mientras que, sin solución de continuidad, entre el tambor y el luquete2 un remolino de ángeles elevan a la Virgen al cielo, llevando con ella a santos y personajes bíblicos y San Miguel que desciende en su búsqueda"S.Deswarteyellow
En la realización de los frescos Correggio abandona el método del estarcido, para poner el dibujo sobre cuadrícula. Los frescos de las cúpulas, tanto de la iglesia de San Juan Bautista, como de la catedral de Parma, fueron muy estudiados por los decoradores del siglo XVII.
El fresco no consiguió reconocimiento al tiempo de su realización, sino en siglos posteriores.
Este fresco inspiró a Carlo Cignani su fresco Asunción de la Virgen, en la iglesia catedral de Forlì.
La Asunción de la Virgen es un cuadro del pintor renacentista italiano Tiziano. Fue acabada en 1518. Se trata de un óleo sobre madera de gran tamaño, pues alcanza los 6,90 metros de alto y 3,60 m de ancho. Se encuentra en la Basílica de Santa María Gloriosa dei Frari, de Venecia, Italia.
Esta tabla fue importante pues estableció la popularidad de Tiziano en Venecia, aunque en un principio suscitó tanta admiración como reticencia. Según algunas fuentes, en la ceremonia de inauguración, un enviado del emperador Carlos V estaba presente: pidió a los frailes, que dudaban de la calidad de la pintura, que se la vendieran si alguna vez decidían quitarlo.
Análisis[editar]
Es un retablo monumental, el de mayor tamaño de la ciudad de Venecia, y está dedicado a la Asunción de María.
La pintura muestra diferentes acontecimientos en tres capas. En la inferior están representados los Apóstoles, con los brazos alzados hacia el cielo, con la excepción de san Pedro, cuyos brazos están cruzados. Miran a la Virgen María, vestida de azul y rojo, que está volando entre ellos y Dios, en pie sobre una nube y está rodeada de querubines celebrando y bailando por aquel momento.
Junto a Dios, que la está esperando, hay otro querubín sosteniendo la corona de la Gloria Santa.
En este cuadro, Tiziano rompe con la dulzura y el tonalismo de Giorgione. Se nota la influencia de Miguel Ángel en la figura de Dios Padre, y la de Rafael Sanzio en la composición piramidal.
Los tres planos están unidos por un efecto de luz insólito.
Los personajes están representados en movimiento, con posiciones distintas: de frente, de espaldas o en escorzo.
La bacanal de los andrios (en italiano Il Baccanale degli Andrii) es un cuadro del pintor italiano Tiziano. Está realizado en óleo sobre lienzo, y fue pintado hacia 1523-1526, encontrándose actualmente en el Museo del Prado, en Madrid, España.
Esta obra fue un encargo de Alfonso d'Este, duque de Ferrara, para la decoración del Camerino de alabastro, una estancia del castillo ducal. Formaba conjunto con otras dos pinturas del mismo artista, La ofrenda a Venus (Museo del Prado) y Baco y Ariadna (National Gallery de Londres).1Este conjunto decorativo incluía obras de otros autores, como El festín de los dioses de Giovanni Bellini (National Gallery de Washington), que Tiziano hubo de terminar por defunción de éste, así como alguna otra que no ha subsistido. El duque encargó obras a Fra Bartolommeo y a Rafael Sanzio, pero salvo algunos bocetos, no se llegaron a realizar.
A finales del siglo XVI, Ferrara pasó a ser dominio de los Estados Pontificios, por lo que la familia Este tuvo que mudarse a Módena. Se cuenta que durante el traslado de los duques, un allegado del Papa se apropió de diversas pinturas, entre ellas ésta y La Ofrenda. Ya en el siglo siguiente, en 1637, ambas obras de Tiziano fueron entregadas a Felipe IV de España como pago por el Estado de Piombino. El envío de ambas desde el puerto de Nápoles causó consternación entre los pintores italianos, como Domenichino, quien declaró que había despedido el barco que las llevaba «con lágrimas en los ojos»: «si ahora sé pintar cualquier figura, es gracias a ellas».
Ambos cuadros y el Baco y Ariadna de Londres fueron reproducidos en grabado por Giovanni Andrea Podestà y fueron seguidos como modelo creativo por múltiples artistas, no sólo Domenichino sino también Nicolas Poussin, Francesco Albani, Guido Reni y Rubens. Este último copió en Roma La bacanal y La Ofrenda, copias que conservó en su colección personal y que fueron adquiridas por Felipe IV en la almoneda realizada tras su muerte. Actualmente son propiedad del Nationalmuseum de Estocolmo.2
Análisis[editar]
Se representa aquí un tema mitológico, una bacanal, fiesta del dios del vino, Baco. Se enmarca en la isla de Andros. La inspiración literaria de esta obra proviene de la obra de Filostrato y la de Catulo.1
El tema y la composición de esta tabla remite a El festín de los dioses, de Giovanni Bellini, si bien Tiziano dinamiza la escena con vivos movimientos y la línea ascendente diagonal que, desde la esquina inferior izquierda, va subiendo hasta alcanzar la figura del anciano que duerme en la parte superior de la derecha.3
Todo el cuadro desprende la alegría sensual del vino, incluyendo algún desnudo, como el del borde inferior derecho, figura que recuerda a una Venus y que es ejemplo de la cuidadosa composición por parte del autor.3 Podría estar representando a Ariadna, personaje relacionado con Baco.1
Los personajes se agitan por toda la parte inferior de la tela, unas se inclinan hablando, otras beben vino, otras bailan, con brazos y piernas formando líneas curvas. Se pasan el vino los unos a los otros. La mujer recostada que ocupa el primer plano del centro de la tela se dice que es Violante, de quien el pintor estaba enamorado por entonces; en su escote se halla la firma del pintor. Junto a ella hay una partitura, en la que se lee: «Quien bebe y no vuelve a beber, no sabe lo que es beber».
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