La basílica de Nuestra Señora de la Guarda (en francés, Notre-Dame de la Garde; en provenzal, Nostro-Damo de Gardo), llamada a menudo la Buena Madre (en francés, Bonne Mère; en provenzal, Boueno Maire), es una basílica menor dedicada al culto católico en la ciudad francesa de Marsella, entre los distritos de Roucas Blanc y Vauban, en la cima de un pico calcáreo de 149 msnm y elevada otros trece metros más sobre los cimientos de una antigua fortaleza que había en la cima. Al sur del Vieux-Port, su silueta, de estilo neobizantino, coronada por una efigie dorada de la Virgen María, es una de las estampas más características de la ciudad.
La colina de Nuestra Señora de la Guarda es un «lugar natural clasificado» desde el 29 de mayo y 8 de octubre 1917 y también en posterior clasificación del 15 de enero de 1920.1
Fue construida por el arquitecto protestante Henri Espérandieu y es de estilo románico-bizantino; fue consagrada el 5 de junio de 1864 y sustituyó a una capilla del mismo nombre construida en 1214 y reconstruida en el siglo xv. Está edificada sobre los cimientos de una fortaleza que hizo Francisco I en 1536 para resistir el asedio de Carlos V. La basílica tiene dos partes: una iglesia inferior o cripta, excavada en la roca y de estilo románico, y una gran iglesia de estilo románico-bizantino encima, decorada con mosaicos. En la cima del campanario, de planta cuadrada y de 41 m de alto, rematado por una torre de 12,5 m que hace de pedestal, se encuentra una estatua monumental de 11,5 m de altura de la Virgen con el Niño hecha en chapa de cobre dorado.2
La piedra utilizada para la construcción, especialmente la verde que provenía de los alrededores de Florencia, demostró ser sensible a la corrosión atmosférica, por lo que fue necesario emprender, desde 2001 a 2008, una larga y cuidadosa restauración que también se ocupó de la renovación de los mosaicos dañados por impactos de bala durante la Liberación en 1944, y ennegrecidos a lo largo de los años por el humo de las velas y cirios.
Verdadero paladín de la ciudad de Marsella, Nuestra Señora de la Guarda fue considerada a partir de la Edad Media la guardiana de la gente de mar y pescadores.
La cuenca de Marsella, que se abre extensamente al mar hacia el oeste, se encuentra bordeada de colinas: al norte con el Macizo de l'Étoile y Nerthe, al este con Macizo de Sainte-Baume y al sur con Carpiagne y el Macizo de Marseilleveyre. De esta vasta depresión emerge un afloramiento de piedra caliza del «Urgoniano» —de la era barremiense, una etapa del periodo cretácico— con una altura de 162 m.s.n.m., en cuya cima se alza la basílica de Notre-Dame de la Garde 4
En esta colina había una cantera desde 1905, después de la construcción de la basílica, que explotó Mr. Honoré y funcionó hasta 1946. Se estima que durante este período se extrajo un volumen de 800 000 m³.5 En la colina, que se extendía de forma continua al sur, hacia las zonas altas del distrito Gratte-Semelle, se inició la calle «Bois-sacré» por una gran trinchera, estrecha y larga, que ya tenía la colina como consecuencia de la explotación de la cantera. Este acantilado artificial es objeto de una monitorización importante, con visitas regulares, medición de pequeños movimientos y obras preventivas para evitar deslizamientos y desprendimiento de rocas.6
Debido a su ubicación al lado de la costa y a su elevación, el «cerro de la Guarda» ha sido en tiempos de la «navegación a la estima», es decir, sin instrumentos, un punto de observación y de referencia fijo e identificable sin posibilidad de error y fue utilizado por la navegación marítima y defensiva, por lo que se supone que estuvo ocupado durante mucho tiempo como puesto de observación y torre de vigilancia. En 1302, Carlos II de Nápoles ordenó, a fin de garantizar las señales a lo largo de la costa mediterránea de la Provenza, incluir entre esos puntos el de la cima de Nuestra Señora de la Guarda.7
El Condestable de Borbón Francisco I mandó construir un fuerte en 1524 que, junto al castillo de If, representaba una defensa marítima de la que, hasta ese año, carecía la ciudad. Sobre ese fuerte defensivo se alzó la basílica y todavía se puede ver una salamandra sobre el pórtico norte que era el emblema del rey. De esta forma, el «alto de la Guarda» tuvo tres tipos de edificaciones y funciones diferentes: un lugar de vigilancia, una obra militar y un lugar de peregrinaje.
En 1214, se le ocurrió a un sacerdote de Marsella, el Maestro Pedro, la idea de construir en la «colina de la Guarda» una capilla dedicada a Virgen María. Este cerro pertenecía a la abadía de San Víctor por lo que el «Maestro Abbé Pierre» tuvo que pedir permiso para comenzar los trabajos.9 El abad le concedió la autorización para plantar vides, cultivar un jardín y construir una capilla. Cuatro años más tarde concluyeron las obras, dato que se conoce por el hecho de que en su bula del 18 de junio de 1218, en la que se enumeraban las posesiones de la abadía, el papa Honorio III cita el de «Nuestra Señora de la Guarda» como una de esas posesiones.10
Después de la muerte del «Abbé Pierre» en 1256, la entonces capilla de Nuestra Señora de la Guarda se constituyó en priorato. El prior del Santuario de la Guarda era uno de los cuatro priores monásticos de Saint-Victor.11 Desde la fundación de la capilla las donaciones, que se conocían «por voluntades», se hacían a favor de «Notre-Dame de la Garde». Demostraban una gran devoción popular que se desarrolló durante los siguientes siglos. De hecho, los marineros que habían escapado de algún naufragio iban a hacer su acción de gracias y dejar alguna prenda votiva en el altar de Nuestra Señora del Mar que se encontraba en la Basílica de Nuestra Señora de la Guarda; esta práctica se siguió haciendo hasta finales del siglo xvi.12
Esta primera capilla fue sustituida a principios del siglo xv por un edificio más grande, que incluía una capilla ricamente dotada, dedicada a arcángel San Gabriel.
El 3 de enero de 1516, la madre de Francisco I Luisa de Saboya y su esposa, la reina Claudia, hija de Luis XII, fueron hasta el sur de Francia para encontrarse allí con el joven rey, aureolado por su victoria en Marignan. El 7 de enero 1516 subieron hasta la ermita de Nuestra Señora de la Guardia y unos días más tarde, el 22 enero de 1516, Francisco I se unió a ellas y también visitó la capilla.14 Durante la visita, el rey se dio cuenta de que la ciudad de Marsella no estaba bien defendida. La necesidad de fortalecer el sistema de defensa fue aún más evidente en 1524 después del asedio a la ciudad por el condestableCarlos III de Borbón que tenía acuerdos con Carlos I de España y casi tomaron la ciudad. Francisco I decidió construir dos fuertes: uno en la «isla de If», que se convirtió en el famoso Castillo de If, y otro en la parte superior de la colina de la Guardia, donde estaba situada la capilla.15Fue un ejemplo de convivencia entre un fuerte militar y un santuario abierto al público.16
La construcción del «Castillo de If» fue muy rápida (finalizó en 1531), mientras que el fuerte de Nuestra Señora de la Guardia no se terminó hasta 1536, justo a tiempo para resistir la llegada de las tropas de Carlos V. Para la construcción de la fortaleza se utilizaron piedras del cabo Corona, en las Bocas del Ródano, y materiales recuperados de la demolición de edificios situados fuera de las murallas de la ciudad que podrían proporcionar refugio a las tropas enemigas.17 Entre los monumentos destruidos y cuyos materiales han servido para la construcción de la fortaleza hay que incluir, en particular, el convento de los «Frailes Menores», donde enterraron a San Luis de Anjou, que posteriormente fue trasladado a un lugar cercano a las avenidas de Saint-Louis y Belsunce.18 En esta fortaleza, de no mucha importancia, que tiene forma de un triángulo isósceles con dos lados que miden 75 metros y otro de 35 metros, permanece el espolón real todavía visible al oeste de la basílica. La parte superior de esta zona fue restaurada en 1993 para dejarla en su estado primitivo mediante la eliminación de una torre de vigilancia edificada en la década de 1930. En la parte superior de este edificio se instaló un mapa orientativo.
Por encima de una puerta todavía se puede ver, aunque muy dañado, el escudo de Francisco I, es decir, las armas de Francia con tres flores de lis y una salamandra debajo. Cerca de esta puerta, al lado derecho, hay una piedra redonda desgastada por el tiempo donde se pueden ver algunos vestigios de una escultura que representa el cordero, símbolo de San Juan, con una banderola.19
Guerras de religión[editar]
En 1585, el jefe de la Liga en la Provenza, Hubert de Garde de Vins, quiso tomar Marsella y se alió con Louis de La Motte Dariès, segundo cónsul en Marsella. En la noche del 9 de abril de 1585 Dariés ocupó la cima del montículo de la Guarda, desde donde se podía tomar la ciudad bajo el acoso de fuego de cañón. El asalto resultó fallido y tanto Dariés como su cómplice, Bonifacio, fueron ejecutados por las fuerzas que permanecieron leales a La Liga Católica.20
En 1591, Carlos Manuel, duque de Saboya, quiso apoderarse de la abadía de San Víctor, edificio fortificado cerca del puerto. Para ello realizó la carga Pierre Bon, Barón de Méolhon, gobernador de Nuestra Señora de la Guardia. En la noche del 16 de noviembre de 1591 Méolhon se apoderó de la abadía que fue retomada rápidamente por los partidarios de Charles de Casaulx, primer cónsul de la ciudad de Marsella.21 ,22
En 1594, Charles de Casaulx quiso convertirse en maestre de la fortaleza de la Guarda. Para ello envió a dos sacerdotes, Trabuc y Cabot, para que celebrasen la misa en la capilla. Después de la celebración Trabuc, que llevaba una coraza bajo la sotana, mató al capitán de la fortaleza, Charles Casaulx pudo tomar posesión de la fortaleza y nombró gobernador a su hijo Fabio.23 En 1595 se construyó un muro defensivo en forma de «W» en la parte baja de la fortaleza. Es todavía visible y se allí se construyó recientemente un aparcamiento en el ángulo entrante del muro.24 Después del asesinato de Charles de Casaulx el 17 de febrero de 1596 por Pierre de Libertat, Fabio fue expulsado de la fortaleza por sus propios soldados.
Durante su estancia en Marsella, el rey Luis XIII fue a caballo, a pesar de la lluvia, a Nuestra Señora de la Guardia el 9 de noviembre de 1622. Fue recibido por el gobernador de la fortaleza, Antoine Boyer, Señor de Bandol.26 A la muerte de este último, el 29 de junio de 1642, el escritor Georges de Scudéry fue nombrado gobernador. Tomó posesión de su cargo en diciembre de 1644, acompañado por su hermana Madeleine de Scudéry, mujer de letras, que dejó en sus escritos muchas descripciones de la ubicación, el entorno y de las diferentes celebraciones o ceremonias como la siguiente:
Vendredi passé, qui était le lendemain de la fête Dieu, vous eussiez vu la citadelle banderolée des pieds à la tête d’une dizaine de drapeaux et, en branle, les cloches de notre clocheton, et une admirable procession rentrant au château. La statue de Notre-Dame de la Garde tenant, de son bras gauche, l’enfant nu et, de sa main droite, un bouquet de fleurs, était portée par huit pénitents déchaussés et voilés comme des fantômes. El viernes, al día siguiente de la fiesta del Corpus, hubierais visto la ciudadela adornada de los pies a la cabeza, con una decena de banderas y, en movimiento, las campanas de nuestro pequeño campanario y una admirable procesión entrando en el castillo. La imagen de Nuestra Señora de la Gard sujetando con el brazo izquierdo al Niño desnudo, y en su mano derecha, un ramo de flores, era llevada por ocho penitentes descalzos y con el rostro cubierto como fantasmas.27
Georges de Scudéry desdeñó residir en el fuerte y prefirió hacerlo en «Place de Lenche», barrio aristocrático de la época. La guardia de la fortaleza se confió a un modesto sargento llamado Nicolás.28 El único evento significativo que sucedió bajo el gobierno de «de Scuderi» fue el «suceso de Caze» en 1650. Durante la Sublevación de la Fronda, el gobernador de Provenza, conde de Alais, se opuso al Parlamento de Provenza y quiso reprimir la revuelta marsellesa. Teniendo en cuenta que el «alto de la Guarda» era una posición deseable, sobornó al sargento Nicolás el 1 de agosto de 1650 e instaló en el fuerte a uno de sus partidarios, David Caze. Quería proporcionar apoyo a un ataque que debía haberse hecho con galeras procedentes de Toulon, ciudad que le fue fiel.29 Los cónsules de Marsella reaccionaron ante la amenaza y David Caze se vio obligado a abandonar el fuerte.
Vauban, que sucedió a Clerville, el constructor del «Fuerte de San Nicolás» en Marsella, estudió la posibilidad de reforzar aún más la defensa de esta ciudad . El 11 de abril de 1701 presentó un grandioso proyecto que contemplaba la construcción de un gran recinto que uniera el «Fuerte de San Nicolás» al de la de Nuestra Señora de la Guarda y continuaría hasta la llanura de Saint-Michel, en la actualidad «Place Jean Jaurès», para llegar al muelle de «Arenc». Este proyecto nunca se llevó a cabo.31
Durante la epidemia de peste que afectó a Marsella en 1720, el obispo Enrique de Belsunce subió tres veces andando a Nuestra Señora de la Guarda: el 28 de septiembre de 1720, el 8 de diciembre de 1720 y el 13 de agosto de 1721 con el fin de bendecir a la gente de la ciudad.
El 4 de abril de 1807, la capilla de Nuestra Señora de la Guarda se reabrió al culto. Ese día se llevó en procesión la estatua que compró Escaramagne al santuario desde la catedral de Marsella.39 La tradicional procesión del Corpus se reanudó en 1814. Julie Pellizzone mencionó este evento en su diario:
Le dimanche 12 de juin de 1814, jour de la fête Dieu, les canonniers de la garde urbaine sont allés de grand matin, ainsi que les pénitents blancs, chercher Notre-Dame de la Garde pour l'amener en ville, suivant l'antique usage. Elle a été saluée par plusieurs coups de canon. On a dit la messe, ensuite elle s'est mise en route pour venir chez nous, portée par les pénitents qui avaient leur capuchon couvrant la figure, chose qui n'avait pas eu lieu depuis la Révolution. El domingo 12 de abril de 1814, «día de la fiesta de Dios», —domingo — los artilleros de la guardia urbana salieron muy de mañana junto a los penitentes para buscar a Nuestra Señora de la Guarda y llevarla a la ciudad, de acuerdo con la antigua costumbre. La Virgen fue muy bien recibida con una gran salva de cañonazos. Oímos la misa y después se puso en camino para volver a casa, llevada por los penitentes con capuchón que les cubría la cara, algo que no había ocurrido desde la Revolución.
Una vez finalizada la reconstrucción de la torre del campanario en 1843, se pudo instalar la campana, encargada al fundidor lionés Gédéon Morel, que se le pagó mediante una suscripción popular. Fue fundida el 11 de febrero de 1845, llegó a Marsella el 19 de septiembre de 184547 . Se llevó hasta la explanada de San Miguel, que está en la plaza Jean-Jaurès, donde se la bendijo el domingo 5 de octubre de 1845 por Mons. Eugenio de Mazenod y se le impuso el nombre de «Marie Josephine».48El padrino fue André Reynard Eliseo como alcalde de Marsella, que ostentaba la condecoración de la Legión de Honor. La madrina fue la esposa del armador, M. Puget Wulfran, de soltera Canaple. Sus nombres permanecen grabados en la campana.49
El 7 de octubre la campana, que pesa 8234 kg, se colocó en un carro tirado por dieciséis caballos y el trayecto de subida a la basílica recorrió la «explanada de San Miguel», «la calle Thiers», «calzada Léon Gambetta», la «rue Tapis Vert», la «Avenida Belsunce», «rue Canebière», la «rue Paradis» y la «rue de Pierre Puget». El convoy se reforzó más adelante con diez caballos, por lo que el número de ellos ascendió a veintiséis. El 8 de octubre de 1845 empezó el ascenso a la colina y tuvo que contarse con la ayuda de tornos y cabrestantes. La ascensión se prolongó hasta el viernes 10 de octubre, día de llegada a la fortaleza y se colocó en su sitio el miércoles, 15 de octubre.50 Sin embargo, los primeros tañidos no se oyeron hasta el 8 de diciembre, fiesta de la Inmaculada Concepción. Al igual que las estatuas de las vírgenes existentes dentro de la basílica, es anterior a la construcción del edificio actual cuya primera piedra se colocó en 1850 tal y como se señaló más arriba.51
Las dimensiones y características más importantes de ella son las siguientes: diámetro: 2,40 m; altura: 3,50 m; badajo: 300 kg; peso: 8234 kg.52
En esta ocasión el poeta Joseph Autran compuso un poema que termina de la siguiente forma:
Chante, vaste bourdon ! chante, cloche bénie
Répands, répands à flots ta puissante harmonie ;
Verse sur la mer, sur les champs, sur les monts ;
Et surtout dès cette heure où ton hymne commence
Entonne dans les cieux un chant de joie immense
Pour la cité que nous aimons ! Canta, gran campana! canta bendita campana,
esparce tu poderosa armonía
hacia el mar, los campos, los montes;
y desde este momento, en que tu himno comienza
entona en los cielos un canto de inmensa alegría
para la ciudad que amamos!
El 1 de noviembre de 1852 el obispo Eugenio Mazenod invitó a los fieles a realizar ofrendas para hacer frente a los gastos del ambicioso proyecto. Se pidieron estudios y ofertas a diferentes arquitectos. El directorio de la capilla se reunió el 30 de diciembre de 1852 en presencia del Obispo Mazenod. El proyecto presentado por Leon Vaudoyer, que trabajó en la Cathédrale Sainte-Marie-Majeure, era el único que presentaba un edificio de estilo románico bizantino, mientras que los demás eran de estilo gótico. Cada proyecto obtuvo cinco votos, pero el voto del vicario era predominante por lo que se adjudicó el proyecto a Vaudoyer. Los planos fueron realmente hechos por Henri-Jacques Espérandieu, alumno suyo, de solo veintitrés años.57
El 23 de junio de 1853 Espérandieu fue designado como arquitecto puso en marcha el proyecto. Aunque era protestante, no parecía que su religión fuese una de las principales causas de las dificultades encontradas por la comisión del santuario responsable de la ejecución de la obra. Aquella decidió, sin consultar con el arquitecto y sin previo concurso de licitación, no empezar los trabajos, no para garantizar la competencia, confiárselas directamente el 9 de agosto de 1853 a Pierre Berenger, contratista y arquitecto de la Iglesia de San Miguel, que había propuesto él mismo un proyecto neogótico y que era una persona muy cercana al Obispo Mazenod.58 El Comité también decidió imponer la selección de artistas tales como el escultor Joseph Marius Ramus o el pintor Karl Müller de Düsseldorf sin preocuparse si sus obras se adaptarían a la arquitectura elegida. La elección de Karl Müller no fue aceptada, lo que permitió al arquitecto decidirse por una decoración de mosaicos.
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