La romería de El Rocío —popularmente denominada El Rocío— es una manifestación de religiosidad popular católica andaluza en honor de la Virgen del Rocío. La romería se celebra el fin de semana del Lunes de Pentecostés. La Virgen se encuentra en la ermita de El Rocío, que se halla en la aldea almonteña del mismo nombre, en la provincia de Huelva. La hermandad de Almonte es la encargada de organizar los cultos y romería de la Virgen María.
La romería[editar]
Tras recorrer en romería, a pie, a caballo, en carretas, carros engalanados en coches de caballos o en «charrets», el camino, el cual pasa en parte por el parque de Doñana, una inmensa multitud de devotos llegan a las puertas de la ermita, donde los almonteños la noche del domingo al lunes de Pentecostés, realizan lo que popularmente llaman «el salto de la reja». A continuación, los almonteños sacan a la Virgen que llaman «Blanca Paloma» en procesión y la llevan en hombros por la aldea. El trayecto recorre las distintas hermandades desde donde los sacerdotes le rezan la Salve, acompañados por el pueblo rociero.
La romería del Rocío es una de las romerías más famosas y multitudinarias que existen. Cuenta con más de 100 hermandades (107 en 2008 y 117 en 2016),1 y entre las personas ilustres que han visitado la aldea del Rocío se encuentra el Papa Juan Pablo II el 14 de junio de 1993.23
La salida de la Virgen del Rocío en la madrugada del lunes de Pentecostés se realiza tras acabar el rezo del Santo Rosario que comienza a medianoche, pasando todos los simpecados por delante de la ermita hasta que llega el de la hermandad matriz de Almonte, que entra en la ermita y debe llegar al presbiterio, siendo en ese instante cuando se produce el salto de la reja. La Virgen se encuentra en unas parihuelas en el presbiterio. Por todo esto, nunca puede predecirse con exactitud la hora de salida de la Virgen. En el año 2015 el salto a la reja fue a las 3:02h.
Orígenes y hermandades[editar]
La primera referencia a un lugar de culto mariano en la zona data de la primera mitad del siglo XIV y se halla en el Libro de la montería de Alfonso XI, en que se alude a una «ermita de Sancta María de las Rocinas». En 1587 Baltasar Tercero Ruiz funda en la ermita una capellanía.4
La hermandad matriz de Almonte ya se documenta en 1640, en un testamento otorgado ante el escribano de la Villa almonteña, D. Juan Bautista Serrano, el 1 de enero de 1640, por Juan de Medina «el Viejo». En 1653 se proclama a la Virgen patrona de la villa de Almonte y a partir de estos años comienza a difundirse el nombre de Virgen del Rocío en detrimento del anterior de Santa María de las Rocinas. Es en esta época en la que se fundan las primeras hermandades filiales entre las que se cuenta la de Villamanrique de la Condesa.4 y la Hermandad de Pilas.
Entre la segunda mitad del siglo XVII y principios del XVIII, surgieron una serie de hermandades en poblaciones cercanas a la aldea, como las de La Palma del Condado, Moguer o Sanlúcar de Barrameda —aunque recientes investigaciones aluden a esta hermandad como la más antigua—.4 Posteriormente fueron surgiendo las de Rota y El Puerto de Santa María, desapareciendo poco después estas dos últimas durante las guerras napoleónicas, para ser refundadas posteriormente. A lo largo del siglo XIX, surgen otras cuatro hermandades, Triana, Umbrete, Coria del Río y Huelva.
Entre 1880 y 1913, época de grandes convulsiones en Andalucía, no surge ninguna hermandad nueva, pero desde esa última fecha hasta principios del siglo XXI, decenas de nuevas hermandades filiales se han ido creando, hasta sumar las 110 hermandades filiales que existen actualmente. Así, en la década de 1910 surgen las hermandades de San Juan del Puerto (1913), Rociana del Condado (1919) y Benacazón (1915). Son también destacables dos épocas de especial efervescencia fundadora en este largo periodo, la segunda república, con nueve hermandades filiales nuevas en tan solo tres años y sobre todo la época que comienza con la Transición Democrática, desde cuando se han fundado más de la mitad de las hermandades actuales, destacándose la época del proceso autonómico andaluz, entre 1977 y 1982, con quince hermandades filiales y el cuatrienio 1984-1987, con catorce nuevas hermandades.
De las 107 hermandades existentes en 2008 (incluida la matriz de Almonte), 96 son andaluzas y once de fuera de Andalucía. Entre las hermandades filiales de fuera de Andalucía habría que distinguir entre aquellas fundadas en tierras cercanas a Andalucía, como Castilla-La Mancha, Extremadura, Ceuta o Murcia y aquellas situadas en las tierras tradicionales de emigración andaluza, como Cataluña, Valencia, Baleares o Madrid. En éstas últimas o bien la fundación corrió a cargo de andaluces o bien el grueso de los hermanos está constituido por andaluces o descendientes de estos. Además habría que resaltar la existencia de la hermandad filial de Bruselas, fruto de la devoción rociera de un grupo de andaluces de la abundante colectividad de este origen en Bélgica.
En el año 2016 el número de hermandades filiales asciende a 117, siendo la última la Hermandad de Valencina de la Concepción (Sevilla).
En lo referente a la importancia de las hermandades según el número de peregrinos, las mayores son la de Huelva,5 con unos 14.000 peregrinos en 2010 y la matriz de Almonte que igualmente se sitúa en el entorno de los 10.000 peregrinos. Tras éstas se situarían la hermandad filial de Sanlúcar de Barrameda, con unos 5.500 peregrinos, la Hermandad de Emigrantes de Huelva (fundada inicialmente en Alemania por emigrantes onubenses) con unos 5.000, la de Pilas , con unos 3.500 y Moguer con algo más de 2000 peregrinos.
Posteriormente, con una cantidad de romeros estimable entre 1.000 y 3.000, se situarían Trigueros, Triana, Villamanrique de la Condesa, Coria del Río, Sevilla, Jerez de la Frontera, Gines, Rociana del Condado, Gibraleón, San Juan del Puerto, Bonares y la Palma del Condado y Los Palacios. El resto de agrupaciones, situadas en Andalucía o fuera de ésta, llevaría menos de 1.000 romeros cada una.6
Hermandades no filiales y otras agrupaciones[editar]
Existe diecinueve hermandades no filiales constituidas en asociación pública y ocho como asociación privada reconocidas por la hermandad matriz.7
Aunque entre éstas hay cinco andaluzas, la mayoría han surgido en el ámbito de la emigración andaluza, especialmente en las principales zonas de destino de dicha corriente emigratoria Cataluña y Madrid.
También hay agrupaciones rocieras sin carácter de hermandad reconocidas por la hermandad matriz, dieciséis en Andalucía, nueve en el resto de España y nueve en otros estados del mundo (de las que cinco en Argentina y las otras cuatro repartidas entre Brasil, Puerto Rico, Bolivia y Australia).8
Entre las internacionales, algunas están relacionadas con colectividades andaluzas (como algunas de las argentinas).
Impacto ambiental[editar]
Durante la romería se concentra la entrada de miles de personas en el Parque Nacional de Doñana. Esto supone un gran impacto ambiental en unos ecosistemas únicos y protegidos.9
Seprona ha manifestado en reiteradas ocasiones los malos tratos que reciben los animales que acompañan a los peregrinos. En 2009, El Rocío se saldó con 23 caballos muertos (en 2008 fueron 25) por agotamiento, inanición y maltrato, sin sumar los que mueren al terminar en las cuadras.
La principal amenaza es el aumento descontrolado de vehículos de motor, fundamentalmente todoterrenos que provocan ruido, humos y daños en el suelo al circular fuera de los caminos.1011
También la producción de basuras se dispara, así como el ruido de motores, amplificadores, gritos de día y de noche y los peligros de incendio. Asimismo, los cohetes y petardos lanzados son objeto de numerosas críticas al provocar molestias a vecinos y a sus animales (ganado y mascotas), además de suponer un gran impacto en las zonas protegidas, donde anidan un gran número de aves.
Aun así, la situación parece mejorar cada año. La Consejería de medio Ambiente ha regularizado el tránsito rociero entre otras medidas. Se entiende por tránsito rociero el organizado directamente por las hermandades y otras asociaciones y que se realiza en vehículos correctamente identificados y organizados por estas. Además, el parque solo autorizará el tránsito de vehículos de motor a las hermandades y organizaciones que cumplan una serie de requisitos, con el fin de impedir un sinfín de vehículos de motor dentro de los lindes de Doñana. Por citar algunos datos, sólo en la provincia de Sevilla pueden transitar en el Espacio Natural de Doñana en esos días unos 35.000 peregrinos, 3.000 tractores y 2.200 todoterrenos.
Algunas de las hermandades están de acuerdo en limitar el número de vehículos todoterreno ya que además de causar graves problemas ambientales, no tienen nada que ver con la romería tradicional a pie o a caballo.12
Los intereses económicos que dependen de esta romería han provocado actuaciones peligrosas para la conservación de Doñana, como el caso del asfaltado ilegal del camino rural de Villamanrique de la Condesa a El Rocío, que fue denunciado por la Comisión Europea ante el Tribunal de Justicia de las Comunidades Europeas, por entender que vulnera la Directiva 92/43/CEE del Consejo, de 21 de mayo de 1992, relativa a la conservación de los hábitats naturales y de la fauna y flora silvestres (Directiva de Hábitats).13
Este camino fue asfaltado por la Consejería de Agricultura sin contar con el preceptivo Estudio de impacto ambiental y sin tener en cuenta la Directiva de Hábitats.
La Virgen del Rocío, también conocida como "Blanca Paloma" o "La Reina de las Marismas" es una advocación mariana que se venera en el Santuario de El Rocío en Almonte (Huelva).
El Rocío, como tradicionalmente se llama al conjunto de la romería, se ha convertido en nuestros días en un fenómeno entre religioso y folclórico, pero en cualquier caso socialmente importante, que mueve a más de un millón de personas en los días de celebración en el mes de mayo o junio (según la fiesta variable de Pentecostés), como antes se indicó, y a otros cientos de miles de personas que durante todo el año acuden a la ermita a venerar a la Virgen.
Historia[editar]
Origen histórico[editar]
La primera referencia a un lugar de culto mariano en la zona data de la primera mitad del siglo XIV y se halla en el archivo de Niebla. Se trata de un pleito de término entre Almonte, Moguer y Concejo de Niebla. Le sigue un testamento de Urraca Fernández, vecina de Niebla, para la obra de Santa María de la Rocina. En orden cronológico le sigue el Libro de la montería de Alfonso XI, en que se alude a una «ermita de Santa María de las Rocinas». En 1587 Baltasar Tercero Ruiz funda en la ermita una capellanía.1
Aquella primera ermita duró hasta el terremoto de Lisboa, en 1755, que la dejó en ruina; la Virgen del Rocío fue llevada entonces a Almonte y estuvo allí durante dos años, celebrándose allí la Romería del Rocío. Las reformas de la ermita acabaron en el año 1758.
Leyenda[editar]
El Rocío, cuya historia se encuentra hoy documentada en sus aspectos más importantes, ha estado envuelta en una leyenda, como ocurre con otras muchas advocaciones, que viene recogida en la Reglas de la Hermandad Matriz de 1758:
Entrado el siglo XV de la Encarnación del Verbo Eterno, un hombre que había salido a cazar o apacentaba ganado, hallándose en el término de la Villa de Almonte, en el sitio llamado de La Rocina (cuyas incultas malezas le hacían impracticables a humanas plantas y sólo accesible a las aves y silvestres fieras), advirtió en la vehemencia del ladrido de los perros, que se ocultaba en aquella selva alguna cosa que les movía a aquellas expresiones de su natural instinto. Penetró aunque a costa de no pocos trabajos, y, en medio de las espinas, halló la imagen de aquel sagrado lirio intacto de las espinas del pecado, vio entre las zarzas el simulacro de aquella Zarza Mística ilesa en medio de los ardores del original delito; miró una Imagen de la Reina de los Ángeles de estatura natural, colocada sobre el tronco de un árbol. Era de talla y su belleza peregrina. Vestíase de una túnica de lino entre blanco y verde, y era su portentosa hermosura atractivo aún para la imaginación más libertina.
Hallazgo tan precioso como no esperado, llenó al hombre de un gozo sobre toda ponderación, y, queriendo hacer a todos patente tanta dicha, a costa de sus afanes, desmontado parte de aquel cerrado bosque, sacó en sus hombros la soberana imagen a campo descubierto. Pero como fuese su intención colocar en la villa de Almonte, distante tres leguas de aquel sitio, el bello simulacro, siguiendo en sus intentos piadosos, se quedó dormido a esfuerzo de su cansancio y su fatiga. Despertó y se halló sin la sagrada imagen, penetrado de dolor, volvió al sitio donde la vio primero, y allí la encontró como antes. Vino a Almonte y refirió todo lo sucedido con la cual noticia salieron el clero y el cabildo de esta villa y hallaron la santa imagen en el lugar y modo que el hombre les había referido, notando ilesa su belleza, no obstante el largo tiempo que había estado expuesta a la inclemencia de los tiempos, lluvias, rayos de sol y tempestades.Poseídos de la devoción y el respeto, la sacaron entre las malezas y la pusieron en la iglesia mayor de dicha villa, entre tanto que en aquella selva se le labraba templo. Hízose, en efecto, una pequeña ermita de diez varas de largo, y se construyó el altar para colocar la imagen, de tal modo que el tronco en que fue hallada le sirviese de peana. Aforándose aquel sitio con el nombre de la Virgen de Las Rocinas.Libro de reglas de la Hermandad Matriz.
Hermandad Matriz[editar]
La Hermandad Matriz de la Virgen es la de Almonte, se creó en el siglo XV bajo la protección del clero y la Corporación Municipal de la Villa de Almonte. Esta hermandad se llamaba entonces "Cofradía de Nuestra Señora de las Rocinas" y el primer documento escrito data del año 1640[cita requerida]. En la actualidad tiene unos ocho mil hermanos.
Pontificia, Real e Ilustre Hermandad Matriz de Nuestra Señora del Rocío de Almonte, con estos títulos y estas credenciales se presenta la hermandad de Almonte, la encargada de organizar la liturgia, la fiesta y la romería del Rocío.
La Hermandad Matriz de Almonte asume la difícil misión de difundir la devoción a la Blanca Paloma [cita requerida]y a la vez condicionar la masiva llegada de nuevos rocieros a unas leyes no escritas, que se encuentran sostenidas en una sólida y centenaria tradición, y evitar que se desvirtúe una de las más puras manifestaciones de religiosidad popular de Andalucía. También se encarga del mantenimiento de la imagen.2
Es también la encargada de aceptar como filial a las nuevas Hermandades (hasta ahora 119) procurando que se sientan plenamente integradas en el seno de la numerosa familia rociera. Entre las funciones se encuentran la de cuidar el Santuario, la casa de la Virgen; la de custodiar sus vestidos y exvotos que se pueden encontrar en el Museo - Tesoro de la Virgen, organizar los cultos y por encima de todas sus obligaciones, el cuidado y protección de la Virgen del Rocío.
Para acercarnos al pasado más remoto de esta institución, que en la actualidad es la columna central sobre la que se sostiene el mundo rodero, con la prudencia a la que obliga la escasez de documentos y los hechos ocurridos hace cientos de años, podemos afirmar que fue en Almonte el primer pueblo en el que se formó algún tipo de movimiento organizativo para canalizar los cultos y la devoción a Santa María de las Rocinas, pero también habría que aclarar que la importancia actual de la Hermandad Matriz de Almonte, no reside tanto en la antigüedad de su fundación como en haber sido capaz de erigirse en la legítima heredera de las atribuciones que otros momentos de la historia ostentaron el ayuntamiento de Almonte y la iglesia.[cita requerida]
Traslados a Almonte[editar]
Los traslados de la Virgen del Rocío a su pueblo de Almonte vienen desde hace siglos; la aldea del Rocío se encuentra a tres leguas del pueblo de Almonte. Cuando en Almonte ocurría algún hecho como epidemias, guerras, sequías, malas cosechas o hambre, se traía a la Virgen del Rocío, donde permanecía el tiempo necesario en la Parroquia de la Asunción en la villa, donde se le celebraban cultos y misa, además, cada día un grupo de Almonteños pasa la noche en la Parroquia de Nuestra Señora de la Asunción (situada en Almonte) para vigilar y proteger a la Virgen del Rocío. El primer documento escrito sobre un traslado es en el año 1607, donde un se cuenta el traslado de la Virgen hasta el pueblo de Almonte por "sequía", el 21 de abril de 1607. La Virgen del Rocío ha sido trasladada mucho antes del año 1607, sin embargo hoy en día no existen documentos escritos sobre estos traslados.
Posteriormente la Virgen del Rocío ha regresado en numerosas ocasiones a Almonte. Cabe destacar un año, en el que llegó a ser trasladada en tres ocasiones. Este hecho ocurrió en el año 1738 donde queda recogido en un documento.3 Actualmente los traslados tienen fecha fija y no dependen de las desgracias del pueblo Almonteño, por lo que la Virgen del Rocío es transladada a Almonte cada siete años. Esto transcurre el 19 de agosto y es devuelta a la aldea de El Rocío. La última vez que se celebró un translado la Virgen del Rocío permaneció en Almonte desde el 19 de agosto de 2012 (día que fue traída a Almonte) hasta el 12 de mayo de 2013. El próximo translado tendrá lugar el 19 de agosto de 2019
Los exornos de las calles[editar]
Sobre los primeros documentos de los traslados a Almonte, no existen ninguno que mencione el exornos en las calles de Almonte para recibir a la Virgen del Rocío.
En el siglo XVIII se habla de recibir a la Virgen ya en el Chaparral por el clero, con palio, capa pluvial y cruz parroquial donde dice instalarse unos bancos, alfombras y candelabros; no se dan más detalles[cita requerida].
Los primeros documentos sobre los exornos de las calles, se hace presente en el año 1855, cuando el Ayuntamiento se preocupa de dar mayor solemnidad a los traslados diciendo "por ser cosas que no solamente se da culto a la madre de Dios, sino también lustre y honra a este pueblo y al Ayuntamiento que lo representa".[cita requerida] En otro acta de 1887 [cita requerida]se habla de pagar la construcción y adornos de dos arcos de triunfo, uno en la calle Pescadería (hoy venida de la Virgen) y otro en la calle del Cerro cuyas cuantías ascendían a 25 y 12 ptas. respectivamente.
En la actualidad los exornos de las calles, son verdaderas obras de artes hechas por los vecinos de Almonte, se trata de una arquitectura efímera basada en madera y papel que representan arcos triunfales y templetes sobre columnas y pechinas de los más variados estilos arquitectónicos que va desde el gótico al barroco, aderezados con la impronta del gusto popular. Evolución de los primeros exornos de finales del pasado siglo, realizados con romeros, telas blancas y encajes.
Estas auténticas catedrales efímeras son ejecutadas por artistas locales y sufragados con las cuotas que cada casa aporta durante años para recibir a la imagen.3
La tradición de los siete años[editar]
A mediados del siglo XX, el pueblo de Almonte decide que cada siete años la Virgen del Rocío visite a su pueblo. Se trata, pues, de una tradición relativamente reciente, que data del año 1949.3
Cuando surge esta nueva tradición de los siete años, la virgen es trasladada en agosto en fechas del conocido Rocío chico. Durante este camino hacia el pueblo, la Virgen va tapada para que el polvo que se levanta no dañe su estructura. Los adornos del paso es tradición que sean llevados por las ancianas almonteñas, conocidas popularmente como "las abuelas almonteñas". El camino de ida es nocturno, está salpicado de hogueras y se hace campo a través por sitios previamente determinados, que cada siete años constituyen el mismo itinerario.
Al llegar a Almonte, la Virgen es colocada sobre una tarima, para ser bien vista por todos, en el lugar llamado “El Chaparral”. Allí, las camaristas de la Virgen son las encargadas de quitarle el "pañito" que cubre su cara y posteriormente el guardapolvo que cubre toda la imagen en el camino. La tradición manda que el velo ha de ser quitado en el momento en que el primer rayo solar del día ilumine el rostro de la Virgen. En ese momento cientos de trabucos y escopetas disparan salvas en honor de la Virgen.
En Almonte permanece nueve meses; dos semanas antes de la romería del Rocío, la Virgen sale, vestida de reina, en procesión por el pueblo de Almonte. Una semana después, es vestida de pastora y se traslada de nuevo a la aldea del Rocío, donde una semana después se celebra la tradicional romería de Almonte, la romería del Rocío.3
Romería del Rocío[editar]
Cuando la región sobre la que se asienta actualmente la ermita pasó a manos de los Duques de Medina Sidonia, El Rocío perdió parte de su aislamiento y se convirtió en cruces de caminos. Para el descanso de los arrieros y viandantes, fue instalada una venta en el camino de Moguer, y muy cerca en el Hato Rincón, crecieron algunas chozas. Esos fueron los orígenes de la aldea.
El creciente fervor por la Virgen del Rocío, tanto de los almonteños como de pueblos vecinos, y su nombramiento como patrona de Almonte en 1653[cita requerida], hizo que se reglaran las celebraciones que los devotos hacían en su honor, determinando que dichas conmemoraciones se harían solo una vez al año en la Pascua de Pentecostés.
En junio de 1919 la Virgen del Rocío es coronada por el Cardenal Almaraz. En 1959 se abre una carretera entre Almonte y la aldea, lo que permite la expansión del peregrinaje, pasando en los años 1970 de ser una fiesta desconocida y comarcal a estar en constante crecimiento hasta nuestros días.
Camino[editar]
En la actualidad son 119 las Hermandades Filiales tanto de España como del extranjero y no filiales, que son reconocidas por la Hermandad matriz de Almonte. Principalmente en la localidad de Huelva y Sevilla, aunque hay presencia de todos puntos de España, como Barcelona, Toledo, Granada, Madrid, Málaga, Valencia y Ceuta. Muchos otros devotos españoles y extranjeros, principalmente portugueses de la región de Évora, Alentejo, acuden en peregrinación por su cuenta, o se unen a alguna de estas hermandades (de Badajoz o Jerez) para hacer el camino, contribuyendo para el crecimiento y continuidad de la fiesta. La presencia de "Los Caballistas" ofrece animación y renovación de la fe.
El llamado Camino del Rocío, es el que cada Hermandad necesita hacer desde su punto de partida hasta el Santuario del Rocío, para confluir allí todas, a fin de rendir pleitesía a la Virgen, haciéndose de forma procesional por un orden a seguir de antigüedad el viernes y sábado de Romería (días 48 y 49 de Pascua).
Para hacer llevadero el camino, los peregrinos preparan carretas especialmente adaptadas, en las que recorren el mismo, detrás del Simpecado, símbolo éste que todas las congregaciones durante el camino portan en una carreta tirada por bueyes ó mulos, que representa tanto a la hermandad como su devoción por la Virgen.
El canto a la Virgen del Rocío, al camino, a la procesión, y a todas las tradiciones que rodean esta singular romería, es motivo central de las letras de muchas de las sevillanas rocieras que alegran a los peregrinos.
Son especialmente emotivas las paradas nocturnas en distintas ubicaciones del camino, y la Salve que cada noche se reza al Simpecado antes de retirarse los peregrinos a descansar para continuar la marcha al día siguiente.
Procesión[editar]
El lunes de Pentecostés de cada año, la Virgen sale en procesión por las calles de la aldea, portada a hombros de los almonteños. Este acto pone fin a la peregrinación, y tras él los peregrinos inician el camino de vuelta a sus respectivos puntos de partida.
Distintos actos del camino y la procesión se han hecho muy populares, como el paso de las hermandades por el Río de Quema, en Barcazas por Sanlucar de Barrameda, la presentación de todas las hermandades filiales ante la Hermandad Matriz ya en la aldea o el salto de la reja por parte de los almonteños para sacar la Virgen en procesión.
Rocío Chico[editar]
Anualmente el acontecimiento conocido como "El Rocío Chico" se celebra los días 16, 17 , 18 y 19 de Agosto. Esto se debe a la invasión francesa que tuvo lugar entre 1808-1814. En mayo de 1808 Sevilla se alzó contra el invasor francés el 27 de mayo y Almonte firmó un documento de adhesión con la capital. Dada esta situación la Virgen del Rocío fue traída a Almonte el 11 de enero del año siguiente para proteger el pueblo de invasores. De forma que cuando los franceses llegaron a Almonte ya la Virgen había llegado. A mediados de 1810 reclutaba hombres de Almonte para organizar una milicia cívica. Esto y otros atropellos enfureció al pueblo de Almonte, lo que conllevó a que 39 Almonteños asaltaran el cuartel general del capitán francés Pierre D´ossaux en la casa número 7 de la calle del Cerro, dándole muerte junto a cinco soldados más. Curiosamente el capitán francés murió de un disparo de uno de estos Almonteños, dejando en la puerta de esta casa la señal de la bala que propició la muerte del general. Esta noticia llega al mariscal soult, jefe de las tropas de Andalucía y que se encontraba en La Palma del Condado. Este ordena al día siguiente (18 de agosto) una represalia contra el pueblo Almonteño, fueron enviados una partida de 800 infantiles para saquear, degollar e incendiar el pueblo de Almonte. Los Almonteños en vez de huir o esconderse, optaron por encomendarse a su patrona ante la inminente masacre, pasaron la noche del 18 al 19 de agosto junto a la Virgen pidiendo su protección. Sorprendentemente los 800 infanties nunca llegaron a la Villa de Almonte recibiendo la orden de volver. La única represalia que sufruó la Villa Almonteña fue un impuesto dinerario.
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