martes, 29 de mayo de 2018

EVANGELIOS

CANÓNICOS

Los Lirios del campo (también referido a como Los pájaros del Cielo) es un discurso de Jesus que se narra en los Evangelios de Mateo y Lucas, y en el apócrifo de Tomás.
En Mateo 6:24–33 se puede leer:
  • Nadie puede servir a dos señores, porque aborrecerá a uno y amará al otro, o bien, se interesará por el primero y menospreciará al segundo. No se puede servir a Dios y al Dinero.
  • Por eso os digo: No os inquietéis por vuestra vida, pensando qué vais a comer, ni por vuestro cuerpo, pensando con qué os vais a vestir. ¿No vale acaso más la vida que la comida y el cuerpo más que el vestido?
  • Mirad los pájaros del cielo: ellos no siembran ni cosechan, ni acumulan en graneros, y sin embargo, vuestro Padre celestial los alimenta. ¿No valéis vosotros acaso más que ellos?
  • ¿Quién de vosotros, por mucho que se preocupe, puede añadir un solo instante al tiempo de su vida?
  • ¿Y por qué os inquietáis por el vestido? Mirad los lirios del campo, cómo crecen no se fatigan ni hilan.
  • Yo os aseguro que ni Salomón, en el esplendor de su gloria, se vistió como uno de ellos.
  • Si Dios viste así la hierba de los campos, que hoy existe y mañana será echada al fuego, ¡cuánto más hará por vosotros, hombres de poca fe!
  • No os inquietéis entonces, diciendo: «¿Qué comeremos, qué beberemos, o con qué nos vestiremos?».
  • Son los gentiles los que se afanan por estas cosas. El Padre que está en el cielo sabe bien lo que vosotros necesitáis.
  • Buscad primero el Reino y su justicia, y todo lo demás se os dará por añadidura.
  • No os preocupéis por el día de mañana; el mañana se preocupará de sí mismo. A cada día le basta con su inquietud.



San Agustín dice que la parábola debería que ser tomada en serio y no como una alegoría. Su significado se establece claramente, ...Buscad primero el reino de Dios, y su justicia; y todas estas cosas se os darán por añadidura.2
El filósofo danés Søren Kierkegaard (1813-1855) se refiere a menudo a Mateo 6:26. Para él los pájaros del aire y los lirios del campo representan maestros de alegría religiosa, una valoración de que hay un hoy. Para él aprender alegría era aprender a dejar ir el mañana, no en el sentido de fracasar al planificar o prevenirse, sino prestando atención a las tareas cotidianas sin saber qué habrán significado.3
La preocupación mundana siempre busca llevar a un ser humano a la inquietud de comparaciones, lejos de la elevada calma de los pensamientos simples. ... La invitación a aprender de los lirios no debe ser bienvenida por todos ... A medida que aumenta la habilidad y la ocupación, cada generación gana cada vez más su vida útil en las bajas regiones subterráneas de Comparaciones. De hecho, así como los mineros nunca ven la luz del día, así estas personas infelices nunca llegan a ver la luz: esos pensamientos edificantes y sencillos, esos primeros pensamientos acerca de lo glorioso que es ser un ser humano.4
M. Conrad Myers ve en la referencia a Salomón y toda su gloria un eco sutil del Eclesiastés Miré yo luego todas las obras que habían hecho mis manos, y el trabajo que tomé para hacerlas; y he aquí, todo era vanidad y aflicción de espíritu, y sin provecho debajo del sol.56
Se han hecho varios tentativas para identificar el tipo concreto de flor, aunque G.E. Post sugiere que "el lirio" es cualquiera del amplio surtido de las flores silvestres.78

Lecturas adicionales[editar]

La Obra Los lirios del campo y las aves del cielo de Søren Kierkegaard.9

Referencias culturales[editar]















El degüello de los inocentes, según un manuscrito del siglo X.
Sarcófago de Blanca Garcés de Navarra, en el que se representa una escena de la matanza de los Inocentes.
La matanza de los Inocentes es un episodio relatado en el Nuevo Testamento con carácter singular: de los cuatro evangelios canónicos, el único que lo relata es el Evangelio de Mateo (Mt 2, 16-18). Tampoco aparece en ningún otro manuscrito de los primeros siglos de la era común. Si bien se presenta nuevamente en uno de los evangelios apócrifos, el Evangelio armenio de la infancia de autor desconocido, la fecha de composición de esa obra es muy tardía, no anterior al siglo VI.1​ El relato trata sobre la orden dada por Herodes I el Grandede ejecutar a los niños nacidos en Belén y menores de dos años. Según el pasaje de Mateo, Herodes dio esta orden al verse engañado por los sabios del oriente que habían prometido proporcionarle el lugar exacto del nacimiento de Jesús. Mateo dice que este acontecimiento cumple con la profecía de Jeremías (Jer 31, 15).
Entonces Herodes, al ver que había sido burlado por los magos, se enfureció terriblemente y envió a matar a todos los niños de Belén y de toda su comarca, de dos años para abajo, según el tiempo que había precisado por los magos. Entonces se cumplió el oráculo del profeta Jeremías: «Un clamor se ha oído en Ramá, mucho llanto y lamento: es Raquel que llora a sus hijos, y no quiere consolarse, porque ya no existen.»
Evangelio de Mateo 2, 16-18
El relato inspiró numerosas obras artísticas, en particular en la pintura y escultura, y su difusión en la cultura universal tornó la figura de Herodes en el arquetipo de los opresores, que no dudan en cometer crímenes —incluso el asesinato múltiple de víctimas indefensas— por miedo a perder el poder.

El trágico episodio de los inocentes no se menciona en ningún otro escrito, canónico o profano; esto suscita serios problemas sobre el carácter histórico del incidente. Raymond Edward Brown indicó que el historiador judío Josefo no aludió a la matanza de niños en Belén, a pesar de haber documentado minuciosamente los hechos brutales cometidos por Herodes I el Grande en los últimos años de su vida. Si se tratase de un hecho histórico, la matanza no fue lo bastante notoria como para que llegara a oídos de Josefo quien, si la hubiera conocido, la habría mencionado dado su interés por denigrar a Herodes.2
La brutalidad del episodio está en armonía con el carácter de Herodes, tal como Josefo lo describió (Antigüedades judías, 15.3, 3 § 53-56). Josefo presentó a Herodes como un ser patológicamente celoso de su poder: varios de sus familiares fueron asesinados por orden suya, ya que sospechaba que trataban de suplantarlo. No cabe duda de que Josefo quiso describir a Herodes con los tintes más oscuros que le fue posible, y resulta difícil de explicar la ausencia de la matanza de Belén en Josefo, excepto suponiendo que no tuviera noticia alguna de ella.2​ En consecuencia, habría que tomar en consideración la posibilidad de que los incidentes del capítulo 2 del Evangelio de Mateo sean una presentación simbólica de la mesianidad regia de Jesús, a la que se oponen los poderes seculares. La oposición a Jesús terminaría por lograr sus fines con su pasión y muerte.
Antonio Piñero señaló que muchos estudiosos dudan de la «historicidad» del relato en el sentido moderno del término, y que se suele considerar una reelaboración de otras narraciones del Antiguo Testamento.3
Herodes que busca cómo liquidar a Jesús y la matanza de los inocentes sería una aplicación a los tiempos primeros de Jesús de la historia del malvado Faraón que quiso acabar con Moisés niño y que mataba a los recién nacidos varones de los israelitas (Éxodo 2 y siguientes). [...] No hay que extrañarse de este procedimiento para nosotros hoy tan singular que se ha denominado «historia teológica»: existían en la Antigüedad muchos modelos y precedentes para ello. Una vez que pasados los años se conocía la grandeza de tal o cual personaje, se confeccionaba a base de tradiciones más o menos fiables, o incluso de leyendas, una historia de su nacimiento en la que se ponían de relieve las circunstancias prodigiosas, maravillosas, divinas, del tal nacimiento. Así ocurrió con el rey persa Ciro(narración compuesta por Heródoto), con Alejandro Magno (por Plutarco), o con el filósofo, predicador ambulante y taumaturgo Apolonio de Tiana (por Filóstrato).3
Antonio Piñero
En el Nuevo Comentario Bíblico San Jerónimo se señala que, si bien existe la posibilidad de que el relato no sea histórico, posee cierta verosimilitud y recuerda el decreto del faraón de matar a todos los primogénitos varones israelitas (Éxodo 1, 16), un clásico ejemplo del genocida abuso del poder.4​ En el caso de que el relato sea histórico, el número de niños asesinados no tendría que haber pasado de veinte.45
José María Cabodevilla sugirió el significado que este crimen pudo tener para Herodes I el Grande:
Pero los clamores de Raquel no llegaban a oídos de Herodes. Acababa de retirarse, presa de terrible enfermedad, a las caldas de Callirhoe, junto al Mar Muerto. Su corazón, además, no era sensible a clamores de esa naturaleza. ¿Qué podía importarle a él la muerte de veinte o treinta hijos de pastores sin nombre? La ejecutoria de su reinado se compone, sobre todo, de hazañas criminales. Apenas conquistó Jerusalén y se instaló allí como rey, ordenó matar a cuarenta y cinco partidarios de Antígono, su contendiente. Mató a su cuñado Aristóbulo, a los dos esposos de su hermana Salomé, a su propia suegra Alejandra, a su mujer Marianne, a sus hijos Alejandro y Aristóbulo. A sabiendas del terror y hostilidad que su persona despertaba, con el fin de evitar la alegría del pueblo en el momento de su muerte, ordenó a sus más íntimos colaboradores que, cuando él muriera, pasaran por las armas a incontables judíos ilustres que previamente habían sido concentrados en el hipódromo de Jericó.
¿Que suponía para este monarca, sanguinario como nadie, la sangre de treinta niños? Quizá verdaderamente supuso mucho. ¿Para bien o para mal? Los más sagaces historiadores, que quizá descubran aún nuevos crímenes a cuenta del famoso rey, no podrán jamás revelarnos los últimos minutos de aquella vida atroz [...]6
José María Cabodevilla

Simbolismo[editar]

En el relato evangélico, Herodes I el Grande es «el arquetipo de todos los sanguinarios» que no dudan en sacrificar a los indefensos.7​ De allí proviene el sobrenombre por antonomasia de «inocentes».
Anselm Grün escribió que Herodes actuó por miedo: temía a Jesús niño a quien los magos de oriente designaron como el rey de los judíos recién nacido: «Al enterarse, el rey Herodes se sobresaltó y con él toda Jerusalén» (Mateo 2, 3). El poderoso tenía miedo de que lo nuevo pudiera quitarle poder: «Herodes tenía poder sobre la tierra y sobre los hombres. Pero éste no era la expresión de su fuerza interior, sino que estaba acuñado por el miedo. Por él, asesina cruelmente a todos sus rivales [...] Por su temor hace matar a todos los niños de hasta dos años de edad. Herodes está atrapado en su miedo. Y su política, la que él ejerce, es una política de miedo. Y así difunde por doquier a su alrededor únicamente terror. Los hombres que se aferran a su poder por miedo abusan del poder. Y solo pueden mantener su reinado al infundir miedo».8
Herodes es el prototipo de todos los opresores que asesinan solo por miedo a perder un ápice de poder. En los inocentes de Belén vemos una realidad que siglo tras siglo, década tras década, empaña la historia de la Humanidad y se torna en rostros concretos, independientemente de las razas o religiones. La matanza de inocentes es una realidad que no podemos negar, de la misma forma que cada época ve surgir un nuevo faraón-Herodes que hace de la vida humana un objeto de trabajo, de libre uso o de placer, sobre el que decide según su conveniencia. Los santos inocentes están vivos hoy y siguen mostrando sus rostros perseguidos.7
Pedro Ignacio Fraile Yécora

Conmemoración[editar]

Santos Inocentes
Giotto, Lower Church Assisi, The Massacre of the Innocents 01.jpg
La masacre de los inocentes (ca. 1310), por Giotto.Basílica inferior de san Francisco de Asís.
Mártires
Nacimientoca. 6-4 a. C.
Belén
Fallecimientoca. 4 a. C.
Belén
Venerado enIglesia católica
Iglesia ortodoxa
Comunión anglicana
Festividad28 de diciembre (rito romano y anglicano)
29 de diciembre (rito bizantino)
8 de enero (rito mozárabe)
Ya en la segunda mitad del siglo IV se conmemoraba litúrgicamente a los santos inocentes como aparece en homilías de Gregorio Nacianceno,9​ y de Gregorio de Nisa,10​ en ambos casos vinculadas a la celebración de la Natividad. Entre finales del siglo IV y mediados del siglo V, la festividad se asoció además en Occidente (Roma, África) con Epifanía, relacionándola con la adoración de los magos.7​ De allí se supone que durante el siglo V se instituyó el culto propio a los santos inocentes: el Sacramentario leonino (ca. 485) ubicó la festividad junto con las de san Esteban y san Juan. La festividad terminó por fijarse en África y Roma para el 28 de diciembre, en tanto que los griegos la celebran el 29 de diciembre, los sirios y caldeos el 27 de diciembre, y en el rito mozárabe el 8 de enero.11
Esas fechas no tienen relación con el orden cronológico del acontecimiento: en el rito romano, la festividad de los niños inocentes (considerados mártires por sangre solamente, sin que hayan deseado el martirio) se celebra hoy dentro de la octava de Navidad, junto con la de Esteban el protomártir (mártir por voluntad-amor y dolor), y Juan el apóstol y evangelista (mártir por voluntad-amor, pero sin que el martirio ocurriera finalmente). Así lo explica Cabodevilla:
En los días consecutivos al nacimiento (Navidad) celebramos la memoria de los compañeros de Cristo: Esteban, mártir en el deseo y en la realidad; Juan, mártir en el deseo pero no en la realidad; los Santos Inocentes, mártires en la realidad, pero no en el deseo. No solo forman el más inmediato cortejo del Cordero degollado, sino que son sus cooperadores en la eficacia victimal.6
Únicamente la Iglesia de Roma dio el nombre de «inocentes» a estos niños; en otros países latinos se los llamó simplemente «infantes» y la fiesta tenía el título de Allisio infantium (Breviarium gothicum), Natale infantum,12​ o Necatio infantum.11​ Los armenios ubicaron la celebración de la festividad el lunes después del segundo domingo de Pentecostés (Menología armenia, 11 de mayo), porque creen que los santos inocentes fueron masacrados quince semanas después del nacimiento de Jesucristo.11

En el arte[editar]

En el arte este tema es muy representado, tanto en escultura como en pintura. En el siglo V aparece en los mosaicos de la iglesia de Santa María la Mayor de Roma. En la Edad Media se representa a Herodes sentado en su trono y asistiendo a la matanza. A veces al fondo de la escena se ve el pasaje de la Huida a Egipto. En los siglos XV al XVII las representaciones en pintura son en extremo realistas. Entre los ejemplos pictóricos del siglo XV, podemos destacar el fresco titulado Strage degli Innocenti (Degollación de los Inocentes) pintado en la Iglesia-Basílica florentina de Santa Maria Novella, en la pared izquierda de la Capilla Tornabuoni, realizado por la bottega (taller) de Domenico Ghirlandaio (1485). Durante el siglo XVIII el asunto de la matanza de inocentes apenas si se trata.










nacimiento virginal es la doctrina cristiana y musulmana (Ver Jesús en el islam de Wikipedia) de que Jesús de Nazaret nació de una virgen, María.1​ También incluye el entendimiento de que su esposo, José, no tenía relaciones con ella durante el embarazo,2
Las referencias en el Nuevo Testamento son Mateo 1:18-25 y Lucas 1:26-38. Los cristianos creen seguir el mensaje profético en Isaías 7:14. No está expresamente mencionado en ninguna otra parte de las escrituras cristianas,3​ y "el consenso académico moderno es que la doctrina del nacimiento virginal descansa en un fundamento histórico bastante débil."4
El nacimiento virginal fue aceptado universalmente en la Iglesia Cristiana por el siglo segundo y, a excepción de algunas sectas menores, no fue desafiado seriamente hasta el siglo XVIII. Está incorporado en las creencias de lo que la mayoría de los cristianos consideran normativo, como el Credo de Nicea ("encarnado de la Virgen María") y el Credo de los Apóstoles ("nacido de la Virgen María"), y es un artículo básico de las creencias de católicosortodoxos y de la mayoría de las iglesias protestantes. Los musulmanes también aceptan el nacimiento virginal de Jesús.5
Esto se diferencia de la doctrina de la inmaculada concepción, que se refiere a la concepción de la propia María.

Mateo[editar]

18 Así fue como ocurrió el nacimiento de Jesús el Mesías: María, la mamá de Jesús, estaba comprometida para casarse con José. Antes de la boda, descubrió que estaba embarazada por el poder del Espíritu Santo. 19 José, su futuro esposo, era un hombre recto y no quería que ella fuera avergonzada en público. Así que hizo planes en secreto para romper el compromiso de matrimonio. 20 Pero mientras pensaba en esto, un ángel del Señor se le apareció en un sueño y le dijo: «José, descendiente de David, no tengas miedo de casarte con María, porque el hijo que ella está esperando es por obra del Espíritu Santo. 21 Ella tendrá un hijo y tú le pondrás por nombre Jesús, porque él salvará a su pueblo de sus pecados». 22 Todo esto pasó para que se cumpliera lo que el Señor había dicho por medio del profeta: 23 «La virgen quedará embarazada y tendrá un hijo que será llamado Emanuel» (que significa «Dios con nosotros»). 24 Cuando José despertó, hizo lo que el ángel del Señor le había ordenado: se casó con María. 25 Pero no tuvo relaciones sexuales con ella hasta después de que ella dio a luz un hijo. José le puso por nombre Jesús.

Lucas[editar]

26 Al sexto mes de embarazo de Elisabet, Dios envió al ángel Gabriel a un pueblo de Galilea llamado Nazaret. 27 El ángel se le apareció a una joven llamada María, una virgen comprometida para casarse con un hombre llamado José, de la familia de David. 28 El ángel entró al lugar donde estaba la joven y le dijo:
—¡Hola! El Señor está contigo y quiere bendecirte.
29 Pero lo que dijo el ángel la dejó muy confundida y se preguntaba qué podría significar esto. 30 El ángel le dijo:
—No tengas miedo, María, porque Dios está contento contigo. 31 ¡Escúchame! Quedarás embarazada y tendrás un hijo a quien le pondrás por nombre Jesús. 32 Tu hijo será un gran hombre, será llamado el Hijo del Altísimo y el Señor Dios lo hará rey, como a su antepasado David. 33 Reinará por siempre sobre todo el pueblo de Jacob y su reinado no tendrá fin.
34 Entonces María le dijo al ángel:
—¿Cómo puede suceder esto? Nunca he estado con ningún hombre.
35 El ángel le contestó:
—El Espíritu Santo vendrá sobre ti y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra. Por eso al niño santo que va a nacer se le llamará Hijo de Dios. 36 También escucha esto: tu pariente Elisabet, aunque es de edad avanzada, tendrá un hijo. Decían que no podía tener hijos; sin embargo, está en el sexto mes de embarazo. 37 ¡Para Dios nada es imposible!
38 María dijo:
—Soy sierva del Señor, que esto suceda tal como lo has dicho.
Y el ángel se retiró.

Celebraciones y devociones cristianas[editar]

María escribendo el Magnificat, por Marie Ellenrieder, 1833
Los cristianos celebran la concepción de Jesús el 25 de marzo6​ (Lady Day) y su nacimiento en Navidad (25 de diciembre) o Epifanía (6 de enero). Entre las muchas tradiciones relacionadas con la Navidad están la construcción de pesebres y la representación de elementos de la historia en los Evangelios del nacimiento de Jesús, una tradición iniciada en el siglo 13 por los franciscanos.789
La fiesta de la Natividad que más tarde se convirtió en la Navidad era una fiesta del siglo cuarto en la Iglesia Occidental sobre todo en Roma y el norte de África, aunque no se sabe exactamente dónde y cuándo fue realizada la primera.10​ Ha habido un debate acerca de la razón de porqué los cristianos llegaron a elegir la fecha 25 de diciembre al celebrar el nacimiento de Jesús. Una teoría es que lo hicieron con el fin de oponerse a la fiesta del solsticio de invierno existente del Natalis Solis Invicti (el cumpleaños del Sol Invicto) con la celebración en esa fecha del nacimiento del "Sol de Justicia".11
Otra tradición deriva la fecha de la Navidad de la de la Anunciación, la concepción virginal de Jesús.11​ Dado que esta se supone que tuvo lugar el 14 de Nisan en el calendario judío, calculado haber sido o el 25 marzo o el 6 de abril, se creía que la fecha del nacimiento de Cristo habrá sido nueve meses más tarde.12​ un tratado falsamente atribuido a Juan Crisóstomosostuvo que Jesús fue concebido y crucificado en el mismo día del año y calculado este como el 25 de marzo, un cómputo también mencionado por San Agustín de Hipona.11

Aspectos científicos[editar]

A pesar de que la partenogénesis se ha planteado como un posible mecanismo biológico para el nacimiento virginal de Jesús,13​ Esta hipótesis no ha recibido ningún apoyo académico general.1415

Representaciones artísticas[editar]

Esta doctrina del nacimiento virginal es a menudo representado en el arte cristiano en términos de la anunciación a María por el arcángel Gabriel de que ella concebiría un niño que sería el Hijo de Dios, y en los belenes que incluyen la figura de Salomé. La anunciación es una de las escenas más frecuentemente representadas en el arte occidental.16​ Las escenas de la Anunciación también representan las apariciones más frecuentes de Gabriel en el arte medieval.17​ La representación de José alejándose en algunas escenas de la Natividad es una discreta referencia a la paternidad del Espíritu Santo, y la doctrina del nacimiento virginal.

No hay comentarios:

Publicar un comentario