Anna Margaretha Zwanziger (Núremberg, 7 de agosto de 1760 - Kulmbach, 17 de septiembre de 1811) fue una asesina en serie alemana y una de las primeras criminales que utilizó el veneno como su principal arma de liquidación.
Biografía[editar]
Anna Schönleben nació en Núremberg en 1760. Descrita por los cronistas de la época como una mujer "tosca, sin atractivo, sin feminidad y sin oratoria", se vería arrastrada al crimen por su desafortunada boda con su marido. Su esposo resultó ser un borracho matón que dilapidó la herencia de Anna antes de morir de alcoholismo. Cuando esto ocurrió, Anna contaba con 40 años. Después de intentar trabajar en una fábrica de juguetes, empezó a servir en casas con la esperanza de buscar entre sus patrones a un marido más comprensivo.
Su primer pretendido fue un juez llamado Glaser. Desafortunadamente para ella, estaba tan solo separado de su mujer. Aunque Anna intentaría impedir una reconciliación entre Glaser y su esposa. Una vez que la señora volvió a casa, Anna empezó a suministrar arsénico en el té de ésta hasta que murió. A pesar de ello, el juez no la quiso aceptar en matrimonio por lo que Anna envenenó por despecho a varias personas, invitados en una cena que organizó el juez. Afortunadamente, todos ellos sobrevivieron.
Después de ser despedida por el juez Glaser, Zwanziger encontró trabajo en la casa de otro hombre de la ley. El juez Grohmann sería el nuevo objetivo matrimonial de Anna. Pero la fortuna volvió a jugarle otra mala pasada ya que Grohmann anunciaría poco después, sus planes de boda con otra mujer. Pero la ama de llaves no aceptaría tal decisión y administró veneno en un plato de sopa al señor, que moriría de forma agonizante. Esa misma noche, Anna intentó envenenar frustradamente a dos sirvientes, con los que no tenía buena relación.
Su siguiente casa en la que servir sería la de otro juez. El juez Gebhard estaba casado. Pero la nueva sirvienta no tardaría en repartir dosis de veneno de forma usual. La salud de la dueña de la casa no tardaría en empeorar, muriendo a la semana siguiente entre tremendos dolores estomacales. Absolutamente enloquecida por el poder del veneno y por su teórica inmunidad, Anna envenenó a dos sirvientes más y al hijo del juez, al que había administrado una galleta mojada en leche con arsénico. Observando la sospechosa enfermedad de casi todos los habitantes de la casa, el juez analizó los restos de comida y pudo observar restos de arsénico. Pero cuando logró descubrir qué era, Anna ya había escapado, no sin antes dejar generosas dosis del veneno en los azucareros y saleros.
En octubre de 1809, Anna sería arrestada después de haber enviado diferentes cartas a la familia Grohmann expresando el amor por el niño fallecido y que estaba dispuesta a olvidar los agravios que ha sufrido y reanudar sus funciones.
Después de seis meses de interrogatorios, Anna finalmente confesó. Dijo: "Sí, los maté y lo volvería a hacer si tuviera la oportunidad." También se refirió al arsénico como "su amigo fiel." Antes de ser condenada y decapitada en septiembre de 1811, dijo a sus ejecutores: "Quizás será mejor para la comunidad que muera, ya que sería imposible para mí renunciar a la práctica del envenenamiento de personas."
Bruno Lüdke (Köpenick, Berlín, Imperio Alemán; 3 de abril de 1908 - Viena, Ostmark, Alemania Nazi; 8 de abril de 1944) fue un asesino en serie alemán que, según se cree, habría asesinado a más de 80 personas.1 A pesar de que es comúnmente considerado como el asesino en serie más mortífero de la Europa continental, algunos criminólogos han puesto en duda la magnitud de su actividad, alegando que muchos de sus confesiones fueron forzadas por la policía para solucionar casos.
Biografía[editar]
Infancia y pre - asesinatos[editar]
Bruno nació el 3 de abril de 1908 en Köpenick un pueblo cerca de Berlín siendo el cuarto hijo de Otto y Emma Lüdke. De pequeño recibió un traumatismo craneal que limitó sus facultades mentales. Ingresó a la escuela pública de Köpenick en 1914, pero para 1919 los profesores de Lüdke se percataron de las dificultades de aprendizaje que Lüdke presentaba, razón por la que fue enviado a una escuela para jóvenes con problemas de aprendizaje. Sin embargo en 1922 el adolescente se retiró de clases para trabajar en la lavandería de su familia.
Tras el fallecimiento de su padre a causa de un cáncer de laringe, en 1937, Bruno se vio obligado a encargarse del trabajo pesado del negocio familiar. Es a partir de 1938 que el joven Lüdke comienza a tener problemas con la policía local, varias personas se quejaron del maltrato de éste hacia el caballo que tiraba la carreta de la lavandería. Al parecer Lüdke azotaba al animal con mucha fuerza. Finalmente, luego de varios estudios médicos realizados por la policía, se demostró que podía manejar su carreta sin problemas a pesar de no saber ubicarse en el espacio tiempo.
Primeras acusaciones y posterior investigaciones[editar]
El 29 de enero de 1943, unos niños encontraron el cadáver de Frieda Rössener, una viuda de 59 años que había sido estrangulada, violada y posteriormente robada. Pronto la policía local de Köpenick envió un reporte a Berlín y se formó un grupo de tres detectives para encargarse del homicidio. El trío estaba comprendido por el criminólogo Heinz Franz y los investigadores Jachode y Mahnke quienes el mismo día llegaron a la escena del crimen y tras hacer preguntas a los locales descubrieron que un hombre con retraso mental y ropas de obrero merodeaba por el lugar con frecuencia. Los oficiales de Berlín pronto comprendieron que se trataba de Bruno Lüdke, el gigante del pueblo a quien la gente apodaba tonto o bruto. El detective Franz arrestó a Bruno cuando se dio cuenta que tenía manchas de sangre en su ropa, al preguntarle sobre esto, el gigante dijo que era de una gallina. El investigador recordó que en la escena del crimen había plumas de dicho animal y pronto arrestó a Bruno el 18 de marzo de 1943.
Después de ser detenido solo Franz interrogó a Lüdke, al poco tiempo se dio cuenta que las respuestas de Lüdke servirían para que el criminólogo pueda continuar con la investigación a su manera. En el interrogatorio declaró:
Ludke: «Yo había agarrado el pollo, lo reconozco. La vieja estaba sentada en el tronco de un árbol y yo me acerqué.»Franz: «¿Y tú que le dijiste?»Ludke: «La agarré por el cuello.»
Ludke: «Pues, eso, que si quería… pero ella dijo que no.»
Franz: «¿Y tú qué hiciste?»Axis History Factbook3
En la medida que la investigación progresaba, Franz descubrió que si se acercaba a Lüdke de una manera amable, el gigante le daría toda la información que sus preguntas revelen. Pronto las investigaciones de Franz descubrieron que Lüdke era el responsable de estrangular y violar a 51 mujeres en un periodo que se extendía entre 1928 y 1943. Durante el largo periodo que le interrogaron aparecieron los nombres de algunas víctimas como Käthe Mundt, Bertha Schulz y la familia Umann. Esta nueva información sorprendió a Franz debido a que ninguno de los lugareños señalaba a Bruno como el asesino y no había reportes de algunas de las muertes. De inmediato el criminólogo investigó los casos de estas víctimas.
La verdad de estos crímenes cambió cuando se leyeron los registros policiales de Berlín en los que se descubrió que Heinz Franz ya sabía de los asesinatos de Mundt, Schulz y los Umann. El acusado posiblemente solamente "confesaba" lo que el detective quería escuchar y cuando se mencionaba otra víctima Lüdke "recordaba" haberla asesinado también, como sucedió en el interrogatorio de la familia Umann, donde Bruno no dijo nada sobre la señora Gutermann quien había sido asesinada dos días antes que Lüdke matase a todos los Umann. Meses más tarde cuando Franz le preguntaba al asesino sobre la señora Gutermann, el gigante "recordó" haberla matado, sin embargo no podía dar información correcta de donde lo había hecho. En ocasiones Lüdke afirmaba haber matado en Múnich, Hamburgo y hasta en Berlín, pero cuando era llevado a los estados donde había asesinado, era obvio que el hombre no sabía dónde estaba.4
La sentencia[editar]
Cuando el informe de los asesinatos cometidos por Lüdke llegó al escritorio de Heinrich Himmler, Comandante en Jefe de las SS, ordenó investigar profundamente el caso porque era imposible que una persona pueda cometer tales atrocidades durante el mandato del Tercer Reich. Además de esto la población alemana despertaría ante un régimen que se preparó para la guerra y no para gobernar.
No le tomó mucho a Himmler darse cuenta que Lüdke estaba respondiendo por crímenes que era posible que no hubiera cometido. Finalmente para apaciguar a la prensa y a las otras agencias policíacas llevaron a Bruno a los lugares de los crímenes.
En una de las reconstrucciones de los hechos y, mientras era trasladado en automóvil por el crimen que había cometido, se adentraron en el bosque de Köpenich cuando, de pronto, el acusado dijo: "los señores se han pasado de sitio". El conductor dio marcha atrás, los oficiales le quitaron las esposas a Bruno y le pidieron que indicara el lugar donde habían ocurrido los hechos. Sin dudarlo un instante, caminó entre los árboles y señaló un lugar. Después, dijo: "Aquí la encontré, aquí la golpeé, aquí la estrangulé, aquí la violé".5
Bruno no pudo ser enjuiciado por estrangular y violar a sus víctimas, por la cláusula 51 que decía que una persona con deficiencias mentales no era responsable de sus actos. Sin embargo fue usado como conejillo de indias en varias instituciones mentales y hospitales. Como castigo fue castrado y ejecutado por inyección letal en una prisión policial de Viena el 8 de abril de 1944.6 El 26 de abril de 1944, colocado el Registro Civil en Viena, se realiza un certificado de defunción para Lüdke, siendo la causa de muerte la siguiente: "degeneración del músculo cardíaco, agrandamiento del ventrículo derecho, la parálisis del corazón ".7
Post - muerte[editar]
En 1957, se estrenó la película Nachts, wenn der Teufel kam (El diablo vino por noche). La historia sostiene la imagen de Lüdke como uno de los peores asesinos en serie de Alemania. Los intentos de reabrir el caso por los miembros de la Kriminalrat (División de asuntos internos de Alemania) no produjo ningún resultado. La verdadera naturaleza de los 51 asesinatos queda sin resolver hasta hoy. Sin embargo en 1995 el comisario neerlandés, Jan Blaauw, se interesó en el caso e investigó los informes originales de la policía. Los encontró incoherentes y poco claros. Asimismo, expresó su incredulidad de que un casi analfabeto, que una vez que quedó atrapado por robar una gallina, podría evadir a las autoridades durante casi 20 años. Especialmente si se toma el contexto histórico de la Alemania de esa época, donde gobernaba el Tercer Reich y era imposible que alguien cometiese tales crímenes y más aún si se piensa la distancia entre las ciudades de los crímenes.
Biografía[editar]
Fritz Haarmann, conocido como El carnicero o como el Vampiro de Hannover, nació en dicha ciudad alemana. Provenía de una familia desestructurada: sus padres eran alcohólicos y protagonizaban escandalosos enfrentamientos que llegaban a la agresión física. La madre de Haarmann trataba a su hijo como si fuera una niña y le llegó a vestir con ropa femenina. Esto encolerizaba a su padre, que le golpeaba con saña cuando lo veía de esta forma. Este ambiente provocó que sus hermanas abandonaran pronto el hogar familiar. Se ha apuntado en algunas ocasiones que acabaron siendo prostitutas. Sus víctimas siempre fueron adolescentes varones por sus tendencias homosexuales.
Historia criminal[editar]
Con 17 años, Haarmann fue fichado por la policía por acosar a adolescentes. Sin embargo, no fue hasta 1919, cuando contaba con 40 años, cuando comete su primer crimen. Su víctima fue Friedel Rothe.
El modus operandi de este psicópata, considerado en vida como uno de los mayores asesinos en serie de la historia, era siempre el mismo. Acudía a la estación de autobuses de Hannover, donde había decenas de chicos esperando trabajo. Allí les engañaba prometiéndoles trabajo y comida.
Los llevaba, de uno en uno, a una buhardilla que tenía en el barrio de Calenberger Neustadt, a espaldas del río Leine. Allí, según su propia confesión, los violaba y, de un mordisco, les seccionaba la carótida y la tráquea. Todo este macabro ritual lo llevaba a cabo con su amante, Hans Grans.
Lo más truculento de la historia estriba en que, una vez muertos, deshuesaba a sus víctimas y vendía sus trozos de carne asegurando que eran de cerdo o de caballo (de ahí el apelativo de carnicero). Regalaba los huesos de sus víctimas asegurando que eran de caballo, si bien su tamaño y su blancura despertó las sospechas de los vecinos de Hannover. Fue por esto que acabó por arrojar los huesos al río Leine.
Acción de la justicia[editar]
El 17 de mayo de 1924 unos niños localizaron una calavera en el río. Las autoridades ordenaron el dragado de éste y encontraron numerosos restos óseos. El cerco se fue estrechando en torno al asesino y el 22 de junio de 1924 fue detenido. Haarmann confesó sus crímenes. Admitió haber matado y practicado canibalismo con unos cuarenta niños.
El 15 de abril de 1925 fue decapitado por orden del juez. El carnicero de Hannover no pidió clemencia, aunque insistió en que un ser desconocido tomaba posesión de su cuerpo y le incitaba a matar. Su última voluntad fue que se escribiera en su lápida: "Aquí yace el exterminador". Su compañero de tropelías, Hans Grans, fue condenado a cadena perpetua, pero se le conmutó por 12 años de cárcel. Estuvo preso en un campo de concentración hasta el final de la Guerra Mundial. Luego se cambió el nombre, se casó y falleció en la ciudad de Hannover.
Fritz Honka (31 de julio 1935 – 19 de octubre de 1998), el destripador de Sankt Pauli, la zona roja de Hamburgo, nació en Lipsia. Fue un asesino en serie alemán. Depositó los cadáveres de las mujeres que asesinó en su apartamento en Hamburgo.
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