Arqueología de Andalucía
El Antiquarium es un museo arqueológico ubicado en el subsuelo de Metropol Parasolde la plaza de la Encarnación de la ciudad de Sevilla, en la comunidad autónoma deAndalucía.
Fue inaugurado el 27 de marzo de 2011, y se compone del yacimiento arqueológico más importante que de la etapa romana de Sevilla se conserva, que fue hallado tras una primera excavación en la plaza en los años 1990 con el fin de construir un aparcamiento subterráneo y remodelar la plaza, proyecto que fue abortado tras el hallazgo. En el año2004 el Ayuntamiento de Sevilla premió el proyecto denominado Metropol Parasol, del arquitecto Jürgen Mayer, en el que se integra el museo; para sus instalaciones se contó con un presupuesto de 4,2 millones de euros.
Dentro del conjunto se halla la correspondiente a los siglos I al VI, que pertenece a la etapa romana, en la que destacan los mosaicos de la Casa Romana, la Casa de la Ninfa y la Casa de Baco, así como un mural de tres metros en el Patio del Océano. Cuenta además con la Casa de la Columna, que contiene el mosaico de la medusa, la Casa de las Basas, la Casa del Sigma, la Casa de la Noria y el Hospitium de los Delfines. Una segunda parte corresponde a la época andalusí de la ciudad (siglos XII-XIII), en la que destaca una casa islámica almohade. Además, conserva información de la Edad Media,Edad Moderna y Edad Contemporánea.
El espacio cuenta con una superficie diáfana de 4.879 metros cuadrados y se presenta como un centro de interpretación de la historia de Sevilla. Su proyecto fue realizado por el arquitecto Felipe Palomino González, sobrino del ex-presidente Felipe González Márquez, y es gestionado por el Patronato del Real Alcázar.
Los Baños Califales son unos baños árabes de Córdoba (España), cuyos restos se hallaron de forma accidental en 1903 en el Campo Santo de los Mártires, que meses más tarde fueron soterrados. Entre 1961 y 1964, un grupo de historiadores cordobeses sacó a la luz dicha construcción, dejando constancia de la gran envergadura de la misma.
Estos baños o hammam, contiguos al desaparecido Alcázar omeya, al cual con toda seguridad pertenecían, posiblemente fueran los más importantes de la ciudad. Las abluciones y limpieza corporal constituían una parte esencial en la vida del musulmán. Eran preceptivos de la oración, además de constituir un rito social.
Realizados bajo el califato de Alhakén II para el disfrute del califa y de su corte, forman un conjunto de estancias con muros de sillería. Replican el orden heredado de las termas romanas de salas frías, templadas y calientes, en diferentes estancias cerradas con bóvedas (donde aparecen los característicos lucernarios de estrella), soportadas por arcos ultra semicirculares sobre capiteles y columnas de mármol.
Durante los siglos XI al XIII, fueron reutilizados por almorávides y almohades; prueba de ello son las yeserías talladas con motivos de ataurique y franjas epigráficas de la época que se guardan en el Museo Arqueológico de Córdoba.
Forma parte del centro histórico de Córdoba que fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1994.
El 26 de octubre de 2006, después de dos años de reformas para su adecuación, los Baños Califales se abrieron al público en forma de museo. La visita transcurre por una serie de estancias que incluye un área de recepción, el antiguo vestuario, un jardín andalusí, un salón taifa, el baño almohade y la zona de servicio.
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