martes, 1 de diciembre de 2015

Arqueología por países - España

Yacimientos arqueológicos de la provincia de Barcelona

El poblado íbero de Montbarbat se encuentra en la cima de la montaña del mismo nombre, de 331 metros de altitud, sobre la Cordillera Litoral, en el extremo norte - occidental del término municipal de Lloret de Mar, en el límite con Maçanet de la Selva.1 Su situación le hace estar en un lugar estratégico, ya que es una atalaya que domina visualmente toda la depresión de la Selva, las laderas de las montañas que la rodean (MontsenyGuillerias y Collsacabra), la parte occidental de las Gavarres y toda la baja Tordera. Por tanto, desde Montbarbat se controlaban dos de las vías de comunicación más importantes del país. Una era la vía Heraclea (posterior vía Augusta romana), que comunicaba la península Ibérica con el resto de Europa. La otra era la vía marítima-fluvial que comunicaba el litoral con el interior del país por el eje de la Tordera-riera de Arbúcias.

Información sobre el poblado

Montbarbat se está excavando desde el año 1978 de forma prácticamente continuada por un equipo de la Universidad de Barcelona dirigido por Maria del Vilar Vilà.1Esto ha posibilitado que tengamos bastante información y que se puedan conocer los rasgos generales. Se trata de un asentamiento de más de 5.500 m2 de superficie, ubicado en la parte más alta del cerro y adaptado en parte a la topografía del lugar. Se encuentra rodeado por una línea de muralla reforzada con un mínimo de dos torres.1 En el interior, se conocen sobre todo las casas situadas en el ángulo suroeste del poblado y las del área central, aunque diversos restos afloran en una gran extensión, aún pendiente de excavar. Estas características hacen de Montbarbat uno de los grandes poblados ibéricos de la zona.

Muralla

La muralla, de un perímetro de 370 metros,1 y un grosor que oscila entre 1'20 y 1'50 m, rodea todo el poblado. Actualmente, se pueden ver bien unos 90 metros y está construida mediante un doble paramento de piedras trabajadas y muy bien dispuestas, con un relleno de piedra pequeña en el interior. La única torre excavada, situada en el lado oeste del poblado, es de planta rectangular, de 2'70 por 5'50 m, y se accedía a través de una entrada de 110 cm de ancho situada en el interior de una estancia adosada a la muralla. Por sus características técnicas avanzadas, que la hacen en parte independiente de los condicionamientos del relieve, la muralla de Montbarbat ha podido datarse a partir del siglo IV a. C.

Urbanismo y casas

Según lo que de momento se conoce, las diversas casas se distribuyen en el interior del poblado siguiendo una cierta planificación urbanística. Las construcciones adosadas a la muralla, en la zona sur-oeste, se abren a dos calles de forma irregular y con pavimentos de tierra pisada, dispuestos perpendicularmente entre sí. Las viviendas de la zona central se articulan entre sí siguiendo otra disposición, y hay también un área abierta, seguramente destinada a actividades de tipo comunal. Aparte de las casas destinadas a vivienda (la mayoría) dentro del poblado también se han identificado una zona de almacenes y una cisterna para el almacenamiento de agua. Las casas son de planta rectangular o trapezoidal, con superficies que rondan los 30 m2. De las paredes se conserva el zócalo de piedra y ha desaparecido la parte superior, de barro, y el tejado, hecho con elementos vegetales. Algunas casas, más sencillas, tienen una sola habitación, mientras que otras están compartimentadas, generalmente, en un vestíbulo y una habitación principal. El suelo es de tierra pisada y en cada estancia se ha identificado generalmente un hogar, hecho de barro cocido y capas aislantes de cerámica. En una casa se localizó un pequeño horno doméstico y en otros se han excavado silos para el almacenamiento de alimentos. Agujeros de poste presentes en casi todas las casas prueban la existencia de estructuras de madera.3

Material arqueológico: cerámica y otros materiales

Entre el material arqueológico sobresale la cerámica. La más abundante es hecha a mano por los propios habitantes del poblado, y está formada por vasijas de cocina y de almacén. La alfarería a torno ibérica estaba fabricada en diversos talleres de la región, estaba compuesta tanto por utensilios de mesa como de almacén, y hay ejemplares decorados con pintura blanca o roja. Entre la cerámica de importación, que denota las relaciones comerciales de los habitantes de Montbarbat, destaca la vajilla de lujo fabricada en Grecia (Ática)4 y la que procede de talleres de Italia o del mundo griego occidental (sur de la Galia, Ampurdán). Finalmente, cabe destacar las ánforas, que son de fabricación ibérica, púnica o massaliota, y las piezas singulares, entre las que destacan una en forma de cabeza de cordero y dos estatuillas, una en forma de cabeza humana y la otra, también, de cordero. Los objetos de metal están compuestos por pequeñas piezas de adorno de bronce (pendientes, fíbulas), y fragmentos de cuchillos y clavos de hierro. La aparición de mucha escoria de este metal denota un trabajo de reparación de útiles y de elaboración de utensilios sencillos. Otro objeto de adorno encontrado son las cuentas de collar de pasta de vidrio. En piedra destaca la presencia de molinos para moler el cereal y otras semillas, y también hay material de construcción en barro (ladrillos, fragmentos de terracotaestucos). Entre los restos vegetales destacan las gramíneas (cebada y trigo) y la vid, y se han recuperado huesos de buey, caballo y cerdo. Ha sido todo este material arqueológico, en conjunto, lo que ha permitido datar el poblado ibérico de Montbarbat entre el siglo IV a. C. y principios del III a. C.,1 aunque no se descarta una ocupación anterior que podría remontarse a los siglos VII-V a. C.
Piezas encontradas:5
  • Barnices negros (ática, talleres occidentales)
  • Gris monocroma
  • Ibérica pintada
  • Cerámica pintada
  • Ánforas ibéricas, púnicas (y massaliotes?)
  • Piezas a mano (parecen las más completas).
  • Figurita zoomorfa
  • Figurita antropomorfa
  • Cuentas de collar de pasta de vidrio
  • Algún pendiente de bronce
  • Algún cuchillo o clave de hierro
  • Algún fragmento de molino

















El poblado íbero Peña del Moro es un yacimiento arqueológico situado en la peña del Moro, en Cataluña (España).
A partir de finales de la Edad del bronce la población íbera del Bajo Llobregat, que pertenecía a la tribu de los layetanos, se fue agrupando en pequeños poblados, como el de la peña del Moro. Se trataba de un poblado de segunda categoría, es decir, de dimensión mediana, probablemente dependiente del poblado de primera categoría de Montjuïc. Fue parte de una red de poblados con contacto visual: Peña del Moro ↔ Puig Madrona ↔ Poblado íbero Can Olivé.
El poblado, que es uno de los asentamientos humanos más antiguos encontrados en Collserola, presenta dos fases de vivienda. La primera corresponde al siglo VI a.C. y la segunda que va del siglo V a.C. hasta el siglo VI a.C. Entre estas dos fases hubo un abandono de una cincuentena de años.

Las casas

Murallas de dos casas íberas.
Las casas del poblado se encuentran a la vertiente soleada del cerro, en terrazas artificiales siguiendo la pendiente natural del terreno y están divididas en dos filas por un callejón. Son de base rectangular con un solo ambiente y probablemente eran de dos plantas. Las paredes son de piedra y los pavimentos de barro. Las habitaciones tenían en el centro una chimenea.
En el punto más elevado del cerro había una torre de vigía (vigilancia) que fue substituida posteriormente por la torre medieval del castillo con el mismo nombre.

Los hallazgos arqueológicos

Plaqueta de plomo ibérica encontrada en el poblado de la peña del Moro.
Esquema de las inscripciones.
Las primeras excavaciones arqueológicas se iniciaron en el año 1972 y siguieron hasta el 2002. Durante este periodo se encontraron restos de ánforas, de cerámica áticacorintiajónicafenicia y masaliota, así como piezas de un collar de origenpúnico. También se encontraron vestigios de un rito de fundación que consistía en colocar la cabeza y las patas de un cabrito debajo del pavimento de las viviendas.
La pieza más importante encontrada en el yacimiento es una plaqueta de plomo del siglo IV a.C. de sólo 28 × 40 mm de ancho y 1,5 mm de grosor con inscripciones de escritura ibérica en las dos caras, que se conserva en el Museo de Arqueología de Cataluña en Barcelona. El texto, con 34 signos, está escrito de izquierda a derecha, sin señales de separación de palabras y se hizo con con un punzón muy fino. Parece ser que la plaqueta fue recortada después de haber grabado la inscripción, posiblemente porque ya había cumplido su función y hacía falta reaprovechar el material. La lectura de las inscripciones es:
  • Cara uno:
    • tinbasteeroke
    • bartastoloriltursu
  • Cara dos:
    • tortonbalarbiteroka
A pesar de que se puede descifrar el alfabeto ibérico, se desconoce el sentido del texto puesto que todavía no se ha conseguido traducir la lengua ibérica. Es muy probable que se tratara de algún asunto relacionado con el comercio. En todo caso esta pieza hace evidente unas relaciones comerciales altamente desarrolladas con pueblos bastante lejanos. Un artefacto parecido se encontró en la ciudad ibérica de Ullastret, pero en toda la zona entre el Bajo Ampurdán catalán y la Plana Baja valenciana, es único.







El poblado íbero de la Torre dels Encantats es un yacimiento arqueológico íbero situado entre los municipios de Arenys de Mar(provincia de Barcelona). El término al que pertenece y por proximidad el de Caldetas, enclavado en lan la colina de Puig Castellar, fue habitado por la tribu íbera de los layetanos.
Su descubrimiento tuvo lugar en 1881 por el historiador Joaquim Salarich i Verdaguer, quien en un principio creyó que se trataba de los restos de una ciudad romana, encontrando en sus excavaciones cinco silos alrededor de la «Torre dels Encantats», una fortaleza datada del siglo XIII.1
Fue a partir de 1930 cuando en las siguientes excavaciones realizadas bajo la dirección de Josep Maria Pons i Guri, se decantaron por la existencia de un poblado íbero. Durante la Guerra Civil Española de 1936, parte de las piedras que formaban el poblado fueron utilizadas para la construcción de baterías costeras.
En diferentes campañas arqueológicas a partir de 1950, efectuadas en diversos sectores de la zona, se encontraron: silos (uno de ellos de tres metros de diámetro), habitaciones, una fundición de hierro,2 así como una gran cantidad de materiales, que han permitido datar el poblado del siglo V a. C. a mediados del siglo I a. C. Las piezas de cerámica se componen de vasijas hechas a mano y en torno de latipología de la cultura de los Campos de Urnas. También se han encontrado más de una cuarentena de pondus o pesos de cerámica de forma cuadrangular para su uso en telares verticales y conseguir la tensión de los hilos del tejido, así como diversas fusayolas también de barro.



No hay comentarios:

Publicar un comentario