EXPEDICIONES CIENTÍFICAS
La Expedición del HMS Beagle a las costas de América del Sur y circunnavegación del globo bajo el mando del comandante Robert Fitz Roy Nota 1 también conocido como segundo viaje del Beagle fue la continuación de la expedición delevantamiento hidrográfico del Adventure y Beagle realizada durante los años 1826-1830 bajo el mando del comandante Phillip Parker King. Debía completar el levantamiento anterior de las costas de la Patagonia y la Tierra del Fuego, levantar planos de las costas de Argentina, Chile, Perú, de las islas Malvinas, de algunas islas del Pacífico y obtener por último una serie de distancias meridianas bien seleccionadas al atravesar el océano Pacífico.
Luego de un prolijo alistamiento en que se le levantó la cubierta principal, se le instalaron pararrayos en todos sus mástiles, se le proveyó de excelentes embarcaciones menores y se le abasteció de todos los elementos que podría necesitar durante su comisión, que se suponía sería muy larga la expedición se inició el 27 de diciembre de 1831 fecha en que el Beagle zarpó de Devonport,Plymouth.
Relata la historia de los cuatro fueguinos llevados a Inglaterra como rehenes por el robo de una embarcación; las enseñanzas que recibieron durante su estada en la civilización y el regreso a su país natal. Detalla los trabajos realizados durante su navegación desde su zarpe de Inglaterra en diciembre de 1831.
Fitz Roy con el Beagle recaló en las islas Canarias, Cabo Verde, San Pedro, Fernando Noronha arribando a San Salvador de Bahía en Brasil en febrero de 1832, prosiguó a los islotes Abrolhos arribando en abril a Río de Janeiro. Luego se dirigió a Montevideo y Buenos Aires iniciando en agosto de 1832, en el cabo San Antonio, la exploración y levantamiento de la costa atlántica de la patagonia, continuó a la Tierra del Fuego donde desembarcó a sus tres fueguinos y a las islas Malvinas. El 9 de junio de 1834, en puerto del Hambre dio por terminado su trabajo en la costa Atlántica de la patagonia, las islas Malvinas y la Tierra del Fuego, zarpando hacia Valparaíso.
El 22 de julio de 1834 arribaron a Valparaíso, fueron a Chiloé alcanzando hasta la península de Tres Montes. Levantaron las costas de las islas que están al este de la isla Grande de Chiloé y las islas del archipiélago de los Chonos. En Valdivia soportaron el terremoto que el 20 de febrero de 1835 asoló la zona de Concepción y Valdivia. Fitz Roy participó activamente en el rescate de la tripulación del HMS Challenger que varó en punta Morguilla entregando el mando del Beagle al teniente Wickham quien continuó con el levantamiento de los puertos y puntas salientes desde Valparaíso a Coquimbo y continuando hasta El Callao donde recaló el 19 de julio. Fitz Roy arribó a el Callao el 9 de agosto retomando el mando del buque.
La última etapa comprendió el levantamiento de la costa norte de Chile, la de Perú y de Ecuador hasta Guayaquil. Estuvieron casi un mes en el archipiélago de las Galápagos, luego recalaron en las islas Low, Tahiti, Nueva Zelanda, Australia, las islas Keeling, las islas Mauricio, el cabo de Buena Esperanza, la isla Santa Helena, Ascensión, Bahía, Pernambuco, las isla de Cabo Verde, las Azores y finalmente fondearon en Falmouth, Inglaterra el 2 de octubre de 1836.
Es indudable que a los pocos años de finalizado el viaje, la presencia del joven Charles Darwin como naturalista y geólogo de la expedición hizo del HMS Beagle una de las naves de más renombre en la historia de la navegación y este segundo viaje uno de los más famosos en la historia de la ciencia.
Fitz Roy, consciente de la importancia que esta comisión tenía para su patria comprometió en ella sus propios recursos monetarios lo que indudablemente contribuyó a su futura ruina económica. Sabemos que reservó seis pasajes en el buque mercante John of London para repatriar a los fueguinos, viaje que no se efectuó pero por el que tuvo que pagar el falso flete, también tuvo que soportar de su bolsillo los gastos de la estadía de los fueguinos en Inglaterra.
Para asegurar el éxito de la expedición en diversos aspectos contrató a su costo al dibujante August Earle y luego al pintor Conrad Martens y al técnico en instrumentos George James Stebbing. Arrendó las goletas La Liebre y La Paz y la falúa Constitución para acelerar el levantamiento de las costas de la patagonia atlántica. Adquirió el ballenero Unicorn, al que bautizó como Adventure, para efectuar el levantamiento del archipiélago de las islas Malvinas y del litoral chileno hasta Valparaíso. Adquirió la lancha maulina Constitución para completar el levantamiento de las costas chilenas y del litoral peruano y ecuatoriano hasta Guayaquil.
Origen de la expedición y estada de los fueguinos en Inglaterra
Véase también: Expedición de buques del Reino Unido a las costas australes de América del Sur bajo el mando del comandante Phillip Parker King
Fitz Roy, durante el largo viaje de regreso a Inglaterra de la primera expedición bajo el mando de Parker King, cada vez se fue interesando más en los cuatro fueguinos que llevaba a bordo. Ahora que estos estaban más familiarizados con el idioma inglés no tuvo dudas de que los actos de canibalismo que le contaron que cometían con las mujeres mayores cuando había escasez de alimentos eran ciertos. También se percató que les llamaba mucho más la atención lo relacionado con los animales, naves y botes que los con seres humanos o casas. También informó oficialmente al Almirantazgo del por qué los llevaba a bordo como rehenes, por el robo de una ballenera. Tenía la idea de darles una educación adecuada y después de unos dos o tres años, enviarlos o llevarlos de regreso a su país con la mayor cantidad artículos útiles para ellos y para mejorar las condiciones de sus compatriotas, que según él, "ahora son apenas superiores a las bestias de la creación". El Almirantazgo le indicó que no interferiría con la supervisión personal sobre ellos pero que no le proporcionaría ayuda para el mantenimiento y educación en Inglaterra ni les daría pasaje para que regresaran a su hogar, gastos que deberían ser afrontados por el propio Fitz Roy. Preocupado por protegerlos contra las enfermedades, una vez desembarcados, fueron vacunados por segunda vez, anteriormente lo habían sido en Río de Janeiro y los llevó e instaló en una tranquila finca unas pocas millas al interior del país.
En el intertanto el Beagle y el Adventure fueron desmantelados. El 27 de octubre de 1830 Fitz Roy arrió su gallardete de mando del Beagle y el 15 de noviembre King hizo lo mismo en el Adventure. Las tripulaciones de ambas naves fueron dispersadas y poco después el comandante King y el teniente Skyring fueron ascendidos.
A comienzos de noviembre Boat Memory enfermó de viruela. Los cuatro fueguinos fueron internados en el Real Hospital de Plymouth, permitiéndose que James Bennett, último contramaestre de Fitz Roy a bordo del Beagle, los acompañara y permaneciera con ellos. Lamentablemente Boat Memory falleció en el hospital. Este fue un duro golpe para Fitz Roy quien le tenía un aprecio especial por sus sobresalientes cualidades como persona. Estando hospitalizados bajo el cuidado del Dr. Dickson este aprovechó que sus hijos tenían sarampión, para llevar a su propia casa a Fuegia Basket para que se contagiara de esta enfermedad y luego, totalmente recuperada, la regresó al hospital.
Fitz Roy tomó contacto con la Sociedad de la Iglesia Misionera con el propósito de organizar un plan para su educación y mantenimiento. El reverendo Joseph Wigram se interesó vivamente en el proyecto de Fitz Roy sobre la educación de los fueguinos presentándolo al reverendo William Wilson de Walthamstow quien los recibió en su parroquia y obtuvo que el director de la Escuela Infantil los alojara en su casa. Fitz Roy pagó de su bolsillo los gastos de manutención y alojamiento de los tres fueguinos. El traslado hasta Londres lo hicieron en una diligencia bajo la dirección del teniente Murray, último oficial de navegación del Beagle, ayudado por James Bennett.
En la escuela la atención del profesor se centró en enseñarles inglés, las verdades evidentes del cristianismo y el uso de herramientas comunes, con un somero conocimiento de agricultura, jardinería y mecánica. James Button y Fuegia Basket avanzaron considerablemente, pero York Minster fue difícil de enseñar, excepto lo relacionado con la mecánica y los trabajos de herrería o carpintería. Fitz Roy los llevaba con él a visitar a sus amigos y parientes. Formaron un stock creciente de artículos utilizables para cuando regresaran a Tierra del Fuego. Durante el verano de 1831 visitaron en St. James a sus majestades el rey Guillermo IV y la reina Adelaida.
Las tareas oficiales relacionadas con el levantamiento hidrográfico efectuado en la expedición bajo el mando del comandante King estuvieron terminados y aprobados en marzo de 1831. Fitz Roy pensaba que el levantamiento de las costas meridionales de América del Sur continuarían y que a algún buque se le ordenaría esta comisión, pero una vez en Inglaterra se encontró con que el Almirantazgo había cambiado por completo sus prioridades y que tal comisión estaba pospuesta indefinidamente.
Fitz Roy preocupado por sus fueguinos, en junio de 1831, como no había esperanzas de que una nave de guerra fuera enviada a la Tierra del Fuego, hizo un acuerdo con el propietario de un pequeño buque mercante, el "John of London" para que lo llevara a él y cinco otras personas a esos lugares. James Bennett, que lo acompañaría, ya había comprado unas cuantas cabras con la que Fitz Roy pretendía poblar algunas de las islas en que desembarcarían los fueguinos cuando se encontró con un tío al que le contó su plan, pero este fue al Almirantazgo y poco después le informó que sería nombrado comandante del Chanticleer para que fuera a la Tierra del Fuego.
El Chanticleer no fue encontrado apto para el servicio por lo que en su lugar se designó nuevamente al Beagle para esta próxima comisión. El nombramiento de Fitz Roy tenía fecha 27 de junio de 1831 y con la misma fecha le fueron asignados dos estimados amigos, los tenientes Wickham y Sulivan.
Mientras el Beagle estaba siendo alistado en Devonport, el reverendo Wilson le solicitó que dos individuos voluntarios pudieran acompañarlos y permanecer con los fueguinos con el propósito de intentar enseñarles artes útiles para su gradual civilización. El Almirantazgo autorizó el embarque de estos dos individuos. El Sr. Wilson finalmente solo pudo seleccionar un voluntario. En octubre el grupo de Walthamstow se trasladó por mar junto con su gran cargamento de ropas, herramientas, vajillas, libros y diversas otras cosas a Plymouth siendo difícil su estiba en la pequeña bodega del Beagle.
Alistamiento
El Almirantazgo decidió que el Beagle continuara con el levantamiento de las costas de América del Sur y tomara una cadena de distancias meridianas alrededor del mundo regresando a Inglaterra a través del océano Pacífico por el cabo de Buena Esperanza.
Fitz Roy al conocer la magnitud de su próxima comisión decidió comprometer sus propios medios en beneficio de hacerla lo más completa posible en cuanto a material y preparación. El Beagle fue comisionado el 4 de julio de 1831 e inmediatamente trasladado a un dique en el astillero de Devonport para ser examinado y preparado para el servicio.
Se le efectuaron los siguientes trabajos: Cambio y elevación considerable de su cubierta principal, ocho pulgadas a popa y doce a proa, lo que posteriormente en alta mar probó ser una gran ventaja además de contribuir notablemente a la comodidad de todos a bordo; se le instaló un revestimiento de dos pulgadas de tablones de abeto en el fondo, recubierto con una capa de fieltro y luego un nuevo cobre. Su desplazamiento aumentó a 242 toneladas de arqueo; se le instaló un nuevo timón, un molinete de patente reemplazó al cabestrante; una cocina Frazer, con horno, en lugar de las comunes con chimenea; se le instalaron pararrayos, inventados por el Sr. Harris, en todos los mástiles, el bauprés y en la botavara del foque. Los cabos, velas y palos fueron los mejores de esa época. Se le proveyó de seis botes de calidad superior, dos de ellos de propiedad privada, y un serení llevado en la popa. Todos con calzos para poder ser llevados estibados con cualquier mar. En la cámara del comandante se instalaron veintidós cronómetros.
Para aprovechar el viaje le propuso al Servicio de Hidrografía que alguna persona bien educada y científico se embarcara y con quien estaba dispuesto a compartir su camarote. Hidrografía aprobó la sugerencia y le solicitó a la universidad de Cambridge un candidato. Le propusieron al Sr. Charles Darwin un joven capaz y aficionado a la geología y en general a todas las ramas de la historia natural. Darwin aceptó con condiciones: libertad para dejar el Beagle y retirarse de la expedición cuando lo deseara y pagar una parte justa de los gastos de la cámara de Fitz Roy. Fitz Roy contrató a título privado con el consentimiento del Almirantazgo para considerarlos arranchados a bordo, a un artista, el Sr. Augustus Earle y al Sr. George James Stebbing como técnico para la mantención de los instrumentos del buque.
El buque fue aprovisionado con artículos de la mejor calidad contra el escorbuto tales como pepinos, manzanas secas y jugo de limón. Gran cantidad de sopa y carne en conserva Moorsom y Kilner. Abundante cantidad de antisépticos y artículos para la conservación de las muestras de historia natural.
La dotación definitiva de oficiales y hombres, incluidos los supernumerarios fue de 74 personas al zarpe de Inglaterra.
Instrucciones del Almirantazgo
Fitz Roy recibió las instrucciones de los Lores Comisionados del Almirantazgo el 15 de noviembre de 1831. Se le ordenaba que se hiciera a la mar en cuanto su buque estuviese listo en todo sentido. Debía dirigirse sucesivamente a Madeira, Tenerife, las islas de Cabo Verde, Fernando Noronha y finalmente a la Estación Sudamericana en Río de Janeiro para realizar las operaciones y levantamientos que indicaba la Oficina Hidrográfica en memorandum adjunto.
Debería considerarse bajo el mando del contraalmirante Sir Thomas Blake, comandante en jefe de los buques de Su Majestad en la Estación Sudamericana, mientras estuviese dentro de los límites de esa estación. Se le había hecho presente a dicho comandante en jefe y a los oficiales de su escuadrón que le debían prestar cualquier ayuda en artículos y provisiones que pudiese necesitar. Además el Almirantazgo le entregó un memorandum que indicaba que mientras se encontrare cumpliendo sus trabajos de levantamiento ningún oficial más antiguo podría desviarlo de la misma o interferirlo o tomar de su buque algún instrumento o cronómetro.
Una vez terminados los trabajos en la Estación Sud Americana efectuaría las operaciones adicionales planificadas por Hidrografía y cumplidas estas debería regresar a Spithead. En caso que le sucediere un desafortunado accidente, quien le siguiera en el mando debería terminar en lo posible el trabajo que estuviesen realizando, pero no iniciaría una nueva tarea sino que regresaría a Inglaterra por la vía más corta. Debería enviar a la Secretaría del Almirantazgo informes de sus expedientes y avance de la comisión cada vez que pudiese hacerlo, sin perjuicio de los normales informes a Hidrografía.
Instrucciones del Servicio de Hidrografía
Todavía existía una diferencia considerable respecto a la longitud de Río de Janeiro entre distintos navegantes y astrónomos. Como todas las distancias meridianas en América del Sur eran medidas desde ahí era de vital importancia decidir cual era la longitud correcta. Para ello el Servicio Hidrográfico recomendaba efectuar el tránsito hasta Río en etapas cortas para detectar el cambio que sufren los cronómetros con la temperatura y corregir estos errores. Para ello dividía el tránsito a Río en cuatro etapas: 1a. Madeira cuya posición exacta la reconocen todas las partes, permanecer cuatro días comparando las longitudes; en caso de problemas con el tiempo emplear Tenerife. 2a.- Puerto Praia en las islas de Cabo Verde. 3a,- Cruzar la Línea del Ecuador hacia Fernando de Noronha. 4o.- Río de Janeiro. verificando previamente la posición y sondaje de los bancos Abrolhos. Reaprovisionarse en Río de Janeiro y determinar la longitud de la isla de Villegagnon en su boca. Dirigirse a Montevideo y comparar sus cronómetros en el mismo punto que lo hizo el comandante King anteriormente.
Al sur del Río de la Plata comenzará el verdadero trabajo de levantamiento. Entre el Río de la Plata y el estrecho de Magallanes se deberá levantar la costa que va desde el cabo San Antonio hasta la bahía San Jorge examinando especialmente las siguientes partes: a.- Desde monte Hermoso hasta el río Colorado, incluyendo bahía Blanca, b.- El golfo de Todos los Santos, c.- El río Negro en su parte navegable, d.- El golfo San Matías con sus puertos San Antonio y San José, e.- Desde bahía Nueva a cabo Blanco incluyendo el golfo San Jorge, y f.- En puerto Deseado comparar los cronómetros y explorar el río. Levantar puerto San Julián.
Los trabajos a efectuar en el Estrecho y el grupo de islas que forman la Tierra del Fuego deberían ser principalmente: El reconocimiento de la entrada oriental del Estrecho en búsqueda de arrecifes y bajos denunciados por diversos navegantes. Levantar la costa entre el cabo Orange y el cabo San Diego. Terminar el levantamiento del canal Beagle y del seno Ballenero. Tratar de ubicar y levantar cualquier puerto interesante entre el Falso cabo de Hornos y el lado norte del canal Wakefield. En el sector occidental del Estrecho entre el cabo Pilar y el cabo Froward inspeccionar por aberturas que lo comuniquen con el océano. En el sector oriental del Estrecho levantar la costa entre cabo Orange y el seno Almirantazgo, inspeccionar las islas San Marta y Magdalena y el canal hacia el este de la isla Elizabeth. Debido a la completa ignorancia actual respecto a las isla Falkland es necesario efectuar un estudio de sus puertos, pero sin que ello tome demasiado tiempo.
El siguiente paso debería ser Concepción o Valparaíso para reaprovisionarse. Efectuar un examen parcial del lado del mar entre el archipiélago Reina Adelaida y la isla Campana principalmente para eliminar un espacio en blanco del levantamiento efectuado por los comandantes Parker King y Fitz Roy anteriormente.
Del sector entre la península de Tres Montes y Chiloé se cuenta con un manuscrito español lo que en gran medida podría abreviar el examen de estas costas.
Desde Chiloé a Valparaíso la costa es casi recta por lo que no se requeriría mucho tiempo en corregir su contorno y establecer la posición de todos los puntos salientes. Isla Mocha se supone que está erróneamente situada. Puerto Topocalma requiere un examen especial. Coquimbo y las islas adyacentes están imperfectamente ubicadas. Debería continuar trabajando hasta Coquimbo y más hacia el norte hasta que el comandante determine que debe dejar las costas de Sud América para asegurarse de obtener una serie de lugares bien seleccionados para calcular las distancias meridianas al atravesar el océano Pacífico.
La ruta a través del Pacífico no puede ser bien establecida pero se mencionan lugares como las islas Galápagos, isla Felix, el banco Londres, algunas islas de coral supuestas al sur de la isla Pitcairn pero cualquiera que sea la ruta debría llevarlo a pasar por Tahiti para verificar los cronómetros.
Desde Tahiti deberá dirigirse a Port Jackson tocando algunas islas en la ruta en beneficio de las etapas para los cronómetros.
De acuerdo a la época del año su ruta podría ser por el sur tocando Hobart Town, el seno King George y río Swan, Santa Helena, Ascensión y a casa o bien a través del estrecho de Torres tocando bahía Moreton, puerto Bowen, cabo Flinders y una de las islas de Príncipe de Gales y si el viento lo permite podría agregar cabo Valsche, el extremo suroeste de Nueva Guinea, uno de la cadena Serwatty, Coupang o el extremo de Timor, isla Rotte y uno de los extremos de las islas Sandal y quizás ubicar las islas Keeling y establecer su ubicación.
Finalmente Hidrografía recomdaba que no se perdiera tiempo en dibujos muy elaborados, bastarái que fuesen claros con notas explicativas y a una escala grande. Esto se aplica especialmente a los cerros. Dar la altura perpendicular de todas las colinas y promontorios notables. Todas las cartas y planos deberían estar acompañados de vistas de la tierra.
Respecto a los nombres debe considerarse sagrado el dado por el primero que lo descubrió según el acuerdo tomado por todas las naciones y en el caso de los nuevos descubrimientos hacer que el nombre transmita alguna idea de la naturaleza del lugar y si está habitado, adoptar la denominación de origen nativo en lugar de emplear los nombres de personajes públicos o familiares y amigos, subentendiendo que los oficiales y tripulantes de hecho tienen derecho a esa distinción.
Deben observarse las mareas, su establecimiento, fuerza y duración. Las corrientes, los monzones y los vientos alisios serán estudiados y registrados. Lo mismo respecto a la variación magnética. También deberían presentarse instrucciones para navegar cierto pasos difíciles en diferentes períodos. Los eclipses de los satélites tercero y cuarto de Júpiter deberían ser cuidadosamente observados cada vez que se pueda. En el Almanaque Náutico se publicarán algunos fenómenos importantes que ocurrirán durante el viaje del Beagle, de ser posible debería fondear en un lugar conveniente para observarlos con los instrumentos necesarios.
Si se descubre un cometa mientras esté en puerto debería determinar su posición. Llevará registro de los datos meteorológicos. Presión atmosférica, presión, temperatura, estado del tiempo, fuerza y dirección del viento.
Las islas de coral de forma circular en el Pacífico proporcionan a veces lugares muy tranquilos para efectuar observaciones astronómicas. De las islas de coral debería confeccionarse un mapa geológico, mostrando su forma, mayor altura del coral sólido, pendiente de sus lados, naturaleza del fondo del mar. Estudio de las mareas que se producen en su interior.
Debería recopilar el máximo de información auxiliar tal como: recursos generales que una nave puede encontrar en el lugar, los principales productos que se pueden obtener, los objetos que más ansían obtener en cambio, el efecto de las estaciones, el clima y los artículos raros de comida que afecten la salud de la tripulación. De todos estos temas el comandante Fitz Roy debería elaborar informes específicos y transmitirlos periódicamente, a través de la Secretaria de los Lores, a la Oficina Hidrográfica.
Finalmente Hidrografía advierte que se debe estar incansablemente en guardia contra las traiciones o los ataques de los nativos. Ya no son las criaturas tímidas y sin armas de otros tiempos, ahora poseen armas de fuego y municiones y son hábiles en su empleo. Recomienda calma y vigilancia contra las infracciones menores, evitando que estas lleguen a desemboscar en peleas mortales.
Etapas
Primera: Desde el zarpe de Plymouth, Inglaterra, el 27 de diciembre de 1831, recalando en las islas Canarias, en las islas de Cabo Verde, el archipiélago de San Pedro y San Pablo, en la isla Fernando Noronha, en la Bahía de Todos los Santos, los islotes Abrolhos, Río de Janeiro y el estuario del Río de la Plata con Montevideo y Buenos Aires. Esta etapa finalizó el 22 de agosto de 1832. Duración: 8 meses.
Segunda: Desde el zarpe del cabo San Antonio el 22 de agosto de 1832, recalando en diversos puntos de la costa atlántica de la patagonia especialmente Bahía Blanca, donde arrendó dos goletas La Paz y La Liebre para acelerar el levantamiento de dicha costa, Tierra del Fuego donde desembarcó a los tres fueguinos y las isla Mavinas donde adquirió una goleta ballenera a la que le puso por nombre Adventure y regreso a Montevideo donde permaneció hasta diciembre de 1833. Duración: 16 meses.
Tercera: Desde el zarpe de Montevideo en compañía del Adventure el 6 de diciembre de 1833 dando término al levantamiento de la costa atlántica de la patagonia, de las Malvinas y de parte de los canales fueguinos de la Tierra del Fuego. Recalan en Valparaíso en julio de 1834. Venta del Adventure, participación en el rescate de la tripulación del HMS Challenger, levantamiento de la costa de Chile desde el Golfo de Penas al norte recalando en Callao el 9 de agosto puerto en el que permanece hasta el 7 de septiembre de 1835. Duración: 21 meses.
Cuarta: Desde el zarpe de Callao el 7 de septiembre de 1835 dirigiéndose a las islas Galápagos, luego recaló en Tahiti, en Nueva Zelandia, en Australia, en las isla Keeling durante el mes de abril de 1836, las isla Mauricio, el cabo de Buena Esperanza, Santa Helena, Ascensión, Salvador de Bahía, Pernambuco, Cabo Verde, las Azores fondeando en Famouth, Inglaterra el 2 de octubre de 1836. Duración: 12 meses.
Primera etapa
Trabajos del Beagle
El Beagle estuvo listo para hacerse a la mar en noviembre de 1831 pero una sucesión de difíciles temporales le impidieron zarpar de Devonport, Plymouth, hasta el 27 de diciembre de ese año. Atravesaron el golfo de Vizcaya con buen viento y mar de fondo que los llevó rápidamente a las Madeira. Fitz Roy a los pocos días del zarpe tuvo que reprimir algunas faltas a la disciplina. El 3 de enero de 1832 estuvieron ocupados en rebuscar las rocas Ocho Piedras, sin encontrarlas, por lo que pensó que estas no existían. El 4 avistaron Porto Santo por lo que gobernó para pasar entre esta isla y las Desiertas en dirección a Funchal, pero un fuerte viento del suroeste le impidió fondear allí por lo que continuó inmediatamente en demanda de las islas Canarias.
El 6 de enero llegaron a Tenerife fondeando a la vista del pueblo de Santa Cruz, en una de cuyas iglesias todavía colgaban los restos de una bandera tomada a los ingleses o dejada por estos cuando el almirante Nelson perdió su brazo. En cuanto fondearon las autoridades españolas les impidieron desembarcar porque debían someterse a una cuarentena de doce días por la existencia de cólera en Inglaterra, ante esto continuó de inmediato hacia las isla de Cabo Verde, fondeando el 16 de enero en Port Praia cerca de la punta norte de la isla Santiago, la mayor de las islas de Cabo Verde.
El 8 de febrero reembarcaron sus instrumentos, determinaron la variación magnética, viraron y zarparon hacia el poniente. El 10 tuvieron un rendez vous con el paquete Lyra en viaje desde Inglaterra a Río de Janeiro, recibiendo una caja conteniendo seis plomadas Massey. Hasta el 13 navegaron con un viento constante del noreste y cielo despejado. El 15 en la tarde avistaron las rocas del archipiélago de San Pedro y San Pablo y al día siguiente, dos embarcaciones fueron enviadas con personal e instrumentos que desembarcaron el la más grande donde hicieron observaciones y también se dedicaron a cazar pájaros y pescar, regresando a bordo con las embarcaciones repletas de aves y peces, el mar estaba infestado de tiburones. Mientras tanto el Beagle navegaba rodeándolas, sondando y tomando demarcaciones.
El mismo día continuaron la navegación hacia el poniente y al atardecer el buque fue tomado por el rey Neptuno y su séquito. El 17 cruzaron la línea del Ecuador y realizaron las ceremonias habituales a los novatos: Un baño profundo para lavar todo mal, soportar la brutal mirada del barbero que con su navaja mellada le cortaba tres mechones y finalmente soportar los chorros de agua que le era arrojada desde todos lados. Esta ceremonia tradicional se remontaba a los primeros tiempos de la navegación. En la naves españolas, portuguesas e italianas, antes de la invención de la brújula, se realizaban ritos algo similares cuando pasaban frente a promontorios notables.
Al atardecer del 19 avistaron la isla Fernando de Noronha fondeando esa misma noche en su rada. Al día siguiente desembarcaron los instrumentos y efectuaron observaciones y compararon los cronómetros, zarpando esa misma tarde rumbo a Bahía de Todos los Santos. En este tramo experimentaron una fuerte corriente hacia el sur. El 28 de febrero avistaron Bahía y al mediodía fondearon en el puerto. Establecieron la razón de los cronómetros, hicieron aguada y leña, sondaron el bajo que se encuentra frente al faro de la entrada al puerto y el 18 de marzo zarparon en demanda de los islotes Abrolhos.
Gobernó hacia el sureste en búsqueda del límite este del gran bajo en cuyo extremo este debían encontrarse los islotes. Llegado al paralelo correspondiente gobernó hacia el oeste sondando frecuentemente con un escandallo con una línea de trescientas yardas de largo, el 26 la sonda tocó fondo en treinta brazas. Se guio por la carta del barón Roussin. Aprovechó de hacer una serie de experimentos con la máquina de sondaje Massey comprobando la utilidad de esta en sondas menores a 40 brazas. El 28 estuvo fondeado en medio de los islotes comprobando lo irregular de su profundidad que variaba entre las treinta y las diez brazas y a veces hasta cuatro brazas en dos lances del escandallo. El 30 se dirigió a pasar cerca del cabo Santo Tomé y el 3 de abril pasaron el cabo Frío. Deseaba visitar el sitio donde en diciembre de 1830 había naufragado la fragata HMS Thetis, pero el mal tiempo no se lo permitió. Fue detenido por la falta de viento a la cuadra de la isla de Raza. Al día siguiente entraron en la bahía de Río de Janeiro siguiéndole aguas al buque insignia del almirante Baker. Debido a que se habían producido algunos ultrajes en tierra ya que se habían amotinado las tropas el almirante había ordenado que los marines estuviesen listos para desembarcar. Lamentablemente era la estación lluviosa en Río por lo que solo pudieron tomar lecturas para la latitud y la hora, pero no pudieron hacer observaciones astronómicas.
Fitz Roy confirmó que existía una diferencia de más de cuatro millas de longitud entre las distancias meridianas entre Bahía y Río determinada por la expedición francesa del barón Roussin y las del Beagle por lo que decidió regresar a Bahía para comprobar las mediciones. El 23 de mayo zarpó a Bahía y estuvo de regreso en Río el 3 de junio. Comprobando que las mediciones efectuadas por el Beagle eran las correctas. Durante este período fallecieron tres hombres de la tripulación por fiebre que habían contraído en una excursión hacia el interior de Río de Janeiro. En el mes de julio Fuegia Basket estuvo alojando en la casa de una señora inglesa, cerca de Botafogo.
Con el permiso del comandante en jefe organizó una regata de embarcaciones menores entre las naves inglesas que se encontraban en la bahía, competencia que entusiasmó a los brasileros que nunca había presenciado este tipo de competencia. También había aprovechado para hacer algunas alteraciones en la disposición de los cañones y pertrechos y la nave quedó aparejada como una barca.
El 22 de julio estando cerca del río de la Plata fondearon en las cercanías del cabo Santa María y el 23 entraron al gran estuario del Plata, de muy difícil navegación como que los españoles lo habían llamado "El infierno de los marineros". Fondearon en Montevideo el 26, efectuaron observaciones cronométricas y se alistaron para iniciar el levantamiento de las costas al sur del cabo San Antonio en vista de lo cual Fitz Roy estimó necesario visitar Buenos Aires para informarle a las autoridades sus planes. Zarpó de Montevideo el 31 de julio y el 2 de agosto fondeó a la cuadra de Buenos Aires donde estuvo sólo una hora ya que tuvo un incidente con el oficial argentino que vino a informarle que debía estar en cuarentena, regresó a Montevideo donde fondeó al día siguiente. En cuanto fondeó recibió la visita de las autoridades de la ciudad solicitándole que desembarcara tropas para evitar desmanes de soldados negros que se habían amotinado. Fitz Roy desembarcó con cincuenta hombres bien armados con los que permaneció en la playa hasta que arribaron tropas que controlaron la situación. Días después zarpó a punta Piedras donde determinó su posición y luego se dirigió al cabo San Antonio para comenzar el levantamiento de la costa exterior.
Segunda etapa
El 22 de agosto de 1832 el Beagle zarpó de cabo San Antonio hacia el cabo Corrientes. La costa era arenosa y baja. Existían grandes bajos en los que era muy fácil encallar. El 5 de septiembre estando fondeados en las afuera de bahía Blanca, cerca de la entrada a puerto Belgrano llegó a bordo el ciudadano inglés Sr. Harris avecindado en la localidad Del Carmen en río Negro quien los piloteó para que ingresaran al amplio, excelente y poco conocido en esa época, puerto Belgrano. El 7 de septiembre, Fitz Roy acompañado por Darwin, fue en un bote hasta fuerte Argentino; pasaron la noche allí regresando al día siguiente al Beagle.
Fitz Roy poco tiempo después de examinar puerto Belgrano y luego de informarse con personas del lugar se convenció que el Beagle solo no podría explorar esas costas sin que le tomara un tiempo excesivo, decidiendo finalmente arrendar dos pequeñas goletas, botes con cubierta, de propiedad del Sr. Harris y emplearlos a él y a su ayudante el Sr. Roberts como pilotos de los mismos. El más grande, de nombre La Paz, de 15 toneladas de arqueo fue tripulado por el teniente Wickham, el Sr. Harris y cinco hombres; el otro, llamado La Liebre, de 9 toneladas de arqueo fue tripulado por el teniente Stokes, el Sr. Roberts como piloto y cuatro hombres.
Fitz Roy firmó un contrato por los servicios del Sr. Harris, su ayudante, los marineros y las embarcaciones sin contar la autorización del almirantazgo, pero decidió correr el riesgo de tener que afrontar este gasto de su bolsillo porque lo estimó indispensable para el cumplimiento de sus tareas mientras él con el Beagle se dirigiría primero a Montevideo a aprovisionarse y luego hacia la Tierra del Fuego y las islas Falklands.
El teniente Wickham fue designado a cargo del alistamiento y luego de ejecutar con estas embarcaciones las tareas de levantamiento entre bahía Blanca y río Negro, entre ellas bahía Falsa, bahía Verde, caleta Brightman, bahía Unión y bahía San Blas.
El 18 de octubre Paz y Liebre estuvieron listas para iniciar sus trabajos y zarparon de puerto Belgrano junto con el Beagle que durante los días de alistamiento de los dos botes estuvo sondando un angosto canal de entrada hacia puerto Belgrano. El teniente Wickham se dirigió hacia bahía Falsa y Fitz Roy a Montevideo donde recaló el 26.
Trabajos del Beagle
El 31 de octubre Fitz Roy con el Beagle zarpó de Montevideo a Buenos Aires manteniéndose hasta el 10 de noviembre a la cuadra de la ciudad estableciendo la diferencia de distancias meridianas con Montevideo y verificando la ubicación de algunos bancos, regresó a Montevideo el 14.
El 27 dio por terminadas las observaciones en dicha ciudad y habiéndose abastecido de provisiones para ocho meses zarpó hacia bahía Blanca. El 3 de diciembre recaló en San Blas, se reunió con el teniente Wickham quien le informó el positivo trabajo efectuado hasta el momento, motivo por el cual le amplió sus órdenes indicándole que continuara levantando la costa hasta puerto Deseado.
El 4 continuó hacia el sur para visitar la Tierra del Fuego y desembarcar a los fueguinos en sus territorios. El 15 avistaron tierra cerca del cabo San Sebastián y el 16 pasaron el cabo Peñas fondeando a la cuadra del cabo Santa Inés. En el cabo Peñas divisaron un grupo de indígenas a los que los fueguinos de a bordo clasificaron como hombres Oen muy malos pidiéndoles que les dispararan. Debido al mal tiempo continuó hacia al estrecho de Le Maire recalando en bahía Buen Suceso al día siguiente donde los recibió otro grupo de indígenas. El 18 bajó a tierra y tomó contacto con los nativos, eran cinco o seis muy parecidos a los patagones y distintos de los fueguinos.
El 21 de diciembre zarpó de Buen Suceso y el 22 avistaron el cabo de Hornos. El 24 estando a la cuadra de cabo Spencer decidió ingresar a la bahía San Francisco por el temporal que enfrentaban fondeando en las afueras de caleta Saint Martin.
El 31 zarpó hacia el seno Christmas su idea era dejar a York Minster y Fuegia Basket entre su gente cerca de caleta March y regresar hacia el este por el canal Beagle y dejar a Jemmy Button con su tribu. El 2 de enero de 1833 estaban cerca de las Diego Ramírez debido a un fuerte temporal, el 5 ya pudieron avanzar hacia el oeste y el 11 avistaron el cabo Catedral de York, pero el 13 debido al fuerte temporal y a la mar montañosa la nave experimentó grandes bandazos y el palo mayor se estremeció y dobló de tal manera que decidió dirigirse hacia bahía Nassau, En este temporal la mar le arrancó uno de los botes. Fue uno de los mayores temporales soportados por el Beagle durante toda la comisión. En la noche del 14 fondeó en bahía Windhond y el 15 finalmente fondeó en el paso Goree. Aquí fue sorprendido por la petición de York Minster de quedarse a vivir en el territorio de Jemmy Button. Este fue un cambio favorable pues le permitía dejar en un solo campamento a los tres fueguinos, pero no sospechó lo que York Minster tenía en mente.
El 18 de enero Fitz Roy acompañado por Darwin dejó el Beagle a bordo de cuatro embarcaciones, la yola y tres balleneras, llevando a Matthews y los fueguinos, con todas las cosas que les habían regalado en Inglaterra. La expedición estaba compuesta por treinta personas. Rodearon la parte noreste de la isla Navarino, navegaron el brazo este del canal Beagle, atravesaron la angostura Murray y recalaron en Wulaia el 23. Durante la navegación vieron varios nativos en la costa pero Jemmy dijo que no eran sus amigos, en el sector de Wulaia encontró a su tribu.
En Wulaia, inmediatamente iniciaron la construcción de tres cabañas con sus respectivas huertas delimitando con una cuerda un espacio que no debía ser traspasado por los nativos que empezaron a llegar y en los que apostó centinelas. Las cabañas estaban destinadas a Matthews, Jemmy Button y para la pareja formada por York Minster y Fuegia Basket. Jemmy se reencontró con su familia compuesta por su madre, dos hermanas y cuatro hermanos, su padre había muerto.
El 27 de enero envió la yola y uno de los botes de regreso al Beagle, dejó a Matthews y los fueguinos en sus cabañas y el zarpó con las otras dos embarcaciones a levantar el brazo Noroeste del canal Beagle y el seno Ballenero. El 29 alcanzó la isla del Diablo siguió por el brazo noroeste recorriendo el sector de los ventisqueros. El 30 llegaron a un gran seno al que le puso seno Darwin. Levanto la costa norte, dejando la sur para cuando regresara del seno Ballenero. El 2 de febrero, luego de terminar el trabajo en seno Ballenero se dirigió a la isla Stewart. navegó por el lado norte de las islas Londonderry. El 3 llegó al mar abierto en el seno Darwin y entró al brazo suroeste del canal Beagle. El 4 navegó el brazo Suroeste encontrando algunos kawesqar cerca de punta Divide. El 5 cerca de Shingle point se encontraron con un gran número de nativos que llevaban algunas prendas que reconoció como pertenecientes a Fuegia Basket y otras a Matthews lo que le produjo gran desconcierto y preocupación. El 6 llegaron a Wulaia y vieron venir hacia ellos a Matthews y a los tres fueguinos con el aspecto normal de siempre, pero Matthews le informó que habían sido hostilizados por los nativos y que las cabañas habían sido saqueadas; dejó en tierra a los tres fueguinos civilizados, reembarcó al joven Matthews que sentía que su vida corría peligro e inició el regresó al Beagle. El 7 navegaron a lo largo del lado norte de bahía Nassau y una hora después del ocaso llegaron al Beagle.
A bordo del Beagle todos estaban bien y la nave lista para continuar su viaje. Efectuaron observaciones astronómicas y el 10 de febrero zarpó navegando bahía Nassau y el 11 fondeó en bahía Scotchwell. Al día siguiente salió a examinar la parte oeste del seno Ponsonby y visitar Wulaia. Durante su ausencia un grupo iría hacia el oeste, para observar la costa exterior entre el Falso cabo de Hornos y el cabo Weddell y otro grupo examinaría haría un plano de la bahía y el puerto en que el Beagle estaba, bahía Packsaddle.
El 12, en un bote, cruzó el seno Tekenica y exploró la parte oeste del seno Ponsonby. Vio algunos nativos pero no tomó contacto con ellos. La noche del 13 la pasó en la isla Button y al día siguiente cruzó a Wulaia encontrando que sus tres fueguinos estaban bien, con su ropa habitual y sus chozas y huertos bien tenidos. York construía una canoa con tablas dejadas por ellos y Jemmy otra del tronco de un árbol grande como lo había visto hacer en Río de Janeiro. Abandonó el lugar con optimismo esperando que la ida a Inglaterra de sus pupilos tuviera un efecto positivo entre los otros indígenas de su tribu.
Habiendo completado el trabajo en Packsaddle el 18 se dirigió con el Beagle a bahía Windhond y el 19 estuvo en bahía Gretton. El 20 con un temporal del suroeste llegó al paso Goree. El 21 llegó a bahía Buen Suceso fondeando a dos anclas. La noche del 22 soportó uno de los temporales más violentos que recordara, solo el 26 pudo zarpar hacia las islas Malvinas navegando los desagradables escarceos que se forman a la cuadra del cabo San Diego. Gobernó para pasar por el lado sur de las islas Malvinas. El 1 de marzo llegó al cabo Pembroke con un tiempo muy frío y frecuentes granizadas. El aspecto de las Malvinas lo sorprendió: vio las crestas de las colinas rocosas, de unos mil pies de altura, atravesando grandes extensiones de páramo de aspecto sombrío, sin ningún árbol. La costa era negra, baja y rocosa en la que el oleaje rompía violentamente.
El 1 de marzo fondeó en el lado sur del seno Berkeley donde permaneció hasta que supo la situación que se vivía en tierra ya que vio una bandera francesa flameando cerca a unas carpas en puerto Johnson y sabía que en 1831 se había izado la bandera de Buenos Aires en el seno. En cuanto fondeó llegó a su costado una ballenera perteneciente al naufragado ballenero "Le Magellan" y por su patrón supo que el ballenero había cortado sus cadenas en el terrible temporal del 12 de enero y había encallado perdiéndose completamente. También le informó que la bandera británica había sido izada por el HMS Clio y que el HMS Tyne cuando había arribado al seno la había saludado. Que había sido enviado por el Sr. M le Dilly, su capitán, para solicitarle ayuda. Fitz Roy arrió dos embarcaciones y envió una al campamento de puerto Luis y en la otra se dirigió a puerto Johnson para entrevistarse con el francés. Los encontró instalados en grandes carpas hechas con las velas de la nave naufragada, pero estaban impacientes por salir de las islas, aun si tenían que dejar el velero y su carga. Les prometió que haría todo lo necesario para llevar al máximo de ellos a Montevideo y trataría de obtener transporte para el resto.
Al regresar a bordo el Sr. Chaffers le informó que en puerto Luis no había una autoridad constituida, pero que la bandera inglesa era izada por un ciudadano irlandés que cumplía órdenes del comandante Onslow en el sentido de izarla cada vez que llegara una nave y todos los domingos. El 2 cambió de fondeadero dirigiéndose a puerto Johnson. El 3 embarcó la cabullería nueva, el pan, carne salada y otros enseres que los franceses habían salvado del naufragio y que deseaban llevar con ellos. En el intertanto había comenzado las tareas del levantamiento y enviado un oficial al campamento quien le informó que había llegado una goleta mercante, Rapid, desde Buenos Aires con el Sr. Brisbane a bordo, quien estuvo feliz de encontrar a nuestros oficiales ya que uno había participado en su salvamento cuando naufragó con el Saxe Cobourg en 1827 y fue rescatado por el Beagle.
Al día siguiente el Sr. Brisbane vino a bordo del Beagle y le mostró a Fitz Roy los documentos que explicaban que el Sr. Vernet había designado a Brisbane como su agente privado para que velara por sus pertenencias en la isla, pero que no tenía ninguna referencia a que fuera alguna autoridad civil o militar. Establecido este punto, Fitz Roy fue a puerto Luis y quedó impresionado al encontrar un villorrio en ruinas y al preguntar la causa, el Sr. Brisbane le explicó que había sido hecho por los hombres del comandante Duncan del USS Lexington. Al regresar a bordo fue informado de la lamentable muerte del teniente Heyller que se había ahogado durante una excursión de caza de patos, el 5 fue enterrado en puerto Johnson.
El 6 de marzo llegó a un acuerdo entre el Sr. M le Dilly y el capitán del Rapid para que este trasladara a Montevideo los náufragos de Le Magellan que el Beagle no pudiese llevar. Al día siguiente otro ballenero francés arribó que pertenecía a los armadores del Magellan y solucionó el traslado de los náufragos.
Pocos días después arribó la goleta foquera Unicorn, bajo el mando del Sr. William Low quien además era propietario de parte de la misma. El Sr. Low era considerado el foquero más emprendedor e inteligente de todos los que se dedicaban a las caza de focas en la región, pero el tiempo había estado en su contra. Tuvo que soportar sesenta y siete días de sucesivos temporales, por lo que luego de seis meses había regresado con la goleta vacía. Era la peor estación que había soportado en sus veinte años en la zona. Estaba quebrado pues había invertido todo su capital en este viaje. Traía como pasajeros al capitán y tripulación del foquero americano Transport, que había naufragado en la costa suroeste de Tierra del Fuego, en puerto Hope; le contó de otros dos naufragios ocurridos en el gran temporal del 12-13 de enero.
Como había llegado al convencimiento que nunca el Beagle iba a poder ejecutar la tarea asignada, pues necesitaría mucho tiempo para descansar y reparaciones la parte más interesante del viaje, efectuar una cadena de distancias meridianas alrededor del globo, podría tener que sacrificarse en cumplimiento del tedioso, aunque no menos útil, levantamiento detallado de las costas.(274)El lugar de trabajo estaba tan lejos de los puertos de aprovisionamiento que estaban obligados a ocupar meses completos en navegar sólo para aprovisionarse y luego sobrecargar el buque inconvenientemente, como que siendo lo normal ocho meses de provisiones, en dos oportunidades habían zarpado con provisiones para diez meses.
Por todo lo anterior Fitz Roy estaba preocupado y ansiaba tener una nave consorte, adaptada para transportar carga, aparejada de manera que pudiese ser cubierta con poca tripulación y capaz de navegar junto al Beagle, así es que cuando vio al Unicorn y supo lo bien que se había comportado en la mar, sus deseos de comprarlo fueron invencibles. No podía haber encontrado un buque más apropiado tenía ciento setenta toneladas de arqueo, construido en roble y cobre por todas las amarras, espacioso, bueno para navegar, necesitaba poca tripulación y su único defecto era que necesitaba unas pocas láminas de cobre para el casco y velas y cabuyería nueva. Luego de solicitarle al Sr. May que la inspeccionara ofreció comprarla en seis mil dólares, cerca de 1.300 libras. El Sr. Low aceptó la oferta y traspasó la nave a Fitz Roy conviniendo que el pago se efectuaría en Montevideo. De su tripulación unos se quedaron en las Malvinas, otros viajaron al continente en el Rapid y algunos fueron contratados para continuar a bordo del Adventure, como Fitz Roy lo bautizó.
El Adventure zarpó el 4 de abril bajo el mando del teniente Chaffers pensando recalar en río Negro y luego ir a Maldonado donde amarraría cerca de la isla Gorriti, desembarcaría todo y comenzaría su alistamiento.
El 6 de abril Fitz Roy con el Beagle zarpó de las Malvinas llevando a bordo a M de Dilly con algunos de sus oficiales y tripulación. Estuvo a la cuadra de río Negro el 12 fondeando cerca de la barra. El 14 arribó el Adventure que continuó hacia Maldonado. Al día siguiente un bote con cubierta, muy parecido a La Paz, cruzó la barra trayéndole correspondencia del teniente Wickham quien hacía poco había salido en dirección al golfo San Matías. También supo que el cabo William se había ahogado en el río Negro. Williams había participado en dos viajes polares y en Adventure con el comandante King desde 1825 a 1830. Ese mismo día zarpó dirigiéndose hacia la Plata.
El 26 avistó tierra cercana a Maldonado y a las dos de la tarde fondeó a la cuadra de Montevideo. Desembarcó a los pasajeros franceses y el 28 levó y se amarró en la bahía Maldonado cerca de la isla Gorriti. El Adventure estaba ahí desde el 23.
Fitz Roy estaba preocupado en continuar con los trabajos propios del levantamiento, pero también en terminar el alistamiento del Adventure trayendo de regreso al teniente Wickham para que hiciera cargo de esta tarea. Se le presentó la oportunidad del arrendar por dos meses una embarcación con cubierta, perteneciente a don Francisco Aguilar, quien pidió como pago que Fitz Roy la aparejara. La envió a cargo del Sr. Usborne en búsqueda de Wickham. La embarcación tenía por nombre Constitución y era como del porte de La Liebre.
El 1 de mayo la Constitución zarpó bajo el mando del Sr. Usborne quien llevaba además al Sr. Forsyth y cinco hombres. Se dirigió al río Negro para unirse al Teniente Stokes y decirle al Teniente Wickham que regresara a Maldonado para hacerse cargo del Adventure.
El 2 de mayo el Beagle se dirigió a Montevideo para contratar carpinteros, planchas y cobre para el Adventure. El 17 regresó a Maldonado donde fondeó el 18 con la gente contratada y las provisiones que necesitaba. Entre el 19 y el 24 fue a Montevideo hizo agua y regresó a Gorriti. El 28 llegó el teniente Wickham en la Constitución. Trajo buenas nuevas. La Constitución había arribado a Río Negro el 11, entrando al día siguiente y el 17 había zarpado de regreso sin novedad.
Todo el mes de junio permanecieron en Maldonado, alistando ambas naves. El Sr. Darwin vivía en tierra haciendo excursiones y él trabajaba haciendo cálculos y trabajos de cartografía. El 8 de julio el Beagle fue a Montevideo por unos días en espera del arribo de un paquete de Inglaterra que les traía correspondencia.
El 18 los trabajos de levantamiento estuvieron terminados por lo que zarpó a sondar hacia el este en la latitud del banco English y luego regresó para afinar el alistamiento para continuar con su consorte hacia el sur y efectuar observaciones para los cronómetros.
El 24 zarpó a cabo San Antonio y luego recorrió la costa hasta cerca del cabo Corrientes y rodeando los bancos de San Blas, fondeó en las afueras de río Negro. Allí encontró a La Paz y La Liebre y todos continuaron con el sondaje de los bancos de San Blas y bahía Union, muy bien denominadas por los españoles como bahía Anegada y los puertos San Antonio y San José.
El 19 de agosto fondeamos cerca de la barra de río Negro, sacamos nuestros oficiales, tripulación e instrumentos de La Paz y La Liebre y le cancelamos al Sr. Harris el dinero que tan bien él y el Sr Roberts se habían ganado durante el valioso y fructífero tiempo en que estuvieron con nosotros en este trabajo. Zarpamos hacia bahía Blanca y el 24 nos atracamos en puerto Belgrano. Al día siguiente el teniente Sulivan con un grupo fue a explorar el extremo de la ensenada. El Sr. Darwin estaba en Argentina y al saber de nuestro arribo se nos unió.
El 7 de septiembre dejamos bahía Blanca, sondamos los bancos de bahía Anegada, el Sr. Darwin nuevamente había desembarcado para ir a Buenos Aires por tierra. El 10 y 11 navegamos hacia la Plata donde llegó el 16 fondeando en Montevideo. El 18 se dirigió a Maldonado pues supo del arribo del HMS Snake quien les traía correspondencia, luego atracó al Adventure. Como era evidente que el alistamiento del Adventure necesitaría a lo menos un mes más, decidió terminar con el Beagle el levantamiento de la costa sur de la Plata y el banco informado fuera del cabo Corrientes y postergar una segunda visita de la Tierra del Fuego para diciembre o enero.
El 23 zarpó con el Beagle, levantó la costa del cabo San Antonio y el gran banco llamado Tuyu, fue a los alrededores del cbo Corrientes. Sondó la bahía Samborombón y levantó sus costas. El 6 de octubre regresó a Maldonado. El 19 la Adventure estaba casi lista así es que levaron y se dirigieron a Montevideo donde fondearon el 21 luego de haber hecho agua río arriba.
El mes de noviembre lo pasaron en Montevideo, trabajando en las cartas, registrando las observaciones y escribiendo informes. Solicitando y estibando provisiones para el próximo zarpehacia el sur. A fines de mes el Sr. Darwin se reembarcó y en la primera semana de diciembre ambas naves zarparon del río de la Plata.
Trabajos de las goletas La Paz y La Liebre
La Paz y La Liebre se separaron del Beagle el 18 de octubre de 1832 y comenzaron su trabajo con un examen superficial de la entrada de bahía Falsa, bahía Verde y caleta Brightman. El teniente Wickham y el Sr. King con Roberts y cuatro hombres a bordo de La Liebre de nueve toneladas de arqueo y el teniente Stokes, los Srs. Mellersh y Forsyth, con Harris y cinco hombres a bordo de La Paz de quince toneladas. Llevaban cinco cronómetros que pusieron dentro un gran recipiente con aserrín, lana y arena afirmado en el centro de la embarcación bajo la cubierta, que era el lugar de menos movimiento.
El 23 entraron al río Colorado cuya boca está sembrada de pequeñas islas, casi todas de arcilla cubiertas de juncos. El 27, en bahía Anegada se encontraron con un bote ballenero que cazaba elefantes marinos. Al día siguiente, en San Blas, se enteraron que los indios acompañados por criminales prófugos de la justicia de Buenos Aires habían destruido las casas de la estancia San Blas.
El 3 de diciembre, el Beagle fondeó en San Blas. El 6 trabajaron en la costa entre San Blas y el río Negro. El 7 Wickham soportó en contrafuertes corrientes de agua dulce. En las orillas del río había maíz y observaron gran cantidad de casas quintas rodeadas de jardines y donde abundaban manzanos, higueras, cerezos, nogales, membrillos, duraznos, vides y toda clase de hortalizas. Las orillas del río son tan fértiles porque son inundadas dos veces al año, una durante la temporada de lluvias y la otra cuando se derrite la nieve de la cordillera. Estas inundaciones depositan barro y materia vegetal podrida que enriquece el suelo y lo mantiene húmedo incluso durante las frecuentes largas sequías.
Seis leguas río arriba en su ribera norte se encontraba el pueblo Nuestra Señora del Carmen con casas pequeñas de dos pisos, un recinto cuadrado con paredes de adobe era el fuerte y dentro de él estaba la iglesia, la casa del gobernador, las de los oficiales y las oficinas públicas. Las casas o cabañas que lo rodeaban eran varios cientos. El fuerte había sido construido en 1763. Actualmente la población total era de unas dos mil personas. Gracias a la influencia de Harris y Roberts y sus conexiones, los oficiales y los hombres del Beagle fueron tratados sumamente bien .
El 12 de diciembre el teniente Wickham viajó a bahía Blanca llevando correspondencia llegando a fuerte Argentino el 16 y regresando al día siguiente hacia el río Negro. El 18 un fuerte vendaval del sureste lo llevó hasta río Colorado. El 22 entró al río Negro y fondeó en Carmen. El 24 se ahogó el cabo Williams de La Liebre, su cuerpo fue encontrado tres millas río abajo, fue enterrado en la iglesia del fuerte. Durante la ausencia de La Liebre, la otra embarcación trabajó en el levantamiento del río y su barra.
El 29 de diciembre ambas embarcaciones se dirigieron a puerto Deseado donde fondearon el 4 de enero de 1833. Este era el punto más meridional de la costa que iban a levantar. Se encontraron con un ballenero americano cuyo patrón les informó que dos meses antes muchos nativos habían estado acampados allí.
El 11 de enero, luego de haber comparado los cronómetros, zarparon pero se encontraron con un fuerte temporal que los obligó a fondear al día siguiente en el cabo Blanco para secarse y hacer observaciones. La semana siguiente la ocuparon en levantar el golfo San Jorge. Estuvieron en puerto Malaspina donde fueron testigos de la caída de un rayo que prendió fuego a los arbustos y hierbas, el incendio duró dos días. Continuaron trabajando hasta el cabo Dos Bahías. En Camarones encontraron abundante madera apta para combustible y agua dulce. Vieron varias tumbas indígenas en las colinas.
El 7 de febrero en puerto Santa Elena, cabo Raso, hicieron agua. El 10 ingresaron en golfo Nuevo. El 24 el teniente Wickham descubrió el río Chupat, así llamado por los indígenas y Chubut por los españoles, lo remontó varias millas pero era muy angosto y tenía muchos bajos. El 3 de marzo dejaron el río Chubut y el 5 entraron a ensenada Valdes donde encontraron los restos náufragos de una nave de alrededor de doscientas toneladas de arqueo. Permanecieron allí detenidas por el mal tiempo hasta el 12 y fondearon en Carmen el 15 de marzo. El mal tiempo y la mar gruesa provocadas por los temporales del sureste les impidieron zarpar hasta el 11 de abril dirigiéndose a puerto San Antonio y luego a puerto San José. El 6 de mayo dejaron San José regresando a río Negro fondeando en Carmen el 8.
El siguiente trabajo de las embarcaciones fue levantar y sondar la entrada y la barra del río Negro, tarea pospuesta desde hacía tiempo. El 12 de mayo el Sr. Usborne con el Constitución fondeó en el río y al día siguiente se puso a las órdenes del teniente Stokes. El 17 las tres pequeñas embarcaciones zarparon dirigiéndose el teniente Wickham a La Plata y el Sr. Stokes a San Blas. Desde este día hasta el 19 de agosto en que Paz y Liebre fueron devueltas a su dueño, el Sr. Stokes estuvo trabajando sin interrupción entre el río Negro y bahía Blanca.
Tercera etapa
El 6 de diciembre de 1833 el Beagle y su tender Adventure zarparon de Montevideo con provisiones y carbón para nueve meses. Agua y madera sólo para un mes ya que en las regiones por las que navegarían había abundancia de estos. Pusieron rumbo a puerto Deseado, al que arribaron el 23 y donde pasaron la Navidad. El 25 en tierra las dotaciones de ambas naves efectuaron competencias de lucha, carreras, saltos y otros juegos.
El Adventure debió efectuar algunas alteraciones en sus mástiles y arboladura mientras el Beagle efectuaría el levantamiento de la costa entre la bahía Oso Marino y el puerto San Julián.
El 4 de enero de 1834 mientras el Beagle trabajaba afuera de puerto Deseado chocó con su proa contra una roca sumergida, pero como no hacia agua continuó con sus tareas. Fitz Roy recordó y estuvo seguro que habían chocado contra la misma roca que el Beagle lo había hecho en 1829.
Fondearon cerca de cabo Vigía, recorrieron otros puntos de la costa, examinaron los alrededores de las roca Bellaco y llegaron a puerto San Julián el 9. El 20 regresaron a puerto Deseado y lo primero que hicieron fue rebuscar la roca que había chocado.
El 22 ambas naves zarparon. El Adventure gobernó hacia la Malvinas donde el teniente Wickham iba a efectuar un levantamiento de la costa del archipiélago, mientras el Beagle iría a otros lugares.
El 9 de junio de 1834 Fitz Roy dio por terminado su trabajo en la costa atlántica de la patagonia, en las islas Malvinas y en la Tierra del Fuego zarpando en compañía del Adeventure desde puerto del Hambre a Valparaíso, puerto al que arribó con ambas naves el 22 de julio.
En cuanto llegó a Valparaíso envió al teniente Wickham, que hablaba español y ya había estado en Santiago, para que le mostrara a las autoridades sus instrucciones y les solicitara autorización para efectuar levantamiento de las costas de Chile. El gobierno chileno le dio la autorización correspondiente y le ofreció toda clase de facilidades, cooperación y ayuda que pudiese necesitar.
Como pensaba permanecer en Valparaíso durante los meses de invierno y necesitaba espacio y luz para procesar la enorme cantidad de datos del levantamiento recopilados por el Beagle y el Adventure durante este tiempo, arrendó una casa en tierra a la cual se trasladó junto con los tenientes Stokes, King y Usborne.
Durante este tiempo tuvo que enfrentar una gran frustración y decepción pues tenía planificado efectuar un levantamiento completo de las costas de Chile y Perú y examinar varios grupos de islas en el Pacífico pero el Alimrantazgo le informó que no le iba a prestar ninguna ayuda para la mantención y operación del Adventure. Ante lo cual decidió venderlo, desembarcó la tripulación, regresó los oficiales al Beagle y vendió la nave en 7.500 dolares equivalentes a unas 1.400 libras.
A comienzos de noviembre tanto las cartas de las costas orientales de la Patagonia como las de la Tierra del Fuego y las de las islas Malvinas estuvieron terminadas y fueron enviadas a Inglaterra y el 10 del mismo mes zarpó hacia el sur para reanudar sus trabajos de levantamiento. Esta vez el ánimo de Fitz Roy y de todos en general estaba bastante decaído por la pérdida de la ayuda del Adventure, si antes estaba entusiasmado como continuar con sus trabajos durante todo 1836 y parte del 1837, ahora sentía que no deseaba prolongar más su separación de Inglaterra por lo que haría los trabajos más necesarios a su juicio para regresar lo antes a la patria.
Planificó ir a San Carlos, allí equipar dos embarcaciones para que trabajaran en las islas que están al este de la isla grande mientras el Beagle levantaría las costas más expuestas, aquellas que están al oeste y al sur de dicha isla. Luego la nave se dirigiría a levantar las costas del lado del océano del archipiélago de los Chonos mientras otra de sus embarcaciones trabajaría entre las islas . Un vez explorados los Chonos regresarían a San Carlos, embarcarían las partidas de los botes y se dirigirían hacia el norte recalando en todos los puertos e islas que encontraran en su ruta.
El 21 de noviembre recalaron en San Carlos donde encontraron que el Sr. Low los estaba esperando habiendo dado cumplimiento a la tarea encomendada y que el Sr. Douglas a quien le había encargado que hiciera una excursión a Calbuco y a los bosques de Alerce en la cordillera de los Andes, también estaba de vuelta con la información solicitada y que estaba listo para integrarse a ellos como piloto e intérprete.
La última vez que habían estado en San Carlos le había propuesto al Sr, Low, que en esos momentos se desempeñaba como piloto del Adventure, que durante la ausencia del buque en Valparaíso él explorara parte del archipiélago de los Chonos en una ballenera de propiedad de Fitz Roy con una tripulación de nativos chilotes para lo cual le dio dinero, una carta náutica y unos pocos instrumentos. Le indicó qué lugares explorar y cuando debería estar de vuelta en San Carlos.
El Sr. Low contrató una tripulación de seis hombres: Un galés, dos chilotes, un chileno y dos isleños de las Sandwich que habían sido dejados en San Carlos por un ballenero. Exploró bastantes lugares del archipiélago de los Chonos los que facilitaron el trabajo posterior del Beagle.
El 24 de noviembre el teniente Sulivan zarpó con la yola y una de las balleneras a explorar y levantar las costas del lado este de Chiloé y las islas, canales, etc. que están dentro del golfo de Ancud. Debería reunirse al Beagle, cerca de la isla San Pedro el 10 de diciembre. Junto con él estaban los Srs. Darwin, Usborne, Stewart y Kent. El Sr. Douglas como piloto y diez hombres.
Trabajos del Beagle
Luego de separarse del Adventure, el Beagle sondó y levantó parte de la costa cercana al cabo Vírgenes y la entrada este del estrecho de Magallanes, pasó la Primera Angostura y fondeó en bahía Gregorio. Se encontró con María y su gente con los que intercambiaron regalos.
El 2 de febrero de 1834 fondeó en puerto del Hambre y el 10 habiendo realizado las observaciones cronométricas por las cuales había ido hasta allí, zarpó hacia la Primera Angostura y bahía Lomas trabajando en su levantamiento. El 17 estuvieron en bahía San Sebastián, corroborando que no existía ningún canal allí. La semana siguiente estuvieron levantando la costa noreste de la Tierra del Fuego y el 29 fondearon en las islas Hermite, en el lado noreste de la isla Wollaston. El 27 cruzaron la bahía Nassau hacia el paso Goree y al día siguiente entraron al canal Beagle.
El 1 de marzo pasaron a una caleta a rellenar agua y leña y el 5 fondearon en Wulaia. No había nadie, los wigwams en los que habían dejado a Jemmy, York y Fuegia estaban vacíos aunque sin daños, las huertas habían sido pisoteadas aunque encontraron algunos nabos y papas. No se veía un alma en los alrededores, cuando habían transcurrido una dos horas vieron en lontananza tres canoas que venían desde la isla Button. En una reconocieron a Tommy Button y en otra a Jemmy. Este tenía un aspecto miserable, venía desnudo, excepto por un pequeño taparrabo, su pelo era largo y apelmazado, estaba terriblemente delgado y sus ojos rojos por el humo. Fitz Roy lo hizo subir a bordo y lo vistió, luego almorzó con él. Hablaba bastante inglés y le contó que estaba muy bien y que estaba muy contento de verlos a todos, especialmente al Sr. Bynoe y a James Bennett. Le comentó que tenía una esposa muy buenamoza que estaba en la canoa, inmediatamente aparecieron chales, pañuelos y una gorra para ella. Desembarcaron diciendo que regresarían al día siguiente, llevaban sus canoas repletas de regalos.
Al día siguiente Jemmy le trajo de regalo una fina piel de nutria y otra para Bennet. Tomó desayuno con Fitz Roy y tuvieron una larga conversación luego de la cual Fitz Roy decidió no hacer un segundo intento de dejar a Matthews con los nativos. Jemmy también le contó que York y Fuegia habían regresado a su territorio unos pocos días antes y que le habían robado todas sus pertenencias. Ese mismo día zarparon de Wulaia luego de entregarle a Jemmy y a su familia toda clase de regalos.
El 9 de marzo estuvieron a la cuadra de la isla Beauchesne al sur de las Malvinas y al día siguiente fondearon en seno Berkeley, primero en puerto Johnson y luego en puerto Luis. La situación en el archipiélago era un poco mejor que en marzo de 1833 pues ahora había un teniente de la Armada como autoridad establecida. El 13 arribó el Adventure (Sr. Low) que casi había completado el levantamiento de la costa oeste, sur y sureste. El 21 continuó con su trabajo regresando el 26 y volviendo a zarpar el 30. Mientras tanto las embarcaciones del Beagle trabajaban en el seno Berkeley y en puerto William.
El 6 de abril mientras el Beagle se preparaba para zarpar apareció el cadáver del teniente Clive, del HMS Challenger que se había ahogado accidentalmente al volcarse su bote y cuyo cuerpo no había sido encontrado. Al día siguiente fue enterrado en la costa, cerca de la tumba del guardiamarina Hellyer. En la tarde zarparon de las Malvinas hacia el río Santa Cruz.
Durante la navegación desde el seno Berkeley al río Santa Cruz fueron sondando frecuentemente siendo la profundidad sobre las cien brazas y el 13 fondearon en Santa Cruz e inmediatamente alistaron el buque para vararlo con la marea para verificar el daño causado por el choque con la roca en puerto Deseado e inspeccionar el revestimiento de cobre para evitar la broma al navegar por el Pacífico. El 16 estando varado en un lugar que después llamó punta Quilla se encontró que una pieza de la falsa quilla de la proa había sido arrancada y que algunas planchas de cobre del revestimiento estaban bastante desgastadas. Gracias al esfuerzo del Sr. May todo fue reparado entre dos mareas y al día siguiente Fitz Roy se preparó para inspeccionar el río. Llevaban tres cronómetros, dos barómetros y otros instrumentos.
Salió en tres embarcaciones livianas, con el máximo de provisiones posibles y un grupo de oficiales y personal, en total eran 22. El teniente Sulivan quedó a cargo del buque. Salieron temprano el 18, el 22 encontraron huellas recientes de indios a caballo, el 25 mataron dos guanacos. El 30 divisaron las cumbres nevadas de la cordillera, continuaron avanzando hacia el oeste hasta el 4 de mayo en que iniciaron el regreso al Beagle al que llegaron en la mañana del 8.
El 12 de mayo zarpó de Santa Cruz y se dirigió hacia un lugar en que habría un bajo o una roca llamada Aigle no lejos del punto más al oeste de las Malvinas, no encontrando rastros de este accidente se dirigió hacia el estrecho de Magallanes fondeando el 18 a la cuadra del cabo Vírgenes. Al día siguiente desembarcó en el cabo junto con los señores Darwin y Stokes para observar la meridiana. Desde este día y hasta el 25 estuvieron sondando y observando en otras estaciones tales como punta Catalina, bahía Lomas y bahía Posesión. Luego continuó trabajando en el levantamiento y sondaje de la Primera Angostura y de bahía Felipe. El 3 de junio fondeó en puerto del Hambre junto con el Adventure.
El 9 de junio zarpó hacia las costas chilenas junto con el Adventure luego de haber obtenido buenas observaciones para la comparación de sus cronómetros. Su ruta fue a través de los canales Magdalena y Cockburn. El 26 todavía juntos con el Adventure estuvieron en latitud 43° S y longitud 75° W. Habían tenido una sucesión de temporales y vientos contrarios del NO que los retrasaron. El 27 sufrieron la pérdida del Sr. Rowlett que había estado enfermo desde hacía tiempo. Al día siguiente fue lanzado al mar con la ceremonia correspondiente. En la tarde de ese mismo día avistaron el extremo noroeste de Chiloé y en la noche fondearon a la cuadra de Punta Arena. El Adventure arribó dos días después. Luego de hacer observaciones para la marcha de los cronómetros, el 14 de julio zarparon rumbo a Valparaíso puerto al que recalaron el 22.
Luego de permanecer en Valparaíso hasta el 10 de noviembre, Fitz Roy se dirigió al sur para reanudar el trabajo de levantamiento. El 21 del mismo mes recaló en San Carlos de Ancud y dos días después el Beagle zarpó a examinar la costa oeste de Chiloé y el archipiélago de los Chonos.
El 2 de diciembre estuvieron en latitud 45° S, cerca de una isla llamada en las cartas españolas Nuestra señora del Socorro, isla Guamblín. Se cuenta que los antiguos indios chonos hacían una excursión anual hasta ella y otras islas adyacentes. El 3, habiendo pasado la noche fondeados en el extremo noreste de Guamblín levaron y continuaron navegando por la costa tomando demarcaciones, sondando y observando. El 5 estuvieron cerca de isla Guafo que para su sorpresa estaba veinticinco millas más al norte que lo señalado en las cartas españolas, aunque la longitud era la correcta. Fondearon cerca del extremo sureste quebrando un ancla, cerca de Guamblín habían quebrado otra. Estuvieron unos días en la bahía San Pedro donde el 9 el Sr. Sulivan y su gente se les unió.
El 11 el Sr. Sulivan con la misma gente de la expedición anterior, excepto el Sr. Darwin, zarpó a continuar con la exploración y levantamiento de las costas este de Chiloé y las islas, canales, etc. que quedan entre ella y el continente. Debiendo estar en San Carlos el 10 de enero o antes y esperar el arribo del Beagle.
El 13 encontró un fondeadero protegido al que le puso Vallenar pues correspondía a la situación de una isla así llamada en las cartas antiguas. El 16 el Sr. Stokes zarpó en una ballenera a trabajar hacia el norte, tan cerca de la costa oceánica como le fuera posible, entre la isla Lemu y las islas de más al norte debiendo unirse al Beagle en las islas Guaitecas, puerto Low, el o antes del 31 de diciembre. Con él iban el Sr. Low, el Sr. May y cuatro hombres más.
Moraleda, en su diario y cartas describe un canal que cruza el archipiélago de los Chonos que los nativos llamaban Ninualac. A través de este paso los indígenas iban una o dos veces al año a inspeccionar los pequeños rebaños de cabras que ellos mantenían en las islas Guamblín e Ipún, como también en la isla Lemu.
El 18 de diciembre el Beagle zarpó de la rada Vallenar y el 20 estaba a la cuadra del cabo Tres Montes. Como el tiempo estaba bueno pudieron levantar la costa desde ahí hasta la bahía San Andrés fondeando en la mañana del 21 en el estero Cono dentro de la bahía San Andrés. Como nuevamente tuvieron un intervalo de tiempo regular aprovecharon de recorrer varias millas de la costa hacia el norte y regresar a donde mismo. Soportaron varios días de temporales pasando una triste Navidad y el 28, cuando el tiempo lo permitió, continuaron costeando hacia el norte fondeando antes del anochecer en puerto San Esteban. Mientras aferraban las velas, avistaron en una punta de tierra cerca del buque unos hombres que les hacían vivas señas. Enviaron una embarcación hacia ellos y en cuanto llegaron estos los abordaron, sin decir una palabra. Sólo cuando estuvieron flotando nuevamente contaron su historia: eran marineros norteamericanos que habían desertado de un barco lobero de New Bedford, el Francés Henrietta, en octubre de 1833 a la cuadra del cabo Tres Montes. Eran seis hombres que pensaban navegar en bote hasta Chiloé, pero en cuanto lo arriaron y embarcaron, el día 18, este se desfondó y luego de inspeccionarlo se dieron cuenta que estaba en tan malas condiciones que no podían repararlo y sus esperanzas de navegar en él se terminaron de inmediato. Como vieron que era imposible penetrar hacia el continente a través del espeso bosque que, aunque de altura insignificante, era casi impenetrable empezaron a subir por la costa pero pronto se dieron cuenta que tendrían que pasar tantos brazos de mar, por un camino difícil y rocoso, que decidieron no continuar el intento y prefirieron quedarse inmóviles confiando en que alguna nave los salvaría. En el intertanto uno de ellos murió. Llevaban un año en punta Rescue; durante trece meses se habían alimentado con carne de focas, mariscos y apio silvestre pese a lo cual cuando estos cinco hombres estuvieron a bordo del Beagle se veían en mejores condiciones que muchos marinos de la propia nave.
Después de su primer desembarco tuvieron por varios meses una sucesión continua de viento y lluvia, excepto del 20 al 29 de diciembre en que no les llovió. En julio de 1834 tuvieron una tormenta extraordinariamente fuerte del suroeste, la que comenzó temprano en la mañana, luego de una noche lluviosa con viento norte, y en noviembre de 1834 tuvieron veintiún días sucesivos sin lluvia. Un día en mayo vieron ocho veleros navegando juntos hacia el norte y nunca más vieron una vela hasta que llegó el Beagle.
Entre San Andrés, cerca de donde ellos desembarcaron por primera vez y San Esteban encontraron el casco de una nave pequeña enterrada en la arena, parecía haber sido de unas treinta y cinco toneladas de arqueo, de treinta a treinta y cinco pies de eslora y cerca de dieciséis pies de ancho. Estaba completa pero no tenía revestimiento de cobre. En una cueva que había sido usada como vivienda encontraron el cráneo de un hombre y alguna madera quemada. Un brazalete de piedras estaba tirado en el piso de la cueva. Nunca vieron animales excepto ciervos, nutrias y focas. Nunca vieron un ser humano.
El 29 de diciembre mientras examinaban las costa hacia el cabo Taitao, encontraron un peligroso grupo de rocas, las rocas Hellyer, a cinco millas de la costa más cercana y en la tarde fondearon en la isla Inchemó. El 30, al desembarcar encontraron una vieja cabaña de madera y que la isla estaba invadida por cabras, presuntamente dejadas ahí por la tripulación del Santa Bárbara o por la gente de Machado. Mientras Fitz Roy y el Sr. Stokes trabajaban con los instrumentos y dos embarcaciones sondaban, los señores Bynoe y Fuller con armas se dedicaron a cazar cabras por lo que tuvieron carne fresca para dos días. Pasado el mediodía zarparon y atravesaron la bahía Anna Pink encontrando un buen fondeadero caleta Patch donde fondearon y permanecieron hasta el 4 de enero explorando los alrededores que resultaron ser un desierto improductivo de montañas rocosas, valles con bosques y pantanos y una profusión de islas, rocas y brazos de mar que entraban en todas direcciones.
El 4 cambiaron de fondeadero a puerto Refugio, mucho más seguro. El 7 fondearon en puerto Low donde encontraron que el Sr. Stokes recién también había llegado. Estas son algunas anotaciones de su diario que contiene mucha información:
En la isla Rowlett encontraron papas que crecían silvestres. En la isla Ipún (Narborough) encontraron un excelente puerto al que le pusieron puerto Scotchwell donde había frutillas como las que crecen en Inglaterra, guisantes y abundantes otros vegetales, forraje, leña y abundante agua.
En puerto May vieron por primera vez muchos cipreses y una sorprendente cantidad de nutrias. En el sector norte de las islas Guaitecas había gran cantidad de excelentes ostras tan buenas como las que venden en Londres. No vieron cuadrúpedos, excepto las nutrias que eran numerosas lo que junto a la enorme cantidad de pájaros demuestran que los indígenas no frecuentan esos lugares. En realidad nunca encontraron huellas de ellos entre las islas de los Chonos.
El 10 estando en puerto Low pescaron con la red gran cantidad de peces y sacaron ostras de los alrededores, además cazaron patos y gansos con lo que tuvieron comida fresca. Algunas piraguas de Chiloé estaban en el puerto cazando nutrias y focas.
El 15 zarparon de puerto Low dirigiéndose nuevamente a isla Guafo para darle la oportunidad a Darwin de que la examinara geológicamente. La isla está deshabitada aunque hay muchas ovejas de chilotes que viven en Caylin.
El 17 zarparon y al día siguiente fondearon en San Carlos. El teniente Sulivan con su gente había arribado hacía unos días luego de un crucero muy provechoso. Fitz Roy expresó su satisfacción de estar nuevamente todos reunidos sanos y salvos, después de haber estado tan dispersos y trabajando en lugares tan peligrosos.
El 19 efectuaron sondaje cerca del bajo Inglés y en la noche observaron la erupción del volcán Osorno. Fue un espectáculo ver las lenguas de fuego de materia volcánica subiendo en la oscuridad, mientras la lava bajaba por las laderas en torrentes. Permanecieron hasta el 4 de febrero en San Carlos trabajando en los datos del levantamiento. Fitz Roy le pagó al Sr. Douglas por sus servicios como práctico y por la gran ayuda que les había prestado.
El 5 de febrero el Beagle zarpó de Chiloé navegando hacia el puerto de Valdivia, sondando y levantando la costa sin poder desembarcar por el oleaje que rompe sobre las rocas de la costa. El 8 fondearon en Valdivia que ofrecía un amplio espacio a la vista pero que en realidad es un fondeadero muy reducido por la cantidad de bajos que contiene. Les impresionaron los fuertes que vieron, habían sido construidos por los holandeses en 1643 y mejorados por los españoles. Al inspeccionarlos vieron que estaban casi en ruinas y los cañones fuera de servicio.
Valdivia es un pueblo de casas de madera, rodeadas de manzanos. Solo hay una construcción de piedras, a medio construir, la iglesia. Varios de nosotros nos encontrábamos en tierra el 20 de febrero cuando ocurrió el gran terremoto que devastó el pueblo además de la ciudad de Concepción y otros lugares. (Nota: No incluiremos la experiencia de Fitz Roy en este terremoto para no alargar más este resumen - Ver: Terremoto del 20 de febrero de 1835)
Zarpó el 22 fondeando el 24 en la isla Mocha donde estuvo toda la semana levantando sus costas y sondando sus alrededores. El terremoto se había sentido muy fuerte en la isla. El 4 de marzo arribaron a la bahía de Talcahuano quedando impresionado porque vieron ruinas por todos lados. Además del terremoto había sufrido un tremendo maremoto.
Cuando el Beagle entró a la bahía de Concepción, solo le quedaba un ancla, las otras o estaban rotas o las había perdido por lo que era urgente llegar a Valparaíso ya que no había en Talcahuano. Por esto zarparon el 7 de marzo fondeando en Valparaíso el 11. Adquirieron nuevas anclas y el 17 zarparon nuevamente hacia Concepción. Desde el 27 de marzo hasta el 17 de abril estuvieron levantando los alrededores de la costa de Concepción, la bahía de Arauco, la isla Santa María y la Mocha.
El 17 de abril zarparon de la bahía de Concepción, examinaron Coliumo y el 20 estuvieron a la cuadra del río Maule. En la noche del 19 navegando a toda vela se cruzaron con un buque de vuelta encontraron con el que estuvieron a solo brazas de colisionar, la sensación no fue nada de agradable. Desde el Maule navegaron hacia el norte. Examinaron los roqueríos de Topocalma o Rapel. El 22 tuvieron una excepcional vista del Aconcagua de 23.000 pies de altura. El 23 llegaron a Valparaíso donde se enteró de su ascenso a comandante. El 25 fondeó en bahía Horcón, siguieron a Papudo y reconoció Pichidangui. El 2 de mayo llegaron a Quilimarí. El 4 estuvieron cerca de Coquimbo fondeando en La Herradura con la idea de repararlo y alistarlo para recibir en Valparaíso un gran cargamento de provisiones para efctuar la navegación a las Galápagos y luego cruzar el Pacífico hacia Sydney, Australia. En la Herradura permanecieron hasta el 6 de junio, con toda la tripulación viviendo en carpas en la costa cerca del buque el que fue ventilado, reparado, reestibado y pintado completamente. (427)
Fitz Roy escribe que en Coquimbo y La Serena siempre encontraron una calurosa bienvenida tanto del intendente Yrrisarte como del Sr. Edwards y su familia. Se refiere especialmente a don Francisco Bascuñán quien le prestó una nave de treinta y cinco toneladas llamada Constitución para que la empleara en continuar el levantamiento. Esta embarcación había sido construida en el río Maule y era muy buena para la mar. El teniente Sulivan y los señores King, Stewart y Forsyth se ofrecieron voluntarios para tripularla así es que le embarcó la tripulación de un bote, un bote pequeño, un nativo como piloto y provisiones que le permitirían examinar la costa cercana a Coquimbo que el Beagle no había podido hacer y si el teniente Sulivan encontraba que la embarcación era apropiada podía continuar el levantamiento a lo largo de la costa de Chile hasta Paposo y de allí dirigirse a Callao donde debería estar a más tardar el 31 de julio.
El 6 de junio el Beagle zarpó de la Herradura a Valparaíso, recaló en Papudo donde Fitz Roy se entrevistó con Diego Portales para él “uno de los hombres más capaces en América del Sur” que estaba en su casa de campo y fondeó en Valparaíso el 14 comenzando inmediatamente los preparativos para dejar Chile. El préstamo de la Constitución le permitiría añadir el levantamiento de una gran parte de la costa de Chile a su trabajo hidrográfico pues sabía y confiaba en la capacidad del teniente Sulivan para cumplir la comisión que le encomendaba.
El 16 de junio se supo en Valparaíso la pérdida total del HMS Challenger, fragata de sexto grado armada con 28 cañones bajo el mado del comandante Michael Seymour. Fitz Roy en cuanto supo la noticia se puso a las órdenes del comodoro Mason que se encontraba en Valparaíso a bordo del Blonde llevando con él al Sr. Usborne a J, Bennett y una ballenera y le ordenó al teniente Wickham que tomara el mando del Beagle hasta que él se reembarcara en Callao. Debería zarpar de Valparaíso el 28 de junio, o antes y dirigirse directamente a Copiapó y luego continuar a Callao recalando en Iquique si el tiempo lo permitía. En Callao esperaría su llegada.
Fitz Roy a bordo del Blonde zarpó de Valparaíso el 14. El 17 continuaron hacia Coquimbo donde los esperaba el Conway para recibir y acomodar a todos los oficiales y dos tercios de la tripulación del Challenger para llevarlos a Inglaterra. El 22 ambas naves zarparon de Coquimbo, El Conway se dirigió al oeste mientras el Blonde siguió hacia el norte llegando a Callao el 9 de agosto y donde Fitz Roy tuvo la satisfacción de encontrar a todos bien a bordo del Beagle.
El Beagle había tocado Copiapó e Iquique, para embarcar al Sr. Darwin, llegando a Callao el 19 de julio. El teniente Sulivan había llegado con el Constitución al costado del Beagle el 30 habiendo efectuado el levantamiento sin mayores dificultades e informado sobre las excelentes condiciones marineras de la embarcación a Fitz Roy quien decidió comprarla e inmediatamente enviarla a levantar la costa del Perú. Fitz Roy pagó por la nave 400 libras esterlinas.
Trabajos del Adventure
El Adventure, ex Unicorn, fue recibido por Fitz Roy luego de firmar el correspondiente contrato de compraventa con el Sr. William Low. Inmediatamente designó al teniente Chaffers como su comandante y este zarpó de seno Berkeley el 4 de abril de 1833 rumbo a río Negro donde recaló el 14 continuado a Maldonado donde fondeó el 23.
El 28 de mayo el teniente Wickham reemplazó al teniente Chaffers como comandante del Adventure continuando el alistamiento de la nave hasta mediados de octubre. El 19 de octubre zarpó con el Beagle a Montevideo donde fondearon el 21 luego de haber remontado el río para hacer agua. Estuvo al ancla en Montevideo terminando detalles de su alistamiento y aprovisionándose para el próximo zarpe al sur. El 6 de diciembre zarpó junto al Beagle con provisiones y carbón para nueve meses y agua y madera solo para un mes. El 23 fondeó en puerto Deseado donde efectuó algunos arreglos y alteraciones en sus mástiles y arboladura. El 22 de enero de 1834 zarpó hacia el archipiélago de las Malvinas con la tarea de efectuar un levantamiento detallado de sus costas.
El 6 de febrero el teniente Wickham contrató los servicios del Sr. Low como práctico; no había nadie que conociera mejor que él los detalles de estas costas como también las de la Tierra del Fuego, la patagonia y las Galápagos, el comandante Fitz Roy aprobó lo obrado por Wickham. El 13 de marzo se unió al Beagle fondeando en puerto Luis. Prácticamente había terminado el levantamiento de la costa oeste, sur y sureste.
El 23 de mayo habiendo completado su trabajo en el archipiélago recaló en Santa Cruz uniéndose al Beagle. Inmediatamente fue enviado al estrecho de Magallanes donde permaneció sondando y levantando la costa del lado de la Tierra del Fuego desde el promontorio Sweepstakes hasta el cabo Monmouth fondeando en puerto del Hambre el 3 de junio junto con el Beagle.
Rescate de los náufragos del HMS Challenger
El 16 de junio se supo en Valparaíso la pérdida total del HMS Challenger, fragata de sexto grado armada con 28 cañones bajo el mado del comandante Michael Seymour. El 17 se conoció oficialmente que el Challenger había naufragado la noche del 19 de mayo en un lugar llamado Morguilla un poco al sur de Lebu. Con la ayuda de la gente del cacique Cheucante, los marinos instalaron, cerca del naufragio, un campamento con carpas hechas con las velas rescatadas del "Challenger". El domingo 24 había llegado al lugar un grupo de soldados con instrucciones de ayudarlos y protegerlos de eventuales ataques de bandidos o de indígenas rebeldes. El 26 el comandante, los oficiales y la tripulación ya se encontraban a salvo en tierra, menos dos hombres que habían muerto en el desembarco.
Fitz Roy en cuanto supo la noticia se puso a las órdenes del comodoro Mason que se encontraba en Valparaíso a bordo del Blonde llevó con él al Sr. Usborne a J, Bennett y una ballenera. Le ordenó al teniente Wickham que tomara el mando del Beagle hasta que él se reembarcara en Callao. Debería zarpar de Valparaíso el 28 de junio, o antes y dirigirse directamente a Copiapó y luego continuar a Callao recalando en Iquique si el tiempo lo permitía. En Callao debía esperar su llegada.
El comodoro Mason zarpó de Valparaíso en la madrugada del 18 de junio fondeando el 21 en la bahía Concepción frente al puerto de Talcahuano. En cuanto fondearon Fitz Roy desembarcó y obtuvo más información, caballos y un guía para llegar hasta el lugar del naufragio pues el comodoro quiso que fuera donde el comandante Seymour y planificara las acciones para sacar a la tripulación y los pertrechos que pudieran. Según el capitán de puerto de Talcahuano la costa en la cual había naufragado el Challenger era inaccesible con cualquier tiempo, pero se podía entrar en botes por la boca del río Lebu cerca de Morguilla.
Un oficial del Challenger había estado en Talcahuano tratando de encontrar un buque que pudiese sacar la tripulación mediante embarcaciones menores desde Lebu, pero al no encontrarlo había regresado al campamento. También se decía que una gran cantidad de indios se dirigía hacia el lugar del naufragio, que la tripulación estaba escasa de provisiones y que estaban comenzando las enfermedades. Fitz Roy contrató además a un asistente que conociera el lugar y a los indígenas de la zona, este se llamaba Vogelberg o Vergara, con él y H. Fuller en cinco caballos dejó Talcahuano la misma tarde del 21 llegando el 23 a la boca del río Lebu donde se encontraba la dotación del Challenger.
El 24 Fitz Roy luego de inspeccionar el lugar con el comandante Seymour vio que sería muy fácil para el Blonde sacar a la gente y algunos pertrechos desde la boca del río Lebu por lo que esa misma tarde emprendió el regreso a Concepción llegando a Talcahuano el 26. El comodoro había arrendado la goleta americana Carmen para que fuera a rescatar a los náufragos y el Sr. Usborne más el ayudante del navegante del Blonde, tres marineros y el patrón de la ballenera se habían embarcado en él.
El Blonde zarpó de Concepción el 27 de junio a la mañana siguiente que Fitz Roy había regresado. Tuvieron tiempo brumoso y temporal de viento del norte mientras navegaban hacia Lebu. El 28 se mantuvo el tiempo brumoso. El 29 avistaron a la goleta Carmen y entre la bruma el cabo Tucapel, donde debería estar la entrada del río Lebu, pero en realidad habían confundido la entrada y al acercarse no vieron nada por lo que continuaron navegando a lo largo de la costa hacia el sur con un tiempo cerrado y brumoso por la lluvia y el viento que no les permitía ver la tierra. Al mediodía se vieron obligados a cambiar de rumbo y ceñir hacia el norte hasta el 2 de julio en que nuevamente estuvieron a la altura del río Lebu, pero el fuerte viento y la gran marejada les impidió acercarse a tierra esperando que el tiempo mejorara. El 3 veían claramente la desembocadura del río pero nada podían hacer por el estado de la mar y el tiempo.
El 4 el tiempo mejoró lo suficiente como para tener una visión parcial de la costa entre la supuesta desembocadura y el cabo Tirúa, pero no vieron señales de fuego, ni nada parecido a una bandera en ninguno de los cerros. El 5 de julio el día amaneció claro por primera vez durante la última semana y pudieron ver la costa desde el cabo Rumena hasta el cabo Tirúa incluyendo la isla Mocha. Vieron los cerros y luego humo y a la media hora las banderas del campamento. A las nueve de la mañana estaban a cinco millas de tierra y a la una enviaron tres embarcaciones a la boca del río Lebu con algo de dinero y un pequeño cargamento de pan, pero por la corriente solo pudieron llegar a tierra en la tarde. La mayor parte de la tripulación del Challenger estaba sana, pero su lista de enfermos había aumentado. Fitz Roy con las tres embarcaciones regresaron al Blonde alrededor de las ocho de la noche.
El 6 de julio con las primeras luces el Blonde se dirigió a la boca del río, el tiempo era muy favorable. A las nueve fondeó a una milla del cabo Tucapel, arrió sus embarcaciones y el embarque de los náufragos y algunos pertrechos se efectuó rápidamente. A las seis de la tarde se embarcó el comandante Seymour con la última gente de su tripulación y a las ocho el Blonde viró y se hizo a la vela navegando hacia el norte con una brisa favorable.
En tierra quedaron la mayoría de las carpas y algunos pertrechos los que fueron abandonados lo mismo que los restos de punta Morguilla. El comodoro nombró al Sr. Vogelborg como su agente para que se hiciera cargo de los restos y los repartiera.
Durante la noche del 6 el Blonde avanzó rápidamente hacia al norte al tener viento por la popa y a las once de la mañana del 7, estando a la cuadra de punta Tumbes, divisó una nave desarbolada que izaba una bandera británica, era el Carmen. Se dirigieron a ella y la tomaron a remolque.
El Sr. Usborn informó que después de zarpar de Talcahuano habían navegado hacia el sur con viento y tiempo favorable recorriendo la costa hasta el cabo Tirua pero sin ver el lugar del naufragio. En la noche del 28 avistaron fuego en el cabo Tucapel, cuando se cruzaron con el Blonde se dirigían hacia el lugar en que habían visto el fuego. Alrededor de las dos de la tarde cuando cuatro marineros estaban por alto en la verga del velacho aferrando el mastelero de proa, la nave dio un cabeceo sopresivo debido a una gran ola y salieron despedidos la cabeza del trinquete, el mastelero de proa, y la verga del velacho. Los cuatro hombres fueron arrastrados por sobre la borda, pero se salvaron excepto Bennett que sufrió varias magulladuras. Los siguió el palo mayor que cayó arrastando la arboladura y en este estado el Carmen derivó hacia la isla Mocha. El buque estaba tan desprovisto de herramientas que para cortar la jarcia tuvieron que emplear cuchillos y viejas azuelas del tonelero.
Después de aclarar los restos del naufragio, izaron a popa un pequeño palo en el que izaron la vela del bote del Beagle. También izaron un vela estay y una de mal tiempo lo cual los salvó de vararse en las costas de la isla Mocha. El Sr. Usborne conocía el lugar en que estaban y gracis a él pudieron salvar la nave. Fue arrastrada por el viento hasta la latitud de Valdivia antes que el viento sur la devolvier hacia el norte hasta que los encontró el Blonde y a la medianoche del 7 ambas naves fondearon en Talcahuano.
El Blonde permaneció en Talcahuano hasta el 10 de julio fecha en que zarpó a Valparaíso. Durante ese tiempo arreglaron las cuentas entre el comodoro, el cónsul británico, los dueños de la goleta y se despidieron de las autoridades que tanto les habían apoyado durante estos días. El 13 fondearon en Valparaíso y el 17 continuaron hacia Coquimbo donde los esperaba el Conway para recibir y acomodar a todos los oficiales y dos tercios de la tripulación del Challenger para llevarlos a Inglaterra. El 22 ambas naves zarparon de Coquimbo, El Conway se dirigió hacia el oeste mientras el Blonde siguió hacia el norte llegando a Callao el 9 de agosto donde Fitz Roy tuvo la satisfacción de encontrar a todos bien a bordo del Beagle.
Cuarta etapa
El Blonde recaló en Cobija, Arica e Islay y el 9 de agosto fondeó en la bahía de Callao. Fitz Roy tuvo la satisfacción de encontrar a toda la gente del Beagle en buen estado de salud. El Beagle había tocado Copiapó, Iquique para embarcar al Sr. Darwin, fondeando en Callao el 19 de julio. El teniente Sulivan llegó con la Constitución el 30 luego de haber completado el levantamiento. Se refirió al comportamiento marinero de la lancha en tales términos que Fitz Roy decidió comprársela al Sr. Francisco Bascuñán en 400 libras esterlinas e inmediatamente la enviaría a levantar las costas del Perú y Ecuador.
Como no podía prescindir del teniente Sulivan durante el cruce del Pacífico mientras regresaban a Inglaterra y el Sr. Usborne estaba capacitado y deseaba tomar la tarea del Constitución lo designó al mando de la lancha. Junto a él se ofrecieron voluntarios el Sr. Forsyth, el Sr. E. Davies del Blonde, siete buenos marineros y un niño del Beagle, once en total. El 6 de septiembre el Sr. Usborne zarpó con su lancha para dar cumplimiento a la orden de Fitz Roy. (Apéndice)
Trabajos del Beagle
El 7 el Beagle dejó Callao y gobernó directamente hacia las islas Galápagos, el 15 avistaron el monte Pitt de la isla San Cristóbal y antes de oscurecer vieron la isla Española, al día siguiente arriaron un bote para que los Srs. Chaffers y Mellersh fueran a inspeccionar la isla y buscar un fondeadero apropiado, el Beagle inmediatamente después viró y se dirigió nuevamente a la isla San Cristóbal. Al mediodía divisaron la isla Santa Fé a unas veinte millas. Envió la yola a cargo del teniente Sulivan, con los Srs. Stewart y Johnson y diez marineros a inspeccionar las islas de la parte central del archipiélago y el Beagle fondeó en un lugar protegido del oleaje cerca del extremo suroeste.
El 17 viraron y se mantuvieron sondando a lo largo de la costa hasta que fondearon en bahá Stephens donde encontraron un ballenero americano. El 18 navegaron a lo largo de la costa, en todos los lugares en que fondeaban desembarcaban a inspeccionar la isla y las aves y anfibios que había en gran cantidad. Ese día llegaron a bordo con dieciocho tortugas.
El 19 zarparon hacia el extremo noreste y luego viraron hacia el sur y así se mantuvieron inspeccionando las islas y levantando sus costas, mientras el Sr. Darwin trabajaba con sus reptiles y tortugas. Se matuvieron navegando e inspeccionado hasta el 24 en que fondearon en la bahía Post Office de la isla Floreana.
El 25 el Sr. Nicholas O. Lawson que representaba al gobernador del archipiélago vino a bordo y con él fueron a otro fondeadero llamado paso Black Beach donde había unas ochenta pequeñas casas o chozas y cerca de doscientas personas, la mayoría convictos. En 1832, la república de Ecuador decidió emplear las islas como un lugar de destierro e inició una pequeña colonia en la isla Floreana. El gobernador cuando fuimos era don José Villamil.
El 26, luego de haber efectuado observaciones viraron y fondearon en Black Beach. El 28 se dirigieron a la isla Albemarle donde el 29 fondearon en una pequeña caleta y luego continuaron reconociendo las islas mientras las embarcaciones continuaban trabajando en el levantamiento. El 30 se cruzaron con el increíblemente atractivo ballenero Science que transportaba nueve embarcaciones balleneras. El 1 de octubre su primer objetivo fue encontrar agua cerca de bahía Tagus. El 2 y 3 estuvieron en bahía Banks. El 4 se dirigieron a la isla Pinta, la más al norte del archipiélago. El 5 vieron la isla Marchena, el 5 se encontraron con el Teniente Sulivan trabajando en la isla San Salvador, el 8 estuvieron cerca de la isla San Salvador, el 9 navegaron hacia la isla San Cristóbal donde arribaron el 11. El 12 lo emplearon en rellenar agua, cortar madera y embarcar treinta tortugas. El 14 examinaron bahía Hood y fondearon en Black Beach de la isla Floreana. El 15 estuvieron en bahía Post Office. El 16 fueron al paso Black Beach para embarcar madera, papas y cerdos. Se encontraron con una goleta que recién había llegado procedente de Guayaquil y que entre otras cosas traía un saco de correspondencia para el Beagle. Esa tarde dejaron por última vez la isla Floreana. El 17 recorrieron el lado este de la isla Isabela. Al mediodía embarcaron al Sr. Darwin y al Sr. Bynoe que se encontraban en el islote Albany. El 18 continuaron trabajando en la isla Isabela, el 19 estaban cerca de la isla Pinta y el 20 gobernaron hacia el islote Wolf, pasando el islote Culpepper y al atardecer izaron todo el velamen y gobernaron aprovechando los alisios del sureste y se dirigieron hacia el peligroso archipiélago de las isla Low y luego hacia Tahiti.
Después de navegar durante doce días con viento por la popa, el 2 de noviembre supieron que estaban cerca de tierra porque vieron pasar volando una gaviota negra, el 9 avistaron la isla Honden (Perros) una formación de coral. El 13 pasaron cerca de los islotes llamados Tairo y Cavahi por los isleños y que no figuraban en la excelente carta de navegación del almirante Krusenstern que empleaban, el 14 pasaron entre el grupo Elizabeth y Wittgenstein o Faarava, similares a los anteriores y el 15, temprano en la mañana, avistaron Tahiti fondeando luego en la bahía Matavai. Como era la costumbre los nativos subieron a bordo. Sus canoas estaba hechas de la mitad de un árbol ahuecado con un tablón amarrado a cada lado.
En Tahiti permanecieron desde el 15 de noviembre al 25 del mismo mes. Visitaron el punto Venus. Tomaron contacto con el Sr. Wilson un misionero establecido en Matavai desde hacía tiempo. El 16 cambiaron la fecha a 17 para ponerse al día pues iban hacia el oeste. Efectuaron observaciones astronómicas y levantaron las costas de las islas. Fueron en bote a Pepeete. Fitz Roy tuvo una entrevista con el barón de Thierry, rey de Nuhahiva y jefe soberano de Nueva Zelanda, un filántropo residente en Eimeo. Se entrevistó con la reina Pomare
De Tahiti a Nueva Zelandia zarpó 26 de noviembre. El 3 de diciembre avistaron Whylootacke o Wailutaki una grupo de islotes rodeado por un arrecife de coral. El 11 vieron pasar volando gaviotas blancas en latitud 28° S y longitud 180°. Recalaron en la bahía de las Islas el 21 de diciembre de 1835. El 8 de diciembre cruzó la línea de cambio defecha.
En Nueva Zelandia permaneció del 21 al 30 de diciembre de 1835. El 22 desembarcaron los instrumentos para las observaciones astronómicas en la isla de Paihia. Pasaron la Navidad en Paihia, el 28 visitó Waimate, un asentamiento formado por misioneros.
De nueva Zelandia zarpó el 30 de diciembre poniendo rumbo a puerto Jackson. Cerca de la medianoche del 11 de enero de 1836 avistaron el faro de Sydney y al día siguiente fondearon en puerto Jackson. Zarpamos de Sydney el 30 y fondeamos en Hobarton, Hobart Town, el 5 de febrero. Estuvieron unos días en caleta Sullivan. El 17 zarparon y se dirigieron hacia el sur rodeando la tierra de Van Diemen dirigiéndose hacia el oeste hasta llegar al seno King George el 6 de marzo. En este lugar encontraron una extraordinaria variación magnética. El 13 de marzo llegaron al cabo Leuwin desde donde se dirigieron a su próximo objetivo, las islas Keeling.
Del 27 al 30 de marzo soportaron varias tormentas de viento y en la madrugada del 1 de abril se dirigieron hacia puerto Refugio pasando entre grupos de coral. Luego llegó a bordo el práctico el Sr. Leisk y los guió hasta una caleta segura cercana a la isla Direction. Fitz Roy había escogido este arrecife de coral para su estudio detenido y de acuerdo a las instrucciones de Hidrografía. Permaneció en este hasta el 12 de abril.
El 12 zarparon hacia las islas Mauricio llevando un buen cargamento de cocoanuts, cerdos, gallinas, pumpkins y tortugas y donde llegaron el 29 de abril fondeando en puerto Louis. Zarparon de allí el 9 de mayo, pasaron cerca de Madagascar y el 31 fondearon en bahía Simon en el cabo de Buena Esperanza. (638)Permanecieron en bahía Simon hasta el 18 de junio fecha en que zarparon a la isla Santa Helena donde recalaron el 8 de julio, luego zarparon el 14 de julio a la isla Ascensión a la recalaron el 19 de julio y zarparon el 23 de julio.
En Salvador de Bahía permanecieron desde 1 al 6 de agosto, en Pernambuco recalaron el 12 y zarparon el 17. En las isla de Cabo Verde permanecieron del 31 de agosto al 4 de septiembre. En las Azores permanecieron del 21 al 25 de septiembre. El 1 de octubre avistaron la costa de Inglaterra fondeando en Falmouth el 2 de octubre luego de un viaje que duró cuatro años y nueve meses o 1740 días.
Trabajos de la lancha Constitución
El 6 de septiembre el Sr. Usborne zarpó con su lancha en dirección a la costa de Chile, cerca del desierto de Atacama, donde había terminado el levantamiento del teniente Sulivan. Desde allí continuó hacia el norte hasta Callao y luego prosiguió a Puná, cerca de Guayaquil. En Puná terminó el trabajo regresando a Callao y vendió la goleta.
En Callao el cónsul general británico le ayudó en la obtención de pasajes para él y su gente hasta Inglaterra. En Inglaterra se trasladó con su gente a Plymouth y se presentó a la comandancia en jefe y solicitó que se le informara de ello al Almirantazgo.
El 28 de octubre de 1836 Usborne y su personal se presentaron a Fitz Roy en Greenwich donde el Beagle recién había fondeado, dando así feliz término a su exitosa comisión.
Logros de la expedición
Pocos viajes fueron tan fructíferos para la historia de la ciencia. Junto a Fitz Roy iba el joven naturalista y geólogo Charles Darwin quien durante este largo viaje concibió su teoría sobre la evolución de las especies basada en la selección natural que revolucionaría la ciencia biológica. La expedición permitió a Fitz Roy y sus oficiales y a Darwin recoger ejemplares y datos que posteriormente dieron lugar a diversos estudios científicos de historia natural y perfeccionó distintos aspectos sobre el levantamiento de las costas que recorrieron tales como estudios hidrográficos, meteorológicos y geográficos.
Durante toda la comisión se desconocieron las enfermedades fatales, salvo dos, tampoco se tuvo que lamentar enfermedades serias, no ocurrió ningún accidente de importancia y ningún hombre cayó al mar mientras navegaban.
Estos logros se debieron al trabajo activo a que los sometió Fitz Roy, la buena ropa que llevaban para trabajar a la intemperie, la alimentación sana y los climas saludables aunque a veces desagradables en que trabajaron. Indudablemente la falta de accidentes, sobre todo en las embarcaciones menores, se debió al cuidado, atención y vigilancia de los excelentes oficiales que secundaron a Fitz Roy.
La cartografía levantada por esta expedición es bien conocida, pues, es la de uso general en las naves de los principales países marítimos, y sus informaciones se han perfeccionado, más y más con los trabajos subsiguientes chilenos, argentinos, franceses, etc.
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