sábado, 3 de junio de 2017

Antiguos griegos por actividad

arquitectos

Aristóbulo de Casandrea (ca. 375-301 a. C.) fue un historiador griego, probablemente un focense que se instaló en Casandrea.1 2 3
Acompañó a Alejandro en sus expediciones, como arquitecto e ingeniero militar,4 y escribió un informe de carácter principalmente geográfico y etnológico. Arriano manejó de primera mano su obra y Plutarco también lo tomó como referencia.






Dinócrates de Rodas (en griego Δεινοκράτης ὁ ῾Ρόδιος), también conocido como Estasícrates1 y Quirócrates,2 fue un griego arquitectourbanista y asesor técnico de Alejandro Magno nacido a finales del siglo IV a. C. Es conocido por su diseño del plano de la ciudad de Alejandría, en Egipto; del monumento funerario al general Hefestión en Babilonia y por la reconstrucción del Templo de Artemisa en Éfeso, entre otros trabajos.

Obras

Representación moderna del proyecto de Dinócrates para el Monte Athos.
Antes de comenzar la construcción de AlejandríaAlejandro Magno buscaba levantar una ciudad en su honor. Dinócrates, sugirió el Monte Athos de Grecia, como localización para el asentamiento.3 Su plan consistía en esculpir en la ladera del Monte Athos una colosal estatua de Alejandro Magno, sosteniendo una pequeña ciudad en una mano y derramando desde un gigantesco recipiente un «río» hasta el mar.4 Sin embargo, su idea fue desechada por Alejandro, ya que Dinócrates no había considerado las condiciones de vida de sus residentes.
A la entrada Alejandro en Egipto, en el 332 a. C. y tras alzarse como vencedor en el enfrentamiento contra el dominio persa y su rey, Darío III, Alejandro le encarga el diseño de la ciudad que llevaría su nombre, Alejandría. Ubicada en un lugar del delta del Nilo frente a la isla de Faros que tras sucesivas mejoras, quedaría unida a Alejandría a través del denominado dique Heptastadio (ἑπταστάδιoς). Dinócrates se encarga también de diseñar un plan hipodámico, para el trazado de la ciudad. Para esta labor, que sentaría las bases e influiría en el desarrollo de las ciudades helenísticas, contaría con la ayuda de Cleómenes de Naucratis.
Posteriormente, diseña en Babilonia una pira funeraria en honor al general Hefestión, muerto en el 324 a. C., que fue descrito entre otros, por Diodoro SículoFlavio ArrianoEstrabón y Plutarco. Construido enteramente a base de piedra, estaba diseñado a semejanza de un templo babilónico, con una altura de seis pisos y de color dorado.
Colaboró con Peonio de Éfeso y Demetrio en la reconstrucción del Templo de Artemisa en Éfeso, una de las siete maravillas del mundo, y que había sido destruido en un incendio intencionado, a manos Eróstrato el 21 de julio del 356 a. C., según se ha dicho, la misma noche en que nació Alejandro Magno.
También trabajó en otras célebres construcciones, como el incompleto monumento funerario para el padre de AlejandroFilipo II de Macedonia, diseñando trazados para urbes griegas y numerosos templos, como en Delfos y Delos.





Epímaco de Atenas (en griegoἘπίμαχος ὁ Ἀθήναιος, c. 300 a. C.) fue un ingeniero y arquitecto ateniense1 conocido por haber construido la Helépolis2 ("'tomadora de ciudades"), una máquina de asedio con ruedas que concibió Demetrio I de Macedonia y se construyó para usarla en el fracasado sitio de Rodas3 (305 a. C.).

Biografía

Se conocen pocos detalles de su vida. Construyó otras máquinas de asedio únicas, además de la helépolis, para Demetrio I y otros militares. Entre ellas estaba un ariete de 60 metros de largo. Sus máquinas influyeron en el arte de la poliorcética durante siglos, y el término helépolis se aplicó a otras torres de asedio similares en los siglos posteriores.4

La Helépolis

El Coloso de Rodas, construido con materiales reciclados de la Helépolis.
El diseño de la Helépolis se basó en el de otra máquina anterior más pequeña usada en el sitio de Salamina en torno al 305 a. C. Si las noticias transmitidas en los escritos de antiguos historiadores como Diéclides de AbderaVitruvio y Plutarco son ciertos, la Helépolis fue la mayor máquina de asedio jamás construida: era una estructura en forma de torre de 20 metros de ancho y 42 metros de alto,5 que reposaba sobre ocho ruedas de 3,6 metros de alto que permitían moverla.
Todas las caras expuestas de la Helépolis estaban protegidas; la estructura de madera estaba protegida con placas de hierro; en el interior había almohadillados forrados de cuero para soportar los proyectiles de ballistas y catapultas. El interior estaba dividido en nueve pisos comunicados por escaleras desde la base hasta el tope. En torno a 3 600 hombres formaban la dotación de la Helépolis, que se turnaban para mover la máquina, que pesaba más de 160 toneladas.5
Además, la Helépolis estaba muy bien armada: tenía varias catapultas y balistas en cada piso que disparaban al campo de batalla a través de postigos.6

El asedio

A pesar del diseño aparentemente indestructible de la Helépolis, durante el asedio varias placas de hierro salieron de su sitio, lo que hizo vulnerable la máquina. Por temor a que fuera incendiada, Demetrio I ordenó que se retirase del campo de batalla. Pasado un tiempo, el asedio de Rodas se abandonó cuando se vio que las fortificaciones de Rodas era inexpugnables. Tras el asedio, la Helépolis se abandonó cerca de Rodas. Los rodios fundieron sus piezas de metal y usaron el metal resultante para construir el Coloso de Rodas.






Escopas o Scopas (en griego, Σκόπας, Skópas) (h. 380330 a. C.) es un célebre escultor y arquitecto clásico griego del siglo IV a. C. PraxítelesLisipo y Escopas son los tres grandes escultores representativos de la segunda fase del clasicismo.

Biografía

Nació en la isla de Paros, en las Cícladas. Trabajó el mármol de las famosas canteras de su isla natal. Escopas estuvo muy activo en el periodo de 395 a. C. al 350 a. C. y trabajó casi exclusivamente en Grecia. Intervino en el mausoleo de Halicarnaso. Se encargó de la reconstrucción del Templo de Atena Alea en Tegea (la Arcadia), destruido por un incendio en 395 a. C. Pausanias estima que el edificio "supera con mucho a todos los templos del Peloponeso por su disposición y en particular por su talla" (VIII, 45, 4). Entre los temas mitológicos abordados figuran la caza del jabalí de Calidón (frontón de la fachada) y el combate de Aquiles contra Télefo (frontón trasero). También intervino en el Templo de Artemisa en Éfeso. Colaboró con PraxítelesLeocaresBriaxis y Timoteo.

Estilo e influencia

Es considerado un artista que debe incluirse entre los grandes de la escultura, un innovador y un maestro. Según los historiadores de la escultura de la Grecia antigua, Escopas fue el inventor del estilo patético, así llamado por el pathos (el sentimiento), bien definido por la expresión doliente con el que era usual caracterizar la cara de las propias estatuas. Sus obras se parecen mucho, en la construcción de las composiciones, al estilo de Fidias aunque parecen muy rigurosas en la forma, en la cual se nota el recurso a Policleto.
A diferencia de Fidias, sin embargo, la escultura de Escopas carece de la naturaleza interpretativa de la identidad humana pero se compensa con un particular sentimiento de dolor, una tragedia, un pathos del vivir la condición humana con toda el dramatismo del dolor y del sufrimiento. Escopas exalta la expresión patética, la angustia, el sentimiento trágico, con características bocas entreabiertas, cuerpos que se mueven en espiral y ojos hundidos.2 Son caracteres específicos de las figuras de Escopas esas caras de forma casi cuadrada con ojos muy hundidos y la boca entreabierta.
Ha sido seguramente el primer escultor de la mente humana, casi un escultor-psicólogo, un artista capaz de robar los sentimientos, la angustia, la expresión de sus sujetos para poder infundirlos en el mármol. No se contentaba con representar el exterior del sujeto sino que quería a toda costa entrar en los pliegues del alma y descubrir todos los secretos recónditos: el dolor, la tristeza, la desilusión. El ejemplo de la Ménade ilumina y resulta trágica al mismo tiempo; la expresividad de la cara de la mujer, su movimiento, el drama de sus rasgos, es contagiosa y perturbadora y conmovedora al mismo tiempo.
Otra obra que es particularmente significativa del estilo y de la interpretación emotiva de la escultura de Escopas, es la cabeza de Heracles que en un tiempo formaba parte del frontón oeste del Templo de Atena Alea en Tegea. También en este caso se puede notar la falta de refinamiento de la obra, pero en ella de manera intensa se vive el reflejo del sentimiento, el alma, el pathos. Los rasgos somáticos están ligeramente deformados, pero con una gran carga expresiva, en la postura de la boca semiabierta: casi un grito apagado, con las marcas de las arrugas que enarcan la frente, los ojos y la mirada, casi implorante, como en espera, vuelto hacia el cielo, la profundidad de la mirada acentuada aún más por las órbitas vacías que contrastan con la protuberancia excesiva de las cejas.
Mientras en Fidias todo se construye con una arquitectura espacial propia y precisa, que no deja jamás vacíos, Escopas lucha con el espacio, lo contrasta, lo vence, se le impone con la fuerza domesticándolo y plasmándolo en el propio genio artístico. Esta particular interpretación queda ejemplificada en la Ménade danzante (bacante), donde todo es movimiento, proyección, dinamismo, búsqueda del infinito: básicamente, un verdadero salto al futuro. Incluso en obras menos revolucionarias, como la estatua de Pothos, donde el movimiento está menos acentuado, son los juegos de luces, los claroscuros, los que dan vida a una sensación de movimiento estático.
Otra característica de Escopas es la de no pulir sus obras, no rematarlas, no refinarlas. Sus esculturas, que han llegado a la actualidad sólo a través de copias romanas de la época imperial mantenían siempre fuertes contrastes de luces y sombras. Se puede llegar a considerar que son los predecesores de los prisioneros de Miguel Ángel donde la vida, el alma de las obras, vive ya en el interior del bloque de mármol; incluso apenas esbozada, la figura, el personaje, la vitalidad de la obra sale fuera en toda su energía, su vitalidad.
Influyó en Lisipo y en la escultura helenística con sus representaciones de características dionisíacas (pasión, movimiento y violencia).

Obras

Cabeza femenina representando a la diosa Igea, proveniente de Tegea en la Arcadia. Atribuida a Escopas y realizada a mediados del siglo IV a. C. Museo Arqueológico Nacional de Atenas.
Realizó una parte del mausoleo de Halicarnaso (hoy Budrum), construido en torno a 350 a. C., encargándose en particular de los bajorrelieves y esculpiendo el lado este de la estructura.
Dirige además las tareas para la construcción del nuevo edificio del Templo de Atenea Alea en Tegea, en la Arcadia, donde trabajó personalmente y en particular en los frontones que están unidos hoy. Se le atribuyen a él diversos edificios que formaban parte del Santuario de los Grandes Dioses de Samotracia.
Se le atribuyen:
Obras de Escopas se exponen en los siguientes museos:

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