María Vicenta Rosal (Quetzaltenango, 26 de octubre de 1820 - Tulcan, 24 de agosto de 1886), fue una religiosa guatemalteca, reformadora de la rama femenina de la Orden de los Bethlemitas. Sus padres fueron Manuel Encarnación Rosal y Gertrudis Locadia Benítez. Es venerada como beata por la Iglesia Católica. Su fiesta litúrgica se celebra el 27 de octubre.
Fue bautizada por sus padres como María Vicenta Rosal Benítez, pero al asumir su vocación religiosa cambió su nombre por el de María Encarnación Rosal del Corazón de Jesús.
Se le conoce como la segunda fundadora bethlemitas, por haber reformado la comunidad religiosa.
Fue apodada como la Confidente del Sagrado Corazón de Jesús o Santa Margarita de América. Debido a que se le apareció el Sagrado Corazón, en Guatemala, en 1857. Son diversos testimonios que confirman que ella lo oyó y luego lo vio. Prueba de ello es esta nota confidencial de Sor Encarnación:
“Una noche vi aparecer ante mi vista una luz clarísima y en medio de esta apacible luz se me apareció Nuestro Señor Jesucristo derramando sangre de todos sus poros, y con melifluo acento, mientras me descubría su amante Corazón traspasado por diez dardos que sobremanera le herían, me dijo: Estos dardos me traspasan porque los hombres quebrantan los diez mandamientos de mi Santa Ley.”
Cuerpo Incorrupto de la Madre Encarnación[editar]
Algo muy especial y significativo lo constituye el hecho de que, después de 129 años de fallecida la Madre Encarnación, su cuerpo permanezca incorrupto en la ciudad de Pasto en Colombia. Ella murió en Tulcán, Ecuador en 1886 y en el Siglo XX, cuando por motivo de la guerra, su cuerpo corría el peligro de ser profanado, las hermanas lo sacaron del sepulcro para llevárselo a Colombia. Al abrirlo, descubrieron con sorpresa que el su cuerpo estaba intacto.
Su cuerpo fue traslado al Hogar de Pasto, fundado por ella y se dejó allí celosamente guardado hasta 1978, cuando vino de Roma el postulador de la causa para corroborar este hecho. Con esta visita fue nuevamente abierto su sepulcro y todos los allí presentes fueron testigos de que el cuerpo de la Madre Encarnación permanecía y hoy permanece incorrupto.
Fundadora de la Congregación
de Hermanas Bethlemitas
Fecha de beatificación: 4 de mayo de 1977, por el Papa Juan Pablo II.
Sus padres, Manuel Encarnación Rosal y Gertrudis Leocadia Vásquez, se esmeraron en darle una formación y cultura que respondían a las inquietudes de su hogar cristiano y a la sociedad guatemalteca que les correspondió vivir. Vicenta recibió de sus padres y hermanos una educación integral. En el aspecto religioso aprendió de sus padres y hermanos mayores la fe como vivencia, es decir la piedad filial con Dios, la orientación amorosa a Cristo en el misterio de la Eucaristía, una profunda devoción a Nuestra Señora y gran caridad para con los pobres y menesterosos a quienes ayudaba con generosidad.
Gozaba de un temperamento alegre, jovial, un trato muy agradable que encantaba a cuantos la conocían. También como toda joven de su edad, gozaba de galas y vanidad, razón por la cual de vez en cuando recibía amonestaciones de su hermana mayor, quien le recordaba que las promesas del Bautismo, debía cumplirlas lo mejor posible. Observación que Vicenta aceptaba con modales corteses pero manifestaba con cierta gracia que sí cambiaría de proceder pero después de los 20 años.
Vicenta entabló amistad con una joven hondureña, Manuela Arbizú, quien movida sobrenaturalmente habló a Vicenta con gran entusiasmo sobre el ideal de servir a Dios en la vida consagrada, y de manera inesperada hizo alusión a las monjas de Belén. El nombre de Belén llamó mucho la atención a la joven. Recibidas las respuestas a sus interrogantes sobre la vida que llevaban las monjas, consulta con sus padres y director espiritual, y realiza el viaje a Guatemala con el fin de dar cumplimiento a sus deseos de consagrarse a Dios. Llega al Beaterio de Belén el 1 de enero de 1838.
Al llegar al convento, la joven inicia su entrega y donación a Dios, pero desafortunadamente a los pocos días de su ingreso, se va dando cuenta de que el ambiente no era propicio para sus ideales: vida de oración intensa, silencio, penitencias y austeridad. Recibe el hábito de la comunidad el 16 de julio de 1838, con la particularidad de que este hábito fue impuesto por el último Bethlemita que allí vivía: Fray Martín de San José. Hecho muy significativo para la Congregación: el último Bethlemita, entregando el hábito a quien por designios de Dios, más tarde daría nuevo vigor y vida a la espiritualidad de Belén. En el día de la toma de hábito, Vicenta cambió su nombre por el de Encarnación. Hace sus votos el día de la Maternidad Divina, 26 de enero de 1840 y en que la Orden celebraba a Nuestra Señora de Belén.
Dios que la lleva por los caminos de lucha interior, permite que se le conceda la autorización para pasarse al Convento de las Catalinas, donde disfruta de la paz, el silencio y la austeridad anheladas por su espíritu. Dios le hace ver que esa misma vida que llevan en el convento a donde acaba de llegar, podrían tenerla en Belén y llevar la comunidad por ella abandonada, a las alturas de una gran unión con Dios y servicio apostólico. Después de unos fervorosos ejercicios espirituales, toma la decisión de volverse a Belén.
Ya de nuevo en el Beaterio, se le confía inmediatamente la obra del Colegio y es allí donde inicia su labor de cambiar, plantar y fortificar. Las cosas marchaban muy bien; las gentes que disfrutaban del servicio apostólico del Beaterio manifestaban alegría y las mismas hermanas de comunidad veían la transformación que se iba logrando. Aunque la comunidad valora la labor apostólica de la Madre Encarnación, no todas las Hermanas comparten sus criterios, pero respetan su dedicación y organización.
Luego fue nombrada Vicaria de la Comunidad, e inició la transformación interna del convento. En 1855 fue elegida Priora del convento. Consciente de la misión que Dios le confía, se entregó más de lleno a la oración, para pedir la sabiduría y prudencia necesarias para su desempeño. Emprende la elaboración de las Constituciones que debían regir su convento.
En medio de las dificultades se dedica más a la oración, y el Señor, pródigo en bondad, responde generosamente a la fidelidad de su sierva, manifestándosele de manera confidencial. Un día, la vigilia del Jueves Santo de 1857, próxima ya la hora del amanecer, fue al coro de la Iglesia y comenzó a meditar sobre la traición de Judas y el dolor que Cristo experimentó en la agonía de Getsemaní. Estando en oración narra la misma Madre- oí una voz interior que me decía: No celebran los Dolores de mi Corazón. Palabras que fueron para la Madre una llamada particular a honrar y desagraviar el Corazón de Cristo por la maldad, ingratitud y pecados de los hombres.
Después, funda un Colegio en Quetzaltenango, pero debido a la persecución religiosa, tuvieron que ir a Costa Rica, donde fundan dos colegios, uno en Cartago y otro en Heredia. Todo era bienestar y gozo en el servicio del Señor hasta que también a éste país llega la persecución religiosa. De Costa Rica se dirigieron a Pasto, Colombia.
La Madre Encarnación muere en Tulcán, Ecuador, el 24 de agosto de 1886. Su cuerpo incorrupto se encuentra en el Colegio del Sagrado Corazón de Jesús, Bethlemitas de Pasto.
Santa Rosa de Lima O. P. (Lima, Virreinato del Perú, 20 de abrilde 1586 - Ibídem, 24 de agosto de 1617) fue una mística cristiana terciaria dominica canonizada por el papa Clemente Xen 1671.1
Entre los santos nacidos en América (llamada en el siglo XVII Indias Occidentales), santa Rosa de Lima fue la primera en recibir el reconocimiento canónico de la Iglesia católica.1 Fue proclamada excelsa patrona de Lima, del Perú (en 1669), del Nuevo Mundo y las Filipinas (en 1670).1 Además, es patrona de institutos educativos, policiales y armados: Universidad Católica Santa Rosa de Venezuela, Policía Nacional de la República del Perú, Policía Nacional del Paraguay y las Fuerzas Armadas de la Argentina. En virtud de la enfermedad que le produjo la muerte, es santa patrona de los tuberculosos.
Primeros años[editar]
Nacida en el siglo XVI como Isabel Flores de Oliva, fue hija de Gaspar Flores, arcabucero natural de Baños de Montemayor, municipio de la provincia de Cáceres (España) y de María de Oliva y Herrera. Así lo asegura la placa en la casa de los Flores, la cual aún se conserva en dicho pueblo cacereño. En 1545, Gaspar salió de España, después de pasar por Puerto Rico y Panamá, que formaban parte del virreinato de Nueva España. Llegó al Perú en 1547 como soldado del pacificador Pedro de la Gasca quien restableció la Real Audiencia en 1549, recuperando el dominio de la Corona tras la usurpación del poder por Gonzalo Pizarro, gobernante del Perú entre 1544-1548. Gaspar Flores fue nombrado arcabucero el 9 de marzo de 1557, por don Andrés Hurtado de Mendoza, tercer virrey del Perú entre 1556-1561. El 1 de mayo de 1577, se casó, en Lima, con la criolla limeña María de Oliva y Herrera, apellidos procedentes de Aragón. Ese mismo año servía de arcabucero en la guarda del 5º Virrey Francisco de Toledo (1569-1581).
Nació el 20 de abril de 1586 en la ciudad de Lima, en aquel entonces parte del Virrenato del Perú.1 José Manuel Bermúdez, uno de sus biógrafos, contribuyó a extender la opinión de que el nacimiento de Rosa ocurrió el día 30 de abril, pero en los registros del proceso ordinario se encuentra que la madre de Rosa y otras personas —entre ellas fray Pedro de Loaiza, confesor de Rosa y su primer biógrafo— declararon como fecha de su nacimiento el día 20 de abril.4 Algunos cronistas señalan que Isabel Flores de Oliva nació en una aldea llamada La Puntillá, en la isla de Taboga (en Panamá)[cita requerida]. Esta información fue refutada en el "proceso de canonización", publicado en los archivos del Vaticano.
Isabel o Rosa fue la cuarta hija de los trece hijos nacidos del matrimonio Flores de Oliva, fue bautizada, según partida, el 25 de mayo de 1586, en la Parroquia de San Sebastián, en Lima por el sacerdote Antonio Polanco, siendo sus padrinos Hernando de Baldés y María Osorio. De sus doce hermanos, solamente se conocen a nueve:5
- Gaspar Flores de Oliva, el primogénito, bautizado en la parroquia de San Sebastián el 1 de junio de 1579. Fue soldado, sirviendo en las guerras de Chile, donde alcanzó el grado de capitán.6
- Bernardina Flores de Oliva, bautizada el 13 de junio de 1581. Murió en Quives a los 14 ó 15 años.
- Hernando Flores de Oliva, bautizado el 24 de mayo de 1584. Se dedicó a la agricultura y murió en 1627.
- Francisco Flores de Oliva, bautizado el 6 de junio de 1590. Murió joven.
- Juana Flores de Oliva, bautizada el 11 de septiembre de 1592. Salió en la procesión en honor de Santa Rosa en agosto de 1669.
- Antonio Flores de Oliva, bautizado el 8 de julio de 1594. En 1688 vivía en Condoroma, en la sierra sur del Cuzco. El virrey Conde de Lemos, en carta de ese año, lo recomendó a la Reina Gobernadora de España.7
- Andrés Flores de Oliva, bautizado el 21 de septiembre de 1596. Vivía en 1620.
- Francisco Matías Flores de Oliva, vivía en 1620.
- Jacinta Flores de Oliva, bautizada el 25 de abril de 1603 de emergencia, a los dos meses de edad.
A ellos hay que añadir tres niños o niñas, que debieron morir inmediatamente después de nacer, pues parece que ninguno de ellos llegó a bautizarse.5
A temprana edad - emulando a la terciaria dominica santa Catalina de Siena - empezó a ayunar tres veces por semana y a realizar severas penitencias en secreto. Su compañero de juegos fue su hermano Hernando, quien siempre la apoyó y ayudó. A los doce años se mudó con su familia hacia Quives, un pueblo a 60 kilómetros de Lima, ubicado en el valle del río Chillón. Es aquí donde recibió la confirmación de manos del futuro santo católico Toribio de Mogrovejo, su padrino fue el sacerdote del pueblo Francisco González. Es en Quives donde, al parecer, empezó con sus mortificaciones contrayendo un reuma muy fuerte, con consecuencias dolorosas para su recuperación, que ella ocultaba a su madre.
El día de su confirmación en el pueblo de Quives, el arzobispo Toribio de Mogrovejo, la llamó Rosa sin que alguien pudiese darle noticia al arzobispo de este nombre tan particular e íntimo. Aunque le mortificaba que la llamasen así, a los 25 años aceptó y quiso que la llamaran «Rosa de Santa María» porque, según relató su madre, fue a conversar con un sacerdote a la iglesia de Santo Domingo manifestándose la molestia que le causaba que la llamen "Rosa", pero el sacerdote la tranquilizó diciéndole: "Pues, hija, ¿no es vuestra alma como una rosa en que se recrea Jesucristo?". Con esto quedó tranquila y segura del nombre que le habían dado. Más adelante, según sus biógrafos, ella afirmó que en episodios de tipo místico, la Virgen de la Merced y el Niño Jesús (cuando se casó con él en desposorio místico) le confirmaron el nombre.
Regresó a Lima con su familia ya siendo una joven. Debido a problemas económicos de la familia, trabajaba el día entero en el huerto y bordaba para diferentes familias de la ciudad y así ayudar al sostenimiento de su hogar.
Cuando fue admirada por su belleza, Rosa cortó su cabello y se echó pimienta a la cara, molesta por haber atraído pretendientes.8 Rechazó a todos sus pretendientes, a pesar de la oposición de amigos y familiares. Rosa pasaba varias horas al día observando el Sagrado Sacramento, el cual recibía a diario - una práctica extremadamente rara en aquella época. Finalmente, después de 10 años, hizo voto de virginidad. Rosa atrajo la atención de los frailes de la Orden Dominica. Ella deseaba convertirse en monja, pero su padre lo prohibió, por lo que al cabo de unos años ingresó en la Tercera orden de Santo Domingo a imitación de su admirada santa Catalina de Siena.
A partir de entonces se recluyó, prácticamente, en la ermita que ella misma construyó, con ayuda de su hermano Hernando, en un extremo del huerto de su casa. Sólo salía para visitar el templo de Nuestra Señora del Rosario y atender las necesidades espirituales de los indígenas y los negros de la ciudad. También atendía a muchos enfermos que se acercaban a su casa buscando ayuda y atención, creando una especie de enfermería en su casa. Muchos biógrafos escriben que ayudaba a fray Martín de Porres, lo cual no está probado en el texto del "Proceso de Martín de Porres" (Lima 1579-1639), el cual es santo desde 1962. Rosa se permitía dormir sólo dos horas al día, de tal forma que pudiera dedicar más tiempo a la oración.9 Usaba una pesada corona de plata, con pequeñas espinas en su interior, emulando la Corona de Espinas de Jesucristo.
Santa Rosa y la defensa de Lima[editar]
En 1615, buques corsarios neerlandeses deciden atacar la ciudad de Lima, aproximándose al puerto de El Callao en días previos a la fiesta de La Magdalena. La noticia corre pronto hasta Lima y con ello la proximidad y desembarco en el Callao, lo que altera los ánimos de los ciudadanos. Ante esto, Rosa reúne a las mujeres de Lima en la Iglesia de Nuestra Señora del Rosario para orar por la salvación de Lima. Apenas llegada la noticia del desembarco, la terciariasubió al Altar, y cortándose los vestidos y cosiendo los hábitos puso su cuerpo para defender a Cristo en el Sagrario. Los ánimos del vecindario eran alarmantes, llegando a huir muchos de Lima hacia lugares distantes. Misteriosamente el capitán de la flota neerlandesa falleció en su barco días después, y ello supuso la retirada de sus naves, sin atacar el Callao. En Lima todos atribuyeron el milagro a Rosa y por ello en sus imágenes se le representa portando a la Ciudad sostenida por el ancla. En Argentina y Uruguay por el mes de agosto ocurre la "Tormenta de Santa Rosa". La tradición atribuye a Rosa el origen de este fenómeno natural que logró la huida de los enemigos de tierras peruanas.
Desposorio místico[editar]
Uno de los momentos importantes de su vida es el "Desposorio Místico", ocurrido el Domingo de Ramos de 1617, en la Capilla del Rosario (Templo de Santo Domingo de Lima). Rosa, al no recibir la palma que debía portar en la procesión, pensó que era un mensaje de Dios por alguna ofensa que ella hubiese realizado. Acongojada se dirigió a la Capilla e imagen del Rosario y orando ante la Virgen, sintió el llamado del Niño Jesús de la imagen, que le dijo: "Rosa de Mi Corazón, yo te quiero por Esposa", a lo que ella respondió: "Aquí tienes Señor a tu humilde esclava".
Últimos días y tránsito[editar]
Ya cerca del final de su vida, cayó gravemente enferma. Pasó los últimos tres meses de su vida en la casa de Gonzalo de la Maza, un contador notable del gobierno virreinal, cuya familia le tenía particular cariño. En este lugar se levanta el Monasterio de Santa Rosa de Lima. Murió de tuberculosis a los treinta y un años de edad,3 en las primeras horas del 24 de agosto de 1617, fiesta de San Bartolomé, como ella misma profetizó y contó el padre Leonardo Hansen. El día de sus exequias y entierro, los devotos se abalanzaban sobre su cuerpo para arrancarle la vestimenta en busca de un recuerdo, aclamándola como santa. Hoy sus restos se veneran en la Basílica de Nuestra Señora del Rosario de Lima (Santo Domingo), con notable devoción del pueblo peruano (y de América) que visita la Capilla dedicada a su culto en el Crucero del Templo dominicano.
Después de su muerte[editar]
Su entierro fue uno de los más notables que vivió la ciudad de Lima. En la casa de la familia De la Maza se formaron grandes multitudes para contemplar a Rosa. El gentío hubo de esperar a su traslado hacia la Iglesia del Rosario. Al traslado acudieron el virrey, el Cabildo Secular y Eclesiástico, las órdenes religiosas presididas por la orden de Santo Domingo de Guzmán, los oidores y personas notables.
Hubo de requerirse la fuerza de la guardia del virrey para impedir que Rosa fuera desvestida por los devotos que deseaban llevar alguna reliquia. A pesar de ello, tuvieron que cambiarle tres veces los hábitos e incluso en el traslado algún irreverente seccionó uno de sus dedos del pie.
En el lecho de muerte, Gonzalo de la Maza hizo retratar el rostro de Rosa. A su efecto llamó al pintor italiano Angelino Medoro, quien realizó el primer testimonio de su apariencia física.
La devoción del pueblo se excedió a tal punto, que en pocos años tuvieron que retirarla de la Cripta y colocarla en la Iglesia del Rosario.
Devoción[editar]
Su casa (El Santuario), ubicada en el centro de Lima conserva los lineamientos que tuvieron en el siglo XVI, época en que vivió Rosa. Anualmente es visitado por miles de devotos, peregrinos y turistas quienes recorren los ambientes que estuvieron directamente ligados a su vida y caridad para el prójimo.
Se conserva como reliquia una ermita donde ella rezaba. Cerca hay un pozo de veinte metros de profundidad donde sus devotos depositan sus deseos escritos. También se conserva la habitación donde dormía, la habitación (El Corazón del Santuario) en la cual nació y la enfermería donde atendía a sus hermanos necesitados.
La Basílica-Santuario, fue empezada a construir luego de su canonización, con posteriores restauraciones durante los siglos XVII y XX. Hubo de ser remodelada y fue inaugurada finalmente el 24 de agosto de 1992, Este lugar es principal punto de peregrinación de todo el Perú y su arraigo popular es comparable al de la Virgen de Guadalupe en México.
La figura de Rosa de Santa María representa un símbolo de integración del pueblo peruano. En ella convergen todas las clases sociales.[cita requerida]
Formó parte de la familia dominicana, de la provincia de San Juan Bautista del Perú. Sus flores preferidas fueron las margaritas, los claveles y las rosas.
Se han escrito cerca de 400 biografías sobre ella, y se han realizado más de mil rostros en lienzos, estampas y esculturas hechos, entre otros, por renombrados artistas como Francisco de Zurbarán, Claudio Coello, Angelino Medoro, Daniel Hernández, Teófilo Castillo, Francisco González y Sérvulo Gutiérrez.
Festividad en el rito romano[editar]
Tradicionalmente la fiesta es el día 30 de agosto. A partir de las reformas al calendario romano general introducidas a raíz del Concilio Vaticano II, la fiesta de santa Rosa de Lima se traslada para los que celebran el Novus ordo missae al 23 de agosto.10 Pero para los países hispanoamericanosde los que es patrona, como en el Perú11 y también en el rito romano tradicional12 se sigue conservando el 30 de agosto.
En la República del Perú es un día feriado y su imagen (descubierta el día de la canonización en 1671, en la Catedral) recorre las calles de Lima. En el mes de agosto se rinde culto solemne a la santa en el distrito de Barranco que culmina con el recorrido procesional del día 30 de agosto.
Santa Rosa de Lima también aparece en los billetes de doscientos soles (el de mayor valor).
Cédula Real de Consagración[editar]
Cédula Real de la Reina Mariana de Austria sobre la declaración y recibimiento como Patrona de la Ciudades de los Reinos del Perú a la Bienaventurada Madre Rosa de Santa María, dada a 11 de marzo de 1669.La Reina Gobernadora:Y a las espaldas de la dicha Real Cédula están cuatro rúbricas que parecen ser de los Señores del Real Consejo de Indias.
Por cuanto la Santidad (de) Clemente No(ve)no, atendiendo a los piadosos e instantes ruegos del Rey, mi hijo y míos, hechos por medio del Marqués de Astorga, Embajador de aquella Corte acerca de que la Bienaventurada Madre Rosa de Santa María, que fue de la Tercera Orden de Santo Domingo y natural de la Ciudad de los Reyes, fuese declarada por Patrona de ella y todo el Reino del Perú, y a los méritos que tenemos hechos en servicio de la iglesia juntamente con haber sido esta gloriosa Virgen, la primera, que entre los siervos de Dios que las Indias Occidentales produjeron, mereció ser decorada con honor de público (dándosele) culto por su admirable copia de virtudes y milagros, ha sido servido despachar(se) (este) Breve, (con) su data en Roma, a dos de enero próximo pasado, declarándola por Patrona más principal de la dicha Ciudad de los Reyes y todo el Reino del Perú, con fiesta de precepto, oficio y privilegios de tal; y habiéndose visto en el Consejo Real de las Indias por lo que conviene, tenga debida observancia. Por la presente mando al Virrey y Presidentes de las Audiencias (en) las dichas provincias del Perú y a los Gobernadores y Corregidores de ellas, y ruego y encargo a los Arzobispos y Obispos de las Iglesias Metropolitanas y Catedrales de aquellas provincias, que luego vean la copia auténtica del dicho Breve que se remite con ésta, den las órdenes convenientes para que se guarde, cumpla y ejecute lo contenido en él; (y) en todas las iglesias y lugares de sus distritos y Diócesis para que por medio de la intercesión de la Bienaventurada consigan tanto mayor y más eficaz patrocinio cuanto con más celebre e intensa devoción se esmeraren en reverenciarla. De Madrid, a once de marzo de mil y seiscientos y sesenta y nueve años. Yo, la Reina. Por mandado de Su Majestad, Don Gabriel Bernardo de Quiróz.
Cédula Real hallada en las Actas del Cabildo Colonial de San Francisco de Quito de 1664 a 1669 - Volumen XXXVII.
Canonización[editar]
A pocos días de su muerte, se reunieron numerosos testimonios sobre su vida y virtudes. En 1634 se presentó a Roma la causa de beatificación. La beatificación se realizó en el Convento Dominico de Santa Sabina en Roma, en 1668. Fue canonizada por Clemente X el 12 de abril de 1671, proclamándola por "Principal Patrona del Nuevo Mundo". En Lima, Roma, España y todos los países de América y Europa, se celebraron fiestas suntuosas en honor de la primera santa natural de América.
Los Pontífices en sus respectivas Bulas la proclamaron santa con el nombre de "Rosa de Santa María", y que posteriormente hubo de convertirse en Rosa de Lima, nombre toponímico común a muchos santos en el orbe cristiano.
La tradición cuenta que el Papa Clemente X, luego de oír los argumentos sobre su canonización dijo: "¡Hum! ¡Patrona y Santa! ¿Y Rosa? que llueva flores sobre mi escritorio si es verdad"13, y la respuesta al instante fue una fragante lluvia de rosas sobre la mesa del Papa quien en ese momento procedió a la canonización.
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