domingo, 28 de enero de 2018

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Francisco de Jaso y Azpilicueta, más conocido como Francisco Javier, o también como Francisco XavierFrancisco de Javier o Francés de Jaso (* 7 de abril de 1506 –† 3 de diciembre de 1552), fue un religioso y misionero navarrode la Compañía de Jesús nacido en la localidad de Javier(España) y fallecido en la isla Shangchuan (China). Fue canonizado por la Iglesia católica con el nombre de san Francisco Javier.1
Francisco Javier fue un misionero jesuita de primer orden, miembro del grupo precursor de la Compañía de Jesús y estrecho colaborador de su fundador, Ignacio de Loyola. Destacó por sus misiones que se desarrollaron en el oriente asiático y en el Japón. Recibió el sobrenombre de Apóstol de las Indias.
Francis Xavier.PNG

Circunstancias históricas de su nacimiento[editar]

Nacido como Francisco Jasso Azpilicueta Atondo y Aznarez, señor de Javier, más conocido como Francisco Javier, nació en 1506 en el Castillo de Javier, en el Reino de Navarra. Su padre, Juan de Jasso, señor de Javier, era presidente del Real Consejo de los Reyes de Navarra Juan de Albret y Catalina de Foix.
Seis años más tarde, en 1512, con ocasión del pacto del reino de Navarra con Francia, se inicia la conquista de Navarra por las tropas castellano-aragonesas al mando de Fadrique Álvarez de Toledoduque de Alba, por orden de Fernando el Católico, rey ya de Aragón y Castilla. Con la liberación de Navarra del control de Francia se produce la unidad política de España de acuerdo al concepto actual de la misma (esto es, sin Portugal). Se ocupan gran parte de las plazas del Reino de Navarra, contando con el apoyo de los descendientes del noble beaumontés Luis de Beaumont, exiliados en Castilla, los llamados beaumontesesy que se habían enfrentado a los agramonteses en un largo conflicto civil que había finalizado a comienzos del siglo XVI. Tras la invasión parcial del Reino de Navarra por las tropas castellano-aragonesas con fuerte presencia guipuzcoana, se produjeron varias contraofensivas de los leales a los Albret, en este caso con fuerte apoyo francés, luchas que duraron hasta 1530.
En 1516, fallecido el padre en el exilio un año antes, los hermanos de Francisco participan en una infructuosa ofensiva con el profrancés Rey de Navarra Juan de Albret, siendo la familia de Francisco desposeída de sus propiedades, y el castillo desmochado por orden del Gobernador, el Cardenal Cisneros.
En 1521, una invasión francesa que penetraría hasta Castilla permite a los leales a Juan de Albret recuperar fugazmente el control casi total del Reino, aunque dura poco tiempo, perdiendo la parte al sur de los pirineos, Alta Navarra, en 1524 (con la caída de la plaza Navarra de Fuenterrabía), mientras que en la Baja Navarra, al norte de los Pirineos, se mantendría leal a Juan de Albret en la órbita francesa.
En 1530, siendo Carlos I rey de España, este abandona sus aspiraciones a ocupar el resto del Reino de Navarra que se mantendría como reino semi-independiente, y finalmente, a través de lazos matrimoniales se uniría con la corona francesa con el título de Reyes de Francia y Navarra. La parte surpirenaica de la Alta Navarra, con la que se consuma la Corona de España (entendido el vocablo de acuerdo a la usanza actual, esto es, sin incluir Portugal) mantendría sus instituciones, privilegios y denominación como Reino hasta el siglo XIX en que se transforma en una provincia foral. La parte que quedó en Francia, la Baja Navarra, mantendría su estatus de Reino hasta la abolición de los privilegios de los territorios de la monarquía francesa, tras la Revolución Francesaa finales del siglo XVIII.
Francisco había abrazado la carrera eclesiástica y marcha en 1528 a París a la Universidad de la Sorbona, donde conoce a Ignacio de Loyola, con quien fundará más adelante la Compañía de Jesús. Aunque al principio no sintió simpatía por Ignacio de Loyola, terminó siendo su mejor amigo y colaborador. Efectivamente, se da la circunstancia de que en 1521, previo a iniciar su vocación eclesiástica, san Ignacio, en ese momento Iñigo de Loyola, había combatido con las tropas guipuzcoanas imperiales contra las francesas del Duque de Foix (que apoyaban a Juan de Albret), en las que combatían, junto a otros navarros, los hermanos de san Francisco Javier, cayendo Ignacio herido en el sitio de Pamplona.

Biografía[editar]

Francisco de "de Javier" nació en el castillo de Javier ubicado en lo que en la actualidad es la localidad de Javier, Navarra, norte de España, el 7 de abril de 1506 en el seno de una familia noble. Su padre, Juan de Jasso, era Presidente del Real Consejo del Rey de Navarra Juan III de Albret. Su madre fue María de Azpilicueta que pertenecía a una noble familia de la que formaba parte Martín de Azpilicueta, el llamado doctor navarrus. Era el benjamín de cinco hermanos: Magdalena, Ana, Miguel, Juan y él mismo.
Su niñez estuvo marcada por los hechos históricos que llevaron a la salida del reino de Navarra del control francés y su reincorporación a la órbita hispana, dado que su familia estuvo muy involucrada en dichos hechos. Su casa natal fue lugar de encuentro de los partidarios de los Albret y sufrió la revancha de la pérdida. Sus hermanos, miembros del ejército de Juan III, fueron encarcelados por ello. Estas circunstancias pudieron ser la causa de la determinación de Francisco por el estudio religioso.

Estudios en París[editar]

En 1524 Francisco Javier tiene tomada la determinación de ir a estudiar a París, a la Sorbona. Antes había cursado estudios en diferentes ciudades navarras, ultimándolos en Pamplona.
En septiembre de 1528 fue a estudiar a París, donde conoció al que sería su mejor amigo, Íñigo de Loyola, posteriormente san Ignacio de Loyola, quien nunca le dejó solo en los momentos difíciles en París y siempre le ayudó, como por ejemplo, cuando Javier sufrió problemas económicos.
Fue allí donde con otros cinco compañeros se constituye lo que sería el embrión de la Compañía de Jesús. El 15 de agosto de 1534, una vez finalizados los estudios, juran votos de caridad y castidad, a la vez que prometen viajar a Tierra Santa, en la Cripta del Martirio de Montmartre. Francisco se queda en París otros dos años más estudiando Teología, después de participar en los Ejercicios espirituales junto a Ignacio de Loyola.
En 1537 se reúne con Ignacio de Loyola para viajar a Italia. En Roma visitan al Papa Paulo III para pedirle su bendición antes de emprender el viaje a Tierra Santa, viaje que no se iba a poder realizar por haber entrado en guerra Venecia con Turquía. Llegan a Venecia y es ordenado sacerdote el 24 de junio. Durante su estancia en Venecia, mientras esperaban el barco para ir a Tierra Santa, se dedica junto a sus compañeros a predicar por los alrededores. Ante la tardanza del viaje, vuelven a Roma y se ofrecen al Papa para ser enviados a cualquier otro lado. De allí parte hacia Lisboa en 1540, donde dará comienzo la etapa más importante de su vida: la de misionero. El viaje a Portugal se debió a la solicitud del embajador portugués en Roma, Pedro de Mascarenhas, que pidió en nombre de Juan III de Portugal a Ignacio de Loyola algunos hombres suyos para enviarlos a las Indias Orientales. Para ese viaje Francisco fue nombrado por el Papa legado suyo en las tierras del Mar Rojo, del Golfo Pérsico y de Oceanía, a uno y otro lado del Ganges.

Sus viajes misioneros[editar]

Mapa del viaje de San Francisco Javier
El viaje a Lisboa fue por tierra y paró en Azpeitia(Guipúzcoa), para entregar cartas de Ignacio de Loyola a su familia. En Lisboa estuvieron un tiempo, hasta que fue designado Francisco para ser el enviado a las Indias. En ese tiempo no pararon de predicar el evangelio a los pobres de la ciudad.
El 7 de abril de 1541, día que cumplía 35 años, sale la expedición y llega el 22 de septiembre a Mozambique. Allí se queda hasta febrero del año siguiente. En esa estancia ayuda en el hospital y percibe la realidad del trato que se da a los negros, lo cual le lleva a tener los primeros enfrentamientos.
Después de efectuar escalas en Melinde y Socotora, llega a Goa (ciudad que luego sería capital de la India Portuguesa) el 6 de mayo de 1542. Prepara un texto divulgativo basado en el catecismo de Juan Barros y comienza a predicar la doctrina católica por la ciudad, a la vez que asiste a moribundos, visita a presos y socorre a pobres.
Para lograr un acercamiento más intenso se dedica a aprender la lengua del país. Tras rechazar el puesto de director del seminario de San Pablo, se embarca, en octubre de 1542, para las islas de la Pesquería, donde permaneció más de un año.
Escultura dedicada a san Francisco Javier en Bensheim (Alemania).
Evangeliza a los indios Paravas y recorre las ciudades de TuticorrínTrichendurManapar y Combuture. Encontró la oposición de los brahmanes, que habitaban las pagodas de la región.
Aprendió tamil y tradujo a esa lengua parte de los textos cristianos y una plática sobre el cielo y el infierno.
En noviembre de 1543 se encuentra con sus compañeros Micer Paulo y Mansilla en Goa y se entrevista con el obispo de la ciudad, Juan de Alburquerque, para pedirle misioneros. El obispo destina a 6 sacerdotes para esa labor. Con los nuevos colaboradores se vuelve de nuevo a la Pesquería. En el viaje escribe varias cartas a sus compañeros de Roma, en una de ellas dice:
muchos cristianos se dejan de hacer en estas partes, por no haber personas que se ocupen en la evangelización. Muchas veces me mueven pensamientos de ir a esas Universidades dando voces como hombre que tiene perdido el juicio, y principalmente a la Universidad de París, diciendo en la Sorbona a los que tienen más letras que voluntad, para disponerse a fructificar con ellas; ¡cuántas almas dejan de ir a la gloria y van al infierno por negligencia de ellos! Es tanta la multitud de los que se convierten a la fe de Cristo en estas partes, en esta tierra donde ando, que muchas veces me parece tener cansados los brazos de bautizar, y no poder hablar de tantas veces de decir Credo y mandamientos en su lengua de ellos y las otras oraciones.
Establece en las Pesquería un sistema de asignación de territorios a un responsable, el cual debía mantenerle informado del devenir de la misión. Una vez que ha organizado ese territorio, parte hacia Manapar y el distrito sur. Permanece un mes con los makuas, bautizando a más de 10.000 personas.
Durante 1544 realiza más de veinte viajes de evangelización. Ante las noticias de la ejecución de cristianos en Ceylan, Francisco vuelve a Goa y habla con el gobernador, para acompañar a las tropas que se iban a enviar para castigar las acciones contra los cristianos que el rey Jafnapatán había hecho. Por diferentes causas dicha acción nunca se llevó a cabo.
En 1545 parte a las islas Molucas en compañía de Juan Eiro, llegando a Malaca poco después. Durante tres meses Francisco Javier aprendería un mínimo el idioma y se familiariza con la cultura local; también traduciría, con ayuda de gentes entendidas, la parte básica de los textos de la doctrina católica. Ese mismo año escribe al rey de Portugal sobre las injusticias y vejaciones que les imponen los propios oficiales de Vuestra Majestad.
Representación de Francisco Javier en la bóveda de la capilla dedicada al santo en la iglesia del Gesù, en Roma. La obra se basa en una de las historias milagrosas atribuidas a Francisco Javier que relata cómo recuperó su crucifijo después de perderlo en el mar. Francisco Javier estaba atrapado en una tormenta mientras viajaba a Malaca (Malasia) en el año 1546. Con fe arrojó la cruz al mar, pidiéndole a Dios que la hiciera un instrumento para pacificar las turbulentas aguas. El mar se calmó y al llegar a las costas de Malaca, Francisco Javier vio un cangrejo caminando hacia él sosteniendo su crucifijo en sus pinzas.
Sale hacia las Islas de Amborio y Ternate en enero de 1546, después de preparar las Instrucciones para los catequistas de la Compañía de Jesús. Llega a su destino al cabo de mes y medio. Recorre diferentes islas de la región y en Baranula (Ceran), según cuenta la tradición, un cangrejo le devuelve el crucifijo que había perdido durante una tempestad.
En junio llega a Ternate, rico centro comercial de especias y última posesión portuguesa, permaneciendo en ella tres meses. De allí sale a las islas del Moro, donde pasa otros tres meses. De las islas del Moro emprende viaje de vuelta a Cochín, donde llegaría el 13 de enero de 1548.
Después de realizar labores de reordenación y supervisión de las misiones establecidas en India y Molucas, donde se siente decepcionado con el deterioro sufrido, tal y como demuestra en sus cartas, parte para Japón, junto a sus compañeros Cosme de Torres y Juan Fernández y el traductor Anjirō, el domingo de Ramos de 1549, llegando a tierras niponas el 15 de agosto. Desembarcan en Kagoshima, entonces capital del reino Sur del Japón. Permaneció en esta ciudad durante un año y por tierras japonesas durante dos años y tres meses. En colaboración de su compañero Pablo de Santa Fe evangelizó por tierras niponas e hizo traducir la obra Declaración de los artículos de la Fe, que se aprendió de memoria y solía recitar en las esquinas. Para responder a las preguntas que los transeúntes realizaban se valía de un intérprete. Ante el fracaso de la misión, pensó en citarse con el rey de la zona con la esperanza de que si este se convertía al catolicismo, el pueblo también lo haría. En 1550 se dirige al norte con esta intención. Funda una pequeña colectividad cristiana en Hirado. Llega a Yamaguchi, luego a Sakai y, finalmente a Meaco, donde intenta, sin conseguirlo, ser recibido por el emperador.
Se traslada a Yamaguchi de nuevo y obtiene del príncipe la garantía de respeto a los conversos al cristianismo. Ante esa perspectiva realiza, junto con sus dos compañeros, una intensa labor de predicación que da su fruto en la creación de una pequeña comunidad católica. Muchos de los convertidos son samuráis. La oposición del clero local, los bonzos, fue siempre fuerte.
Francisco Javier, por Bartolomé Esteban Murillo. Óleo sobre tela, ca. 1670.
En septiembre de 1551 le llama el príncipe de Bungo, que le permite predicar en esas islas. Un mes después y dejando algunos conversos, Francisco Javier se vuelve a la India alertado por las noticias que le llegan. El viaje de vuelta se realiza en la nao Santa Cruz que capitaneaba Diego de Pereira, quien le da la idea de organizar una embajada a China en nombre del rey de Portugal para entablar negociaciones de paz. Cuando llega a Malaca se entera de que la India ha sido nombrada provincia jesuítica independiente de Portugal y que él es su provincial.
El 24 de enero de 1552 llega a Cochín y el 18 de febrero a Goa. Después de solucionar algunos problemas de las misiones y preparar el viaje a China, parte rumbo a ese país el 14 de abril. Le acompañan en la aventura el sacerdote Gago, el hermano Álvaro de Ferreira, Antonio de Santa Fe (que era de origen chino) y un criado indio llamado Cristóbal, y se embarcaron en la Santa Cruz capitaneada por Pereida.
Cuando llegan a Malaca tienen problemas con el Capitán de Mares, Álvaro de Ataide, que retrasa el viaje por dos meses e impide que Pereida siga al mando de la nao. Llegaron a la isla Shangchuan a finales de agosto de 1552, movido al parecer por las afirmaciones de los japoneses, que no valoraban nada que no hubiese arraigado antes en China, y con la idea de evangelizar en China para que esto influyese luego en Japón. Esta isla era el lugar de encuentro entre los mercaderes chinos y portugueses.
Permanecen a la espera de la llegada de un barco chino que debe introducirles, clandestinamente, en el continente. El 3 de diciembre de ese año muere Francisco Javier cuando contaba 46 años de edad.
Su cuerpo es conducido a Goa, donde llega en la primavera de 1554, siendo enterrado en esa ciudad.

Canonización, patronazgo y festividades[editar]

Fue canonizado por el papa Gregorio XV en 1622 junto a san Ignacio de Loyola, santa Teresa de Jesús, san Isidro Labrador y san Felipe Neri.
Ha sido nombrado patrono de varios sitios y obras:
Es copatrón de Navarra junto con san Fermín de Amiens y Santa María la Real. Su festividad se celebra el 3 de diciembre, en coincidencia con el día de su muerte. En 1949, la Sociedad de Estudios Vascos eligió también el 3 de diciembre para celebrar el día internacional del euskera. Anualmente, en los primeros días de marzo, se celebra una masiva peregrinación en su recuerdo hasta el Castillo de Javier, las conocidas como javieradas.

Iconografía y obra[editar]

Son muchas las obras que han reflejado al Apóstol de las Indias en pintura y escultura. Célebres artistas, como MurilloRubensVan DyckLuca GiordanoAndré Reinoso y Goya, han inmortalizado con sus pinceles al Santo de Javier.
Francisco Javier se convirtió a partir del siglo XVI en un ideal a seguir como misionero en tierra pagana. Esto ha dado lugar a una muy abundante obra que trata de su figura. Obra de todo tipo, especialmente epistolar, al considerarlo como ejemplo a seguir por los miembros de la Compañía de Jesús. Fue Javier quien creó el primer seminario de Goa y quien impulsó las vocaciones al sacerdocio de los indígenas, a la vez que proponía la catequización directa y la traducción de los textos litúrgicos a las lenguas locales.
La obra escrita de Francisco Javier se centra en la correspondencia que mantuvo con sus compañeros y responsables de evangelización. También hay pequeños escritos catequísticos conocidos, como el pequeño catecismo (1542), el gran catecismo (1546) y las Instrucciones para los catequistas de la Compañía de Jesús(1545).
Pinturas de la iglesia de San Sulpicio de París, Francia.

Instituciones epónimas[editar]




San Francisco Javier

(Francisco de Jasso y Azpilicueta; Castillo de Javier, Navarra, 1506 - Isla de Sancián, China, 1552) Misionero español. Mientras estudiaba filosofía y teología en París conoció a Ignacio de Loyola, quien le reclutó para su proyecto de fundar una nueva orden. Francisco hizo sus primeros votos en París (1534), se ordenó sacerdote en Venecia (1537) y participó en la fundación de la Compañía de Jesús en Roma (1539).

San Francisco Javier
Desde entonces se consagró a la actividad misionera: en 1541 fue enviado a la India como legado pontificio, con la misión de evangelizar las tierras situadas al este del cabo de Buena Esperanza, respondiendo a una petición de Juan III de Portugal. Instalado en 1542 en Goa (capital de la India portuguesa), desplegó una intensa actividad cuidando enfermos, visitando presos, predicando el cristianismo, convirtiendo nativos, negociando con las autoridades locales y defendiendo la justicia frente a los abusos de los colonos.
Su apostolado se extendió por el sur de la India, Ceilán, Malaca, las Islas Molucas y Japón. Cuando se disponía a entrar en China para continuar su labor, murió de pulmonía a las puertas de Cantón. Fue canonizado en 1622 y declarado patrono de las misiones de la Iglesia católica.
Biografía
Francisco de Jasso era el hijo menor de Juan de Jasso y Atondo, presidente del Real Consejo de Navarra, y de María de Azpilicueta y Aznárez, titular del señorío de Javier, defensores de la causa de Juan de Albret frente a Fernando II el Católico en la guerra que determinó la anexión de Navarra a la Corona de Castilla (1512-1515). Tras la muerte de su padre (1515) y la demolición de las torres y murallas del castillo de Javier por orden del Cardenal Cisneros (1516) como consecuencia del apoyo prestado por sus hermanos Juan y Miguel a la sublevación en favor del rey navarro destronado, Francisco Javier se orientó hacia la carrera eclesiástica y el cultivo de las humanidades, que estudió en Leyre y Pamplona.
En 1525, probablemente ya adquirida la tonsura, se trasladó a París para completar su formación; ingresó como interno en el Colegio de Santa Bárbara, donde trabó amistad con Pedro Fabro e Ignacio de Loyola. En 1530 se graduó como maestro en artes y pasó a ejercer la enseñanza de la filosofía con el cargo de catedrático regente en el Colegio Dormans-Beauvais, a la vez que cursaba estudios de teología. Con el propósito de adquirir prebendas eclesiásticas, solicitó en 1531 del cabildo de Pamplona la concesión de una canonjía, alegando su condición de clérigo navarro y su titulación en artes.
Sin embargo, su relación con Ignacio de Loyola, quien pretendía atraerle para el proyecto de fundación de una nueva orden religiosa, así como su desagrado por el ambiente universitario y la impresión que le causó la muerte de su madre y de su hermana, acaecida por aquellas fechas, determinaron a Francisco Javier a abandonar sus pretensiones de promoción dentro del estamento eclesiástico. Junto con Ignacio de Loyola y otros cinco compañeros, reunidos en la capilla parisina de Montmartre, el 15 de agosto de 1534 hizo votos de castidad y pobreza, de vida consagrada al apostolado y de peregrinar a Tierra Santa, o bien, en el caso de que esto último no fuese posible, de ponerse a disposición del papa.
En 1537 se trasladó a Venecia, donde se reunió con sus compañeros con el objeto de viajar a Roma para obtener la bendición papal antes de iniciar su peregrinación; durante su estancia en Venecia recibió noticia de la concesión de la canonjía solicitada, a la que renunció, y del inicio de la guerra entre Constantinopla y Venecia, lo que significaba el retraso indefinido del viaje a Tierra Santa. Ordenado sacerdote el 24 de junio de ese año, se dedicó a la predicación en Bolonia hasta su marcha a Roma (1538), donde Francisco Javier y sus compañeros se entrevistaron con Paulo III y abandonaron definitivamente sus propósitos de peregrinación.
Durante su estancia en la Santa Sede gestionaron la fundación de una nueva orden religiosa, la Compañía de Jesús, a la que el Papa concedió su aprobación verbal en septiembre de 1539. Ese año Ignacio de Loyola tuvo noticia de que Juan III de Portugal solicitaba misioneros que marchasen a predicar el cristianismo en sus posesiones en las Indias Orientales y encomendó la tarea a Francisco Javier, quien en marzo de 1540 partió a la corte portuguesa para organizar la expedición, con el título de legado pontificio para todas las tierras situadas al este del Cabo de Buena Esperanza.
Iniciado el viaje en abril de 1541, arribó a Goa, capital de las posesiones portuguesas en la India, trece meses después. Ejerció en esta ciudad una activa labor evangelizadora, especialmente a partir de la fundación del colegio-seminario de Santa Fe para sacerdotes nativos, y de dedicación a los enfermos y presos. En septiembre de 1542 organizó una expedición misionera a la costa de Pesquería, en el sureste de la India, para predicar la doctrina cristiana entre los poblados parabas; estableció una comunidad cristiana y la dotó de un catecismo en lengua indígena. Tras ello inició la evangelización de Travancor y Ceilán (1544), Madras y Malaca (1545) y las Islas Molucas (1546-1547). Francisco Javier administró el bautismo a miles de nativos, superó la oposición de los brahmanes y estableció una asidua correspondencia con los miembros de la Compañía de Jesús en Roma, cuyas noticias, a las que se unió su fama de taumaturgo, dieron origen a numerosas vocaciones misioneras entre sus compañeros.
Tras una nueva estancia en la India y en Malaca, dedicada a reorganizar las misiones establecidas y a proveerlas de unas normas de funcionamiento, marchó a evangelizar a Japón, adonde llegó en 1549; predicó durante dos años en Kagoshima, Hirado, Yamaguchi y Bungo, estableciendo favorables contactos para su labor con los daymios o gobernadores feudales japoneses, aunque la oposición de los monjes budistas dificultó enormemente su actividad. Ante las escasas conversiones logradas en Japón, se persuadió de que para obtener éxito en su empresa era necesario evangelizar previamente China, puesto que consideraba que los japoneses habían asimilado la cultura de este imperio y que, por tanto, el ejemplo de la cristianización en China ejercería una influencia decisiva sobre Japón.
Reclamado por las comunidades misioneras de la India, regresó a Goa en 1551, donde inició los trámites necesarios para organizar su pretendido viaje a China, dificultados por la prohibición existente en este imperio sobre la entrada de extranjeros en su territorio. Tras su nombramiento como provincial de la India, que había sido constituida como provincia jesuítica independiente de Portugal, partió rumbo a China con una embajada portuguesa en abril de 1552, pero tuvo que detenerse en Malaca, donde permaneció dos meses intentando vencer la resistencia que el gobernador Álvaro de Ataide opuso al proyecto.
Finalmente reemprendió el viaje hasta llegar a la isla de Sancián, donde le sobrevino la muerte antes de que llegara el junco chino que debía transportarlo a Cantón. Sus restos fueron trasladados a Goa en 1554, donde su culto se extendió rápidamente. A comienzos del siglo XVII se inició el proceso de su beatificación, proclamada por Paulo V el 25 de octubre de 1619; nombrado patrón de Navarra en 1621, el 12 de marzo del año siguiente fue canonizado por Gregorio XV, juntamente con Santa Teresa de Jesús y San Ignacio de Loyola. Pío X lo declaró patrono de la Sagrada Congregación de Propaganda Fide en 1904, y Pío XI patrón de todas las misiones en 1927. Su fiesta se celebra el 3 de diciembre.

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