El Ensanche y la Era industrial
Véase también: Ensanche de Madrid
El levantamiento del pueblo de Madrid en contra de las tropas francesas el 2 de mayo de 1808 marca el principio de la guerra de la Independencia.64 El rey José Bonaparte realizó reformas en la capital, y fueron frecuentes sus órdenes de derribar conventos para hacer plazas, por las que adquiere el mote de Pepe Plazuelas.65 El devenir de la guerra lo forzó en dos ocasiones a huir de Madrid pero la ocupación de la ciudad se saldó con la destrucción de valiosos recintos, como el Palacio del Buen Retiro.
La desamortización supuso un cambio drástico en el sistema de propiedad inmobiliaria, además de concentrar una gran colección de arte, el Museo de la Trinidad, que en 1872 fue disuelto y sus fondos pasaron a engrosar los del Museo del Prado (creado durante el reinado de Fernando VII en el edificio previsto para Gabinete de Ciencias). También supone la creación en Madrid de la Universidad Central, que conservará el nombre de Complutense ya que proviene del traslado físico y jurídico del claustro y alumnos de la renombrada Universidad de Alcalá a la cercana capital.
Durante el siglo xix, la población de la ciudad sigue creciendo.66 La percepción de los cambios que harán que desaparezca la ciudad preindustrial estimula la aparición de una literatura «madrileñista», de carácter costumbrista, como la de Ramón de Mesonero Romanos. La información estadística y de todo tipo recopilada por Pascual Madoz en su Diccionario geográfico-estadístico-histórico para toda España fue especialmente exhaustiva para Madrid, cuyo artículo tiene un encabezamiento muy significativo: «Madrid: audiencia, provincia, intendencia, vicaría, partido y villa».67
En 1868 se derriba por fin la cerca de Felipe IV y la ciudad puede crecer, en principio de una forma ordenada, gracias al plan Castro y la realización de los ensanches.6869 Será la oportunidad de fabulosos negocios, que enriquecieron a José de Salamanca y Mayol, marqués de Salamanca, quien dio nombre al nuevo barrio creado al este de lo que pasará a ser el eje central de la ciudad (el paseo de la Castellana, prolongación del paseo del Prado). Se establece un moderno sistema de abastecimiento de aguas (el Canal de Isabel II) y se establece la comunicación por ferrocarril que convertirá a Madrid en el centro de la red radial de comunicaciones, lo que también deja su huella en la trama urbana (estación de Delicias, estación de Atocha y estación de Príncipe Pío).
Restauración
En los primeros treinta años del siglo xx, la población madrileña llega a más de un millón de habitantes.70 Nuevos arrabales como Las Ventas, Tetuán o El Carmen acogían al recién llegado proletariado, mientras en los ensanches se instalaba la burguesía madrileña. Estas transformaciones fomentaron la idea de la ciudad lineal, de Arturo Soria. Paralelamente se abrió la Gran Vía, con el fin de descongestionar el casco antiguo y se inauguró el metro en 1919.71 Durante el reinado de Alfonso XIII, se cedieron terrenos del real pecunio, al noroeste del Palacio Real, para fundar la Ciudad Universitaria.
Segunda República y Guerra Civil
Las elecciones municipales del 12 de abril de 1931 dieron un gran triunfo a la conjunción republicano-socialista en Madrid, que obtuvo el 69,2 % de los votos72 (90 630 votos para la conjunción y 31 616 para los monárquicos,73 que se tradujeron en 15 concejales socialistas y 15 republicanos frente a 20 concejales monárquicos). Pedro Rico, del Partido Republicano Democrático Federal, fue elegido alcalde por la corporación municipal. El triunfo republicano en Madrid y la mayoría de las capitales de provincia supuso la descomposición de la monarquía y el advenimiento de la Segunda República Española, apenas dos días después. El comité republicano asumió el poder el día 14 por la tarde, y proclamó la República en la Real Casa de Correos de la puerta del Sol, sede del Ministerio de la Gobernación, ante una multitud enfervorizada.74 La Constitución de la República promulgada en 1931 fue la primera que legisló sobre la capitalidad del Estado, estableciéndola explícitamente en Madrid.75 Una de las primeras acciones del nuevo gobierno fue ceder al pueblo de Madrid la Casa de Campo, hasta entonces propiedad real; abriéndose al público por primera vez el 1 de mayo de 1931 en una fiesta campestre multitudinaria.76
El estallido de la Guerra Civil española tuvo lugar en Melilla a media tarde del viernes 17 de julio y fue conocido en Madrid en las horas siguientes. Todavía el sábado 18 y el domingo 19 guardó la ciudad una cierta normalidad. Tras el aplastamiento de la rebelión en Madrid, mal planificada, en el cuartel de la Montaña y los cuarteles de Carabanchel, en los que los elementos leales del Ejército y de las Fuerzas de Seguridad fueron auxiliados por las milicias populares (organizadas desde finales de 1934 por el Partido Comunista de España bajo el nombre de Milicias Armadas Obreras y Campesinas), a las que el Gobierno autorizó la entrega de armas. A partir de ese momento comenzó una represión indiscriminada no sólo hacia los que habían participado en la rebelión, sino contra aquellos que por no compartir las ideas políticas del Frente Popular, estaban considerados como «desafectos al Régimen». Surgieron numerosos centros de interrogación, detención y tortura (las «checas»), de donde muchos detenidos sólo salían para ser «paseados», y aparecían después sus cadáveres en los alrededores de la ciudad. Se produjeron numerosas «sacas de presos» en las que las llamadas Milicias de Vigilancia entraban en las cárceles (San Antón, Ventas, etc.) con sus listas de personas para eliminar, «sacaban» a los presos que figuraban en las listas y los fusilaban en las afueras de la ciudad. Especial magnitud revistieron las matanzas de Paracuellos del Jarama, y Torrejón de Ardoz en noviembre/diciembre de 1936, en las que los cálculos más fundamentados arrojan entre 2000 y 3000 víctimas. También innumerables domicilios particulares fueron incautados, y la misma suerte corrieron las sedes de los partidos políticos de derechas. Se asaltaron e incendiaron iglesias, con irreparables pérdidas artísticas y culturales y por decreto gubernamental oficial de agosto de 1936, fueron definitivamente cerradas todas las iglesias de la España republicana y por tanto también las de Madrid.
La resistencia de las milicias, militarizadas en forma de Ejército Popular de la República en 1937, dirigidas por la Junta de Defensa de Madrid, consigue frenar la ofensiva durante la batalla de Madrid en los barrios del oeste de la ciudad, especialmente en el entorno del barrio de Argüelles y la Ciudad Universitaria, donde se estabilizó el frente, y que resultó arrasada en el conflicto, perdiéndose además de los propios edificios de la Universidad elementos tan valiosos como el Real Sitio de la Moncloa, que incluía el palacio homónimo (el actual es una reconstrucción de la posguerra) y la Casa de Velázquez.77
La ciudad no volvería a sufrir otro asalto por tierra durante la guerra, pero fue castigada por el fuego artillero y los bombardeos aéreos, primeros en la historia sobre una capital, a imagen de los que otras europeas sufrirán durante la Segunda Guerra Mundial. Las operaciones de la aviación del bando sublevado, apoyada por aparatos de la Alemania Nazi y de la Italia fascista78 provocan en cuatro meses, del 7 de noviembre de 1936 al 9 de marzo de 1937, 1.490 muertos, 430 desaparecidos y 3.502 heridos.79 aparte de causar numerosos destrozos en edificios emblemáticos, como los que afectaron, del 14 al 17 de noviembre de 1936, al Museo del Prado, el Museo de Arte Moderno, el Instituto Cajal, el Museo Arqueológico Nacional y el Palacio de Liria.80 La aviación también fue utilizada para atemorizar al enemigo.81
La resistencia de Madrid fue exaltada por la propaganda en favor de la causa republicana con el lema «¡No pasarán!» y mofada al terminar la Guerra, con la canción de Celia Gámez «¡Ya hemos pasao!», pero la situación obliga a las instituciones y el Gobierno, así como a parte de la población civil, a ser evacuados hacia las regiones del interior y del Levante. El final de la guerra fue especialmente caótico en Madrid, con el enfrentamiento violento entre unidades armadas del Partido Comunista y las leales a la Junta de Defensa de Madrid, dirigida por el general Miaja, el coronel Segismundo Casado y el socialista Julián Besteiro. Los choques armados en las calles de la ciudad causaron numerosas víctimas y dieron lugar a sangrientas represalias y fusilamientos por ambos bandos. En los dos últimos días de marzo y primero de abril de 1939 entraron en la ciudad las tropas nacionalistas, acogidas con masivas manifestaciones de júbilo por la población.
Acabada la guerra el 1 de abril de 1939, Madrid comienza a padecer la represión franquista; en julio de ese año, el conde Galeazzo Ciano, ministro de Asuntos Exteriores de la Italia fascista, escribe en su diario que son entre 200 y 250 ejecuciones diarias.82
Dictadura franquista
Terminada la guerra, la ciudad sigue su imparable crecimiento espacial, al tiempo que restaña las heridas que la contienda había dejado en la ciudad, especialmente en su fachada oeste. Cientos de miles de españoles emigran del campo a la ciudad.83 Madrid (junto con Barcelona o Bilbao) es una de las ciudades que más se benefician de estos movimientos de población. A partir del 5 de junio de 1948, comienza el proceso de anexión a Madrid de hasta trece municipios limítrofes, que termina el 31 de julio de 1954 (Aravaca, Barajas, Canillas, Canillejas, Chamartín de la Rosa, Fuencarral, Hortaleza, El Pardo, Vallecas, Vicálvaro, Villaverde, Carabanchel Alto y Carabanchel Bajo, con lo que su extensión pasa de 66 km² a los 607 km² actuales y gana unos 300 000 nuevos habitantes.84 El desorden urbanístico fue la norma: crecieron poblados chabolistas (descritos magistralmente por Luis Martín-Santos en su novela Tiempo de silencio), al tiempo que el centro histórico era sujeto a especulación, permitiéndose el derribo de edificios de valor artístico o tradicionales para ser sustituidos por otros de estética moderna, se construyen edificios de arquitectura innovadora como las suspendidas Torres de Colón. En algunos casos las intervenciones arquitectónicas tienen un carácter de marcar la presencia política, tratando de potenciar el concepto de «Madrid imperial» franquista, como en la zona de Moncloa, donde se levantan el Arco de la Victoria y el Ministerio del Aire, en un estilo neoherreriano, o la Casa Sindical (actualmente Ministerio de Sanidad), edificio de los Sindicatos Verticales.
El Plan de Ordenación del Área Metropolitana, aprobado en 1963, acuciado por la explosión demográfica de la capital, inició la tendencia a desviar la concentración poblacional urbana de Madrid hacia municipios metropolitanos como Alcorcón, Alcobendas, Coslada, Fuenlabrada, Getafe, Leganés, Móstoles, San Sebastián de los Reyes, San Fernando de Henares y Torrejón de Ardoz, que se convierten en ciudades dormitorio. En 1973 se inauguran los primeros tramos de la M-30, el primer cinturón de circunvalación de la ciudad.[cita requerida]
Transición y Democracia
Tras la muerte del dictador Franco, Madrid fue uno de los escenarios principales durante el periodo de la Transición.85 Los primeros meses del año 1977 destacaron por la agitación política y social, con huelgas, manifestaciones y contramanifestaciones violentas con víctimas mortales. Otros graves acontecimientos fueron los dos secuestros por parte del GRAPO y el episodio de la matanza de Atocha de 1977 que resultó en el asesinato por parte de miembros de la ultraderecha de los abogados laboralistas en un despacho situado en esta calle. Su multitudinario entierro, previo a la legalización del PCE fue narrado cinematográficamente en Siete días de enero, de Juan Antonio Bardem. Con la consolidación del régimen democrático, la constitución de 1978 confirma a Madrid como capital de la España democrática en cuyo apoyo tendrían lugar las manifestaciones multitudinarias tras el desbaratado golpe de Estado del 23 de febrero de 1981.
En 1979, tuvieron lugar las primeras elecciones municipales democráticas desde la Segunda República en las que la lista de la UCD con José Luis Álvarez al frente fue la más votada, pero sin mayoría absoluta. Resultó elegido alcalde de la ciudad Enrique Tierno Galván, gracias al pacto del PSOE con el PCE. Durante esta alcaldía el Ayuntamiento regeneró la ciudad desde el punto de vista urbanístico y social. Lo que era la capital agonizante del franquismo llegó a ser el núcleo cultural más importante de Europa. La Movida madrileña fue un ejemplo de esta pujanza. Hubo también importantes mejoras en la calidad de vida de los habitantes de la ciudad. Tras la muerte de Enrique Tierno Galván, fue sustituido por Juan Barranco, del PSOE, con apoyos del PCE. Después la ciudad viró a posiciones más conservadoras con Agustín Rodríguez Sahagún, del CDS, y José María Álvarez del Manzano, del PP. Alberto Ruiz-Gallardón, del PP, fue nombrado alcalde de la ciudad tras su periodo al frente del gobierno de la Comunidad Autónoma de Madrid. Finalmente, el 27 de diciembre de 2011, la popular Ana Botella se convierte en la primera alcaldesa de la historia del municipio, tras el nombramiento de su antecesor como Ministro de Justicia de España.
La elección democrática de alcaldes trae definitivamente grandes beneficios a la ciudad, al verse obligados los alcaldes a mejorar la calidad de vida de los ciudadanos, ante los que responden (los alcaldes franquistas eran elegidos directamente por Franco): construcción de bibliotecas, instalaciones deportivas, centros de salud; eliminación de los núcleos chabolistas; limpieza del río Manzanares; mejora del viario; cierre de la M-30 por el norte, enterramiento de la M-30 en la zona del Manzanares; construcción de nuevas vías de circunvalación (M-40, M-45, M-50), a la vez que se aumenta la capacidad de las carreteras de acceso (convertidas en autovías o duplicadas con autopista de peaje); regulación de aparcamiento (ORA) en el interior de la ciudad, que llega al límite de la M-30, con reiteradas protestas vecinales, todo ello con el objeto de absorber y regular el tráfico creciente. El papel de las grandes empresas inmobiliarias ha sido decisivo al marcar el nuevo estilo urbanístico en la ciudad de Madrid. Los nuevos barrios se articulan en torno a la manzana cerrada al exterior, con un núcleo formado por zonas verdes, piscinas, áreas de juegos infantiles, pistas deportivas, etc. Este nuevo estilo urbanístico ha ido modelando un nuevo concepto social en el que la calle ya no se entiende como un lugar de convivencia sino como un mero elemento de tránsito. Las personas en Madrid ahora tienden a reunirse más en bares, domicilios particulares, parques o incluso aparcamientos, apareciendo fenómenos antes desconocidos como el botellón.
En la mañana del 11 de marzo de 2004, la red de transporte de cercanías de la ciudad fue el escenario de los atentados del 11 de marzo de 2004 reivindicados por Al-Qaeda, el ataque terrorista más grave sufrido en España y en la Unión Europea por el que resultaron asesinadas 192 personas y se causaron heridas a más de 1900.86 El 11 de marzo de 2007, justo tres años después, los reyes de España inauguran en la plaza de Carlos V un monumento conmemorativo a las víctimas del atentado.87 El 30 de diciembre de 2006, ETA voló el aparcamiento de la terminal T4 del entonces conocido como Aeropuerto de Madrid-Barajas, causando la muerte a dos personas. Desde los atentados contra Luis Carrero Blanco (1973) y el bar de la calle del Correo (1974, frente a la Dirección General de Seguridad), Madrid ha sufrido buena parte de la actividad de esta banda terrorista, así como la de otros grupos de todo signo, como los de ultraderecha, el GRAPO o el terrorismo islámico.
En el siglo xxi, la ciudad sigue abordando nuevos retos: mantenimiento de la población dentro del núcleo urbano (Madrid es el municipio de España en el que el aumento del precio de la vivienda ha sido mayor); expansión de la ciudad (con la creación de nuevos barrios con Plan de Actuación Urbanística: Ensanche de Vallecas, Pau de Carabanchel, Montecarmelo, Arroyo del Fresno, Las Tablas, Sanchinarro, Valdebebas...); remodelación del centro histórico; absorción e integración de la inmigración que acude a la ciudad.
Demografía
El municipio, que tiene una superficie de 605,77 km²,88 cuenta según el padrón municipal para 2017 del INE con 3 182 981 habitantes y una densidad de 5254,44 hab./km².
Gráfica de evolución demográfica de Madrid entre 1842 y 2017 |
Población de derecho según los censos de población del INE.89 Población según el padrón municipal de 2017.90
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Entre 1877 y 1887 crece el término del municipio porque incorpora a La Alameda. Asimismo, crece entre 1940 y 1950 porque incorpora a Aravaca, Barajas de Madrid, Canillas, Canillejas, Carabanchel Alto, Carabanchel Bajo, Chamartín de la Rosa, Fuencarral, Hortaleza, El Pardo, Vallecas y Vicálvaro, y entre 1950 y 1960 incorpora a Villaverde.
Población
La población de Madrid ha ido experimentando un importante aumento desde que se transformó en capital. Este aumento es especialmente significativo durante el periodo de 1940 a 1970, en que casi triplicó su número de habitantes debido a la gran cantidad de inmigración interior.91 Este acelerado crecimiento y la falta de planificación urbana produjo que se organizaran núcleos de infraviviendas y zonas residenciales, principalmente en los distritos del sur, en las que los servicios públicos no llegarían hasta muchos años después.92
A partir de los años setenta, este aumento se desacelera en favor de los municipios de zona metropolitana y Madrid incluso comienza a perder población. Desde 1995 el crecimiento poblacional es de nuevo positivo, debido principalmente a la inmigración exterior.93 Según los datos disponibles, a 1 de enero de 2011 la población de Madrid ascendía a 3 265 038 habitantes, frente a los 2 938 723 del censo de 2001.70
Movimientos de población
Natalidad
En 2004 se registraron 32 851 nacimientos en la ciudad de Madrid, lo que supuso un incremento respecto al año anterior. En los últimos cuatro años el número de nacimientos en la región se ha incrementado de forma continua. La tasa de natalidad se sitúa en 10,38 puntos, sufriendo también un incremento constante desde 2000.
Mortalidad
En 2004 se registraron 26 527 defunciones en la ciudad de Madrid, lo que supuso un incremento con respecto al año anterior, pero manteniéndose cifras más bajas que en los años 2000, 2001 y 2002. La tasa de mortalidad fue de 8,38 puntos, bastante inferior que en los cuatro años anteriores.
Inmigración
Según el censo de 200895 la población extranjera de Madrid es de 547 282 habitantes sobre un total de 3 238 191, lo que supone el 16,9 %. Los distritos con más población inmigrante son Usera con un 28,37 %, Centro con un 26,87 %, Carabanchel con el 22,72 % y Tetuán con el 21,54 %. Por el contrario, los distritos con menor población inmigrante son Fuencarral-El Pardo con el 9,27 %, Retiro con el 9,64 %, Chamartín con el 11,74 % y San Blas-Canillejas con el 13,43 %.
Área metropolitana
Junto a la ciudad de Madrid, se conforman una serie de núcleos urbanos que establecen una relación de interdependencia entre sí. En el caso de Madrid, la interdependencia se decanta claramente a una dependencia hacia el centro del área, Madrid, lo que se conoce como un área metropolitana dependiente de su núcleo, en oposición a conurbación, en el que la dirección de la dependencia es menos clara, con una mayor interdependencia en ambos sentidos. Según el concepto moderno de área metropolitana,96se clasifican regiones de distinta intensidad en sus relaciones urbanas: área urbana metropolitana, área suburbana metropolitana, área de expansión periurbana y área de difusión periurbana. Existiría otro nivel de relación, el de área de influencia de Madrid, que llegaría a zonas interiores de las comunidades autónomas vecinas de Castilla-La Mancha y Castilla y León. Cada nivel de interdependencia es más estricto que el siguiente, pudiéndose asimilar la idea de área suburbana metropolitana con la idea de área metropolitana definida por la Universidad Complutense.96La población de esta área en 2004 sería de 5 045 947.9798
Gentilicio
El gentilicio de los habitantes de Madrid es «madrileño» o «matritense».99100 No obstante, históricamente, los habitantes de Madrid han sido apodados también como «gatos» debido a que, según la leyenda, la conquista de la ciudad por las tropas de Alfonso VI, a finales del siglo xi, se realizó mediante el asalto de la muralla por la que treparon las tropas castellanas.101 Otras leyendas señalan, en cambio, que este apelativo de «gatos» les fue otorgado a los ciudadanos de Madrid en la Edad Media por su gran habilidad a la hora de trepar por murallas y acantilados con las manos desnudas.
Morfología urbana
Evolución histórica del plano de Madrid
El casco antiguo, con origen en la medina musulmana, surge de un emplazamiento estratégico (el control de un vado del Manzanares) que determinará una serie de limitaciones topográficas: la disposición del caserío original en las zonas elevadas sobre el río y el barranco de la calle de Segovia, donde se establecerán, al lado norte la alcazaba y al sur los barrios mozárabe y judío (transmutados en morería y judería con la ocupación cristiana del siglo xi).
Cuando Felipe II hizo de Madrid la capital de España, acordó con las autoridades de la Villa establecer una llamada Carga de Aposento, que no era exactamente lo mismo que la anterior regalía de aposento, puesto que fue una carga permanente, no transitoria, que las autoridades madrileñas pactaron con el rey, a cambio de que éste estableciese la capitalidad en Madrid, Según esta carga, aquellos que tuvieran una casa de más de una planta, cederían una de ellas para aposentar la gran cantidad de funcionarios y cortesanos de segundo rango que habrían de llegar a la flamante capital de un importante imperio. Las autoridades de la ciudad pensaron en las ventajas económicas que la capitalidad traería, pero los madrileños, no especialmente contentos, empezaron a construir las que fueron llamadas casas a la malicia, de una sola planta, para no sufrir las incomodidades de la Carga. Como resultado de esto el casco urbano se extendió rápidamente y en unos cuarenta años (a principios del siglo xvii) llegó hasta la cerca que más tarde se construiría (por el norte hasta los llamados bulevares y por el este hasta el arroyo de la fuente Castellana, es decir, el paseo de Recoletos y El Prado) y que perduraría prácticamente hasta el siglo xix, mientras la ciudad volvía a crecer en altura.
Las ampliaciones urbanas necesariamente hubieron de hacerse hacia el este, por el obstáculo de las pendientes sobre el río. Las calles más amplias que desembocan en el Prado servían como espacio de prestigio, como escenario de procesiones y paradas cortesanas. El planteamiento del paseo del Prado en tiempo de Carlos IIIrespondía a los mismos criterios, determinó el futuro eje viario y de expansión urbana del paseo de la Castellana.
La rápida expansión del siglo xvi se hizo tan deprisa que no dejó espacio para la creación de plazas. Fue a principios del siglo xix, con el rey José I, que tenía como pretensión equiparar Madrid a otras capitales europeas que ya contaban con museos reales abiertos al público. Con dicha institución pretendía retener las obras de arte que su hermano Napoleón y ciertos militares franceses estaban llevándose a Francia. El museo como tal no llegó a fundarse; fue su sucesor en el trono español, Fernando VII de España, quien abordó su creación y lo inauguró en 1819, como Museo del Prado. El pueblo de Madrid le apodó El «rey plazuelas», puesto que abrió muchas plazas en la capital en perjuicio de iglesias y conventos, que fueron derribados. La más importante fue la plaza de Oriente, delante del Palacio Real.
Tras unos siglos en que el crecimiento quedó contenido en el casco antiguo, aumentando la densidad de ocupación originando, entre otras cosas, el modelo de las corralas, bien descrito por el costumbrismo madrileño), el ayuntamiento, impulsado por promotores privados (marqués de Salamanca), planteó una ambiciosa ampliación urbana.
Más allá de los bulevares que se abrieron cuando se derribó de la cerca del siglo xvii, se construyó el ensanche de la segunda mitad del siglo xix proyectado por Carlos María de Castrollegando la zona urbana hasta el entonces denominado paseo de Ronda, que discurría por las actuales Reina Victoria, Raimundo Fernández Villaverde, Joaquín Costa, Francisco Silvela, Doctor Esquerdo, Reina Cristina, Infanta Isabel, Ronda de Atocha, Ronda de Valencia y Ronda de Toledo. De 1878 a 1910 duran los trámites de expropiación para la construcción del cementerio de la Almudena en tierras del entonces pueblo de Vicálvaro, motivo por el este pierde parte de su territorio en favor de la capital, al desgajarse de él las conocidas como «las Huertas de Vicalvaro» (los barrios de La Elipa y Las Ventas del Espíritu Santo). En las zonas que quedan en el extrarradio del ensanche van apareciendo núcleos espontáneos de viviendas de autoconstrucción más o menos precarias en las vías de acceso a la ciudad.
A comienzos del siglo xx se planifica en su zona noreste la Ciudad Linealde Arturo Soria. Su ambicioso plan no llegó a completarse en todos sus extremos, y su integración con la naturaleza quedó definitivamente desvirtuada con la urbanización de todos los espacios intermedios, tanto hacia el centro urbano como hacia el exterior. También se amplió la edificabilidad en la mayor parte de las parcelas, aunque todavía hay algunas siguen teniendo el mismo aspecto que a principios de siglo. También es uno de los pocos bulevares que se han conservado.102
Desde finales del siglo xix el centro histórico sufrió alteraciones puntuales de alguna importancia, siendo la intervención más significativa la apertura de la Gran Vía, que junto con zonas de la Castellana (Nuevos Ministerios, AZCA) forman unos ejes «pantalla» que aíslan a ambos de sus lados zonas de menor altura de edificación y menor anchura del viario.
La periferia urbana actual corresponde con el espacio exterior a la llamada «almendra central» definida por la M-30, y que corresponde en su mayor parte a los antiguos municipios absorbidos tras la Guerra Civil. Además de los cascos históricos de esas poblaciones, las nuevas áreas residenciales creadas en el antiguo suelo agrícola son: o bien barrios de chabolas posteriormente reedificados (Orcasitas, El Pozo del Tío Raimundo); o zonas de planificación de los años 1950 (San Blas); o promociones privadas de especulación urbanística de los años 1970 (barrio del Pilar), que a veces se han calificado de «chabolismo vertical». Los espacios intersticiales son ocupados por zonas de utilización productiva o los equipamientos públicos, que en la mayor parte de los casos tuvieron que conformarse con el escaso suelo que quedó libre de la especulación, en ausencia de una planificación con mayor perspectiva.103
Arquitectura
Véase también: Arquitectura de Madrid
La mayor parte de los lugares turísticos de Madrid se encuentran en el interior de la llamada almendra central (la zona circundada por la M-30), principalmente en los distritos Centro, Salamanca, Chamberí, Retiro y Arganzuela. El centro neurálgico de Madrid es la Puerta del Sol. En ella, frente a la Real Casa de Correos, está el kilómetro 0, punto de partida de la numeración de todas las carreteras radiales del país. La razón es que cuando se hizo dicha numeración, en el siglo xix, la Real Casa de Correos era la sede del Ministerio de la Gobernación, equivalente al actual Ministerio del Interior, que era el que tenía las competencias en la materia.104 De esta plaza nacen diez calles.
La calle de Alcalá conduce desde la Puerta del Sol hacia el noreste de la ciudad. Desde ella se llega a la plaza de Cibeles, en la que se encuentran lugares emblemáticos como la fuente de Cibeles, el Banco de España o el Palacio de Comunicaciones (Antonio Palacios, 1918), actual sede del Ayuntamiento de Madrid. Posteriormente la calle alcanza la plaza de la Independencia, en la que se encuentran la puerta de Alcaláy una entrada al parque del Retiro, en el que se encuentran lugares emblemáticos como el palacio de Cristal, junto al estanque (1887, Ricardo Velázquez Bosco). En las inmediaciones con la M-30 se cruzará con la plaza de Toros de Las Ventas, de José Espeliús, ejemplo muy tardío del estilo neomudéjar (1929). Desde principios de 2011, se traslada por parte de la Comunidad y del Ayuntamiento de Madrid el kilómetro 0, punto de partida de la numeración de todas las carreteras del país.
La calle Mayor conduce hasta la plaza Mayor, construida y reconstruida en sucesivas intervenciones de los Maestros Mayores de Obras de Madrid, los arquitectos más presentes en el plano madrileño, como Juan Gómez de Mora (1619) o Juan de Villanueva (1790); continuando por el llamado Madrid de los Austrias —en referencia a la dinastía de los Austrias— se llega finalmente a la Calle Bailén, cerca de la catedral de la Almudena, para la que se realizaron diversos proyectos desde el siglo xviii (Ventura Rodríguez) hasta llegar al que finalmente se ejecutó, el de Fernando Chueca Goitia y Carlos Sidro, ganadores del concurso convocado en 1950 (la cripta neorrománica, la parte más antigua y valiosa del conjunto, es de finales del siglo xix, tiene como autor a Francisco de Cubas); y de la Real Basílica de San Francisco el Grande(Francisco Cabezas y Francesco Sabatini, 1784).
Cerca de este punto se encuentran las ruinas de la muralla musulmana y Torre de los Huesos de la antigua fortaleza de Mayrīt, así como de la posterior muralla cristiana. En este entorno se encuentran algunas de las zonas ajardinadas más bellas de la ciudad, como el Campo del Moro y los Jardines de Sabatini. Algo más al Oeste están la Casa de Campo y el Parque Madrid Río, cruzado por los puentes de Segovia (Juan de Herrera) y de Toledo (Pedro de Ribera) de las calles del mismo nombre. En la segunda, más adelante, se encuentra la puerta de Toledo, de Antonio López Aguado.
Desde allí la calle de Bailén conduce hasta la plaza de España, que con 36 900 m² es la plaza más grande de España, en la que se encuentran el monumento a Miguel de Cervantes, los edificios España y Torre de Madrid y el Templo de Debod, un templo egipcio trasladado piedra a piedra a España como agradecimiento por la ayuda ofrecida en la construcción de la Presa de Asuán. También en esta plaza nace la Gran Vía de Madrid, que avanzará dejando al norte el barrio de Malasaña, de una importante actividad nocturna y cultural, cruzándose con las calles del Carmen y Preciados en la Plaza de Callao y más adelante con la Calle Montera —las tres provenientes de la puerta del Sol—. En este punto Malasaña deja paso al barrio de Chueca, de ambiente alternativo. La Gran Vía finalmente terminará al cruzarse con la calle Alcalá.
La calle de Arenal llega al Teatro Real (Antonio López Aguado y Custodio Moreno, 1850), en la Plaza de Ópera, continuando hasta la plaza de Oriente, donde se encuentra el Palacio Real (Filippo Juvara y Juan Bautista Sachetti, 1738-1764).
Las calles del Correo, Carretas y de Espoz y Mina, parten hacia el sur hacia el Barrio de las Letras. En esta zona se encuentran multitud de bares de copas y pubs, especialmente en el entorno de las calles Huertas, Atocha y de la plaza de Santa Ana. Esta área termina en el entorno de la glorieta del Emperador Carlos V, junto al Ministerio de Agricultura (Ricardo Velázquez Bosco) y a la emblemática Estación de Atocha, del ingeniero y arquitecto Alberto de Palacio (autor también del puente de Vizcaya), ampliada en la década de 1990 por Rafael Moneo.
La Carrera de San Jerónimo sale hacia el sureste, cruzando las plazas de Canalejas y de las Cortes —junto al Palacio de las Cortes— y llegando hasta el llamado Triángulo del Arte de los museos del Prado, Reina Sofía y Thyssen-Bornemisza en el ajardinado Paseo del Prado. No muy lejos se encuentra el Observatorio Astronómico de El Retiro (Juan de Villanueva), la Basílica de Nuestra Señora de Atocha y el Panteón de Hombres Ilustres (Fernando Arbós y Tremanti). También en este entorno se encuentra la iglesia de San Jerónimo el Real que da nombre a la calle, el Hotel Ritz, el Palacio de la Bolsa, de Enrique María Repullés, y la Real Academia de la Lengua Española.
En el mismo Paseo del Prado se encuentra la fuente de Neptuno, lugar de celebración de victorias del club de fútbol Atlético de Madrid (en rivalidad con las del Real Madrid, que se celebran en la de Cibeles). Esta calle continúa hacia el norte con el nombre de Paseo de Recoletos hasta la plaza de Colón, en la que se encuentra la Biblioteca Nacional(Francisco Jareño), las Torres de Colón (Antonio Lamela) y un centro cultural subterráneo bajo los Jardines del Descubrimiento, en el espacio ocupado por la antigua antigua Casa de la Moneda (que era también obra de Jareño), en cuyo exterior se levantan el Monumento al Descubrimiento de América, de Joaquín Vaquero Turcios, el Monumento a Colón, de Arturo Mélida y Jerónimo Suñol, y la bandera de España más grande del país, con una superficie cercana a los 300 metros cuadrados y un mástil de 50 metros de altura. En este punto cambia de nuevo su nombre a paseo de la Castellana, se convierte en una de las vías más importantes de la capital y alcanza su extremo norte. El paso subterráneo que hay en su inicio, junto la Plaza de Colón, ha sido recientemente[¿cuándo?] sometido a una primorosa remodelación por parte del arquitecto portugués Álvaro Siza(ganador del Premio Pritzker en 1992) para convertirlo en Centro de Información Turística y Cultural del Ayuntamiento. En su tramo final se hallan las áreas empresariales de AZCA y Cuatro Torres Business Area, que contienen algunos de los edificios más altos del país, entre ellos los cuatro primeros (las Cuatro Torres). En la primera se levanta una de las obras más destacadas de la arquitectura contemporánea en Madrid, la Torre del Banco de Bilbao (hoy BBVA), del arquitecto Francisco Javier Sáenz de Oiza, autor asimismo de otro de los hitos de este periodo: el edificio Torres Blancas.
Rascacielos
Si bien Madrid nunca ha sido una ciudad que destaque por sus rascacielos, durante el siglo xx, especialmente con la construcción de la Gran Vía, se levantaron los primeros que, aunque no podían considerarse rascacielos, sí eran edificios destacados. No es hasta 1953 cuando se levanta el primer rascacielos en Madrid, el Edificio España y en 1957 le supera la Torre de Madrid. En la década de 1980 se levantan los rascacielos de AZCA, como la Torre Picasso y la torre de telecomunicaciones Torrespaña, si bien ésta no se suele considerar como un rascacielos. Durante el siglo xxi fue construida en AZCA la Torre Titania (de 104 metros, erigida en el solar de la destruida Torre Windsor); y en el paseo de la Castellana se edificó el parque empresarial Cuatro Torres Business Area, complejo de cuatro rascacielos de más de 200 metros de altura, los cuatro más altos de España.
Actualmente la lista de algunos edificios por altura es la siguiente:
Puesto | Edificio | Altura | Plantas | Año |
---|---|---|---|---|
1 | Torre de Cristal | 249 m | 50 | 2008 |
2 | Torre Bankia | 248 m | 49 | 2009 |
3 | Torre PwC | 236 m | 52 | 2008 |
4 | Torre Espacio | 224 m | 56 | 2007 |
5 | Torre Picasso | 156 m | 43 | 1988 |
6 | Torre de Madrid | 142 m | 34 | 1957 |
7 | Torre Europa | 120 m | 35 | 1985 |
8 | Edificio España | 117 m | 25 | 1953 |
9 | Puerta de Europa I | 114 m | 26 | 1996 |
10 | Puerta de Europa II | 114 m | 26 | 1996 |
Iglesias
Madrid cuenta con un considerable número de iglesias católicas, algunas de ellas se encuentran entre las obras de arte religiosas más importantes de España. Estos edificios albergan no sólo imágenes religiosas, sino también una gran historia, detalles arquitectónicos e importantes obras de arte en su interior.
- La iglesia San Nicolás de los Servitas es la más antigua que hoy en día sobrevive. Su elemento más antiguo es el campanario (siglo xii), de estilo mudéjar.
- La iglesia de San Pedro el Viejo es el siguiente templo más antiguo. Destaca su alta torre de ladrillo.
- La iglesia de San Andrés es una de las más antiguas iglesias en Madrid. Se dice que se encuentra emplazada en el solar ocupado anteriormente por la primitiva iglesia cristiana del Madrid islámico.
- La iglesia de san Jerónimo el Real es una iglesia gótica que se sitúa junto al Museo del Prado. Los Reyes Católicos ordenaron su construcción en el siglo xv. Formaba parte de un monasterio actualmente desaparecido. El claustro del monasterio todavía se conserva. Recientemente[¿cuándo?], ha sido reformado por Rafael Moneo, con objeto de aguardar la colección neoclásica del Museo del Prado, y también esculturas de Leone Leoni y Pompeo Leoni.
- La capilla del Obispo, de estilo gótico, fue construida en el siglo xvipor orden del obispo de Plasencia, Gutierre de Vargas. Fue construida originalmente para albergar los restos de san Isidro Labrador (santo patrón de Madrid), pero fue utilizada como el mausoleo de la familia Vargas. En el interior están los retablos y las tumbas de la familia Vargas, que eran la obra de Francisco Giralte, discípulo de Alonso Berruguete. Son consideradas obras maestras de la escultura renacentista española. Forma parte del complejo parroquial de san Andrés, integrado, además de por la capilla del Obispo, por la iglesia de San Andrés, de planta gótica, y la capilla de san Isidro. Se trata de tres edificios independientes que en el pasado estuvieron comunicados entre sí. Tras unas obras que se han prolongado durante un periodo de 40 años, y que finalizaron en junio de 2010, se han vuelto a conectar nuevamente las tres estructuras.105
- La colegiata de San Isidro fue construida entre 1620 y 1664 por orden de la emperatriz María de Austria, hija de Carlos V de Alemania y I de España, para convertirse en parte de un colegio de los jesuitas que hoy todavía existe. Su cúpula es el primer ejemplo de cúpula encamonada trazada armazón de madera recubierto de yeso, que, dada su ligereza, facilita su apoyo sobre muros de escaso grosor. Cumplió la función de ser la catedral provisional de Madrid entre 1885 y 1993, tiempo que se tardó en construir la Catedral de la Almudena. El interior del templo, rico en obras de arte, perdió gran parte de las mismas en el incendio de principios del siglo xx, durante la Guerra Civil Española. Se salvaron, no obstante, el sarcófago con las reliquias de san Isidro, que se custodia hoy día en el retablo mayor, y la urna con las cenizas de su esposa Santa María de la Cabeza. También, se conservan algunas pinturas y esculturas; como el excelente cuadro representando a la Sagrada Familia, de Sebastián Herrera Barnuevo
- El Real Monasterio de la Encarnación es un convento agustino-recoleto. La institución, que pertenecía damas de la nobleza. Fue fundado por la reina Margarita de Austria, esposa de Felipe III de España, a principios del siglo xvii. Los frescos y esculturas que alberga lo hacen brillar como uno de los templos más prominentes de la ciudad. El arquitecto del edificio fue Fray Alberto de la Madre de Dios, que lo construyó entre 1611 y 1616. La fachada responde a un estilo herreriano inspirador, con gran austeridad, y fue imitado por otras iglesias españolas. El interior de la iglesia es una suntuosa obra del gran arquitecto barroco Ventura Rodríguez. En la iglesia se conservan varios relicarios que se dice que contienen la sangre de San Genaro y San Pantaleón, el segundo (según la tradición) licúa todos los años el día del santo el 27 de julio.
- La iglesia de las Calatravas es una iglesia que debe su nombre a la Orden de las Calatravas (Orden religiosa fundada en Castilla). Formaba parte del antiguo Convento de la Concepción Real, de las monjas comendadoras de la Orden de Calatrava. Se encuentra en la calle de Alcalá, cerca de la Puerta del Sol.
- La iglesia de San Antonio de los Alemanes es una iglesia del siglo xvii. Originalmente, formaba parte de un hospital portugués, que posteriormente fue donado a la comunidad católica alemana residente en la ciudad de Madrid, cambiando el nombre del hospital y de la iglesia. Aun así conservó la advocación de San Antonio de Padua, santo portugués. El interior de la iglesia ha sido restaurado recientemente[¿cuándo?]. Atesora hermosos frescos pintados por Luca Giordano, Francisco Carreño y Francisco Rizi. Los frescos representan reyes de España, Hungría, Francia, Alemania y Bohemia. Todos ellos se sientan mirando las pinturas de la bóveda, que representan la vida de San Antonio de Padua.
- La Basílica Pontificia de San Miguel, perteneciente al grupo de seis basílicas de Madrid se encuentra en la calle de San Justo, en el corazón del Madrid de los Austrias. A pesar de sus pequeñas dimensiones, se trata de una de las construcciones arquitectónicas más relevantes del Barroco español, por la singular forma convexa de su fachada y su original planta, poco habitual en el país y única en el Barroco madrileño. Empezó a construirse en 1793.
- La iglesia de San Fermín de los Navarros se sitúa en el céntrico barrio madrileño de Chamberí se encuentra esta iglesia, que fue declarada en 1995 Monumento de Bien de Interés Cultural. Sigue un estilo neo-mudéjar en su exterior y se construyó en 1746. En cambio en la parte interior se optó por el estilo gótico, con planta de cruz latina y tres naves. Las vidrieras de las ventanas, en arco de herradura, ostentan el escudo de Navarra.
- La iglesia de Santa Bárbara fue fundada como un monasterio en honor a San Francisco de Sales en 1748 por la reina Bárbara de Braganza, mujer de Fernando VI, de ahí su nombre. Por ella ha pasado la historia desde su época del Sexenio Revolucionario como Palacio de Justicia hasta la función religiosa actual. Destaca la decoración de la fachada con pilastras y las estatuas de San Francisco de Sales y Santa Juana Francisca Fremiot. En el interior, se encuentran los sepulcros de los reyes de la época.
- La ermita de San Antonio de la Florida a veces se la denomina la "Capilla Sixtina de Goya". La capilla fue construida por orden del rey Carlos IV de España, que también encargó los frescos de Goya. Estos se completaron durante un período de seis meses en 1798. Los frescos representan los milagros de San Antonio de Padua. Cada 13 de junio se celebra anualmente la tradicional verbena de San Antonio en sus inmediaciones, y la capilla se convierte en el sitio de una animada romería.
- La Real basílica de San Francisco el Grande fue construida en estilo neoclásico en la segunda mitad del siglo xviii por Francesco Sabatini. Cuenta con una cúpula con el quinto mayor diámetro del cristianismo. Con una medida de 33 metros de diámetro, es más pequeña que la cúpula del Panteón de Roma con (43,4 metros), la de la Basílica de San Pedro (42.4 metros), la de la catedral de Florencia (42 metros), y la de la Rotonda de Mosta (37,2 metros), en Malta. No obstante, es más grande que la catedral de San Pablo de Londres (30,8 metros) y la Santa Sofía (31,8 metros) de Estambul). La iglesia está dedicada a san Francisco de Asís, que según la leyenda fue fundada en Madrid durante su peregrinación a Santiago de Compostela. Su suntuoso interior cuenta con muchas obras de arte, incluyendo pinturas de Goya y Zurbarán.
- La catedral de la Almudena es la sede episcopal de la archidiócesis de Madrid. Es un templo catedralicio de culto católico, dedicado a la Virgen María bajo la advocación de la Almudena, construida durante los siglos xix y xx en una mezcla de diferentes estilos: neoclásico en el exterior, el interior neogótico, la cripta en estilo neorrománico cripta, y en neobizantino las pinturas del ábside. La catedral fue construida en el mismo lugar que fue construida la ciudadela árabe (Al-Mudayna) en Madrid. Fue consagrada por el papa Juan Pablo II en su cuarto viaje a España el 15 de junio de 1993, siendo por tanto la única catedral española bendecida por un papa. En su interior se conserva la imagen de pino tardomedieval de la Virgen de la Almudena de la derribada iglesia de Santa María de la Almudena, el templo más antiguo de Madrid hasta su derribo en 1868.
- La basílica de San Vicente de Paul o iglesia de la Milagrosa es un templo católico de la ciudad española de Madrid. Está situada en la calle García de Paredes, esquina con Fernández de la Hoz, y su construcción tuvo lugar entre 1900 y 1904.2 Los arquitectos responsables de la obra fueron Juan Bautista Lázaro de Diego y Narciso Clavería y de Palacios. El estilo del exterior tiene rasgos de inspiración mudéjar mientras que en el interior predomina el gótico.106
- La iglesia de San Manuel y San Benito se ubica en la calle de Alcalá, enfrente de una de las entradas del Parque del Retiro. Se construyó allá por 1910. Destaca de este edificio su cúpula, es el mejor ejemplo de la arquitectura neobizantina madrileña donde se representan de forma simbólica los cuatro evangelistas. De su interior llama la atención la capilla lateral de la Epístola en la que hay un altar de mármol blanco en el centro y los dos sepulcros del matrimonio mecenas de esta obra a los lados.
- La iglesia de la Concepción sigue un estilo neogótico. Se encuentra en la calle Goya con Núñez de Balboa. Fue construida entre 1912 y 1914. Su torre tiene una altura de algo más de 40 metros y está rematada por una estructura de hierro, coronada a su vez esta por una efigie de la Purísima Concepción.
- La basílica de Jesús de Medinaceli, cuyo nombre oficial es Basílica de Nuestro Padre Jesús de Medinaceli, es una iglesia de culto católico que se encuentra en la Plaza de Jesús. El templo se levanta sobre el antiguo Convento de trinitarios descalzos de Nuestra Señora de la Encarnación. Es la sede canónica de la Archicofradía Primaria de la Real e Ilustre Esclavitud de Nuestro Padre Jesús Nazareno de Medinaceli. Es una de las cinco basílicas que existen en Madrid, junto con la Basílica de Nuestra Señora de Atocha, la de San Francisco el Grande, la Basílica de san Miguel y la Basílica de la Milagrosa. Está regida por una comunidad de la Orden de los Hermanos Menores Capuchinos.
- La Real Basílica de Nuestra Señora de Atocha está ubicada se erige sobre lo que fue el convento de dominicos de la Orden de Predicadores de Nuestra Señora de Atocha, que albergaba a su vez la primitiva ermita-santuario que daba culto a la Virgen de Atocha, considerada tradicionalmente la patrona de la realeza española, por lo que durante su historia ha estado muy unida a los acontecimientos de la monarquía. Es también una parroquia, además de estar presente el convento de los Dominicos.
- La iglesia de San Agustín es una obra del arquitecto clasicista Luis Moya Blanco realizada de 1946 a 1950. El edificio presenta una planta elíptica. Posee cuatro capillas laterales de forma circular, dedicadas al Santísimo Sacramento, Santa Filomena, sacristía y baptisterio.107
Palacios
- Palacio Real de Madrid. Es uno de los edificios emblemáticos de la ciudad de Madrid, al ser la residencia de la Familia Real Española, aunque realmente viven en La Zarzuela. Está abierto a las visitas del público, y el uso de la monarquía se limita a eventos oficiales. Se encuentra en la calle Bailén, s/n, 28071 Madrid.
- Palacio de Comunicaciones. Situado en la plaza de Cibeles, es la sede principal de la administración municipal.
- Palacio de la Moncloa. Es una histórica casa palaciega, construida en el siglo xvii, pero ha sufrido numerosas reformas. Desde 1977 acoge la sede de la Presidencia del Gobierno de España, y es la residencia oficial del presidente del Gobierno español y su familia. El palacio está dentro de un complejo de edificios destinados a las labores administrativas y gubernamentales.
- Palacio de la Zarzuela. Es la residencia de la familia real española.
- Palacio del Pardo. Conocido por haber sido la residencia oficial del Francisco Franco, durante la dictadura, su principal uso en la actualidad es el de alojar a los jefes de Estado extranjeros de visita oficial en España.
- Palacio del Marqués de Linares. Es la sede de la Casa de Ámerica. En él se realizan diversas actividades de sociedad, política, economía, literatura, cine, música y exposiciones. Se localiza en la Plaza de Cibeles, 2.
- Palacio del Senado. Es un edificio del siglo xvi, antiguo Colegio de la Encarnación, de religiosos agustinos calzados también llamado Colegio de doña María de Aragón (parte del complejo del Real Monasterio de la Encarnación). El colegio fue una de las instituciones más destacadas de la Corte madrileña, y su iglesia contenía varias obras maestras de El Greco, hoy en el Museo del Prado. Se sitúa en la plaza de la Marina Española.
- Palacio de Fernán Núñez. Como actual sede de la Fundación Ferrocarriles Españoles, se encarga de la difusión del patrimonio histórico, cultural, científico y tecnológico ferroviario. A pesar de que ha sufrido varias ampliaciones y reformas, es una de las construcciones palaciegas mejor conservadas de la capital. Su origen se remonta a mediados del siglo xviii. Fue construido como vivienda para Blas Jover (secretario de Consejos de Fernando VI) en una parcela de los antiguos huertos del convento de Santa Isabel. Pasó por varias manos, a mediados del siglo xix vivió una ampliación que le dio su aspecto de palacio romántico. Está en la Calle de Santa Isabel, 44.
- Palacio de los duques de Villahermosa. En la actualidad alberga el Museo Thyssen-Bornemisza. Se encuentra en el Paseo del Prado, 8.
- Palacio de Liria. Es la residencia de la casa de Alba. Es uno de los edificios más históricos de Madrid, y posee una colección muy rica de arte y de archivo histórico. Está en Calle Princesa, 20.
- Palacio de Cristal. Es una estructura de metal y cristal situado en los Jardines del Retiro de Madrid.
- Palacio de Buenavista. Ocupa la sede actual del Cuartel General del Ejército, sito en la calle Prim, 6. Fue construido en el siglo xvi. El arzobispo de Toledo, Gaspar de Quiroga, regaló la propiedad al rey Felipe II, con ocasión del traslado de la Corte de Valladolid a Madrid. Consta de varios salones que conservan la historia y el recuerdo de las personalidades que habitaron sus pasillos y estancias.
- Palacio de Zurbano. En la calle Zurbano 5-7 se encuentra este palacio que es usado por el Ministerio de Fomento. Se construyó entre los años 1878 y 1881, y fue rehabilitado por última vez entre 1995 y 1996. Su interior se articula en torno a una disposición clásica, donde la escalera central tiene una enorme presencia. Además, destaca el oratorio de estilo neogótico situado en la segunda planta y que ahora cumple las funciones de despacho.
- Palacio Bauer. Fue construido en el siglo xviii por los marqueses de Guadalcázar sobre una propiedad que había pertenecido al Noviciado de la Compañía de Jesús. Su nombre proviene del banquero de origen húngaro Ignacio Bauer, que lo adquirió a finales del siglo xix. En 1972, fue declarado monumento histórico. Es la Escuela Superior de Canto y se encuentra en la calle San Bernardo, 44.
- Palacio de Santoña. Este palacio, situado en la calle Huertas, 13 era una antigua casa señorial barroca que tras varias intervenciones se convirtió en un palacio con grandes salones de estilo ecléctico. Es sede de la Cámara Oficial de Comercio, Industria y Servicios de Madrid.
- Palacio del Marqués de Salamanca. Se sitúa en el paseo de Recoletos, 10, enfrente de la plaza de Vistalegre. Hoy en día, acoge la sede de la Fundación BBVA, donde se celebran eventos de culturales de manera habitual. Se trata de la obra emblemática de Narciso Pascual y Colomer. Fue Real Sitio como residencia de verano de María Cristina de Borbón y que data de tiempos de Fernando VII. Simbolizaba el poder y la riqueza de su propietario, el banquero, político y financiero, José de Salamanca y Mayol. De hecho fue uno de los personajes más ricos y modernos del reinado de Isabel II.
- Palacio de la Duquesa de Parcent. Se sitúa en la calle San Bernardo, 62. Su estilo responde al modelo de palacio urbano con jardín trasero típico del siglo xviii. Sin embargo, el edificio actual es el resultado de múltiples reformas realizadas por sus distintos propietarios a lo largo de los siglos XIX y XX. Desde 1982, es propiedad del Ministerio de Justicia.
- Palacio de la infanta Isabel de Borbón. Está considerado, junto con el palacete del marqués de Isasi, uno de los edificios más emblemáticos del madrileño barrio de Argüelles. Está sito en la calle Quintana, 7.
- Palacio de Longoria. Es la sede de la Sociedad General de Autores y Editores (SGAE). Se localiza en la calle Fernando VI, 4, en Alonso Martínez. Muchos especialistas lo consideran la única muestra completamente modernista de la ciudad. Fue construido entre 1902 y 1904 por el financiero Javier González Longoria para utilizarlo como residencia familiar, así como también como albergue de las oficinas de su banco. El arquitecto catalán José Grases Riera, compañero de Antoni Gaudí en la Escuela de Arquitectura, fue el encargado de ejecutar el proyecto.
- Palacio de Godoy. En la Plaza de la Marina Española, 9 se encuentra el Centro de Estudios Políticos y Constitucionales. Este palacio fue declarado Bien de Interés Cultural en 1962. Guarda una situación privilegiada cercana al Palacio Real, al Senado y al convento de la Encarnación. Su es su elemento más notable, al ser considerada como una de las más valoradas de la arquitectura madrileña. Fue una de las tres propiedades de este estilo que Manuel Godoy, valido del rey Carlos IV, llegó a acumular en la capital. Aunque vivió aquí y lleva su nombre, en verdad no fue construido para él, sino para servir de alojamiento al primer secretario de Estado, el marqués de Grimaldi. La obra estuvo a cargo del arquitecto italiano Francesco Sabatini. Su época de mayor esplendor fue la de Godoy, como símbolo de la lujosa y agitada vida que se llevaba en la Corte.
- Palacio de Fontalba. En la calle Fortuny, 4 se encuentra este palacio que sirve de sede a la Fiscalía General del Estado. Fue diseñado por el arquitecto José María Mendoza Ussía, en 1911. Se trata de un buen ejemplo de la vivienda para la nobleza burguesa de la restauración alfonsina. Su monumentalidad y ostentación exterior nacía del deseo de dignificar la ciudad poniéndola a la altura de otras capitales europeas.
- Palacio de Amboage. Se localiza en en la calle Lagasca, 98. Se construyó hace relativamente pronto, en la segunda década del siglo xx por orden del diputado a Cortes Fernando Pla Peñalver. Es la embajada de Italia.
- Palacio del Marqués de Villafranca. Alberga la sede de la Real Academia de Ingeniería, en la calle Don Pedro, 10. Los marqueses de Villafranca, junto con la casa del Infantado fueron los principales impulsores de la urbanización de esta zona de Madrid.
- Palacio de Abrantes. Se localiza en la calle Mayor, muy cerca del Palacio Real y enfrente de la Plaza de la Villa, se encuentra la que es la sede del Instituto Italiano de Cultura.
- Palacio de Altamira. Es la sede del 'Istituto Europeo di Design'. Su construcción fue diseñada por el arquitecto Ventura Rodríguez. Cuentan las crónicas de la época que el palacio era tan hermoso que Carlos IV tuvo celos de que hiciera sombra al Palacio Real y mandó cortar los recursos al edificio destinado a ser residencia de los condes de Altamira. Cuenta con una elegante fachada y con una escalera impresionante en su interior. Sin embargo, nunca llegó a crecer por este motivo comentado, quedando como un palacio más de la Corte.
- Palacio de Tepa. En la actualidad, es un hotel de la cadena NH. El edificio, que data del siglo xviii, fue proyectado por Juan de Villanueva, quien colaboró con el diseño de las fachadas. Se ubica en el barrio de Las Letras. Su rehabilitación quiso conservar el aspecto original del palacio, de estilo clasicista y de más de 6000 metros cuadrados, creado como residencia del conde de Tepa, aunque luego pasó a ser una casa de dos viviendas por planta.
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