El antruejo de Llamas de la Ribera es una fiesta popular que se celebra el domingo de carnaval en la localidad española de Llamas de la Ribera (León).
Sus orígenes se desconocen y su celebración era puntual; en los años sesenta entró en decadencia, pero desde los años ochenta la asociación Guirrios y Madamas recuperó algunas de las fiestas y tradiciones de la localidad, entre ellas el antruejo. Está declarada como Fiesta de Interés Turístico Provincial y se muestra, junto con Velilla de la Reina, como ejemplo del Carnaval en el Museo Etnográfico Provincial.
Celebración[editar]
Los actos se celebran durante la tarde del Domingo de Carnaval. Una vez terminados de vestirse, los guirrios y madamas inician su recorrido por las calles de la localidad. Les acompañan otros personajes como los «Carneros», el «Caretón», la «Gomia», el «Gomio», el «Toro», el «Diablo», la «Rosita», la «Gallina Tocahuevos» y los «Gochos». Los guirrios corren y saltan, persiguen a la gente con sus tenazas y propinan golpes con las vejigas. Una vez en la plaza, las madamas inician el baile al son de dulzaina y tamboril, mientras que el resto de personajes continúan provocando a los espectadores. Después los guirrios empiezan a formar parejas con las madamas y se unen al baile.
Llegado el momento, cesa la música y se produce el nombramiento del Guirrio Honorífico, premio que se instituyó en 2006 para reconocer a aquella persona que se distinga por su defensa o promoción del patrimonio leonés. A continuación sigue la música y la danza de guirrios y madamas, solo interrumpida por el canto de las Coplas de Carnestolendas a cargo de un madamo y el buhonero correspondiente. La fiesta termina con un convite a base de roscas de sartén, frisuelos, flores y orejas de carnaval, acompañados de chocolate y orujo.
Los personajes[editar]
- Guirrios: son los personajes más destacados del antruejo. Su número es indeterminado y son los encargados de atacar y golpear al público. Visten calzón y camisa de lino blanco, fajín negro en la cintura sobre el que se coloca un cinturón del que cuelgan cencerros y calzan albarcas de piel de vaca. Lo más llamativo es su máscara, formada por un gran cono de más de un metro de alto que se adorna con grandes abanicos de colores y se remata con flecos y coleta. También llevan flores de papel salpicando toda la máscara. Otros elementos tradicionales que portan son las vejigas hinchadas y las tenazas de madera, con las que prenden la ropa de los espectadores.
- Madamas: visten el traje de gala tradicional de la ribera del río Órbigo; medias blancas, ruedo de paño negro, mandil de seda o terciopelo bordado, mantón de Manila y pañuelo de seda en la cabeza. Calzan zapato negro de tacón bajo, se acompañan de collares y arracadas y portan castañuelas y pandereta.
- Madamos: representan la tradicional transformación del hombre en mujer. Visten el traje tradicional femenino pero menos lujoso, con la cara tapada por un paño de ganchillo y joyas de fabricación casera. Suelen llevar los cachumbos, pequeñas cajas para guardar perfumes con los que untar a las chicas, y portan castañuelas.
- Toro: figura secundaria, sin el carácter protagonista que tiene en otros lugares de la provincia. Consta de un armazón de madera, con cuernos en la parte delantera, y se cubre con sábana blanca.
- Gomia: consta de un armazón de madera, que en la parte delantera lleva un cráneo disecado de caballo. Va cubierto con una sábana blanca y se lleva, en posición horizontal, por varias personas.
- Gomio: viste con un saco o tela de costal, con cráneo de caballo y un cuerno de cabra.
- Rosita: viste de saco y pieles, lleva por máscara el tronco de un árbol hueco. Se adorna con flores, lazos rosas y pequeños abanicos, y calza madreñas.
- Gallina Tocahuevos: viste de hojas y mazorcas de maíz. La máscara es de cuero, con cresta de hojas de maíz.
- Gochos: portan una máscara negra con dos orejas de cerdo y barbas de crines de caballo.
- Caretón: lleva una careta negra, con cuatro dientes en su boca. Presenta bigote y melena, hechos con crines de caballo y pelo de vaca. El traje es de lana, imitando pieles.
- Carneros: visten de saco y pieles. Las máscaras son de tela negra, con cuernos retorcidos de macho cabrío.
- Diablo: viste lana de oveja y sacos. La máscara es de tela, con dos cuernos de cabra.
Interpretación[editar]
La celebración, en concreto el baile en la plaza, representa la consumación del rito fecundante, en el que la virilidad de los guirrios se une a la pureza de las madamas. La combinación de seres fantásticos, que les acompañan en el baile, parece proceder de algún rito ancestral, reminiscencias del hecho en el que el hombre pretendía transmitir a los demás miembros de la comunidad los poderes de aquellos seres o animales representados.
El Antruido1 es una tradición popular de origen pagano asociada a la celebración del Carnaval, propia de la Montaña de Riaño en la provincia de León, España.2
Su celebración se llegó a documentar hasta la segunda mitad del siglo XX en la práctica totalidad de la comarca, perdiéndose por completo y siendo recuperada en el año 2009 en la localidad de Riaño gracias a la memoria privilegiada en la persona de Constancio Rodríguez Fernández, de 99 años y natural de Pedrosa del Rey. 3 En los últimos años se extiende progresivamente su práctica a otras localidades de la comarca como Acebedo, Liegos o Boca de Huérgano.
La celebración se lleva a cabo el sábado de carnaval, consistente en un cortejo popularmente conocido como Mojiganga o desfile de zamarrones que recorre las calles de la localidad asustando a niños y mayores o tiznando sus caras con ceniza y que, junto a otros personajes, gira entorno a la figura principal del zamarrón.
La Mojiganga[editar]
El zamarrón[editar]
El zamarron es un personaje ancestral interpretado por uno o varios de los mozos del pueblo, ataviados con pieles de lana de oveja negra sobre chaquetas de lana basta y un gorro ajustado de lana o paño negro. Bajo las pieles visten ropa oscura y botas de cuero negro, cruzando sobre toda la indumentaria dos cinturones de los que cuelgan cencerros conocidos tradicionalmente como lloqueros para hacer el mayor ruido posible. Para cubrir la cara, tiznada de negro, utilizan caretas y caperuzas que pueden ir acompañadas de cuernos de vaca o, en caso de no disponer de ellos, varas de madera talladas.
Acompañan esta indumentaria portan vejigas hinchadas de cerdo atadas a palos para golpear a la gente y un cuerno conocido como turullo para acompañar el ruido de los cencerros.
Otros personajes[editar]
Acompañando a los zamarrones, principales protagonistas de esta tradición, las calles de la localidad son recorridas también por otros personajes típicos de la mojiganga:
- El toro, encargado de envestir a la gente.
- El torero, quien da capotazos y persigue al toro.
- Las damas, alegoría a la fertilidad.
- El oso, simbolizando el mal.
- La vieja, simbolizando el año que se ha ido.
- El ciego, dando palos de ciego con su bastón a todo el que encuentra.
- La preñada, generalmente interpretada por un hombre que simula un parto del que resulta un animal.
Cultura gastronómica[editar]
Durante la celebración del antruido, es tradición el consumo de frixuelos con chocolate o el tradicional cocido de arvejos,5 nombre autóctono del guisante en la comarca.
El cocido de arvejos[editar]
Este plato, tradicional de la montaña de Riaño, consiste en una sopa de guisantes acompañados de cecina, morcilla, tocino, oreja y androja (embutido a base de grasa de cerdo, ajos, harina y pimentón, introducido en tripa y cocido como la morcilla). Servido de la siguiente manera: en primer lugar, en una fuente sobre pan de hogaza migado se vierte el caldo del cocido para hacer sopas. A parte se sirven los arvejos acompañados de verza o nabicol (nabo típico de la zona), por último se consume la carne.
Orígenes[editar]
Etimología[editar]
El catedrático de Geografía e Historia Emilio Martín Serna menciona que el origen del término «antruejo», así como otras variedades dialectales usadas en el noroeste peninsular, en este caso antruido, para referirse al periodo anterior a la Cuaresma, está en el término del latín introitus (entrada, preludio), aplicado en este caso a la llegada de la primavera y el resurgimiento de la vegetación.6 Si bien la opinión popular documentada,2 asocia el término zamarrón a la vestimenta de la zamarra (nombre autóctono de la prenda de abrigo que viste el personaje), este término podría resultar como forma alternativa de «zaharrón», con origen en al árabe sokhara, 'burlón' o sokhra, máscara.7
Evolución histórica[editar]
Al igual que en el resto de celebraciones similares que se engloban dentro de las mascaradas de invierno el origen de las mismas es controvertido, pero éste podría estar asociado a las saturnales, calendas y, principalmente, las lupercales, celebradas en honor al dios Fauno Luperco,8 todas ellas celebraciones de la antigua Roma en las que, entre otros rituales, se sacrificaban animales considerados impuros para posteriormente ataviarse con sus pieles e impregnarse con su sangre como símbolo de purificación y fertilidad en preparación para la primavera.
Durante la primera mitad primer milenio la Iglesia intentó erradicar en varias ocasiones la celebración de mascaradas paganas. A comienzos de la Edad Media empezaron a asimilarse al cristianismo a través del carnaval como preludio al recogimiento y penitencia propios de la Cuaresma.
La solemnidad del Corpus Christi en Laguna de Negrillos, de gran raigambre entre sus gentes, destaca ante todo por su peculiar procesión. Es esta una celebración que parece haber permanecido ajena al transcurrir de los años y en la que se mezclan la luz y el color, lo sagrado y lo profano, la tradición y el mito, el firme taconear de un arrogante San Sebastián y el caminar descalzo de un humilde San Juan Bautista, que hacen de ella un evento de gran valor antropológico y cultural de nuestro país.
Sus comienzos, de difícil precisión, se enmarcan entre los s.XVIy s.XVII, siendo organizada a partir de 1648 por la Cofradía del Señor Sacramentado. Su origen como representación en un día festivo de una moralidad o auto sacramental hacen que esta procesión sea una huella viva de lo que fueran los primeros pasos de teatro español y que aún hoy podemos admirar con todo rigor, como lo manifiesta el tradicional uso de las caretas.
En esta fiesta instituida en honor al Santísimo Sacramentosiendo este su verdadero protagonista es, sin embargo, la actuación de San Sebastián la que atrae mayor atención.
San Sebastián, es el personaje protagonista de la procesión, representa al centurión romano (s. III d.C.) que por su fe cristiana fue martirizado. Sin embargo, causa extrañeza su anacrónica vestimenta y caminar militar que pueden encontrar su explicación en las adaptaciones, a personajes españoles de la época, que se hicieron en el teatro moderno de los personajes históricos y bíblicos.
En su recorrido trata de negar al público su fe cristiana, que finalmente reconoce cuando realiza una venia con la cara descubierta ante el Santísimo tras lo cual se va presuroso. Siguiendo sus pasos e intercalados con las imágenes van los Apóstoles (excepto Judas Iscariote), San Miguel, San Juan Bautista, San Juan Evangelista y Jesucristo. Junto a ellos, los danzantes representan, según la tradición, ángeles que custodian la Sagrada Forma y a la que nunca dan la espalda.
Los actos centrales son celebrados en la Plaza del Santísimo Sacramento, los cuales son:
- La Venia, realizada por San Sebastián de cara al público menospreciando el altar.
- El baile de Las Vueltas de los danzantes en honor al Señor.
- La presentación y veneración del Santísimo Sacramento.
Procesionan en orden de salida: San Sebastián, San Matías, imagen de Santa Teresa de Jesús, San Simón, imagen de La Milagrosa, San Tadeo, imagen del Niño Jesús, Santiago el Mayor, imagen de Santa Marina, San Mateo, imagen de San Antonio, Santo Tomás, imagen de la Virgen de Fátima, San Bartolomé, imagen de San Isidro, San Miguel, imagen de la Virgen del Carmen, San Felipe, imagen de la Virgen del Rosario, San Juan Bautista, imagen de la Inmaculada Concepción, San Andrés, imagen del Inmaculado Corazón de María, San Pedro, imagen del Sagrado Corazón de Jesús, Santiago el Menor, Jesucristo y San Juan Evangelista. Junto a todos ellos, los 8 danzantes, abriendo paso, 2 birrias que representan el diablo y cerrando el cortejo procesional el Santísimo Sacramento, la Corporación Municipal del Ayuntamiento y vecinos.
El itinerario procesional, es el siguiente: Salida de la Iglesia de San Juan Bautista, Calle Alonso Mansilla, Calle Calvo Sotelo, Plaza del Santísimo Sacramento (actos centrales), Calle Pedro Llamas, Ermita de Nuestra Señora del Arrabal (celebración de la Santa Misa), Calle Pedro Llamas, Plaza del Santísimo Sacramento, Calle La Constitución, Iglesia de San Juan Bautista.
La procesión es celebrada cada año el Domingo de la semana del jueves de Corpus Christi a las 12 horas del mediodía.
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