viernes, 4 de mayo de 2018

Patrimonios de la Humanidad por países - China

La Ciudad vieja de Lijiang (丽江; pinyin: Lìjiāng; literalmente “río bello”, en referencia al (Yangtsé) en la provincia de Yunnan, en China, en el centro de la región histórica de asentamiento de la minoría naxi.1​ Es un barrio de la actual ciudad de Lijiang. Fue inscrita en 1997 en la lista del patrimonio mundial como “antigua ciudad situada en un paisaje espectacular”.


Ciudad vieja de Lijiang
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Patrimonio de la Humanidad de la Unesco
Lijiang, Yunnan, China.jpg
Barrio antiguo de Lijiang, signos en escritura dongba yescritura china.

PaísBandera de la República Popular China China
TipoCultural
Criteriosii, iv, v
N.° identificación811
RegiónAsia y Oceanía
Año de inscripción1997 (XXI sesión)



Historia[editar]

La historia de la ciudad de Lijiang se remonta al siglo XIII, bajo la dinastía del Song del Sur, cuando los antepasados de la familia reinante Mu se instalaron en la llamada Dayechang, que se llamará desde entonces Dayan. La ciudad se convirtió rápidamente en un centro administrativo, después en la sede de una prefectura en 1382 bajo la dinastía Ming. La política efectuada por la dinastía de los prefectos Mu (木), que la gobernarán hasta 1723, permitirá la ampliación y el embellecimiento constante de la ciudad.

Estructura urbana[editar]


Vista general.
La ciudad vieja de Lijiang, construida en las pendientes del monte Shizi, mira hacia el sureste y se eleva en el valle del río Yangtsé (llamado localmente Jinsha), algunas decenas de kilómetros después de su salida de las gargantas del Salto del tigre.
Contrariamente a otras antiguas ciudades chinas, la ciudad vieja no tiene una estructura urbana regular, ya que debió integrarse en un medio ambiente natural que su situación a 2400 m de altitud entre las tres montañas que la cercan, los cursos de agua que la cruzan, y la importante actividad sísmica de la región, vuelven única. La ciudad nunca estuvo fortificada. Circula una historia a este respecto: el carácter chino Mu (木), nombre de la dinastía que reinó varios siglos sobre Lijiang, colocado en un marco que representarían las defensas, se convierte en el carácter Kun , que tiene por significado época o situación difícil; los Mu no deseaban encontrarse “atrapados como ratas” en el interior de la ciudad, esta sería la razón por la que nunca se construyó ninguna defensa alrededor de Lijiang.2
La ausencia de una estructura urbana regular no impide, sin embargo, a la ciudad poseer una gran armonía arquitectónica. En efecto, si las construcciones se concibieron para sacar el mejor partido de la naturaleza particular de cada terreno, el estilo sigue siendo sin embargo muy homogéneo, integrando a la vez las tradiciones arquitectónicas de los llanos centrales de China, de Bai y Tibetanos,3​ y las innovaciones aportadas por las poblaciones locales Naxi, en particular, para protegerse del sol, del frío, de las inundaciones y de los terremotos.

La red de los canales[editar]


Canal en la ciudad vieja de Lijiang.

Estanque del Dragón Negro
La ciudad vieja de Lijiang está regada por un río procedente del Heilongtan (黑龙潭, Estanque del dragón negro), lago de una superficie de 40000 m² dónde se reúnen las aguas de varias decenas de manantiales de montaña. A la entrada de la ciudad éste se separa en tres ramas, los ríos del Este, del Centro y del Oeste, que abastecen una red de canales y regueros a la cual se conectan todas las casas.
Los numerosos canales que surcan la ciudad están cruzados por 354 puentes, lo que explica que Lijiang lleve también el nombre de “ciudad de los puentes”. Sus formas son múltiples, de los puentes más simples de tableros de madera hasta los “puente-pasillos” que permiten cobijarse de la lluvia, pasando por más clásicos puentes de piedra, pavimentados o con arcos.

Las casas para vivienda[editar]


Casa de madera tallada.
Las casas para vivienda son generalmente de dos pisos, con una altura de alrededor de 7,5 m, más raramente de tres pisos. Su estructura básica, asentada sobre cimientos de piedra, está forjada sobre un entramado, el entramado es generalmente de madera y se rellena de ladrillos de tierra cruda en la parte baja y tableros en los pisos superiores. El recubrimiento de las paredes exteriores es variable: puede ser enteramente de madera, o también de yeso revestido de pintura o cal, pero el tejado es siempre de tejas. Las casas disponen frecuentemente de una terraza o de un pasillo exterior.
Tiene una gran importancia la decoración exterior: los elementos de madera visibles, marcos de puertas y ventanas, vigas de los techos, bóvedas, se tallan con muchas representaciones de la vida o la cultura, y los pavimentos de las habitaciones interiores representan a menudo temas populares o motivos animales y vegetales, en particular, flores, aves o peces.
A veces se da un cuidado muy destacado a diversos detalles de la construcción, con objeto de aumentar la resistencia de los edificios a los sísmos. Por ejemplo, los marcos de madera de las puertas y de las ventanas son flexibles, y los tablones verticales se inclinan ligeramente hacia el interior.
En cuanto a la electricidad, no disponen de calefacción pero si de agua caliente.









Cuevas de Mogao
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Patrimonio de la Humanidad de la Unesco
Mogao Caves.jpg
Vista exterior de las grutas de Mogao.

PaísBandera de la República Popular China China
TipoCultural
Criteriosi, ii, iii, iv, v, vi
N.° identificación440
RegiónAsia y Oceanía
Año de inscripción1987 (XI sesión)
[editar datos en Wikidata]
Las cuevas de Mogao (chino: 莫高窟, Wade-GilesMo4kao1K'u1pinyinMògāo Kū) son un conjunto de 492 templos situados cerca de la ciudad de Dunhuang, en la provincia de Gansu de la República Popular China. Se las conoce también como las cuevas de los mil Budas (chino: 千佛洞, pinyinqiān fó dòng), las grutas de Mogao o las cuevas de Dunhuang. En el año 1987 fueron declaradas por la Unesco como Patrimonio de la Humanidad.
Las cuevas de Mogao son el mayor ming-oi de Asia central, formando un conjunto de más de 400 templos, decorados con pinturas murales y donde encuentran miles de esculturas, manuscritos, etc. Estas grutas se encuentran en un importante enclave de la Ruta de la Seda, que hasta la Edad Moderna y desde la prehistoria fue una red comercial que llegó a comunicar en su época de esplendor el gran Imperio chino y el Imperio romano. Durante muchos siglos fue un importante centro de oración budista, posiblemente debido a su importante posición geográfica, que a pesar de que se encuentra en medio del desierto del Gobi, hizo que este enclave se convirtiera en la puerta occidental de China o del este asiático.







Historia[editar]


Arquitectura del estilo de la dinastía T'ang, de un fresco que describe la tierra budista.
Según la leyenda local, en el año 366 d. C., un monje budistalocal, Lo-tsun, tuvo una visión de miles de Budas en los reflejos de los rayos de sol que centelleaban como bengalas sobre la pared de arenisca de un acantilado y convenció a un acomodado peregrino de la Ruta de la Seda para que fundara el primero de los templos.
Desde el siglo IV hasta el siglo XIV, los monjes budistas de Dunhuang coleccionaron escrituras traídas del oeste. Muchos peregrinos pasaron por la zona, pintando murales en el interior de las cuevas. Estos murales cubren una superficie de 42 000 . Contienen más de 2500 esculturas pintadas. En el siglo XIV las cuevas fueron abandonadas.
Las cuevas de Mogao son las grutas budistas más famosas de todas China. Junto con las de Longmen y las de Yungang forma el grupo de sitios esculturales antiguos de China de más renombre.
Las grutas, construidas durante la dinastía Wei del norte, tienen un aspecto bastante simple y están fuertemente marcadas por la influencia india. Las que se construyeron durante la dinastía Sui son más realistas y detalladas. Las cuevas que se pintaron durante la dinastía Tang son mucho más desarrolladas y sus paisajes incluyen multitud de personajes. Durante la dinastía Song se continuó con esta perfección que entró en decadencia durante el periodo de la dinastía Yuan.
Los monjes budistas valoran la austeridad en la vida y esperaban que estas cuevas remotas les ayudaran a alcanzar la iluminación. Las pinturas servían de ayuda a la meditación como representación visual de su búsqueda de la perfección y como herramientas para informar a los chinos sobre las creencias e historias budistas.
A principios del siglo XX, un chino taoísta de nombre Wang Yuanlu, se nombró a sí mismo guardián de algunos de los templos. Wang descubrió una importante cantidad de manuscritos. Algunos expedicionarios occidentales acudieron a la zona interesados por el hallazgo. Wang se embarcó en el ambicioso proyecto de reconstruir algunos de los templos. Para ello, solicitó donaciones a las ciudades vecinas y a algunos de los exploradores interesados en los manuscritos como Aurel Stein y Paul Pelliot.

Arqueología[editar]


El viaje al oeste de Zhang Qian en una pintura de Mogao.

Libro manuscrito encontrado en Mogao.
Dunghuang y sus santuarios sobrevivieron durante siglos hasta que en el siglo XX fue descubierto, o redescubierto, por los europeos. Es aquí, concretamente, un 12 de marzo de 1907cuando el arqueólogo británico de origen húngaro Aurel Stein, junto al monje taoísta, Wang Yuanlu, comenzaron las excavaciones en Mogao. Tres meses después el sinólogo francés Paul Pelliot, que dominaba el chino clásico y otras lenguas centroasiáticas, trazó por primera vez el mapa cartográfico de las Grutas de Mogao; las enumeró, fotografió exhaustivamente, registró todas las transcripciones de los murales y describió la estructura de las cuevas y sus decoraciones internas. Sentó así las bases para el estudio de una nueva disciplina específica denominada Dunhuanglogía[1].
Pronto se descubrió una cantidad inimaginable de material, documentación en lenguas como el sánscritosodianotibetano y chino, entre muchas otras desconocidas. Abundantes pinturas murales budistas sobre papel o seda, que tenían gran importancia al tratarse de obras de la dinastía Tang. Cabe recordar que durante esta dinastía las rutas de la seda tuvieron uno de sus momentos de mayor esplendor. Los murales son en su mayor parte de temática budista: retratos de budas y divinidades, narraciones de los sutras expuestas mediante la sucesión de pequeñas escenas, huellas de personajes budistas históricos y mitológicos difundidos desde la India, China y Asia Central, etc. Por lo demás, los murales nos ofrecen numerosos detalles sobre la historia de la vida cotidiana, el vestuario, la arquitectura, la música, la danza y hasta las artes acrobáticas. A todo ello hay que añadir diversos testimonios de los intercambios culturales entre China y el exterior a lo largo de varios siglos. Se comprende así que los estudiosos occidentales consideren estas cuevas como una biblioteca escrita en la pared de un precipicio.
Posiblemente, una de la piezas más valoradas y conocidas es la Sutra del diamante, ejemplar del libro impreso más antiguo del cual se tiene noticia, y que estaba hecho a partir de placas de madera de más de mil años de antigüedad. Se trata de un manuscrito de cuatro metros de largo y que podría datarse el 11 de mayo del año 868. Además de esta pieza extraordinaria, podríamos hablar también de una importante colección de manuscritos y de un modelo de carta china ideada para que los invitados ebrios puedan disculparse delante de sus anfitriones por su comportamiento, entre otras muchas piezas.

Grutas virtuales[editar]

El gobierno chino ha invertido 200 millones de yuanes en los trabajos preliminares de las obras de construcción de las "Grutas virtuales de Mogao". Como su nombre indica, estas cuevas permitirán a quienes las visiten experimentar la sensación de que entran en las cuevas auténticas y ver claramente sus construcciones, esculturas y murales. Según los expertos, la construcción de las grutas virtuales no solo contribuirá a evitar el deterioro de este antiguo tesoro del arte budista, sino que facilitará el registro y la conservación de las piezas que lo componen.
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