Feria de botijero es una feria que se celebra en Zamora desde la época de los Reyes Católicos como una feria franca.1 Se celebra con carácter anual, a comienzos del mes de abril.
Historia[editar]
Tras la decisiva batalla de Toro, en mayo de 1476, se dicta carta de privilegio a la ciudad de Zamora para que haya una vez al año una feria "franca de alcábala", feria que se denominó feria de botijero.2 Posteriormente en el siglo XVII aparece una comedia anónima titulada La feria de Botijero.
La Feria del ajo de Zamora (denominada igualmente Feria de San Pedro) es un festival anual que se celebrada desde el siglo xix en la calle de las Tres Cruces de la capital zamorana. En este evento los agricultores presentan la producción de ajo (allium sativum) de la temporada.1 Se vende ajo a granel, o en forma de artísticas ristras de ajo.2 La feria suele celebrarse desde el 27 de junio hasta el 29 de juniode cada año. Suelen venderse cantidades que rondan aproximadamente entre medio y un millón de kilos de ajos, con premios especiales a la ristra de mayor peso, la cabeza mayor y el mayor número de ristras.3 La feria suele tener varios centenares de puestos a lo largo de la avenida. Esta feria, junto a la Feria de Cerámica, es lo más relevante de la Feria de San Pedro.4 La feria tiene su réplica en la vecina ciudad de Toro, así como en otras grandes ciudades de la provincia.
Historia[editar]
Sobre la celebración de la feria, ya Pascual Madoz en 1830 menciona su existencia en el Diccionario geográfico-estadístico-histórico de España (Volumen 16).5 Las ferias, que se celebraban a finales de junio, debido a que la recogida de la cosecha de ajos a lo largo de la provincia que se realiza a finales de este mes; se celebraban en diferentes regiones. Es en 1889, cuando el alcalde de Zamora Germán Mateos aglutina las ferias que tradicionalmente se venían celebrando en distintas épocas del año en una sola. Esta feria se realizó en diversas partes del casco antiguo de la ciudad, en la Cuesta de San Cipriano y en la plaza de Viriato.
En la primera década del siglo xx la feria del ajo se trasladó a la plaza del Cuartel Viejo, y en los años 1950 se llevó al que sería su emplazamiento del siglo xx, y parte del xxi, la avenida de las Tres Cruces. La feria paralela de cerámica se añade en los 40 años, en 1972, mediante iniciativa del concejal Herminio Ramos, con la ayuda de varios alfareros de Pereruela y Moveros.
Las Fiestas de la Veguilla son las fiestas patronales de Benavente que se celebran el llamado “Lunes de Pascuilla” en honor de la Virgen de la Vega.
Actualmente han sido declaradas de interés turístico regional por la Junta de Castilla y León.
Esta tradición festiva se remonta a principios del siglo XVI y que consistía en una romería al santuario de Nuestra Señora de la Vega de Cimanes. Esta romería conmemoraba la victoria de un ejército de cristianos benaventanos sobre otro de tropas musulmanas en el siglo IX.
Existe una tradición oral que mantiene que la Virgen de la Vega, con su hijo en el regazo, alentó decisivamente a los benaventanos durante la batalla. Esta narración cuenta con un componente legendario difícil de atestiguar, pero que quizás tenga relación con la batalla de Polvoraria, también denominada del Mato que las crónicas medievales sitúan en la comarca de Benavente.
Con el tiempo, la Virgen de la Vega fue reconocida como patrona de la villa de Benavente, aunque su celebración continuó, durante siglos, celebrándose en el santuario de de Nuestra Señora de la Vega de Cimanes. La devoción a la Virgen se plasmó tanto en el escudo como en la bandera de la ciudad de Benavente. Existió una tradición que consistía en la renovación anual del “voto de villa”, por el que las autoridades de Benavente y sus ciudadanos se comprometían a ir en romería al santuario de la Virgen cada “Lunes de Pascuilla”.
Desde comienzos del siglo XIX, la festividad se comienza a celebrar en la villa de Benavente, honrando con diversos actos religiosos la imagen de la Virgen que se encuentra en la iglesia de Santa María del Azogue.
Actos festivos[editar]
El día principal es el “Lunes de Pascuilla”, y que tiene lugar ocho días después del Domingo de Resurrección, pero también tienen lugar diversos actos festivos durante el viernes, sábado y domingo anteriores.
Las celebraciones incluyen diversos actos religiosos como la misa y la procesión. También se organizan diversos actos lúdicos y deportivos como campeonatos de pesca, fútbol, actuaciones musicales, juegos infantiles, coronación de la reina de las fiestas, suelta de vaquillas, verbenas, etc.
Dentro de las celebraciones tienen lugar dos actos peculiares como son el “pan de la Veguilla” y la “petición del toro enmaromado”, ambos basados en las tradiciones que se han originado en la ciudad de Benavente. La petición del toro es uno de los actos festivos más característicos de esta festividad. Consiste en pedir un toro para ser enmaromado y corrido por las calles de la villa. La petición tiene lugar, de forma multitudinaria, en la plaza frente al ayuntamiento. Consiste en un simulacro en el que el gentío pide un toro, el alcalde se resiste a concedérselo, y al final, cede a la petición. Su origen tuvo lugar a finales del siglo XIX, cuando las dificultades económicas imposibilitaron la celebración de este festejo y en la petición de los mozos de la celebración de este festejo en la sede municipal. Por su parte, el pan de la Veguilla tuvo su origen en el cupo de fabricación de pan que tenían asignadas las panaderías de la villa. Esta es una tradición que actualmente se conserva, por lo que el pan es repartido a los que lo solicitan en las dependencias municipales asignadas a tal efecto.
La Filandorra es una mascarada invernal que se celebra el 26 de diciembre en el municipio español de Ferreras de Arriba (Zamora Castilla y León).
Origen y tradición[editar]
Después de pedir permiso al señor cura y al alcalde a la salida de misa para comenzar su recorrido y una vez autorizados por éstos, comienza la "representación" de estos cuatro personajes: Fiandorra, Diablo, Madama y Galán. Dos feos y dos guapos, dos malos y dos buenos.
Los cuatro personajes de la obisparra se dirigen calle por calle y casa por casa a felicitar las fiestas a los ferrachos.
En cada casa se adentran en primer lugar los feos, simbolizando el peligro por la entrada del mal en la morada de cada vecino. Después entran los guapos. Al salir, salen primero los feos y a continuación los guapos, simbolizando la derrota del mal y el triunfo del bien sobre éste.
A las familias de las viviendas que hayan sufrido un fallecimiento a lo largo del año, se debe (según la tradición) entrar con los cencerros tapados para no producir ruido, en señal de respeto.
Al recorrer las casas o si tropiezas con ellos en la calle y una vez dado el donativo económico que te pide, te embadurnan la cara con un tizón, siendo una señal de que ya has colaborado, es conveniente no quitarse la marca mientras estés en la calle porque de lo contrario te volverán a exigir su pago. El lado más alegre y divertido de estas fiestas es que durante todo el recorrido que efectúan estos personajes por el pueblo son perseguidos por niños y personas jóvenes que les provocan. Cuando alguno de ellos es cogido por alguno de los personajes, le golpean y les bailan, al son de las castañuelas de la Madama y el Galán y al sonido de los cencerros de la Filandorra y el Diablo.*
La lucha entre el bien y el mal como leit motiv de esta fiesta ancestral volvía a quedar reflejada en tiempos pasados, cuando al finalizar el día, tenía lugar una lucha teatralizada entre los dos personajes varones de la Filandorra, el Galán representando al bien, y el Diablo haciendo lo propio con el mal. El acto finalizaba con el triunfo del Galán, del bien. Esta lucha ya no se realiza desde hace mucho tiempo.
Vestimentas[editar]
- La Filandorra: vestido rojo y negro del que van cosidas innumerables tiras de colores, un gorro ancho y negro, mantilla negra, una media roja y otra blanca, en la espalda 7 cencerros (que se creen que representa los pecados capitales), lleva la cara manchada y las manos de negro y sus armas es un cinto con el que pega y un curacha o tizón con el que marca (encisca) la cara a las personas.
- El Diablo:pantalones holgados con una raya roja, camisola, cencerros, normalmente 2 con sonido mucho más grave que los que lleva la filandorra, y una máscara de macho cabrío. Antiguamente también llevaba unas largas tenazas para sujetar a las personas. Su arma, es un cinto.
- La Madama: lleva una falda gruesa o manteo de lana con mucho vuelo, un mandil, camisola blanca y un chal de lana, en la barbilla lleva un pañuelo merino. Las armas, son un par de castañuelas que van haciendo sonar y que te golpean en la cabeza cuando no quieres colaborar.
- El Galán: va con pantalón, camisa blanca y chaleco, a la vez que un sombrero del que cuelgan unas cintas blancas parecidas a las de la filandorra. Sus armas son como las de la madama, unas castañuelas, normalmente el golpe de la madama y el galán suele doler más que los cintazos de la filandorra y el diablo.*
La romería de los Viriatos, o de los Pendones, es una romería popular celebrada en honor de la virgen del Castillo el primer domingo de junio en el municipio de Fariza de la provincia de Zamora (Castilla y León, España).1
Declarada de interés turístico regional por la Junta de Castilla y León, cuenta con la participación de los feligreses de las localidades sayaguesas de Argañín, Badilla, Cozcurrita, Fariza, Mámoles, Palazuelo, Tudera y Zafara, que acuden con sus pendones y distintivos. Su popularidad ha rebasado la frontera comarcal y provincial, siendo frecuente la participación de otros pueblos cercanos e incluso de la vecina Portugal, a la que todos acuden portando sus correspondientes pendones.
Aunque el acto central es celebrado el primer domingo de junio, la víspera anterior también cuenta con actos festivos relacionados con la romería.
La romería cuenta con una histórica manifestación popular con orígenes inciertos. Para unos sería un festejo con raíces en la época prerromana, como muestra la alusión al nombre de Viriato en su denominación principal. Otros lo identifican en la Edad Media, al figurar en la celebración los pendones identificativos de los concejos de aquella época. Por último, al existir una tercera denominación de este acto festivo que alude a la “Virgen del Castillo”, se indica que la romería existiría desde el siglo XVII, dado que la cofradía de su mismo nombre se fundó en 1611, y ello pese a que la ermita que la acoge exista desde el siglo XIII.
Los pendones[editar]
El pendón se crea con un fuerte tronco de negrillo u olmo, del que ondean al viento las telas níveas de los pendones con los bordados característicos de cada una de las iglesias. En la copa del pendón luce un ramillete de suaves formas redondeadas de una planta llamada “rusco” o “carrasco del diablo”, de color verde intenso. Un hombre robusto porta el pendón, ayudado de tres cordeleros y por fuertes correones de cuero que se ciñen sobre su espalda.
Actos festivos[editar]
El conjunto de los actos festivos se desarrolla dividido en tres procesiones:
Procesión de la Despedida[editar]
Los actos comienzan el sábado anterior al primer domingo de junio con la Procesión de la Despedida. La festividad de la víspera comienza con una misa en la iglesia parroquial de San Julián de Fariza y la primera de las tres procesiones. Esta procesión simboliza el paseo de la virgen por las calles de Fariza para despedirse de los que durante el invierno han sido sus vecinos, ya que al día siguiente se traslada a su ermita.
La festividad es complementada con diversas actividades lúdicas y la velada amenizada con una verbena popular.
Procesión del Encuentro[editar]
El día siguiente, domingo, después de despuntar el día, se produce la Procesión del Encuentro. La virgen es sacada de la parroquia de San Julián, y una comitiva con el pendón de Fariza a la cabeza, seguido de pendonetas (pendones pequeños), la cruz parroquial y el Cristo procesional, se dirige a la salida de Fariza en dirección a Palazuelo, para allí recibir y dar la bienvenida a los pendones, pendonetas, cruces parroquiales y Cristos procesionales de algunas de las localidades intervinientes en el festejo. En el lugar del encuentro ya están esperando, y desplegados, gigantescos pendones de dichas localidades, sonando la música y lanzándose cohetes en el momento del encuentro. Posteriormente, los pendones de los pueblos a los que se ha dado la bienvenida, serán sujetados con barras diseñadas para tal fin.
La comitiva repite esta bienvenida a la entrada de Fariza en dirección Badilla y, posteriormente, en dirección Bermillo de Sayago, a fin de recibir a todas las representaciones de las localidades intervinientes.
Concluida la recepción, la virgen es conducida a la iglesia de San Julián, donde permanecerá hasta la tarde que es cuando comienza la romería de los Viriatos, aunque previamente, y mediante invitación popular del Ayuntamiento de Fariza, se celebra la tradicional comida o "escabechada" y la celebración de la misa en la iglesia de San Julián.
Procesión de los Viriatos o de los Pendones[editar]
Por la tarde del domingo es cuando se inicia el acto principal, la romería a la ermita de la Virgen del Castillo, con todos los participantes recorriendo el camino para acompañar a la Virgen. El orden en la procesión de los pendones, es el mismo que el de la recepción de la mañana, es decir, la comitiva es encabezada por Fariza, seguida de Cozcurrita, Mámoles, Palazuelo, Badilla, Tudera, Zafara y Argañín. También las insignias llevan un orden, pues tras los pendones desfilan las pendonetas, seguidos de las cruces parroquiales y los Cristos procesionales, cerrando la comitiva la imagen de la virgen
Tras la llegada a la ermita, la virgen da una vuelta a su alrededor, para posteriormente descansar y dar pie a la oportuna merienda.
El regreso se realiza por el mismo camino de ida, para una vez llegados a Fariza disolver la comitiva y, tras las despedidas, cada familia regresa a su respectiva casa.
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