domingo, 15 de noviembre de 2015

Personajes más influyentes de la historia

Cristóbal ColónCristoforo Colombo

Cristóbal Colón, biografía:

Cristóbal Colón, descubridor de un nuevo mundo, nace entre 1433 – 1436 y  muere el 20 de mayo de 1506, desconociéndose con certeza donde está enterrado. Según nuestros manuales de colegio,  era nativo de Génova, Italia, pero en realidad todo lo relativo a su biografía es un misterio, nacido no se sabe cuando, no se sabe donde, hijo de no se sabe quien.  Sale repentinamente a la luz de la historia en 1492. Cristóbal Colón tenía un secreto que debía mantener bien oculto, motivo que era bien sabido por aquellos más cercanos, incluyendo a los reyes Católicos y a los reyes portugueses Alfonso V y su hijo Joan II.
Cristóbal ColónPresentó al rey Juan II de Portugal un proyecto para alcanzar ese destino navegando hacia el occidente ya que al no tener conocimiento de otro continente (América) se pensaba que la ruta sería más corta. En Portugal no tuvo buena acogida se presentó en la Corte de Castilla, donde sí fue apoyado.
Cristóbal Colón partió de Huelva (Palos de la Frontera) con tres embarcaciones llamadas la Santa María, la Pinta y la Niña. El viaje resultó más largo de lo previsto, debido a la confusión geográfica inicial. En octubre del mismo año, la flotilla alcanzó las tierras de Guanahaní, en las Bahamas, isla que Cristóbal Colón bautizó como San Salvador; después arribaron a las islas Fernandina, Isabela, Santa María, Juana (Cuba) y La Española. En esta última Cristóbal Colón instaló un fuerte y dejó la nao Santa María. Regresó con las otras dos carabelas, que llegaron por separado, una aGalicia y la otra a Lisboa, hecho este que dio origen a una disputa diplomática entre Juan II de Portugal y los Reyes Católicos acerca de los derechos sobre las islas descubiertas. Entre 1493 y 1502 Cristóbal Colón realizó tres viajes más. Primero alcanzó Puerto Rico y Jamaica. En La Española, su fuerte había sido devastado por los indígenas, por lo que hubo de reconstruirlo. Después llegó a la desembocadura del Orinoco, a Trinidad y Venezuela. Por último, descubrió la costa de América Central, a la altura de Panamá, Veragua, Costa Rica y Nicaragua. En 1506 muere en Valladolid, sus restos permanecieron en un convento franciscano de Valladolid hasta 1509 que por deseo de su hijo Diego se trasladaron a la Cartuja de la Cuevas en Sevilla, en 1544 vuelven a ser trasladados, esta vez a Santo Domingo, cuando ya parecía descansar el descubridor en su última morada, España pierde la Colonia a favor de Francia en 1795 y los restos son trasladados a Cuba, y en 1898 vuelven a trasladarse finalmente a Sevilla de nuevo. Anteriormente en 1877 realizando unas reformas en la capilla de Santo Domingo se encuentra una urna con las siguientes inscripciones: “D. de la A. Per. Ate” “, C.C.A.; Illtre y Esdo. Varon Dn. Criftoval Colon”. ¿Dónde está enterrado Cristóbal Colón, en Santo Domingo o en Sevilla?, parece que Cristóbal Colón se empeña aún después de muerto en llenar todo lo relacionado con él de misterio.
Al nuevo Mundo se le llamó América, esto fue posible gracias al oportunismo de Américo Vespucio en connivencia con Fernando II de Aragón (Rey Católico), quien hizo todo lo posible por ocultar la hazaña realizada por Cristóbal Colón al resto de países de Europa.

 SU ORIGEN

Cristóbal Colón
Retrato de Cristóbal Colón, realizado según las referencias escritas sobre su aspecto y fisonomía. Obra de Marga Millán bajo Licencia Creative Commons
Tanto Cristóbal Colón como su entorno, no quisieron aclarar el asunto de su origen y nacionalidad, motivo por el cual, hoy nos encontramos desconocedores de ello.
Si su nacionalidad es importante para recomponer la biografía de un personaje tan relevante para la historia, tanto más lo es, el motivo por el cual dedicaron tantos esfuerzos en mantener embrollada esta cuestión.
La incerteza de su origen y la causa que motivó tal enigma, es causa de innumerables debates, teorías y conjeturas desde hace más de cinco siglos. Cientos de libros y escritos se han acometido ocupándose de esto, dándose la paradoja que cuanto más lee uno sobre sus muchas biografías e historias, menos conocimiento y certeza cree tener de ninguna de ellas.
Su hijo Hernando es el primero en ocultar y enmarañar todo lo relativo al origen de su padre,  el mismo nos lo confiesa:
“…quiso que su patria y origen fueran menos seguras y conocidas”
“…quiso que el Almirante imitase al mismo Cristo, que siendo sus antecesores de la sangre real de Jerusalén, tuvo por bien que sus padres fueran menos conocidos”
“…Fue su voluntad que sus padres fuesen menos conocidos, de modo que cuanto fue su persona a propósito y adornada de todo aquello que convenía para tan gran hecho, tanto menos conocido y cierto quiso que fuese su origen y patria…”.
Habiendo caído Cristóbal Colón en el olvido ya antes de su muerte y no empezándose a estudiar  hasta principios del siglo XVIII, fueron sobre todo historiadores extranjeros los que recuperaron al personaje y le dieron la importancia que realmente tenía.
Por otro lado, los pleitos por la sucesión en el mayorazgo (1578 – 1606) no hicieron otra cosa que aportar más dudas a su vida, motivado por multitud de escritos falsos y adulterados, aportados por los litigantes con la única intención de ganar un pleito ciertamente sabroso. El más conocido de todos (1498), es aquel donde aparecen las famosas frases de:
“siendo yo nacido en Génova … della salí y en ella nací…”, también “…ni en otro cabo del mundo no se fallase hombre de mi linaje verdadero que se hubiese llamado y llamase él y sus antecesores de Colón…en tal caso lo haya la mujer mas llegada en deudo y sangre legítima”.
En el testamento de 1498, se advierten bastantes irregularidades:
  • La firma que aparece no se corresponde con la grafía del Almirante y cometen varios errores al colocar los puntos que Cristóbal Colón situaba a cada lado de las eses.
  • Se da como vivo al Infante D. Juan cuando había fallecido el 7 de octubre de 1497. Cuando se presentó este documento ya habían pasado 80 años desde los hechos.
  • No fue elevado a escritura pública.
  • Varios litigantes sacaron paulinas, eran unos despachos o cartas de excomunión que se expedían en los tribunales para el descubrimiento de algunas cosas que se sospechaba habían sido robadas u ocultas malicio samente, tomaron tal nombre por haberlas instituido el Papa Paulo III.
  • Aparecen varios renglones tachados y con distintas fechas.
  • Los giros gallegos que Cristóbal Colón tanto usaba en su habla y escritura, aparecen correctamente en el de 1506 y reemplazados en el de 1498 : aviamiento en vez de aviamento, señalar en vez de aseñalar, sellará en vez de asellará, entienda y entiende en vez de intenda y intende, asimismo en vez de asimesmo, almirantdgo en vez de almirantado, privilegio en vez de privillejo y privillejos, muestre en vez de amostrar.
  • La institución no era de su letra, al documento le faltaba una hoja, la más importante, y el tribunal con signa que: “no está auténtica ni solemne”
  • Aparece firmada por los Reyes Católicos y su secretario de Estado, don Fernando Alvarez, que había muerto en 1501 y que desde cuatro años antes no firmaba.
El testamento de 1506, otorgado en Valladolid, fue el único que se tuvo en cuenta como indiscutible para regular la sucesión de la herencia, títulos y privilegios, en él no dice que nació en Génova ni en parte alguna, ni hace mención a ningún pueblo de Italia ni del genovesado, ni distingue entre parientes legítimos e ilegítimos y tampoco figura la exclusión de cualquier apellido excepto los “de Colón”.
Acercándose el IV Centenario del descubrimiento de América, los nacionalistas italianos (Mussolini)  encuentran en Cristóbal Colón la figura propicia para enaltecer con tan glorioso personaje a la nación italiana, pero para ello sería necesario crear al personaje, ¿por qué?,  por que de Cristóbal Colón solo se sabía lo que habían dicho algunos cronistas, que era genovés, por que así  lo habían oído decir . La ciudad de Génova encarga catorce volúmenes entre 1892 y 1896, para así apuntalar la nacionalidad genovesa del almirante, es cuando aparece el “colombo” como solución a tanta desconfianza, mediáticamente resultó efectivo, sin embargo el personaje que se dio a conocer “Cristóforo Colombo”, no encaja con el del descubridor del Nuevo Mundo, “Cristóbal Colón”, resultando un verdadero despropósito y manteniéndose únicamente por una cuestión de fe.

Cristóforo Colombo


Retrato de navegante en Tui, podría ser Cristóbal Colón por su parecido con el de otros retratos
Gracias a esta pretendida ocultación de sus orígenes, se consiguió que su nacionalidad fuese una incerteza, provocando todo tipo de especulaciones sobre ello entre sus coetáneos, así tenemos que, los cronistas y escritores italianos coetáneos de Cristóbal Colón que no lo consideraban italiano, por qué lo desconocían, encontramos a Sabellico en su Rapsodia Historiarum, Venecia 1504, Foresti da Bergamo, en su Suplementum  Suplementi, Venecia 1503, Albertino en su Miraviglia Romé, Roma 1509 y Trivigiano. Los escritores italianosAmbiveri, Corbani, Pereti y Franceschi, no lo consideran Genovés ni italiano. El Conde de Savorgnan de Brazza, Pablo Toscanelli y Serpa Pinto, lo suponen lusitano. Y sí lo consideraban español, Giacomo Trotti y Aníbal Juanarius, además del PapaAlejandro VI, que en carta a los Reyes Católicos, llama a Cristóbal Colón, “dilecto hijo de España”.
No es cierto que todos los historiadores contemporáneos de Cristóbal Colón lo supongan genovés, pues muchos le suponen portugués o español y otros ni siquiera mencionan su patria, y de aquellos que escribieron poco después de su muerte, no pueden abrigar la convicción que fuese natural de Génova ni de Italia, o, por lo menos, ninguno puede afirmarlo con hechos y razones, ya que todos se limitan a establecer su patria genovesa, refiriéndose unos a otros, señalando distintos pueblos de Génova, sin pruebas concluyentes y sin datos ciertos, ni de sus padres y demás ascendientes, ni de sus hermanos, ni de su mujer ni de su vida, hasta que llegó a Castilla; por lo cual bien podemos concluir afirmando que la patria de Cristóbal Colón para todos ellos fue un enigma indescifrable.
Durante los veintidós años de su vida pública y conocida en España, desde 1484 hasta 1506 en que falleció, no manifestó jamás que fuese genovés, ni hay documento auténtico que así lo acredite. Siempre procedió como español, y como si fuera natural de España lo consideraban los Reyes que, en abril de 1497, al darle facultad para fundar uno o más mayorzgos, razonaban la merced, entre otros motivos, en que es propia cosa de Reyes y Príncipes “honrar e sublimar a sus súbditos y naturales”.
Hasta el último momento de su vida, quiso llamarse Cristóbal Colón, a la española, y no Cristóforo Colombo, a la italiana. Siempre desdeñó a Italia. Ni un solo nombre de lugar de este país, ni uno solo que recordara a personas o cosas de Colombos en Génova, aparecen en las tierras que descubrió. Todo es hispano (castellano, portugués y gallego). En sus libros apuntó algunas palabras y frases en italiano, con muchas incorrecciones, de donde se desprende que conocía este idioma menos que el portugués y el castellano.
Cristóbal Colón nos dice que tomó parte en una expedición armada por Renato De Anjou en el año 1459 y 1462, Cristóforo Colombo genovés (1451), tendría entre ocho y once años de edad, siendo imposible que con esa edad pudiera capitanear una expedición cuyo objeto era reponer al rey Renato de Provenza en el trono de Nápoles, del que había sido arrojado por Alfonso V de Aragón en 1442, ello, nos lo cuenta Cristóbal Colón en una carta escrita a Fernando e Isabel muchos años después:
“A mí acaeció, que el rey Reynel, que Dios tiene, me envió a Túnez, para prender la galeaza Fernandina, y estando ya sobre la isla de Sant Pedro, en Cerdeña, me dijo una saetía que estaban con la dicha galeaza dos naos y una carraca; por lo cual se alteró la gente que iba conmigo, y determinaron de no seguir el viaje, salvo de se volver a Marsella por otra nao y más gente. Yo, visto que no podía sin algún arte forzar su voluntad, otorgué su demanda, y mudando el cebo del aguja, di la vela al tiempo que anochecía, y, otro día, al salir del sol, estábamos dentro del cabo de Cartagine tenido todos ellos por cierto que íbamos a Marsella”.

Colón gallego

Teoría del Colón gallego al detalle

Colón genovés

(Wikipedia) – La tesis apoyada mayoritariamente mantiene que Cristoforo Colombo nació el año 1451 en Savona, en la República de Génova. Sus padres serían Doménico Colombo —maestro tejedor y luego comerciante— y Susanna Fontanarossa. De los cinco hijos del matrimonio, dos, Cristoforo y Bartolomeo, tuvieron pronto vocación marinera. El tercero fue Giacomo, que aprendió el oficio de tejedor. Respecto a los dos restantes, Giovanni murió joven y la única mujer no dejó rastro. Existen actas notariales y judiciales, como el mentado testamento de su hijo en donde afirma la oriundez genovesa de su padre, que defienden esta tesis. Además el mismo Cristóbal Colón declara ser genovés, en el documento denominado Fundación de Mayorazgo él menta «della salí y en ella nací [en Génova]» pero diversos autores e investigadores indican que probablemente esta declaración sería interesada por los Pleitos colombinos que mantuvieron sus descendientes con la corona de Castilla, y por ello lo declararon como falso o apócrifo, sin embargo otros investigadores a principios del siglo xx encontraron en el Archivo de Simancas documentación que, según ellos, mostraban la autenticidad de esta declaración. Dicho escrito fué hallado en 1925 y contenía todas la firmas y sellos pertinentes, que fueron validadas por una comisión especial que ratificó la credibilidad del documento expedido el 28 de septiembre de 1501. También existe una misiva de Pedro de Ayala, embajador de los Reyes Católicos en Inglaterra, en donde haciendo alusión al propósito anglosajón de explorar el Atlántico, menciona que esa incursión contaría con «otro genovés como Colón». Además las autoridades municipales de Génova mostraron, entre los años 1931 y 1932, actas fidedignas que afirmaban su origen genovés.

Colón Catalán

(Wikipedia) –  Luis Ulloa, historiador peruano que residió en Barcelona varios años, afirmaba que Cristóbal Colón era originario deCataluña y de tradición marinera, basándose, entre otras razones, en que en sus escritos, todos en lengua castellana, existen giros lingüísticos propios del catalán. Para Ulloa, Cristóbal Colón fue un noble catalán que se llamaría realmente Joan Colom, un navegante enemigo del rey Juan II de Aragón, contra el que luchó al servicio de Renato de Anjou, aspirante al trono y que además sería el supuesto John Scolvus que habría llegado al norte de América en el año 1476, que posteriormente le ofrecería el proyecto del descubrimiento al rey Fernando el Católico para beneficio de la Corona de Aragón. Esta teoría ha sido seguida, ampliada o modificada por diversos autores, en su mayoría historiadores e investigadores catalanes, aunque también existen investigadores de otros países como el estadounidense Charles Merrill que han apoyado esta tesis. Por contra, esta hipótesis ha sido contestada indicando que los partidarios de la misma dedican gran parte de sus esfuerzos en refutar o desmentir numerosos documentos históricos que manifiesten el origen genovés del navegante, mientras que no han aportado ningún documento que demuestre el supuesto origen catalán.

Colón Francés

La idea es que Cristóbal Colón sirvió a las órdenes de un pirata llamado Guillaume Casenove Coulon, y ¿qué mejor manera de ocultar su pasado pirata que tomando el apellido de su antiguo jefe?

Colón Vasco

Esta teoría sostiene que Cristóbal Colón habría nacido en Soraluze, cerca de Vergara, en Vizcaya, y Colono sería la traducción al castellano de su verdadero apellido, que era Maiztegi. Según los padrinos de este sensacional descubrimiento, Cristóbal Colón hablaría de una manera muy similar al Salvatore de “El nombre de la rosa”, es decir, chapurreando varias lenguas a la vez. Hay una carta en la que recomiendan a un marino vizcaíno que se llama Cristóbal Colón, y también, esta teoría entronca con la (4) en la que se afirma que sirvió a las órdenes de Coulon. Me gustaría ver la carta en la que se recomienda a Cristóbal Colón, y mientras tanto, quedamos a la espera de más datos del Almirante Maiztegi.

Colón Corso, de Calvi

Córcega estaba en esa época bajo control genovés, y Cristóbal Colón decidió ocultar su origen porque no tenían buena fama los habitantes de esta isla (supongo que por temas de contrabando y piratería). No hay evidencias documentales que prueben esta teoría.

Colón Griego

De la isla de Quíos que en ésa época estaba bajo control genovés. Allí no se hablaba mucho italiano, pero Cristóbal Colón -en una ocasión- se denominó a sí mismo como “Columbus el de la Tierra Roja” y Quíos es famosa por el color rojo de su tierra. Me parece una prueba totalmente circunstancial, además de no explicar porqué Cristóbal Colón no quería reconocer que su origen era este.

Colón Noruego

Un historiador noruego ha comparado el escudo de armas de una familia noruega (los Bonde) que emigró a Italia en el siglo XV con el escudo de Cristóbal Colón y los ha encontrado parecidos. Parece que le da lo mismo que los indicios se acaben ahí: había unos noruegos en Italia y un italiano famoso en la misma época y con escudos parecidos. Conclusión: tienen que ser los mismos.

Colón Judío

Parece ser que los análisis de ADN que realizaron hace unos pocos años descartan la posibilidad de que fuera judío. Por supuesto, habrá quien niegue que el gentil enterrado en Sevilla sea Cristóbal Colón, pero cada vez hay menos dudas a este respecto. En otro post contaré la abracadabrante historia de los restos de Cristóbal Colón, uno de los pocos hombres que viajó (casi) tanto después de muerto como estando vivo.

Colón Prusiano (de Dantzig)

La hoy polaca ciudad de Gdansk contaba entre sus habitantes con una familia de navegantes llamada Colno, e incluso puede que alguno de sus miembros estuviera en la famosa expedición a Groenlandia en 1472. ¿Era Cristóba Colón de allí? Si no aportan más pruebas que ésas, antes creeremos que era un indio Semínola que llegó nadando a Portugal que esto. Ya avisé de que la mayoría de las teorías que había eran bastante esperpénticas.

Colón Extremeño (judío)

Vicente Paredes afirma que Cristóbal Colón era miembro de una conocida familia de conversos judíos extremeños, de Santa María, para ser más exactos. Se desconocen las pruebas que aportó para sustentar dicha teoría.

Colón Suizo, de Ginebra

Hubo (y hay) una familia Colomb allí, pero nada avala su parentesco con el Descubridor.

Colón Castellano

Tres historiadores (Ricardo Sanz, Margarita del Olmo y Emilio Cuenca) sostienen que Cristóbal Colón era pariente de los Medinaceli e hijo de Aldonza de Mendoza, duquesa de Arjona, y de Diego Gómez de Manrique, conde de Treviño. La pega que yo le encuentro a esta teoría es que -al igual que la ibicenca- sitúa la fecha del nacimiento en 1435.

Colón Inglés

Un libro editado en Londres en 1682 (dos siglos después del Descubrimiento) afirma que Cristóbal Colón era “nacido en Inglaterra pero residente en Génova”. No sabemos nada del libro ni de las fuentes que éste utiliza.

SU EDAD

Cristóforo Colombo nació en 1451 según los documentos italianos. Según propias declaraciones hechas por Cristóbal Colón, se deduce que nació en 1433.
La fecha de su nacimiento es otro asunto enormemente debatido y las disparidad de fechas es tan amplia que se llega a un intervalo de 20 años. Cristóbal Colón fue dando pistas de cual podría ser su año de nacimiento, pero uno de los problemas muy común en los biógrafos, es el no hacer caso de lo que Cristóbal Colón dice, o de lo que dice su mejor biógrafo, su hijo Fernando Colón, que además de conocerlo bien acompañó a su padre en el Cuarto Viaje. Se tiende a decir que bien se equivocó, bien se mal transcribió, bien mintió, etc. siempre que el dato no interesa se recurre a cuestionarlo y/o apartarlo. Puede parecer que llego demasiado rápido a esclarecer la fecha de su nacimiento, pero no hace falta que me enrolle más de lo necesario, otros emplean fórmulas complejas y enrevesadas precisamente por no interesarles lo que el propio Cristóbal Colón dice. Como me va a sobrar tiempo y espacio lo emplearé en aclarar otras fechas.
1430 .- Ramusio
1432 .- Alfonso Philippot y los acólitos madruguistas.
1441 .- El Padre Charlevoix.
1445 .- Bossi
1446 .- Muñoz; Antonio Fernández, J.R. Fontán, …
1447 .- Robertson y Spotorno.
1449 .- Willard.
1451 .- Tesis Genovista
Cristóbal Colón de Sotomayor es legitimado en 1968, pero no es hasta 1969 cuando realmente se hace cargo de la casa principal a la muerte de su medio hermano Álvaro.
En diciembre de 1492, Cristóbal Colón nos dice: Veintitrés años he andado por el mar sin salir de él, por tiempo que deba descontarse; vi todo el Levante; y el Poniente, y al Norte, Inglaterra…”
Y Antonio López Ferreiro: “una vez liberado de la tutela de Fray Esteban de Soutelo, en 1446 “cambió los libros por la espada”, y en 1469 regresó a Galiciadespués de veintitrés años de ausencia
1469 – 23 = 1446  (año en que empezó a navegar)
Fernando Colón nos dice que su padre afirma que empezó a navegar con 14 años.
1446 – 14 = 1432  (año de su nacimiento)
Tenemos que 1432 sería el año de su nacimiento, que concuerda con lo expresado por Andrés Bernáldez  “Cura de los Palacios”, amigo personal del descubridor quien afirma que Cristóbal Colón murió sobre los 70 años y con la cédula del rey Fernando: “Por cuanto soy informado que vos el Almirante don Cristóbal Colón estáis indispuesto de vuestra persona a causa de ciertas enfermedades que habéis tenido e tenéis, e que no podéis andar a caballo sin mucho daño de vuestra salud: por ende, acatando lo susodicho e vuestra ancianidad, por la presente vos doy licencia para que podáis andar en mula ensillada e enfrenada (entrenada a que obedezca) por cualquier partes de estos reinos e señoríos que vos quisiéredes y por bien toviéredes […] Fecha en la ciudad de Toro a veinte y tres de febrero de mil quinientos y cinco”.
En la carta de 7 de julio de 1503 llamada “carta rarísima” que Cristóbal Colón dirigió a los reyes, dice: “yo vine a servir de veinte i ocho años, i agora no tengo cavello, en mi persona, que no sea cano, i el cuerpo enfermo, i gastado quanto me quedo de aquellos, i me fue tomado y hendido, i amis hermanos fasta el saio, sin ser oido, ni uisto con gran deshonor mio”

Sirve a Renato de Anjou

Cristóbal Colón no dice a quien vino a servir con 28 años, a los reyes Católicos no fue, ya que más adelante diremos por sus escritos en que año ocurrió, se refiere a cuando servía al Renato de Anjou en compañía de sus dos parientes corsarios llamados Colón el viejo y Colón el joven, con los que luchó en la batalla de Cabo San Vicente contra Genoveses.
Fernando Colón: “Teniendo el Almirante conocimiento de es­tas ciencias, empezó a atender al mar y hacer algunos viajes a Levante y a Poniente, de los cuales, y otras muchas cosas de sus primeros años, no tengo bastante noticia, porque murió cuando yo no tenía atrevimiento o práctica para preguntárselo, por el respeto de hijo, o para ha­blar con más verdad, porque entonces, como muchacho, me hallaba yo muy lejos del pensa­miento de escribirlo; pero en una carta que es­cribió a los Reyes Católicos el año de 1501, a los cuales no podría contar sino aquello que fuese verdad, dice las palabras siguientes: Serenísimos Príncipes: Entré a navegar en el mar de muy tierna edad y lo he continuado hasta hoy, pues el mismo arte inclina a quien le sigue a desear saber los secretos de este mundo, y ya pasan de cuarenta los años que le estoy usando;”
Fernando Colón: “…y en otra carta que escribió a los Reyes Católicos en el mes de Enero del año 1495 desde la Española, contan­do las variedades y errores que suelen hallarse en las derrotas y los pilotages, dice: A mí me sucedió, que el Rey Reinel (que ya le llevó Dios) me envió a Túnez para tomar la galeota Fernandina, y habiendo llegado cerca de la isla de San Pedro, en Cerdeña, me dijeron que había dos navíos y una carraca con la referida galeaza, por lo cual se turbó mi gente y determinó no pasar adelante, sino de volverse atrás, a Mar­sella por otro navío y más gente; yo, que con ningún arte podía forzar su voluntad, convine en lo que querían, y mudando la punta de la brújula hice desplegar las velas, siendo por la tarde, y el día siguiente, al salir el sol, nos ha­blamos dentro del cabo de Cartagena, estando todos en concepto firme de que íbamos a Mar­sella.”
Fernando Colón: “digo que en tanto que el Almirante navegaba en compañía de Colón el Mozo, lo cual duró mu­cho tiempo, sucedió que entendiendo que las dichas cuatro galeras gruesas venecianas vol­vían de Flandes, fueron a buscarle y le halla­ron entre Lisboa y el Cabo de San Vicente, que es en Portugal”
Fernando Colón: “El principio y causa de la venida del Almi­rante a España, y ser tan dado a las cosas del mar, fue un hombre muy señalado de su apelli­do y familia, llamado Colombo, muy nombra­do por mar, por la armada que gobernaba con­tra los infieles, y también la de su patria: tal era su fama, que espantaban con su nombre hasta los niños en la cuna. Es creíble que este sujeto y su armada fuesen muy grandes, pues una vez apresó con ella cuatro galeras venecianas gruesas, cuya grandeza y fortaleza no será creída sino de quien las hubiese visto armadas.”
Fernando Colón: “y querían también que hiciese una larga relación de aquellos dos Co­lones, sus parientes, cuya gran victoria alcanza­da contra los venecianos”.
1432 + 28 = 1460  (vino a servir a Renato de Anjou en compañía de su parientes, los corsarios Colón)

 Ofrece a Juan II la empresa de las Indias

En una carta enviada a Cristóbal Colón en 1488 por Juan II de Portugal, este le invita a que regrese a su país, le trata de “especial amigo” y le perdona hechos pasados, en otra carta Cristóbal Colón, dice: “…Fui a aportar a Portugal…que en14 años no le pude hacer entender lo que yo dije”
1488 – 14 = 1474
(año en que le ofrece a Juan II la empresa de las Indias)
Coincide este año de 1474 con la muerte de Enrique IV que dio comienzo a la Guerra de sucesión castellana.

Vino a servir a la empresa de Indias

En 1500 dice: “… ya son diecisiete años que yo vine a servir a estos Príncipes con la Empresa de las Indias…”
1500 (inclusive) – 17 = 1484 
En la misma carta: “… los ocho (años) traído en disputas”
1492 – 8 = 1484
(año en que Cristóbal Colón vino a servir a la Empresa de las Indias)

Vino a servir a los RRCC

En el Diario de Navegación, en el día 14 de enero de 1493, dice: “…después queyo vine a servir, que son siete años agora, a veinte de enero de 1493
1493 – 7 = 1486
(año en que vino a servir a los reyes Católicos)
En la historia del tercer viaje: “… puse en esto seis o siete años, mostrando, lo mejor que se podía hacer, a nuestro señor”
En la carta de 7 de julio de 1503: “… siete años estuve en su Real Corte…”. Si incluimos el año del descubrimiento nos da también  el año 1486
En la carta al Ama de Don Juan: “…siete años se pasaron en estas pláticas…”, si incluimos todo el año 1492, nos da también el año 1486
1492 – 6 = 1486
(año en que vino a servir a los reyes Católicos)
En la carta del Duque de Medinaceli a los reyes: “…y por yo detenerlo (a Colón) en mi casa dos años…”
1486 – 2 = 1484
(año en que vino a servir a la Empresa de las Indias)
En otra frase fechada en 1501 Cristóbal Colón dice: “Entré a navegar en el mar de muy tierna edad y lo he continuado hasta hoy, pues el mismo arte inclina a quien le sigue a desear saber los secretos de este mundo, y ya pasan decuarenta los años que le estoy usando;”
Si contamos todos los años que estuvo haciendo uso de la navegación, tenemos que de 1446 en que entró a navegar hasta 1501 fecha de la carta, habría que descontarle los años de 1484 a 1492 y los periodos de tiempo que no navegaba en las costas gallegas, tenemos más de cuarenta años en ese uso.

Viaja a Tule

Fernando Colón atribuye estas palabras a su padre: “El año de 1477, por Febrero, navegué más allá de Tile cien leguas”. Unos dicen que Tile o Thule, es una isla, otros que se refiere a Islandia, o quizás lo aclare el propio Colón en otro escrito al decir: “Veintitrés años he andado por el mar sin salir de él, por tiempo que deba descontarse; vi todo el Levante; y el Poniente, y al Norte, Inglaterra…”; sea como fuese, todo candidato a ser Cristóbal Colón, de cualquier Teoría que se precie, debe poder justificar este dato.
Siguiendo la premisa que cuando Cristóbal Colón dice haber estado en un sitio, Pedro Madruga no aparece en otro distinto o se desconoce su paradero; y por ende, cuando Pedro Madruga está allí o aquí, Colón también, o en todo caso se desconoce que esté en distinto lugar; cuando Cristóbal Colón se dirige a Alba de Tormes, Pedro Madruga también; cuando Cristóbal Colón se entrevista con los reyes, Pedro Madruga también; cuando Cristóbal Colón aparece como tal, Pedro Madruga desaparece.
La mayoría de los historiadores mal interpretaron las palabras de Vasco de Aponte copiándose unos a otros. Vasco de Aponte nos relata las vivencias y peripecias del señor feudal más sobresaliente de Galicia, pero no data los hechos y sucesos. Careciendo de cronología sigue siendo su relato uno de los legados más importantes de nuestra historia en el medievo. Aun así, la información parece muy acertada y debió obtenerla del entorno cercano a Pedro Madruga, o del él mismo.
Vasco de Aponte relata el intento de toma de la ciudad de A Coruña por parte de Pimentel (conde de Benavente) con la ayuda de Pedro Madruga, y acto seguido cuenta el apresamiento de este por aquel, quien lo llegó a tener preso en Benavente por periodo de un año más o menos. Durante este apresamiento nos cuenta como el Obispo Fonseca aprovecha su ausencia para tomar Pontevedra y otras plazas (en agosto de 1477), defendida esta por Teresa de Távora esposa de Pedro Madruga, termina por entregarla a los isabelinos. ¿Dónde estaba Pedro Madruga?. Los historiadores concatenaron un hecho con el otro y asunto resuelto, Pedro Madruga no estaba defendiendo Pontevedra por estar preso en Benavente, pero existen varios documentos que demuestran lo contrario, que Pedro Madruga no fue liberado hasta después de agosto de 1479, si como dice Vasco de Aponte, estuvo prisionero cerca de un año más o menos, su apresamiento fue posterior a la toma de Pontevedra defendida por su esposa, lo que confirma que Pedro Madruga no estaba en Galicia por esas fechas.
Si Pedro Madruga no estaba en Galicia a finales de 1477 es por qué viajaba con Alfonso V.
Un  intento anterior (segundo) por parte de los isabelinos en tomar Pontevedra terminó a principios de 1477 donde ambos bandos concertaron una tregua, en febrero el conde de Benavente pretende tomar A Coruña, y antes envía a su ahora aliado Pedro Madruga a Portugal para que este ataque por mar la ciudad con la ayuda de la armada Portuguesa. Sucede que habiendo conseguido Alfonso V de Portugal también otra tregua con los reyes Católicos, quizás sea la misma, decide partir en febrero de 1477 con ayuda del corsario Francés, Casanove Colón, solicitar ayuda a Francia de donde no regresará hasta últimos de noviembre de 1477.
Al mismo tiempo, la armada que Pedro Madruga acompañaba hacia A Coruña nunca llegará a intervenir y seguirán rumbo Francia e Inglaterra, esto coincide con el viaje de Alfonso V y con el que Cristóbal Colón dice haber hecho.
Poco podía hacer Pedro Madruga en Galicia si Portugal perdía la guerra con Castilla, en 1477 todo se decidía en las alianzas que se pudieran conseguir, más conseguía acompañando a Alfonso V que quedándose en Galicia.

Resumen:

  • 1432 .- Año de su nacimiento.
  • 1446 .- Empieza a navegar.
  • 1460 .- Está al servicio de Renato de Anjou en compañía de sus parientes corsarios.
  • 1474 .- Ofrece a Juan II la Empresa de las Indias.
  • 1477 .- Viaja a Francia e Inglaterra.
  • 1484 .- Lleva a España la Empresa de las Indias.
  • 1486 .- Empieza a servir a los reyes Católicos.

SUS RESTOS

LOS RESTOS DE CRISTÓBAL COLÓN – artículo de Roberto Taboada Ribadulla
Así como el origen de Cristóbal Colón, no ha sido todavía perfilado. Así como cada día que transcurre, la hipótesis de que el descubridor era de Pontevedra es menos descabellada y tiene, de momento, tantos visos de verosimilitud como la tesis genovesa; también sigue existiendo gran polémica acerca del sitio exacto donde reposan los restos de Cristóbal Colón. Todo ello conforme nos acercamos al V Centenario del Descubrimiento, cobra actualidad.
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En la “Guía Colombiana”, editada con ocasión del IV centenario del descubrimiento, su autor, Manuel Jarreto Panlagua, recoge las palabras que Cristóbal Colón dirige a su hijo:
“Poco, hijo mío, me han valido veinte anos de servicios, pues he servido con tanta fe que hoy no tengo en Castilla una teja; si quiero comer o dormir, no tengo salvo el mesón o taberna, y las más de las veces, ¡hijo mío!, falta para el escote.”
El autor de la mencionada obra en homenaje al inmortal marina, se lamenta de ingratitudes y suplantaciones de esta guisa: “Y como si el infierna agrupara contra él desgracias, Vespucio da su nombre a las regiones descubiertas; los que ignoran su miseria le llaman avaro; Cortés y Pizarra eclipsan su gloria; se le cree plagiario; se dice que había tenido noticia de la existencia del Nuevo Mundo por un libro de la biblioteca de Inocencio VIII; se atribuye el primer viaje a daneses, a noruegos, a normandos, a germánicos…
Cristóbal Colón todo lo oye, todo lo sabe; todo lo sufre; nadie le visita; vive en la miseria; la gota lo rinde; el sepulcro lo llama y dicta su testamento…” Muere en brazos de su hijo Diego, en Valladolid, el 20 de mayo de 1506.

Los distintos enterramientos

Está claro que al primer enterramiento de Cristóbal Colón fue en el convento de San Francisco, de la ciudad del Pisuerga.
En fecha ignorada, sus restos fueran trasladados a la Cartuja de Santa María de las Cuevas, extramuros de la ciudad efe Sevilla. Tiempo después, respondiendo a los deseos expresados por él, fue— ron depositadas en la iglesia catedral de Santo Dominga, hecho que se hizo valer por haber aparecido en unas reparaciones verificadas en el templo por Fray Roque Coccia en 1877, una urna de plomo que contenía unos restos mortales que el creyó pertenecían a Cristóbal Colón.
Percatada de tan trascendente tema el Gobierno español, el entonces ministerio de Fomento encargó al historiador Colmeiro el estudio del asunto, pero el informe redactado no resolvió la cuestión de si los despojos correspondían al famoso marino.
Fue en 1945, con ocasión de unas declaraciones del historiador americano Álvarez Pedroso al “Diario de la Marina”, en la que se insistía que los restos de Cristóbal Colón estaban en la catedral de Santo Domingo, dio motivo a que Antonio Ballesteros Serete, catedrático de la Universidad Central de Madrid, presentará un extenso informe, ampliando la documentación dada a la luz par Colmeiro, que fue hecho suyo por la Real Academia de la Histeria en sesión plenaria de diciembre de 1946, en el que se rebaten la mayoría de los argumentos de Álvarez Pedroso, haciéndose constar que las aludidos restos fueran trasladados de Valladolid a la Cartuja de las Cuevas, en 1509, partiendo desde ésta a la isla de Santo Domingo, en 1536, suponiéndose que el cabildo catedral se resistió a recibir sus restos, llevándose éstos a la catedral de La Habana en 1795, y después de la guerra con los EE.UU. (1898), fueron trasladados a España.

La versión dominicana

La versión anteriormente expuesta tiene su réplica. Remontémonos al año 1795, fecha en la que firma el Tratado de Basilea, por la que España cede a Francia la isla de Santo Domingo. Un militar, Gabriel de Aristizábal, sería el encargado de evacuar, con todos los buques disponibles en la zona de las Antillas en mayor número posible de españoles; pero también tiene otro firme propósito, llevarse a la Catedral de La Habana los restos de Cristóbal Colon.
No eran muchos los datos, ni rigurosamente fiables, Habría que fiarse de lo que afirmaba la tradición, y ésta aseguraba que “las reliquias de Cristóbal Colón habían sido depositadas en el presbiterio de la catedral, del lado del Evangelio, el lugar don de solía colocarse el dosel arzobispal”. El militar dio estos datos al arzobispo que procedió a la exhumación que tendría lugar el 20 de noviembre de 1795.
A partir de aquí comienza la polémica. ¿Fueron o no los restos de Cristóbal Calón los que se exhumaron?. Lo que diversos historiadores han deducido del acta que levantó el escribano, es que no se puede afirmar que los restos sean de Cristóbal Colón.
Desde 1887, o 1898, esta cuestión enfrenta a dos ciudades; Sevilla, que tiene unos restos, traídos en 1858 de La Habana, llevados allí desde Santo Domingo, donde fueron precipitadamente exhuma dos en 1795. Y en la Catedral de Santo Domingo hay otros restos, que se dicen fueron encontrados durante unas obras de readaptación del presbiterio el 10 de septiembre de 1877.
Muy recientemente, una innovadora y original tesis ha revolucionado a los seguidores de las dos históricas existentes hasta el momento: la dominicana y la sevillana. José de la Pena Cámara exdirector del Archivo General de Indias, expone que los restos de Cristóbal Colón se encontrarían repartidos entre las catedrales de Santo Domingo y Sevilla. No obstante la contestación a esta hipótesis por parte de los historiadores de Santo Domingo no se hizo esperar. Carlos Esteban Deive, antropólogo, diplomático dominicano, respondió a De la Peña, en un artículo en la revista “Sevilla’92”, en el n-2 de fecha, febrero 1985, en la siguiente forma: “La hipótesis del historiador De la Peña nos perece una solución Salomónica y, por ser una mera especulación, sin asidero documental que la apoye, en modo alguno resulta convincente”.
Es indudable que la ciencia histórica tiene cada vez más medie para la investigación, tampoco se puede olvidar que la posibilidad de los testimonios directos, no existe. Pero no obstante nuestros expertos no deben, ni pueden renunciar a “Cristóbal Colón” como un enigma, quizá el más grande de la Historia de España. ¿Donde nació? ¿Donde descansan sus restos? La investigación debe proseguir. Tenemos un reto científico e histórico en ello.

El ADN

descargaValiéndose del ADN para comprobar si los restos depositados en la Catedral de Sevilla son los auténticos y no los de Santo Domingo, se exhumaron los restos de Cristóbal Colón, de Fernando y de Diego. Siguiendo la tradición Coloniana, los resultados de estos análisis se volvieron a embrollar, y en los medios se vertieron distintas versiones de los resultados. En realidad, lo único claro y demostrado que se consiguió, es relacionar el parentesco entre Fernando Colón y Diego Colón.  El ADN de los restos de Cristóbal Colón solo se pudo recomponer hasta un 80 %, insuficiente para defender la autenticidad de los mismos. Poco importaba teniendo los resultados completos de su hermano e hijo, en realidad, todo ello se acometió y diseñó con otro fin, muy distinto de la búsqueda de una autentificación de los restos de Sevilla; prueba de ello es que quien financió el proyecto fue un lobby catalán, que inmediatamente después de obtener los resultados de Fernando y Diego, se acometió el coteje del ADN, único fin verdadero, con el de los candidatos catalanes. Los resultados no fueron satisfactorios y los portugueses aprovecharon la ocasión para hacer lo mismo con sus candidatos, el resultado tampoco fue el esperado. Le tocó el turno a los italianos,  con idéntico resultado negativo, estos cometieron el tremendo error de realizar las pruebas sin estar necesitados de ello, cuando el solo hecho del fracaso de catalanes y portugueses les beneficiaba.
Primero se buscó la identificación de parentesco entre restos fósiles, luego entre personas vivas con apellido Colom, Colombo, etc. Solo quedaba una posibilidad de éxito, la identificación geográfica, es decir, identificar estadísticamente los marcadores del ADN con una población determinada, mejor dicho, con la población del levante español, la población italiana y la portuguesa. El silencio mediático, es prueba del rotundo fracaso.

EL IDIOMA DE CRISTÓBAL COLÓN

Antes de llegar Cristóbal Colón a España a ofrece la empresa de Indias, ya escribe notas marginales en sus libros italianos, en castellano y latín y que, además, no utilizase nunca el italiano, ya que durante toda su vida utilizó el latín o el castellano en la correspondencia con sus hijos, con sus hermanos, con gente de todas las nacionalidades con quienes trató e incluso con italianos. En sus escritos figuran muchas palabras del portugués, todas ellas de uso compartido con el gallego, otras de uso exclusivo del gallego y ninguna únicamente exclusiva del portugués. Solo una vez intentó escribir en italiano, pero de manera calamitosa, demostrando que solo lo chapurreaba. Cristóbal Colón escribía el castellano mucho antes de fijar su residencia en Castilla, pues ya en el año 1481 anotaba libros en español, y cuando leía y escribía en latín, incurría en solecismos propios de una persona de habla española. Es imposible que en las cartas a sus hijos, a sus hermanos y a sus amigos emplease siempre el castellano, con muchos giros (galaico- portugueses), sin que jamás se le escapase una frase, un dicho, ni una palabra en italiano. Igualmente sucede con todas las notas relativas a sus gastos, sus créditos y deudas. En 1951 el Capitán de Navío, Julio Guillén Tato, realizó un laborioso informe de investigación, “La parla marinera en el primer viaje de Cristóbal Colón”, que entre otras cosas decía:
“Colón cuarteaba el compás o aguja con voces distintas a las del Mediterráneo y de las galeras, que emplea siempre Ramusio y tantos otros, incluso traduciéndolas del portugués…Y al emplear íntegramente esta rosa oceánica de origen nórdico, parece como si jamás hubiese navegado por el Mediterráneo, o tan poco, que ni en una sola ocasión se le desliza un “mediterranismo”. “Colón escribe según la parla navaresca ú oceánica: la de las naos, que nuestros marineros de Cantabria, Galicia y saco de Cádiz ya hablaban por lo menos un siglo antes”. 
El Académico Ramón Menéndez Pidal, escribiría el libro titulado“Peculiaridades principales de la Lengua de Cristóbal Colón”, en este estudio analiza las anomalías observadas en los escritos autógrafos del Almirante, que se refiere casi exclusivamente, al castellano. Del mismo resulta que no existe una sola palabra, giro, redacción o sintaxis italiana ni genovesa; únicamente aparecen en portugués o gallego.
Antonio Fernández Fernández: “Nos vemos tentados a creer que todas las deducciones a que llega el ilustre académico como consecuencia de su estudio sobre la lengua de Cristóbal Colón, son pura ironía a la tesis genovisca, pues no encontramos:
  •  No se hace en el mentado estudio la menor alusión a los documentos gallegos de la época, quizá para no verse en la coyuntura de tener que admitir que las palabras no castellanas empleadas por Cristóbal Colón en sus escritos, son gallegas.
  • No se presenta un solo vocablo, giro o  ejemplo sintáctico de italiano o genovés.
  • Se sientan una serie de premisas, verdaderamente inocentes, para justificar el aprendizaje del castellano por Cristóbal Colón.
  • Se hace resaltar que lo poco que escribió Cristóbal Colón en italiano es precisamente, para demostrar que no lo es.
  • Que Cristóbal Colón traduce al español sencillas frases italianas.
  • Que el latín que conoce es “genovisco” y esto porque le escriben una carta en el tal latín.
  •  Que no es capaz de aprender el portugués en nueve años de estancia en Portugal, y sin embargo, escribe el español antes de llegar a España.
  • Que debió de aprender español para servir a los comerciantes genoveses en España, como si no pudiera servirlos lo mismo en Portugal.
  • Que a la primera lengua moderna que Cristóbal Colón aprendió a escribir fue la española, y esta habiendo salido de Italia a los veintidós o veinticinco años.
  • Se censura a los que perdemos el tiempo en hablar del Cristóbal Colón español y, sin embargo, se nos presenta un magnífico estudio que resulta fundamental para demostrar que el Almirante no puede ser genovés.
  • Dice que aprendió el español aportuguesado, con lo cual viene a sentar que de ser español, solo puede ser genovés.
  • A lo largo del estudio, unas veces muestra a Cristóbal Colón como un ser sobrehumano y, por el contrario, otras nos lo presenta como incapaz de aprender el portugués en nueve años de estancia en el país lusitano.
  • También nos dice que el español de Cristóbal Colón es fácil, extenso y expresivo, pero del genovés, nada de nada.
  • Se admira de su fuerza expresiva y copia algún párrafo de sus escritos los cuales traducidos literalmente al gallego, cobran mayor expresividad, tal y como si hubiesen sido pensados en dicho idioma.
Como puede observarse, en toda la obra del Sr. Menéndez Pidal no existe un solo párrafo que induzca a suponer a Cristóbal Colón genovés. Por lo cual, nos hemos quedado con la impresión de que dicha obra ha sido escrita por una persona firmemente convencida de todo lo contrario de lo que en ella trata aparentemente de defender. Por ello y como pretendemos atribuir a Cristóbal Colón su verdadera Patria, consideramos que este prolijo y magistral estudio del Excmo. Sr. D. Ramón Menéndez Pidal, de la Real Academia Española, es la mejor contribución, el más alto monumento, levantado a la VERDAD GALLEGUISTA DE COLON. Por ello hemos de mostrar nuestro agradecimiento al Ilustre Académico, por permitirnos reforzar, todavía más, la firme creencia de que Don Cristóbal Colón, Almirante de la Mar Océana, Virrey de la Indias, fue natural de Galicia y de su provincia de Pontevedra.

PROYECTO DE DESCUBRIMIENTO

cristobal_colonEn el siglo XV y XVI no se discutía la redondez de la Tierra, no necesitaba Cristóbal Colón convencer a las distintas juntas de Sabios sobre esta cuestión, pero salvo la de Salamanca todas encontraban un problema infranqueable, y ese problema residía en la creencia Ptolomeica que a partir del grado 90 todos los cuerpos se precipitarían inexorablemente al vacío si antes no eran devorados por terribles bestias. Ptolomeo había dibujado varios mapas que delimitaban la zona habitable y segura, aún habiéndose perdido todos ellos, fueron copiados y reproducidos sin cuestionarse jamás hasta que el Continente Americano fue descubierto. Esta idea y la concepción geocéntrica de la Tierra era la creencia que la Iglesia imponía por buena y determinante.
Cristóbal Colón tenía la certeza empírica del error de esta teoría, para comprobarlo viajó al Sur superando la zona tórrida y a Ultra Thule al Norte, comprobó que las creencias basadas en los mapas de Ptolomeo no eran correctas, esto le acreditó para defender que un viaje al Oeste no tendría por qué acabar en tragedia ya que había demostrado que al norte y al sur estas reglas no se habían cumplido.
Uno de los más acreditados sabios de la época era el florentino Toscanelli, que por cierto creía que Cristóbal Colón era portugués, también, al igual que Cristóbal Colón, consideraba que la teoría de Ptolomeo era errónea, pero a diferencia de Cristóbal Colón nunca salió de Florencia para comprobarlo, ni fue quien de presentar un proyecto de exploración a rey o príncipe alguno movido por la seguridad de sus conjeturas.
Además, Cristóbal Colón estaba convencido que se podría circunnavegar el planeta sin correr más riesgos que los habituales y conocidos, Toscanelli, que era matemático, astrónomo y cosmógrafo, se había carteado tanto con Alfonso V, rey de Portugal, como con Cristóbal Colón defendiendo esta posibilidad, Toscanelli había calculado la circunferencia de la tierra una sexta parte más pequeña de la que es en realidad, y creía que la distancia entre España y la parte oriental de Asia era la que en realidad se encontraba el continente americano. Ni Toscanelli, ni Cristóbal Colón, ni nadie se planteaban la posibilidad que en medio de los continentes Europeo y Asiático existiera otro.
Los cálculos de Toscanelli probablemente beneficiaron a Cristóbal Colón para defender la posibilidad de realizar un viaje, que de conocer la distancia real sería imposible acometer. Si Cristóbal Colón desconocía la existencia de esas nuevas tierras, la fortuna le resultó benévola y el error de cálculo resultó ser providencial, en este caso, tanto Toscanelli como Cristóbal Colón estaban equivocados, eso siempre que hubieran realizado los cálculos por separado, por el contrario, si Cristóbal Colón se fió y dio por buenos los cálculos de Toscanelli con reputación de gran matemático y astrónomo, el único equivocado sería Paolo Toscanelli.
Existe la posibilidad, según algunos, de que Cristóbal Colón conociera la existencia de esas tierras, si así fuera, Cristóbal Colón encontraría coincidente los cálculos de Toscanelli con los suyos, de ser así, Cristóbal Colón que había leído y estudiado los viajes de Marco Polo, que obtuvo información privilegiada sobre las expediciones Portuguesas bordeando África, y que él mismo había participado en una de ellas, tendría una idea aproximada de a que distancia hacia al este estaba Cipango (Japón), si a esta posición se le suma la recorrida por un viajero desconocido desde Europa hacia Occidente, el resultado obtenido coincidiría con la del matemático florentino a la hora de calcular la circunferencia de la Tierra.
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Mapa de Henricus Martellus
Además, si como dicen algunos, Cristóbal Colón se sirvió, de el mapa creado en 1491 por el cartógrafo alemán Henricus Martellus, (que como Toscanelli, desconocía el nuevo continente y creía menor la cirucunferencia de la Tierra), donde aparece Cipango (Japón) situado más al Este, sería fácil entender por qué Cristóbal Colón confundió la costa atlántica del nuevo Continente con la costa oriental de Asia.
Es cierto, no se le ocurrió pensar que un continente de enormes dimensiones podría estar en medio, nadie se lo advirtió tampoco, si alguien lo hubiera hecho ya me dirán que pinta el usurpador Américo Vespuccio en todo esto.
El viaje de exploración sirvió a la humanidad para desterrar muchos mitos, y también, para conseguir avances científicos de valor incalculable para su progreso, Cristóbal Colón no solo descubrió un nuevo Continente, con su determinación y puesta en marcha del proyecto de Exploración, descubrió la declinación de la aguja magnética, que no es otra cosa que un punto de la travesía las agujas de las brújulas cambiaban su posición, cayó en la cuenta que una explicación sería que el Norte geográfico no coincidía de manera muy marcada con el Norte magnético, eso le llevó a ser el primero, que se tenga constancia, en barajar la posibilidad que la Tierra no fuera totalmente redonda, esta comprensión acertada de un suceso desconocido para él, demuestra una formación y aptitudes muy por superiores a la ciencia de su época, pero no solo lo comprendió, si no que fue quien de aprovechar este descubrimiento para situarse señalando la longitud, valiéndose de las variaciones de la declinación magnética, y de determinar la línea sin variación magnética en el Atlántico.
El viaje de exploración tan al Oeste, tan fuera de los límites marcados por Ptolomeo y tan apartado de los límites que la redondez de la tierra, que además se creía más pequeña, permitiría no precipitarse al vacío, tenemos mientras no haya constancia de un hecho similar, el primer hombre que comprobó y demostró la existencia de la fuerza central de la Tierra que mantenía los cuerpos atraídos hacia ella en cualquier lugar del planeta, fue el primero en comprobar que la atracción de la gravedad es una fuerza central.
Pero si esto parece poca cosa para la compresión de un lanero genovés, tendríamos que añadir:
  • Determina aproximadamente la hora por medio del movimiento de las guardas.
  • Descubre la excentricidad de la Estrella Polar. Halla la situación de América, valiéndose de los eclipses.
  • Descubre la dirección de las corrientes marinas, en los mares tropicales; la corriente equinoccial y de rotación.
  • También descubre la corriente ecuatorial. Aprecia que las carabelas navegan mejor en el Atlántico con velas redondas.
  • Crea los verbos “nordestear” y “noroestear” que inmediatamente se adoptan en el idioma castellano.
  • Descubre el mar de los Sargazos. Distingue las focus de dicho mar, de las existentes en las costas de las Azores.
  • Aprecia que las especies de los árboles americanos son distintas de las europeas, y en las coníferas, distingue las del género monocarpo, americanas, de las del podocarpo, europeas.
  • Estudia la configuración geográfica de las Antillas y las causas geológicas que la determinan.
  • Observa la emigración de las especies marinas hacia el Mar de los Sargazos.
  • Aprecia que la raza de los aborígenes de las tierras descubiertas, es diferente a las demás razas humanas.
Y de paso … descubre un Nuevo Mundo
Si algunos están en lo cierto y Cristóbal Colón fue lanero ayudando a su padre hasta los 22 años, luego marinero enrolado en barcos de comercio en el mediterráneo y luego agente comercial hasta poco antes de naufragar en las costas de Portugal combatiendo contra sus paisanos, que al poco tiempo entra en España con un proyecto de exploración que expone a  los reyes y a los mayores sabios del reino en un perfecto castellano, cuando no en Latín, explicando como emprender tamaño proyecto de exploración y aportar a la ciencia tantos descubrimientos y aplicarlos a su fin, puede que nos quedemos cortos al considerarlo una persona excepcional, tendríamos que pensar en considerarlo un prodigio de la naturaleza o un extraterrestre de incógnito que vino a darnos un empujoncito.
Cristóbal Colón: “… puesto a pensar en ello, hallo que el mundo no es redondo en la forma que han descrito, sino que tiene forma de una pera que fuese muy redonda, salvo allí donde tiene el pezón o punto más alto; o como una pelota redonda que tuviere puesta en ella como una teta de mujer, en cuya parte es más alta la tierra y más próxima al cielo. Es en esta región, debajo de la línea equinoccial, en el Mar Océano, el fin del Oriente, donde acaban todas las tierras e islas…”
Cristóbal Colón: “Yo estuve en el Castillo de San Jorge de la Mina de el rey de Portugal, que está debajo de la equinocial, y soy buen testigo que no es inhabitable como quieren algunos”
Nota autógrafa de Cristóbal Colón anotada en el libro “Imago Mundi”: “… navegando de Lisboa hacia el sur de Guinea yo he observado con cuidado el trayecto que hacen los capitanes y los marinos; y en seguida he tomado la altura del Sol con el cuadrante y otros instrumentos en varios sentidos, y he encontrado que ella concordaba con los datos de Alfragán, a saber, que a cada grado corresponden 56 2/3 millas; por ello hay que prestar fe a esos cálculos; se puede, pues, decir que el circuito de la Tierra bajo el círculo equinoccial es de 20.400 millas. Es tal como lo habían establecido el maestro, médico y astrólogo José Vicinho y varios otros que fueron enviados expresamente para esto por el Serenísimo Rey de Portugal”.
Fernando Colón sobre su padre: “Asimismo, en una memoria o acotación que hizo para demostrar que las cinco zonas son habitables, probándolo con la experiencia de las navegaciones dice: Yo navegué el año 1477, en el mes de febrero, ultra Thile, cien leguas, cuya parte austral dista de la equinocial setenta y tres grados, y no sesenta y tres, como algunos dicen y no está dentro de la línea que incluye el Occidente, como dice Ptolomeo, sinó mucho más occidental, y a esta isla, que es tan grande como Inglaterra, van los ingleses con mercaderías, especialmente los de Bristol. Y al tiempo que yo a ella fui, no estaba congelado el mar, aunque había grandísimas mareas, tanto que en algunas partes, dos veces al día, subía veinticinco brazas, y descendía otras tantas en altura.”
Carta de Toscanelli a Cristóbal Colón recogida en la biografía de su hijo: “Traslado de otra carta que hace tiempo yo escribí a un amigo y familiar del serenísimo rey de Portugal, antes de las guerras de Castilla: — Mucho placer hube de saber la privanza y familiaridad que tienes con vuestro genrosísimo y magnificentísimo rey, y bien que otras veces tenga dicho del muy breve camino que hay de aquí a las Indias–“
Segunda carta de Toscanelli a Cristóbal Colón recogida por su hijo: “No me maravillo que tú, que eres de gran corazón, y toda la nación de PORTUGUESES, que han sido siempre hombres señalados en todas las grandes empresas, estéis con el corazón encendido y gran deseo de poner el obra el dicho viaje”
Algunas notas autógrafas de Cristóbal Colón escritas en los márgenes de algunos libros consultados: Subraya en el libro de D’ailly el Imago Mundi: “La Tierra es redonda y esférica”, “El agua y la tierra juntas forman un cuerpo redondo…”, “La distancia entre España y la India por tierra es muy larga”, “La distancia entre España y la India por mar es muy corta”. En una nota marginal escribe: “El eclipse de Luna se debe a la sombra que proyecta la Tierra”

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