Museos de Álava
El Museo Diocesano de Arte Sacro de Álava (en euskera Arabako Elizbarrutiko Arte Sakratuaren Museoa) se ubica en el espacio de la girola de la Catedral de María Inmaculada (Catedral Nueva) de la ciudad de Vitoria,Álava (País Vasco, España). Su acceso se realiza por la puerta sur del crucero de la Catedral, orientada a la calle Monseñor Cadena y Eleta y al parque de la Florida.
Historia
El origen de la colección está en 1923, cuando se inauguró un Museo Diocesano en el Seminario Conciliar de Vitoria, ubicado junto a la catedral de Santa María (catedral Vieja). En 1930, edificado un nuevo Seminario Diocesano, las obras se trasladaron a uno de los pabellones de teología. Unos años más tarde, ya en 1942, se firmó un acuerdo entre el obispado y la Diputación Foral de Álava y la colección se trasladó a la llamada Casa de Álava, que luego sería el Museo de Bellas Artes de Álava. En 1978 se constituye una sección de Arte Sacro dentro de esa colección.
Finalmente, es en 1997 cuando la Diputación Foral de Álava y la Diócesis de Vitoria, con el objeto de preservar el patrimonio histórico-artístico del Territorio Histórico de Álava y la Diócesis, acuerdan crear el Museo Diocesano y ubicarlo de manera permanente en la girola de la catedral de María Inmaculada, espacio semicircular compuesto por dos naves concéntricas y segmentado en siete capillas, en las que se pueden apreciar notables obras escultóricas así como las magníficas vidrieras realizadas por la casa Maumejean de París y Madrid. El proyecto arquitectónico, que incluye los espacios presbiteriales que conectan el ábside con los brazos del crucero, dando un total de once salas, permite disfrutar del edificio, ya que las salas se han concebido como espacios abiertos. El Museo fue abierto al público el 30 de abril de 1999.
Colecciones
Las obras que componen los fondos del Museo pertenecen en su mayoría a la Diputación Foral, a la Diócesis y las varias parroquias de la provincia que han accedido a depositar las obras para su exposición permanente al público. Muchas de ellas ya estuvieron expuestas en el Museo Diocesano que desde 1923 funcionó en el Seminario Conciliar y luego, a partir de 1942, en el Museo Provincial de Bellas Artes, que en 1978 inauguró una sección específica de Arte Sacro. En la disposición del espacio expositivo se combinan criterios de ordenación histórico-estilística, atendiendo a los sucesivos estilos artísticos y las correlativas épocas históricas (Románico, Gótico, Renacimiento,Barroco); y criterios didácticos, que prioricen las técnicas y las materias empleadas en la realización de las obras. Los fondos se distribuyen en seis secciones y once salas, más una sala introductoria dedicada a exposiciones temporales.
Sección Piedra (Salas 1 y 2)
Se corresponde con los períodos del Prerrománico y el Románico, con piezas datadas entre los siglos V y XIV. Todos los objetos comparten la característica de su factura en piedra. Se encuentran en esta sección algunas de las manifestaciones artísticas más antiguas del cristianismo en Álava así como elementos del mundo funerario (estelas, sepulturas), mobiliario litúrgico (altares) y elementos arquitectónicos con labor escultórica. Una serie de maquetas y fotos aproxima al visitante al fenómeno del eremitismo y a algunos templos románicos característicos. En la Sala 1 (espacio presbiterial sur) se puede observar una selección de estelas funerarias, sepulcros, los altares de Obécuri y Cripán, etc. En la Sala 2 (Capilla del Sagrado Corazón) destacan diversos materiales representativos de la arquitectura románica, como canecillos, capiteles, ménsulas, ventanales, portadas y relieves.
Sección Tronco (Salas 3 y 4)
Contiene piezas de imaginería talladas a partir de troncos de madera, correspondientes a las diversas épocas artísticas, desde el Románico al Barroco. En la Sala 3 (Capilla de Álava) destacan el conjunto de vírgenes sedentes con el Niño, tipología conocida en el País Vasco como Andra Mari, como lo más representativo de la imaginería gótica provincial, así como el Cristo Crucificado de Zurbano, talla procedente de la parroquia de San Esteban de Zurbano, y el también policromado Calvario de Eguileta, conjunto de tres bultos -el Cristo, la Virgen y San Juan- procedente de la parroquia de San Román de Eguileta, ambos del siglo XIV.
En la Sala 4 (Capilla de Vizcaya) existe una amplia representación de la pintura sobre tabla, destacando el Retablo de Tortura, un temple de finales del siglo XV o principios del XVI, procedente de la parroquia de San Andrés de Tortura, y la Tabla de Jokano, amén de tallas góticas de santos y el Calvario de Erenchun, consistente en bultos sueltos sin policromar, obra gótica flamenca procedente de parroquia de San Andrés de Erenchun. Son obras de los siglos XIII, XIV y XV.
Sección Liturgia (Sala 5)
Ubicada en la Capilla central de Nuestra Señora del Rosario, la más rica por la ornamentación de las bóvedas y por sus escudos, esta sala trata de recrear un lugar de culto con los elementos más característicos del mismo. Una reja del siglo XVI procedente de Galarreta delimita dos espacios: en el de la entrada hay imaginería del siglo XVI; tras la reja se conserva un altar neogótico de mármol con forma de templete, existente anteriormente en la Catedral, sobre el que se disponen los objetos litúrgicos más usados en la celebración de la Eucaristía; manteles y frontales, custodia, cáliz, copón, sacras, portapaz, relicario, candeleros, cantoral, ornamentos litúrgicos, un hachero... A los lados del altar se exhiben diversos ornamentos y vestiduras sacerdotales. Dado el carácter didáctico de lo expuesto, la selección de las obras responde no tanto a criterios cronológicos y estilísticos cuanto a que sean representativos del culto católico.
Sección Tabla (Salas 6 y 7)
Alberga obras medievales y renacentistas. La Sala 6 (Capilla de Guipúzcoa) se ha dedicado en exclusiva al legado flamenco tanto de obra pictórica como escultórica. Destacan: el Tríptico de la Pasión, óleo del último cuarto del siglo XV del denominado Maestro de la Leyenda de Santa Godeliva y que estuvo en la parroquia de Santa María de Villacones de Salinas de Añana; elTríptico de la Virgen con el Niño, Santa Catalina y Santa Bárbara, óleo del Maestro de Fráncfort, de entre 1510 y 1520, en depósito del Santuario de Nuestra Señora de la Antigua de la localidad vizcaína de Orduña; conjunto funerario de los Martínez de Salvatierra, integrado por el Descendimiento, óleo flamenco anónimo sobre tabla, de la escuela de Brujas y hacia 1525, copiado de Hugo van der Goes, más esculturas doradas y policromadas en relieve, procedente todo él de la parroquia vitoriana de San Pedro; la Crucifixión de Ambrosius Benson; el Tríptico de la Epifanía de Pieter Coecke; los cinco Bustos Relicarios de Santa Úrsula y sus compañeras mártires, de principios del XVI y procedentes de la iglesia de San Vicente en Vitoria; y una selección de Vírgenes de Malinas.
La Sala 7 (Capilla de Navarra) se dedica básicamente a la obra autóctona. En ella se encuentran: las Tablas de Añes; las tablas de la Aparición de San Miguel y elApostolado, conjunto de diez óleos del primer cuarto del siglo XVI y de autor desconocido procedentes del antiguo retablo mayor de la parroquia de San Miguel deLabraza; el Retablo del Dulce Nombre; el Retablo de San Nicolás de Bari, obra plateresca de tres cuerpos, tres calles y ático entallado por los burgaleses Ortega de Córdoba y Diego Guillén y policromado hacia 1539 en el taller de Diego de Torres el Viejo, en depósito de la parroquia de San Nicolás de Bari de Fontecha; el Retablo de San Blas, con mazonería de dos cuerpos, tres calles, ático y guardapolvo ejecutado hacia 1530 aunque de traza aún plenamente gótica, con talla policromada del santo y óleos sobre tabla, procedente de la parroquia de San Vicente de Hueto Abajo; y, los dos relieves realizados por Juan de Ancheta en estilo romanista en 1578, laFlagelación y la Coronación de Espinas, procedentes de la parroquia vitoriana de San Miguel.
Sección Lienzo (Salas 8 y 9)
Esta sección se dedica a la pintura de caballete sobre lienzo de los siglos XVII y XVIII. Cronológicamente comienza con una obra del siglo XVI, de estilo manierista, el San Francisco meditando de rodillas realizado por El Greco en Toledo entre 1586 y 1592. En la Sala 8 (Capilla del Sagrado Corazón de María), junto con el citado lienzo del Greco, coexisten obras de estilo italianizante como el Cristo Crucificado, el San Pedro y el San Pablo de José de Ribera, procedentes los tres del desaparecido convento vitoriano de Santo Domingo, la Predicación de San Juan Bautista de Luca Giordano, en depósito de la parroquia de San Andrés de Argómaniz, y el Martirio de San Sebastián de un pintor de la escuela de Caravaggio. Recientemente ha sido restaurada, recuperando el brillante colorido original, la magnífica Lamentación sobre Cristo Muerto, gran óleo de Gaspar de Crayer de hacia 1640. Esta obra es un depósito temporal, ya que regresará a su lugar de origen, la Catedral (Vieja) de Santa María cuando terminen las obras de rehabilitación que allí se desarrollan.
En la Sala 9 (espacio presbiterial norte) el tema de la Inmaculada Concepción está perfectamente representado con obras de Alonso Cano, en un cuadro que procede de la parroquia de la Asunción de Nuestra Señora de Berantevilla, Juan Carreño de Miranda, Cornelis Schut y otros. Son de destacar asimismo la Cabeza de San Pablo atribuida a Valdés Leal, el San Antonio de Padua y el corazón del avaro deNicolás de la Cuadra y dos obras atribuidas a Miguel Jacinto Meléndez, el Martirio de San Andrés y la Anunciación.
Sección Plata (Salas 10 y 11)
Contiene una amplia colección de orfebrería religiosa (cruces procesionales, custodias, copones, cálices, píxides, portaviáticos, navetas, crismeras, vinajeras, relicarios, etc) y está organizada siguiendo el criterio crononógico de la evolución estilística, desde el período Románico de transición del siglo XIII hasta las corrientes neo de principios del siglo XX.
En la Sala 10, ocupando el espacio presbiterial norte (que comparte con la Sala 9), puede observarse la platería desde el período Románico-Gótico hasta el Rococó del siglo XVIII. la Sala 11, situada en parte de la nave secundaria de la izquierda del brazo septentrional del crucero, contiene la orfebrería moderna, neoclásica, modernista, neogótica y neorrománica, así como piezas de marfil y platería hispanoamericana. El magnífico Retablo de Santa Eulalia, obra renacentista de tres cuerpos, tres calles, dos entrecalles y ático trilobulado procedente de la Iglesia de Santa Eulalia de Markinez, colocado aquí por razones de espacio, completa la última sala del Museo.
El museo de Bellas Artes de Álava (en euskera Arabako Arte Ederren Museoa) depende de la Diputación Foral de Álava y está situado en Vitoria-Gasteiz, capital del País Vasco. Desde su inauguración en 1942, ha sufrido numerosas transformaciones tanto en lo referente a los edificios que lo componen, como a las colecciones que ha ido albergando, hasta concretarse en la actualidad en un museo dedicado al arte español de los siglos XVIII al XX y de forma más especializada, al arte vasco del periodo 1850-1950.
Historia
Palacio Augustin-Zulueta
En 1912 el matrimonio formado por Elvira Zulueta y Ricardo Augustin inicia la construcción de su residencia particular en el paseo de Fray Francisco, lo que hoy se conoce como palacio Augustin-Zulueta. Elvira, hija de Julían de Zulueta, pertenecía a una acaudalada familia vitoriana y tras su matrimonio en 1905 con el abogado madrileño Ricardo Augustin, deciden construirse un palacete en la zona noble del ensanche vitoriano, conocida como el Paseo de la Senda.
La dirección de las obras fue encomendada a los arquitectos Julián de Apraiz y Javier de Luque, en este momento los profesionales más reconocidos de la ciudad, ya que en 1906 habían ganado el concurso para la realización de las obras de la Nueva Catedral de Vitoria.
Se trata de un edificio ecléctico con elementos decorativos barrocos, románicos e incluso neovascos. Está articulado en torno a un gran vestíbulo de planta cuadrangular y divido en sótano, planta baja y dos alturas. Las fachadas están realizadas en piedra arenisca de Fontecha y del interior destacan las labores de ebanistería, tradición muy arraigada en Vitoria. Tanto la capilla como el vestíbulo, que en la actualidad se conservan en perfecto estado, fueron realizadas por la Casa Ibargoitia y las vidrieras, también originales, fueron realizadas por la Casa Maumejean.
La obra, muy compleja, se terminó en 1916, aunque todavía faltaban algunos detalles y el matrimonio se instaló en ella en el verano de ese año. Sin embargo, en septiembre de 1917, Elvira fallece repentinamente y Ricardo Augustin irá abandonando paulatinamente la ciudad y el palacio queda vacío grandes temporadas. Dado que el matrimonio no tuvo descendencia según la voluntad de Elvira Zulueta, los bienes debían pasar a manos de la Iglesia. En 1924 se llega a un acuerdo económico con la diócesis y Augustin se queda con un capital importante y con la propiedad del palacio, mientras que con la parte que le correspondía a la diócesis se inicia la construcción del Seminario Diocesano. Como agradecimiento, a mediados de la década de los años 20, Augustin recibe el título pontificio de conde de Dávila. El conde continuará vinculado a la provincia hasta su muerte en 1965 y está enterrado junto con su esposa en la capilla del Seminario Diocesano.
El museo y sus colecciones
La idea de crear un museo en Álava que fuera capaz de reunir todo el patrimonio disperso era antigua. Ya en1792 la Sociedad Bascongada de Amigos del País guardaba en el viejo Seminario Eclesiástico de Aguirre de Vitoria una biblioteca, un monetario y una colección de lápidas romanas; en 1844 el gobernador civil estableció en una sala de la Casa Palacio (sede de la Diputación Foral de Álava) una “Galería de cuadros”. A finales delsiglo XIX, Federico Baraibar había reunido en unas salas del Instituto de Segunda Enseñanza, actualParlamento Vasco, lo que él llamaba “Museo incipiente” con mayoría de restos arqueológicos. Asimismo, el Obispado de la Diócesis de Vitoria había reunido ciertas piezas que consideraba que estaban en peligro, en algunas dependencias del Seminario; por otra parte, la Escuela de Artes y Oficios albergaba unas salas con obras, fundamentalmente, de artistas alaveses.
Durante años, la prensa local había formulado en distintos artículos la necesidad de la creación de un museo, y ello se ve plasmado en 1940 con la creación del Consejo de Cultura de la Diputación Foral de Álava, uno de cuyos objetivos fundamentales era la constitución y funcionamiento del Museo, Biblioteca y Archivo Provinciales. El primer paso se dio en1941 con la compra del Palacio de Augustin-Zulueta destinado a albergar, bajo la denominación de Casa de Álava, tanto las colecciones relacionados con las bellas artes y arqueología como la Biblioteca y el Archivo de la Provincia. Como Museo reunió depósitos de la diócesis de Vitoria para el arte religioso, del museo del Prado y del Arqueológico Nacional, de la Escuela de Artes y Oficios para la pintura local, y algunos depósitos de particulares. Todo ello va configurando un Museo donde se reúnen colecciones diversas que al ir creciendo determinarán la necesidad de ampliaciones y de búsqueda de nuevas sedes, como es el caso de los museos de arqueología y de armería.
Un hito importante en la historia del museo de Bellas Artes de Álava lo constituye el convenio con la Fundación D. Vidal y D. Fernando de Amárica para la exhibición de las obras del pintor Fernando de Amárica. Fruto de este convenio se construye en 1965 un pabellón posterior realizado por el arquitecto provincial Jesús Guinea, ocupando desde esa fecha y hasta la actualidad una sala permanente en la que se muestra una selección de obras del artista.
1975 es una fecha clave ya que se inicia de manera sistemática la colección de arte contemporáneo, enriquecida en las sucesivas décadas hasta constituir uno de los conjuntos más completos y coherentes de todo el estado español. Paralelamente, el otro gran conjunto de obras de este museo, el de arte vasco, se traslada para su exhibición al palacio ubicado justo enfrente, el palacio de Ajuria Enea, pero por un breve tiempo, de 1978 a 1980. En este último año se tomó la decisión de convertirlo en la residencia oficial del Lehendakari y los fondos volvieron de nuevo al museo provincial. En este recorrido histórico otra fecha destacada es 1986 cuando la Diputación Foral de Alava adquiere la importante colección deNaipes formada por D. Félix Alfaro Fournier a la empresa naipera de la ciudad, exhibiéndose en sus salas hasta su salida alpalacio Bendaña, que es desde el año 1994 la sede del museo Fournier de Naipes de Álava, integrado en el complejo de museos Bibat.
Por tanto y hasta el año 1999 se ha podido contemplar en el Museo fondos que abarcaban desde el siglo XIII hasta nuestros días, incluyendo un apartado dedicado a la numismática y un Museo de escultura contemporánea al aire libre.
Acabando el milenio, todos los fondos de arte clásico, principalmente depósitos de la Diócesis de Vitoria, salieron y conformaron un nuevo museo, el Museo Diocesano de Arte Sacro. Posteriormente, en 2002 y tras numerosos proyectos arquitectónicos, los fondos de arte contemporáneo pasaron definitivamente a Artium. Centro Museo Vasco de Arte Contemporáneo.
En la actualidad el museo de Bellas Artes de Álava se distribuye en tres sectores diferenciados, constituidos por: el edificio originario, el palacio Augustin-Zulueta; la zona de ampliación de los años 60; y el edificio anexo de nueva construcción donde se sitúa el acceso del museo. En esta intervención, efectuada entre los años 1999-2001, todo el conjunto ha sido reformado, se han eliminado barreras arquitectónicas y adecuado a las nuevas necesidades museísticas tanto de accesos, recorrido y servicios a los visitantes.
Colección actual
El recorrido se inicia en las salas de la planta baja dedicadas al arte vasco de la cronología 1850-1950, donde puede apreciarse la evolución de la pintura partiendo de artistas precursores como Juan Ángel Sáez, Antonio M.ª de Lecuona, Eduardo Zamacois o José Echenagusia entre otros. La exhibición continúa con los lenguajes más innovadores de autores como Adolfo Guiard, Darío de Regoyos o Juan de Echevarría, hasta llegar a los más destacados artistas del periodo anterior al estallido de la guerra civil, como Pablo Uranga, Anselmo Guinea, Julián de Tellaeche o Genaro Urrutia.
En esta planta se organizan también exposiciones temporales, tanto de fondos propios como externos.
Ya en el primer piso, encontramos otras obras de artistas vascos, esta vez grandes formatos de Ignacio Zuloaga, Aurelio Arteta, Elías Salaverria, Francisco Iturrino o los hermanos y Ramón y Valentín de Zubiaurre, que nos ofrecen un testimonio de la sociedad agrícola e industrial de su entorno y su época, obras en las que conviven los lenguajes artísticos tradicionales con los más modernos.
Por su especial relevancia en la pintura alavesa, una sala está destinada al artista Ignacio Díaz Olano, quien cultivó todo tipo de géneros con preferencia por los temas costumbristas como "La vuelta de la romería del Calvario”, “Rezo del Ángelus en el campo” y “Restaurante”, uno de sus títulos más emblemáticos.
El arte alavés vuelve a estar muy presente en las tres salas del segundo piso dedicadas a Fernando de Amárica con obras pertenecientes a su Fundación y depositadas aquí de forma permanente. El recorrido cronológico permite establecer la sucesión de tendencias estilísticas empleadas a lo largo de su dilatada carrera (realismo, impresionismo, expresionismo) y su especial inclinación a plasmar, principalmente, el paisaje de distintos lugares del territorio vasco y su entorno.
Situada en la zona correspondiente al Palacio Augustin-Zulueta, la colección de arte español de los siglos XVIII al XX, se muestra a través de retratos, paisajes y escenas costumbristas, obras en las que se aprecia la transición desde una pintura clásica y académica, a los intentos más espontáneos del romanticismo o la posición más directa de autores del movimiento realista. Los retratos de Vicente López, Federico y Raimundo de Madrazo, los paisajes de Carlos de Haes, Aureliano Beruete y la escena de La siesta de los segadores de Josep Maria Sert son un buen ejemplo de ello.
Estos fondos conforman el núcleo de la exposición permanente del museo; obras que por su importancia se exhiben de forma continuada imprimiendo carácter y personalidad propias a esta institución. Pero también se atiende a la realización de muestras temporales, tanto con fondos propios como ajenos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario