miércoles, 27 de julio de 2016

Iconografía cristiana

Cefalóforos (del griego κεφαλής, cabeza y φέρουν, portar) son aquellas personas que, tanto en las mitologías folclóricas como en la iconografía de los mártires cristianos, llevan su cabeza entre las manos.
Algunos personajes cefalóforos son:














cena de Emaús o los discípulos de Emaús es el nombre con que se identifica un relato del Evangelio de Lucas (Lucas24:13-35) que no guarda paralelismo con ningún otro del Nuevo Testamento, con la salvedad de una muy acotada referencia en Marcos 16:12-13. El pasaje narra la aparición de Jesús resucitado a dos discípulos suyos de camino a la aldea de Emaús, la forma en que lo invitaron a pernoctar y cómo lo reconocieron durante la cena, en la fracción del pan. Los matices psicológicos de sus personajes otorgan un carácter único al pasaje, que fue analizado y reflexionado largamente por biblistas, exégetas y místicos, y a través del tiempo tornó en un tema muy tratado en el arte. Fue el pasaje dilecto del filósofo Jean Guitton:
Si hubiera que escoger en todo el Evangelio una sola escena que lo resumiese todo, no lo dudaría un momento, escogería la de los discípulos de Emaús.

Episodio evangélico

Según el capítulo 24 del Evangelio de San Lucas, dos discípulos, uno de los cuales se llama Cleofás y otro cuya identidad no se desvela, apenados y temerosos por la muerte de Cristo que han presenciado, huyen de Jerusalén y llegan hasta Emaús, donde se disponen a cenar en compañía de un extraño con el que han hablado por el camino de los recientes sucesos y que les reprocha su falta de fe. No se percatan de quién es el misterioso viajero hasta que reconocen su gesto al partir el pan, momento en que el desaparece.2 El gesto, para ellos inequívoco, es el que utilizaba Jesucristo, y por tanto el pan había dejado de ser pan para convertirse en el cuerpo de Cristo de la eucaristía. Esa y otras exégesis son las que suelen hacerse en el comentario a este pasaje evangélico, propio de la liturgia católica del Tercer Domingo de Pascua (durante el ciclo A) o de las misas vespertinas del Domingo de Pascua de Resurrección (Ciclos A, B y C).3

Tratamiento pictórico

Dos cuadros de Caravaggio:
Dos cuadros y dos grabados de Rembrandt:
  • 1648, Louvre4
  • 1629, Museo Jacquemart-André5
  • Grabado de 16396
  • Grabado de 16547
La más famosa falsificación de Han van Meegeren, en el estilo de Vermeer, de 1937.8
Cuadros de muchos otros artistas:

Tratamiento literario

En literatura, el tema de la cena de Emaús se ha tratado al menos desde el siglo XII, cuando el poeta Laurentius de Durham lo desarrolla en un poema latino semidramático.

 












Circuncisión de Jesús es la denominación de un episodio evangélico (Lucas 2, 21)1 y un tema iconográfico relativamente frecuente en el arte cristiano. Trata de la circuncisión que se efectuó a Jesucristo.
La circuncisión es la ablación ritual del prepucio (el de Cristo se denomina Santo Prepucio, y es una de las reliquias cristianasmás preciadas). La ley mosaica, por mandato divino, prescribía: «Serán circuncidados a los ocho días de nacer todos vuestros varones de cada generación».2 El evangelista Lucas cuenta cómo se cumplió esta ley a los ocho días del nacimiento de Jesús; en un acto en que también «le pusieron por nombre Jesús, el cual le había sido puesto por el ángel antes que fuera concebido» (en referencia al episiodio de la anunciación).
Posteriormente cuando se cumplieron los días de la purificación (Lucas, 2, 22), se produjo la presentación de Jesús en el Templo.

La circuncisión en los Evangelios apócrifos

De entre los evangelios canónicos sólo Lucas lo refiere.3 Los evangelios apócrifos son mucho más pródigos en información en este sentido. Así, el Pseudo-Mateo especifica el sacrificio realizado como pago de la ceremonia,4 y en el Evangelio árabe de la infancia -un evangelio apócrifo muy tardío- se narra cómo tras la circuncisión de Jesús, la matrona de María guardó el prepucio en una jarra de alabastro llena de nardos, un conservante, y se la dio a su hijo, perfumista de profesión pidiéndole que guardase bien la jarra y no la vendiese aunque le ofrecieran trescientos denarios.5 El Evangelio armenio de la infancia ofrece otra versión, según la cual el niño sangró durante la operación, pero sin que se produjese corte alguno.6

Celebración

En el calendario litúrgico o santoral, el día 1 de enero se celebraba la festividad de la Circuncisión de Cristo hasta la reforma del Calendario en 1967. En la actualidad se celebra como Solemnidad de Santa María, Madre de Dios.
En el Líbano hay unos dulces, denominados awwamaat, que se consumen en esta festividad.

Representaciones en el arte

Las representaciones de la circuncisión de Cristo aparecen en el arte hacia finales del siglo X. Suelen formar parte de una secuencia de episodios del ciclo de la vida de María o del ciclo de la vida de Cristo. Es muy común verlo en retablos. Generalmente se muestran tres personajes: María, Jesús y el ministro o mohel que realiza la operación con un instrumento cortante especial. En el siglo XIII aumentó el número de personajes con la figura de José y algunos sacerdotes. A partir del siglo XIV aparecen esporádicamente representaciones que muestran la escena como un acto de crueldad: el ministro tiene cara feroz y los padres de Jesús están atemorizados, con características antisemitas propias de la época.

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