La presa de arriba o de Román es un azud de época romana (siglos I-II d.C) situado en la rambla de la Raja (Jumilla, Región de Murcia, España). Su función era aprovechar los caudales de avenidas como agua de riego para las zonas aledañas. Forma parte del llamado conjunto hidráulico de Román, que incluye los restos de otras dos presas aguas abajo, un acueducto de 7km de longitud, así como un conjunto de conducciones y acequias que daban servicio a dos villas romanas que se encontraban situadas en la zona.1
La obra ha sufrido numerosas reparaciones y arreglos. Como muestra de ellos se puede encontrar una inscripción en el estribo derecho colocada durante las reparaciones realizadas en el siglo XVIII. La presa de Román estuvo en funcionamiento hasta mediados del siglo XX.
Puente Mocho es un puente romano sobre el río Guadalimar, situado entre los términos municipales de Beas de Segura y Chiclana de Segura, ambos en la provincia de Jaén, en la comunidad autónoma de Andalucía.
Descripción[editar]
Se trata de un gran puente (de cien metros de longitud) con seis arcos de medio punto realizado con cantería de sillares alternando con mampostería de piedra caliza como paramento externo. La caja está rellena de hormigón de cal y piedras, los sillares, más resistentes, han sido empleados en la construcción de los arcos y las boquillas, mientras que la mampostería, más débil, se emplea en las paredes laterales que conforman los tímpanos. Para su construcción se han aprovechado los recursos naturales que ofrece el cauce del río, las formaciones rocosas que afloran han sido utilizadas en algunos casos como cimientos y el hecho de que salve un cauce principal y otro secundario, con un islote de piedra en medio, le confiere a este puente un aspecto heterogéneo. La sensación visual que da, es la de ser dos puentes distintos unidos por una pasarela en la zona no inundable, es más, no sigue un eje lineal sino que tiene una inflexión en la zona central.
Pascual Madoz, en su Diccionario geográfico-estadístico-histórico de España y sus posesiones de Ultramar lo describe así:
«[...] Río Guadalimar, que se haya al oeste una legua de la población, en cuyo sitio tiene un puente bastante estropeado de cinco arcos de piedra de sillería de 200 pies de largo, 15 de ancho y 60 palmos de elevación, salvándolo muchas veces las aguas.»Beas de Segura
«[...] sobre el Guadalimar hay un puente de cantería, casi destruido, que pertenece por mitad a esta villa y a la de Beas: tiene cuatro arcos, 75 varas de largo, 5 de ancho y siete de elevación desde el agua, que lo han cortado por medio y se pasa con trabajo, pero de ningún modo en las crecidas del río, pues por la cortadura se filtra mucha cubriendo las grandes riadas todo el puente.»Chiclana de Segura
Historia[editar]
Antes de la construcción del puente, ya hay constancia en la zona de restos arqueológicos correspondientes al Paleolítico Inferior, sirviendo el río de abrevadero para los animales de la época, y asimismo de cazadero para los pobladores.1
Posteriormente en la etapa del Bronce, la zona del Puente Mocho se hace paso obligado para otras culturas, por la extracción y comercio de los minerales de Sierra Morena, por lo que empiezan a crearse vías de comunicación para sacar los minerales al exterior. No es hasta la época romana, cuando se arreglan las vías, y con ellas la construcción del Puente Mocho.
Vías[editar]
Documentalmente no se tiene constancia de que pase ninguna vía principal por el Puente Mocho. Pero sí de una vía secundaria llamada "Camino de los Cartagineses" que venía aproximadamente de la Sierra de Segura, pasando por Camporredondo y el Campillo, y juntándose casi en Santisteban con la "vereda real". Se usaba y se sigue usando como paso para la trashumancia.
Puente romano de Ávila
Puente romano de Ávila | ||
---|---|---|
Puente romano de Ávila sobre el río Adaja. Al fondo, la Muralla de Ávila. | ||
País | España | |
División | Castilla y León | |
Subdivisión | Ávila | |
Municipio | Ávila | |
Características del puente | ||
Uso del puente | Cerrado al tráfico, sólo peatones | |
Tipo de puente | Puente en arco | |
Material | Piedra | |
Atraviesa | Río Adaja | |
Datos de diseño y construcción | ||
Inauguración | Principios del siglo I d. C. | |
Coordenadas | 40°39′26″N 4°42′31″OCoordenadas: 40°39′26″N 4°42′31″O (mapa) | |
Mapa de localización | ||
[editar datos en Wikidata] |
La ciudad se sirvió de un puente sobre el Adaja, que comunicaba la porta decumana de occidente con la ribera. Consta de 5 arcos y cuatro pilares con tajamar. Los estribos se conservan visibles sólo en la ribera izquierda del río. El lomo era, en su mitad oriental, plano, mientras la occidental vierte contra la ribera. Los arcos arrancan de diversa altura, con el fin de que las cervices de todos mantengan una altura idéntica. Tan solo el mayor, enteramente descalzado y rehecho por los pobladores medievales en granito de La Colilla, aparece hoy ligeramente más bajo, precisamente porque los reconstructores no eran ingenieros cuidadosos de las viejas legiones del Imperio.
Cortado sistemáticamente en todos sus arcos (probablemente ante la invasión árabe), hubo de ser reconstruido en período románico con diversa técnica y diverso material.
En todos los arcos aparece claramente la rotura precedente a la reconstrucción de los repobladores medievales. Los complementos son todos de piedra arenisca, como la de los edificios románicos de la repoblación. El resto de la vieja estructura es granito gris-azul. En uno de los apoyos del arco central se ha incluido una de las cápsulas de cenizas (cista) procedentes de los monumentos funerarios romanos de algún pequeño conjunto vecino a la puerta de la ciudad.
El arco mayor fue encontrado por los repobladores enteramente arruinado, cosa lógica en un puente abandonado por siglos en el lecho de un río torrenticio, sometido a fortísimos estiajes y a no menos fuertes avenidas. El pilar de división del arco mayor con su vecino a éste (los dos arcos en que el ímpetu de la corriente es mayor había casi desaparecido, como lo prueba el hecho de que su tajamar sea el único enteramente rehecho por los repobladores, el más desmañado y feo, el más pequeño. La cornisa interna de apoyo de la forma de madera que servía a montar el dovelaje hubo de ser rehecha, como demuestra el hecho de que en ella aparezca hoy un cinerario romano procedente de un núcleo de la necrópolis.
Reconstruido el fundamento del pilar, los reconstructores apoyaron la nueva forma de madera directamente en el lecho del río, sin utilizar el sistema de cornisa romano, por lo que el arco se redujo ligeramente de diámetro. En el resto de los arcos, donde la cornisa de apoyo de la forma arcus se conservaba perfectamente, la uniformidad de la construcción original es bien visible.
No hay comentarios:
Publicar un comentario