Las Fiestas de Sants o Fiesta Mayor de Sants (en catalán, Festa Major de Sants) se celebra en el barrio de Sants (Barcelona) el día de san Bartolomé (24 de agosto). Su elemento más distintivo es la ornamentación de calles, pero también se celebran conciertos, bailes populares, exhibiciones castelleras, gigantes y cabezudos, correfocs de diablos y dragones de fuego y otros eventos festivos.
Historia y celebración[editar]
Santa María de Sants fue un antiguo municipio del llano de Barcelona, anexionado a la Ciudad Condal en 1897. Los primeros indicios de la celebración de la fiesta mayor el día de san Bartolomé proceden del siglo xix: en 1852 la sociedad La Paz instaló un entoldado en el Hostal Nou. Según el escritor Antoni Careta, a mediados de siglo se celebraban bailes populares como el ball d'en Serrallonga o el de Sant Bartomeu, con soldados romanos, ángeles y demonios. A finales de siglo eran usuales también los Juegos Florales, documentados por primera vez en 1897.1
Una de las principales señas de identidad es la decoración de calles, elemento que comparte con las Fiestas de Gracia. En 1943 se realizó el primer concurso de calles. En 1958 se constituyó la Federación de Asociaciones y Comisiones de Calles de la Fiesta Mayor de Sants.2 Sin embargo, en los años 1960 esta tradición entró en decadencia y, entre 1970 y 1984, se abandonó la decoración de calles. En 1985 se retomó la tradición y, desde entonces, la fiesta ha ido ganando en popularidad. Junto a la ornamentación de calles se suelen celebrar comidas y meriendas comunitarias, conciertos y espectáculos, actuaciones castelleras, ofrendas florales a san Bartolomé y, desde 1983, una carrera ciclista.
En origen era la antigua fiesta de los traginers, y tenía la participación de todos los gremios de la ciudad. En honor a san Eloi, en la plaza de Sant Pere el sacerdote bendecía a los animales con agua sagrada. Actualmente la bendición la hacen los vecinos lanzando agua desde los balcones al paso de los animales (burros y caballos) y también sobre sus acompañantes. Finaliza con el curioso baile del ballet de Déu. Esta interesante fiesta se celebra anualmente durante el mes de julio. También se celebran los Elois en la vecina población de Prats de Llusanés en la comarca de Osona.
La Fiesta de la Patum de Berga es una celebración tradicional que se realiza durante las fiestas del Corpus Christi en la localidad barcelonesa de Berga. Ha sido declarada por la Unesco Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad el día 25 de noviembre del año 2005 e inscrita en 2008 en su lista representativa1 y por ello elegida automáticamente como Tesoro del Patrimonio Cultural Inmaterial de España junto al Misterio de Elche. Anteriormente, en el año 1983 fue declarada por la Generalidad de Cataluña fiesta tradicional de Interés Nacional. La Patum fue fundada a finales del siglo XIV como una fiesta de carácter esencialmente popular y se encuentra documentada desde el año 1525.
La celebración consiste en diversas representaciones de figuras místicas y simbólicas, que bailan al ritmo de la música y los tambores. Los bailes se caracterizan por su solemnidad, así como por la utilización de fuego y artefactos pirotécnicos.
El miércoles anterior, víspera del jueves de Corpus, el tabal (pregonero de la fiesta) y los gigantes recorren la ciudad anunciando el comienzo de las fiestas. Más tarde comienza el drama mímico, dividido en varios actos, que representan las intensas luchas de los cristianos contra los árabes ; al arcángel San Miguel que, ayudado por ángeles, lucha contra Lucifer y sus diablos; o las burlas contra el caudillo árabe Abul-Afer o Bullafer,nota 1 conquistador de la zona. En cambio, el acto del águila expresa la satisfacción de Berga por haber acabado con el dominio feudal y pasar a depender directa y exclusivamente del rey.
Las fiestas tienen lugar desde el miércoles, víspera del Corpus, hasta el domingo siguiente. El viernes, día siguiente del propio Corpus, se realiza una Patum infantil, en una versión adaptada para niños.
La fiesta[editar]
La comparsería de la Patum, aun habiendo sufrido una importante superposición de significados a lo largo de su historia, conserva reminiscencias de prácticas precristianas, en los rituales de vegetación y de regeneración genésica que sustentan el ciclo de mayo, prácticas que la Iglesia Católica asimiló, readaptó e integró parte de este ceremonial primigenio, convirtiéndolo en un vehículo de cristianización.2
Los orígenes de la Patum deben buscarse en la celebración de Corpus Christi, fiesta nacida en el siglo XIII y universalizada en 1316 por el papa Juan XXII. En la ciudad de Berga la referencia documental más antigua conservada de la festividad del Corpus y su procesión corresponde al 20 de mayo de 1454.3
Desde sus inicios, la procesión de Corpus empezó a integrar una serie de escenificaciones, que con el paso del tiempo se llamaron entremeses, que tenían como objetivos principales la educación y la moralización de los que observaban el séquito. Muchas veces, estas escenificaciones eran simples cristianizaciones de elementos paganos preexistentes, los cuales, fueron readaptados y acabaron representando diferentes pasajes de las sagradas escrituras, adquiriendo su carácter procesional definitivo.
Estos entremeses, con el paso de los años, fueron obteniendo entidad propia y ganando adeptos entre el pueblo, más por su vertiente lúdica que por su carácter aleccionador, quedando sólo las partes más festivas. Estas muestras festivas protagonizadas por los mismos entremeses que tomaban parte en la procesión derivaron posteriormente en la "Bulla o bullicio del Santísimo Sacramento", precedente de la actual Patum.4 Así tras la procesión de Corpus, se realizaban dos actos claramente diferenciados: la Procesión propiamente dicha, venerando el Santísimo Sacramento y la Iglesia Católica, y la Bulla, con un carácter puramente civil y laico y destinada a honrar y homenajear a las autoridades civiles.
Según el destacado folclorista Joan Amades:
"el conjunto de La Patum constituye un espectáculo de teatro popular verdaderamente notable y, con toda probalidad, único. Nosotros no conocemos ningún otro lugar donde se conserven en estado tan activo episodios y elementos de los entremeses antiguos, que formen un conjunto tan armónico, ni que resulten tan espectaculares, siempre, naturalmente, en el plano de simplicidad que comporta el teatro de plaza. El conjunto de La Patum es un notable documento de valor arqueológico, dentro de las representaciones que habían contribuido al esplendor de la fiesta eucarística".5
Duración y periodicidad[editar]
La Patum de Berga se celebra una vez al año. La fecha de celebración es variable por el hecho de coincidir con la festividad del Corpus Christi. Por lo que la Patum se celebra entre finales del mes de mayo y finales del mes de junio. Los actos centrales de la fiesta tienen lugar durante la semana del Corpus, de miércoles a domingo. Hay, sin embargo, unos actos preliminares, de anuncio de las fiestas, que se hacen las semanas anteriores a la festividad del Corpus y que se han mantenido. El primero de estas actos preliminares tiene lugar tres domingos antes de Corpus: el Domingo de la Ascensión.nota 2el Segundo, el domingo inmediatamente anterior: el Domingo de la Santísima Trinidad.nota 36
La fiesta, propiamente dicha, tiene cinco días de duración y comienza siempre en miércoles (día anterior al jueves de Corpus) y termina el domingo.
Los principales actos de cada día son:
- Miércoles: Al mediodía y por la noche en honor a las autoridades
- Jueves: Patum de «lucimiento» al mediodía y Patum «completa» por la noche
- Viernes: Infantil a las 10:00, Patum infantil de «lucimiento» al mediodía y Patum infantil «completa» por la tarde.
- Sábado: Entrega de los títulos de «Patumaire» de Honor y nueva representación por la noche en honor a los administradores y las plazas de Berga.
- Domingo: Patum de «lucimiento» al mediodía y Patum «completa» por la noche
Comparsas[editar]
El Tabal[editar]
Es la persona que con un gran timbal (tabal) que pregona las fiestas. Lo hace el domingo de la Ascensión y, por segunda vez, el domingo de la Trinidad. La vigilia del Corpus, al mediodía, vuelve a repicar, esta vez acompañado por los Gigantes. Se dice que su sonido es el que da nombre a la Patum. Según cuenta la tradición, el timbal tiene la magia de poder despejar las nubes y aclarar el tiempo. También se dice que cualquier bergadano que se encuentre fuera de su ciudad, por muy alejado que esté, si el día de la Ascensión acerca su oído al suelo podrá escuchar el sonido del timbal.
Los turcos y caballeros[editar]
Esta comparsa representa a cuatro turcos, con turbantes y relucientes cimitarras y otros cuatro, vestidos de cristianos, que ciñen en su cintura unos caballitos de madera. Salen juntos al medio de la plaza, donde forman dos círculos concéntricos, dando comienzo a la batalla al son de la música, compuesta expresamente para este acto. Los moros persiguen constantemente a los caballitos, que huyen y escapan siempre de sus perseguidores. El acto culmina con el acuchillamiento simbólico de los cristianos a los moros.
Mazas[editar]
Aquí la representación consta de unos diablos portadores de una maza rematada con un "fuet" (una especie de petardo largo), que danzan en grupos de a dos junto con San Miguel y el Ángel. Cuando el petardo de la maza estalla el demonio portador cae muerto al suelo. El baile se prolonga hasta que todos los diablos son derrotados y quedan extendidos por el suelo.
Las Guitas[editar]
Son de aspecto de dragón monstruoso con un largo cuello. El objetivo de las Guitas es perseguir a la gente mientras por su boca sale sin parar el fuego de los petardos. Antiguamente había sólo una: la "Guita Grossa" y a finales del siglo XIX se le añadió otra, denominada "Guita Xica" o "Guita boja", que es de menor tamaño.
El Águila[editar]
Considerada la más importante de la Patum, l'Aliga, es sin duda la figura más señorial, símbolo del poder (representado por la corona ducal que lleva), también lleva el escudo de Berga. Su danza es la más delicada, con un rápido juego de pies, con pausa y solemnidad aumentado al ritmo de la música, para terminar girando sobre sí misma con gran velocidad.
Els Nans vells[editar]
Los nans vells (cabezudos antiguos) bailan tocando las castañuelas al son de música de vals. Se trata de un elemento incorporado a la Patum en el 1855. Tienen una medida de 60 cm y pesan diez kilos cada uno.
Los Gigantes[editar]
Hay dos parejas de gigantes, los viejos y los nuevos, éstos últimos añadidos en 1891. Deleitan al público, sobre todo al infantil, con su majestuosa danza.
Els Nans nous[editar]
Els nans nous (cabezudos nuevos) datan del año 1888, y representan dos parejas, una mayor y otra joven. Su música es alegre y con aire juguetón.
Els Plens[editar]
El fuego es el elemento más representativo en la fiesta de la Patum y els Plensrepresentan la orgía infernal.nota 4 Se trata de 100 diablos (vestidos con hierba fresca para protegerse ellos mismos del fuego) con máscara de color verde. Este entremés sólo actúa en la representación de la noche.
El Tirabol[editar]
No se trata específicamente de una comparsa, sino de un baile en el que participan las comparsas del Tabal, Guites y Gegants (Gigantes). Se trata del punto final de la Patum, con la unión del pueblo con los Gigantes y les Guites en la que, todos enlazados por el brazo, saltan y danzan sin parar en el sentido contrario de las agujas del reloj. Es la apoteosis final de la fiesta. Cuando los músicos paran, la gente les increpa para que continúen tocando y así poder seguir bailando, hecho que puede repetirse hasta veinte veces. Desde hace unos años, al final del Tirabol, vuelven a bailar las Guites, rematando por fin la Guita Grossa.
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