domingo, 13 de mayo de 2018

Instrumentos musicales por países - España

En cantabria , están : flauta de tres agujeros , gaita asturiana , 

pandereta , pandero , ya expuestos en otras comarcas .-


El rabel es un instrumento de cuerda frotada similar al violín, que está formado por un número variable de cuerdas, entre 1 y 5. El sonido se obtiene frotando las cuerdas con un arcomientras el instrumento se apoya (1) en el hombro-pecho o (2) en el costado, en caso de tocar de pie, o (3) sobre el muslo de una pierna o (4) entre las dos piernas, en caso de tocar sentado.
Fue introducido en la península ibérica por los árabes, extendiéndose y alcanzando su máximo de popularidad durante la Edad Media y el Renacimiento. Actualmente se conserva especialmente por la cordillera Cantábrica (sobre todo en CantabriaPalenciaAsturias y León), así como en Portugal, y en un ámbito más disperso en ÁvilaCáceresZamoraBurgosLa Rioja y Toledo. En todos estos lugares ha persistido como instrumento tradicional, en general conservado gracias a la tradición musical de los pastores involucrados en la trashumancia. En América Latina se encuentra en Panamá y en el sur de Chile, específicamente en la Isla Grande de Chiloé.

Rebec fiddle.jpg

La Real Academia Española explica su procedencia del árabe hispánico rabáb, y este del árabe clásico رباب rabāb (rebeb, rabab, rubeba, rabe, etc). El uso del vocablo rabel está documentado en la península ibérica desde la segunda mitad del siglo XV, para aquellos instrumentos de cuerda que se frotaban, llegando a utilizarse para denominar a violas y violines, incluso en Suramérica, en detrimento de otros nombres en beneficio de este genérico.
También se le llama rebec, rebab, rebeca, rabeba, rubeba. En algunos territorios de la península ibérica se le conoce así mismo como arrabel, aunque este nombre designa también a un instrumento totalmente diferente, de los clasificados como idiófonos. Es el caso de la carrañaca, ginebra o huesera, en Castilla, o la bandurria d’ossos, en Cataluña. En estos casos, su denominación afirma la raíz etimológica grecolatina de rabel, ya que, arrabilar, es mover algo, como las manos, simulando el movimiento de un rabo. En lengua asturiana, rabil, se aplica a aquellos objetos que, como las manivelas, accionan algún movimiento mecánico. La colocación precedente de la vocal /a/ es un recurso gramatical muy utilizado en varios puntos de la geografía peninsular, sin conexión alguna con la fórmula de articulación árabe.
Otros instrumentos utilizados en ese tiempo, que aunque son también de cuerda frotada, tienen características distintas, son: vihuela (escrito también viuela, vigüela e incluso vivuela —esta última forma documentada en el Poema de Alfonso Onceno: «el laúd iban tañiendo / estromento falaguero, / la vivuela entremetiendo / el rabé con el salterio»—), viela o viola de arco, también llamada fidle o fídulagigalira bizantina, etc.
En CantabriaAsturiasMontañas de León y Montaña Palentina también es un instrumento muy arraigado, dónde diferencian la manera de tocarlo: si es sentado y sobre las piernas lo denominan bandurria o rabel purriego, si es apoyado en el pecho rabel o rabel campurriano. La designación rabel convive indistintamente con el término bandurria en ciertas comarcas de la Montaña Oriental de León y Fuentes Carrionas, si bien en estos lugares se ha perdido la técnica de sentado, aunque hubo testimonios de ello hasta los años 20 del siglo XX.
En Panamá, el Rabel es conocido como rabo de michu, cuya traducción al español sería rabo de gato, hasta el momento la teoría más aceptada sobre el origen de aquel nombre, es que las cuerdas del Rabel al ser frotadas emiten sonidos similares a los maullidos de los gatos al copular.2​ Este nombre podría estar ligado al nombre "Rabo", denominación Arcaica con que se le conoció al instrumento en España antes de evolucionar a la denominación Rabel.3

Descripción[editar]

En la construcción se usa un trozo de madera ahuecado que puede tomar distintas formas. Lo más importante de su construcción es que no existe un patrón único. Existen en la tradición instrumentos hechos con más de una pieza. Actualmente, sobre todo en Cantabria, su tipología se ha multiplicado y en ocasiones nada tienen ya que ver con los modelos tradicionales. Modernamente, aproximadamente en los últimos 30 años, se han producido cambios en los instrumentos buscando sonoridades distintas a las conocidas.
En algunos casos, se trata de un instrumento similar a un violín, aunque los modelos más arcaizantes conservan elementos anteriores a la aparición del violín con el formato que conocemos hoy día, y que surge a mediados del siglo XVI.
El uso popular y la tradición han conservado instrumentos de variadas tipologías, que suelen reflejar, solamente, el uso musical de una o dos cuerdas, a pesar de poseer, a veces, un número mayor.
En Panamá, el rabel se construye de la siguiente manera: La tapa suele fabricarse de balsa y todo el resto del instrumento de árbol de cedro o de jamaico. Para fabricar el arco, al cual se le da forma curva y tendida análoga se usa el martillo. Las cuerdas salen de la crín del caballo.4

Afinación[editar]

Rabel del siglo XVIII, en el Museo Etnográfico de Cantabria.
Nacido el número de cuerdas abarca, según tipologías y zonas, desde tres a una cuerda.
El uso de instrumentos cordófonos tradicionales ha primado el uso de afinaciones por cuartas y quintas, utilizando una de las cuerdas como acompañamiento bien rítmico para remarcar en el baile, bien de sonido de bordón. El instrumentista podía, y puede, afinar la nota tónica a la altura de su voz para cantar más a gusto.
El rabel sanabrés de Porto de Sanabria (Zamora) de tres cuerdas, la forma tradicional de afinarlo era poner al unísono las dos cuerdas graves y tensar "a ojo" la cantante, a continuación deslizar el dedo índice por ella hasta conseguir un sonido acorde de las tres, fijado ahí éste dedo a modo de cejilla se interpreta la melodía con los otros tres dedos, empleando solamente el tramo que la mano alcance.
La bandurria asturiana, de tres cuerdas, se afina por cuartas. Siendo la 3ª y la 1ª cuerda afinadas al unísono una octava más alta la última, y siendo la 2ª afinada a la 4ª de esa nota. La tercera cuerda sólo tiene función de bordón. Esta afinación es aplicable al resto de bandurrias o rabeles limítrofes a Asturias y de 3 cuerdas (RiañoFuentes Carrionas, LiébanaPolaciones...)
Los rabeles de dos cuerdas se afinan en cuartas también, siendo la 2ª cuerda bordón de la primera en la mayoría de los casos, aunque, como en el valle de Polaciones (Cantabria), en La Montaña de Palencia y Riaño (León) como en algún ejemplar de Campoo (Cantabria) también se suele utilizar como cantante, según exija la tonada.
Los rabeles ya de una cuerda (CáceresToledo y Ávila)se afinan evidentemente adaptándolo a la voz del tañedor, ya que no tiene bordón alguno. Una característica de estos rabeles es el puente agujereado para pasar por él la cuerda, evitando así que se pierda la pieza en cuestión.

Historia[editar]

Orígenes[editar]

Reconstrucción del rabel que aparece en la cantiga 170 de Alfonso X (pintura).
Se conocen grabados, ilustraciones y referencias al rabel desde la Edad Media, aunque es evidente que su origen es más remoto.
Tradicionalmente se suele asociar este tipo de instrumentos de cuerda frotada con el legado árabe, y, si bien hay muchas similitudes y coincidencias, también existe una discusión llena de matices sobre este hecho (la forma de tañerlo sobre las piernas o sobre el pecho, su construcción etc). Lo cierto es que el rabāb o rebab, el instrumento de cuerda frotada del mundo islámico, fue introducido en Occidente merced a la conquista de la península ibérica (en tanto que la evolución de la lyra bizantina fue hacia la fidula. La fidula tiene más cuerdas y una tesitura más grave que el rabel.)
Generalmente, se suele acudir a la iconografía medieval en busca de los rabeles primitivos, mas en muy pocos casos se encuentra una similitud clara en sus estructuras que los relacionen directamente con las tipologías tradicionales conocidas actualmente. Esto ha generado, recientemente, entre artesanos y músicos, la aparición de copias de antiguos instrumentos que pueden documentarse en el siglo X y posteriores, a los que se les denomina rabeles sin documentación que lo atestigüe.
El rabel es producto evolutivo de la tradición y cultura populares. De sus orígenes exactos no hay certeza alguna, aunque todo apunta a aquellos primitivos instrumentos anteriores incluso a la Edad Media y de uso, lógicamente, más universal.










El requinto es un clarinete afinado en Mi  (Mi bemol), o sea, una cuarta por encima del clarinete soprano en Si . Como éste, el requinto es también un instrumento transpositor. Tiene la cualidad de empastar perfectamente con oboes y fagotes, incluso más que con los propios clarinetes en Si  o La.
Este instrumento está presente tanto en la Banda sinfónica como ocasionalmente en Orquesta sinfónica. Se han escrito obras sinfónicas con roles de importancia para este instrumento, entre las que destacan las composiciones del maestro Manuel Lillo Torregrosa como su afamada "Vivencias" o su "Concierto para requinto y clarinete" y ademas un notable solo en el Boléro de Ravel. En las bandas , el requinto se coloca delante, a la izquierda.

Requinto popular: el pitu montañés[editar]

El requinto es un instrumento muy difundido popularmente en Cantabria, donde se conoce como pitu montañés,1​ y se toca acompañado de tambor o redoblante, conociéndose la pareja formada como piteros.2
Se difundió en el centro-occidente cántabro, La Montaña, desde mediados del siglo XIX 12​ y sustituyó en gran medida al silbu, a la vozaina y a la gaita como instrumento empleado en la interpretación de piezas del folclore cántabro ,1​ jotas y pericotes frecuentemente. Las principales características de la ejecución del clarinete en su vertiente tradicional en Cantabria son la utilización casi exclusiva del registro alto, la sujeción de la boquilla con el labio superior, una ornamentación semejante a la de la vozaina y melodías con una extensión de octava y media.2​ En un pequeño foco de clarinetistas populares del interior montañoso del oriente, la tonalidad de Si  era la más frecuente,2​ y de manera ocasional otras afinaciones como en Do .1
Entre los piteros históricos más conocidos destacan Joaquín y Antonio Mediavilla «los de Villapresente», Servando Crespo de Escobedo de Camargo, Tomás Castillo, «Tomasón», de Anievas o Bosio y Martín. En la actualidad, Alfonso Díaz Casado, Paco San José, Joaquín Arnaiz y Fernando Gómez.

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La dulzaina es un instrumento de viento de lengüeta doble perteneciente a la familia del oboe. Está formado por un tubo cónico de unos 30 cm de longitud en el que hay 7 orificios. Este instrumento es típicamente utilizado en la música tradicional española.


Expositor de dulzainas recopiladas por la Fundación Joaquín Díaz.
Dulzaina y tabal.
Los instrumentos precursores de la dulzaina fueron originarios de Mesopotamia hacia el año 3000 a. C., donde había una amplia diversidad de instrumentos muy parecidos. Todos estos instrumentos de viento y lengüeta fueron englobados dentro del término abub. Este fue el precursor de sus sucesores aulos en Grecia y tibia en Roma. Todos tienen elementos comunes, como sección cónica y lengüeta; fueron extensamente conocidos en todas las civilizaciones antiguas mediterráneas, hasta el punto de relegar a los instrumentos derivados de la flauta a un segundo plano. A veces estos instrumentos contaban con dos tubos, situados en ángulo cerrado y unidos por un travesaño, siendo uno melódico y otro de nota fija o bordón, como la gaita y el propio aulosgriego.
Dulzaina Valenciana.
Este instrumento de viento de la antigüedad estuvo a punto de desaparecer en los albores de la Edad Media, puesto que las invasiones nórdicas impusieron sus propios instrumentos. Por lo que atañe a los de viento, preferían las trompas, motivo por el cual en el siglo V se extinguieron muchos instrumentos de lengüeta, que tuvieron que ser reimportados por los árabes cuando penetraron tres siglos después en España. Esto explica que durante un largo periodo de tiempo, solo se encuentren dulzainas en el sur, citadas en los textos con variantes arábigas del vocablo zolami, muy común en los escritos musicales de Al-Ándalus.
El primer nombre específicamente castellano de la dulzaina fue el de albogue, documentado en el Libro de Alexandre (siglo XIII), y posteriormente aparece en el Libro de buen amor del Arcipreste de Hita y en el Quijote de Miguel de Cervantes, ya con el nombre de chirimía, o con los de dulzaina y albogue.
...En esto de las campanas anda muy impropio Maese Pedro, porque entre moros no se usan campanas, sino atabales, y un género de dulzainas que parecen nuestras chirimías.
El Quijote, Miguel de Cervantes.
Cuando Cervantes dice esto, está diferenciando la culta chirimía de la popular dulzaina, que a partir del siglo XVIII formará parte indiscutible del folclore español. La primera era más larga, entre 50 y 60 cm, en tanto que la dulzaina oscila entre los 30 y 40 cm.
Ya en el Diccionario de Autoridades de la Real Academia, publicado en 1726, se dice que la dulzaina es ...à manera de trompetilla, úsase en las fiestas principales para bailar. Usaron mucho los moros deste género de instrumento.

Por comunidades autónomas[editar]

Aragón[editar]

Dulzaina aragonesa.
En Aragón se toca acompañada de un tamborredoblante o caja. Hay dos variantes del instrumento: las afinadas en LA (también llamadas en re), ; y las afinadas en Sol (también llamadas en do), más modernas e inventadas para poder tocarlas con otros instrumentos afinados en do. Hoy en día estas últimas son las más utilizadas.
En el Pirineo aragonés hay una variante conocida como «trompa ribagorzana», con el final más redondeado y de madera, y más larga. Se utiliza principalmente en la comarca de La Ribagorza y se suele acompañar de acompañan de un tambor pequeño y gaita aragonesa.
Pese a que durante muchos años el uso de la Dulzaina Aragonesa ha remitido, en los últimos tiempos se ha extendido enormemente y en la actualidad se utiliza frecuentemente en las fiestas de los pueblos, barrios y ciudades de amplias zonas de la Comunidad Autónoma de Aragón.
En algunas zonas, al igual que ocurre en Navarra, mantiene el nombre de gaita. Esto es porque «gaitero» es la denominación utilizada en Aragón para los músicos tradicionales, especialmente los de viento.

Cantabria[editar]

En Cantabria está presente sobre todo en la zona oriental bajo la denominación de «vozaina», aunque su uso decayó durante el siglo XIX en favor del pitu montañés o requinto.12​ Al sur de la región es conocida como «pito». La dulzaina que se toca en Cantabria suele ser por lo general la antigua sin llaves en los agujeros.2

Castilla y León[editar]

Dulzaina castellana sin llaves (izquierda) y con llaves o cromática (derecha) hecha de granadillo por el artesano contructor de dulzainas de Carbonero el Mayor Lorenzo Sancho.
En Castilla y León se toca la dulzaina castellana, que se caracteriza porque suele tener llaves en los agujeros. Las llaves se añadieron a la dulzaina castellana a finales del siglo XIX. Inicialmente se añadieron dos llaves y posteriormente se añadieron más hasta que el constructor vallisoletano Ángel Velasco estableció el modelo castellano moderno de ocho.1​ Es un elemento muy arraigado al folclore, casi siempre acompañado por un tamboril o caja, cuyo intérprete es denominado tamborilero, tamboritero o redoblante. En este territorio recibe diferentes nombres como «pito» en el norte de Palencia, «gaita» en Soria y Burgos, aunque también se le conoce así en Segovia, y «gaitilla» en Ávila.
Debido a la gran intensidad de sonido que produce la dulzaina, se suele utilizar el «pito castellano» para poder practicar en entornos no insonorizados. Este instrumento tiene un sonido similar a una flauta dulce, pero con la misma digitación que la dulzaina, lo que facilita el aprendizaje de partituras en un entorno doméstico.
Algunos grupos, como la banda Ars Amandi, han fusionado en sus composiciones la dulzaina con otros instrumentos típicos del rock como la guitarra eléctrica o el bajo creando un nuevo género musical denominado "rock castellano".

Castilla-La Mancha[editar]

En Castilla-La Mancha se toca la dulzaina de tipo castellano con llaves. Este instrumento está presente en la provincia de Guadalajara, en la de Toledo, básicamente en su zona norte (comarca de Torrijos) y en la sudeste (Mancha Alta de Toledo), y en la de Cuenca, sobre todo en la Mancha occidental, la Alcarria y en la Serranía. En estas tres provincias, generalmente, es llamada «gaita».
Cabe señalar, para finalizar, que en la Manchuela conquense y en la provincia de Albacete también se toca la dulzaina (denominada «pita»), aunque se trata de un tipo de dulzaina diferente de la castellana, ya que carece de llaves y suena algo diferente. En la localidad conquense de Casasimarro el 7 y 8 de septiembre se celebran unas fiestas en honor a la Virgen de la Pita, llamada así por la llegada de los piteros. Este tipo de dulzaina se toca además en zonas aledañas de la Región de Murcia.
Actualmente grupos de dulzaineros trabajan en la recuperación de este instrumento tradicional.

Cataluña[editar]

En Cataluña se denomina gralla al instrumento de lengüeta doble insertada en un tudel y tubo de madera cónico, número 422.12 en la clasificación Hornbostel-Sachs. Sólo a finales del siglo XIX encontramos referencias a la palabra gralla: anteriormente se hacen referencias como “lo grall de la gaita”, “dolçaina”, “grall”... Su uso es más común en las zonas de la Cataluña meridional; desde el Llobregat hacia abajo, que abarca las comarcas del Campo de Tarragona, el Penedés, Tarragonés y el Garraf.3
Es un instrumento por lo general unido a las fiestas mayores.4
Los años que van entre 1875 y 1915 son los considerados de mayor esplendor para la gralla, aunque en los últimos treinta años se ha establecido una labor de recuperación y renovación muy importante.

Tipos de grallas[editar]

  • Gralla corta o seca: De dos palmos de longitud, con siete agujeros melódicos (seis en la parte delantera y uno en la parte trasera, más dos en la campana destinados a mejorar la afinación, también llamada "aires"). Su tesitura es de dos octavas, del sol3 al sol 5.5​ Esta tipología, sencilla, se usó durante el siglo XVIII, se dejó de lado entre mediados del siglo XIX y los primeros años del XX por la gralla larga, y después se volvió a recuperar.
  • Gralla larga o dulce: con un tubo sonoro más largo. Mediante las llaves se aumenta su tesitura y se facilitan los cromatismos. Con ella comienza la época de oro de la gralla, en la que compositores famosos escribieron piezas especialmente para ella. Aparece a mediados del XIX gracias a que sus funciones dentro de la sociedad, y la exigencia de ésta hacia ellas, comienzan a ser mayores. Por un lado, empiezan a introducirla junto a más grallas u otro tipo de instrumentos, y por lo tanto se busca la capacidad de harmonizar otras voces (y por lo tanto hay que añadir más registro); y por otro, se quiso conseguir un sonido más cuidado. Además, las grallas comienzan a ser cada vez más solicitadas en todos los actos de fiesta mayor.6​ Pero esta nueva gralla comenzó a provocar cierto escepticismo, y se originaron debates en torno a la recuperación del repertorio y funcionalidad de la gralla seca, por lo que hacia 1920 hubo un restablecimiento de ésta.
En los últimos treinta años ha habido un espíritu de renovación de este instrumento, dando lugar a nuevos tipos de grallas:
  • Gralla baja: de tubo sonoro más largo, y más llaves que la gralla dulce, consiguiendo hacer una octava más baja (un do3) Se utiliza para ejecutar el bajo en la formación clásica de tres grallas y timbal.
  • Gralla cromática: es un invento de Francesc Sans Sastre de Sant Jaume de Lierca y corresponde a la evolución de la gralla dulce. Tiene diversas llaves que le permiten hacer más tonalidades.7

Gralleros y su aprendizaje[editar]

El mundo en el que se movía la gralla era el rural, por lo que las profesiones principales de éstos solían ser las correspondientes al campo como pastores o campesinos, que aprovechaban las horas de descanso para tocar.
Antes de 1980 los gralleros tenían por costumbre no enseñar a tocar la gralla; esto obedecía a que con ella solían sacarse un sobresueldo que menguaría considerablemente si aumentaba el número de sonadores. La enseñanza, por tanto, era transmitida en el ambiente familiar, de padres a hijos. Desde 1988 se ha desarrollado el Projecte d’Incorporació dels Instruments Tradicionals a l’Escola, realizado en Barcelona, Vilanova i la Geltrú y Valls. Hoy en día en Cataluña se ofrecen enseñanzas regladas de este instrumento: en escuelas de música se puede obtener el título de Grado Elemental, y en la Escola Superior de Música de Catalunya (ESMuC) el título de Enseñanza Superior, con el profesor Daniel Carbonell.

Repertorio[editar]

El repertorio8​ de la gralla va muy unido con las fiestas tradicionales, sobre todo con las que presentan una actuación castellera. También tienen un amplio repertorio de bailes del siglo XVIII (polcas, rigodons, americanas, valses) y bailes del siglo XX (pasodobles, fox-trot, boleros, rumbas...), así como repertorio de concierto, que incluye desde sinfonías hasta fantasías virtuosas.

Comunidad Valenciana[editar]

El dolçainer Josep Sanfeliuninotindultado de 1949 en exposición permanente en el Museo Fallero de Valencia.
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La muixeranga interpretada por Xavier Richart a la dulzaina.
En la Comunidad Valenciana se conoce como dolçaina o xaramita y se acompaña de un tambor denominado tabalet. En los últimos años, ha aumentado el número de "colles"9​ de entre veinte y treinta músicos, que además de realizar pasacalles, y acompañar en las fiestas de moros y cristianos, realizan conciertos con un variado repertorio. Es un instrumento en auge. En la actualidad, ya se pueden cursar estudios reglados de dulzaina en los conservatorios de música de la comunidad.
Además, son muy típicos en la ciudad de Valencia, Castellón y en la de Alicante los grupos de dolçaina i tabalet como acompañamiento en los desfiles y en actos solemnes.

La Rioja[editar]

En La Rioja recibe el nombre de «gaita», y suele ser más frecuentemente de tipo navarro, pero también a veces castellano, esto es, con llaves.

Madrid[editar]

La dulzaina también es típica de la Comunidad de Madrid, donde, al igual que de otros lugares, la dulzaina madrileña es de tipo castellano.

Murcia[editar]

En la Región de Murcia, así como en La Mancha albaceteña y conquense, se le llama «pita». El tocador, conocido como «el tío de la pita», lo hace habitualmente acompañado de otra persona que sigue el ritmo de la música con redobles de tambor o caja. Su sonido es propio de fiestas y manifestaciones populares, especialmente en desfiles y pasacalles.

Navarra[editar]

En la Comunidad Foral de Navarra es conocida como «gaita navarra», y va acompañado por un tambor llamado atabal. Es un instrumento típico tanto en las fiestas de los pueblos como en los Sanfermines celebrados en Pamplona.

País Vasco[editar]

Su uso se extiende principalmente por la comarca de la Rioja Alavesa. La dulzaina castellana con llaves fue empleada durante el primer tercio del siglo XX pero en la actualidad se ha retornado al modelo original sin llaves. A finales del siglo XIX, en Vizcaya y Guipúzcoa se empezaron a elaborar tubos de metal teniendo una gran aceptación especialmente en Vizcaya.10
En estas regiones el nombre de «chirimía» (habitual en castellano para denominar a este viento madera de doble lengüeta sin llaves) está casi perdido, pero así se denominó también, y existen denominaciones locales como «charambita» o «chirimita», que derivan de aquella.[cita requerida]

Fuera de España[editar]

Los oboes rústicos asimilables a la dulzaina están presentes en las tradiciones musicales de otros países como ItaliaHungría y especialmente Francia, donde son empleadas en el folklore rosellonés (gralla, idéntica a la de Cataluña), el occitano (grallon) y el bretón (bombarde).

Material[editar]

Está fabricada con madera de palosantogranadilloalgarroboazufaifoboj, etc. La dulzaina de tipo castellano posee además llaves metálicas. Algunos artesanos pueden incluir anillas en determinadas partes del torneado, así como en la boca o campana.

Partes[editar]

Tudel y lengüeta de una dolçainavalenciana.
Lengüeta y tudel de una grallacatalana.
Cañas y tudeles (uno de ellos de botella y otro extensible) de una dulzainacastellana.
El tubo cónico tiene tres zonas diferenciadas, llamadas cubilete, cuerpo y campana.
  • Cubilete: es la parte superior donde se coloca a presión el tudel con la caña.
  • Tubo parte situada entre el tudel y la caña.
  • Tudel: es un tubo cónico de metal en el que se superpone la caña. Algunos de ellos son de tamaño fijo y otros extensibles para facilitar la afinación. Hay que ajustarlo correctamente en el cubilete.
  • Caña o pipa: está formada por dos palas de caña simétricas pero independientes, unidas entre sí por hilo o alambre. Es importante su selección y cuidado.
  • Cuerpo: es la parte central del instrumento y en el que están realizados siete orificios en la parte delantera y uno en la parte trasera, situado aproximadamente entre los dos primeros delanteros; tiene una longitud aproximada de 18 cm.
  • Campana: con un diámetro aproximado de 5,5 cm y una longitud de 9 cm, es la parte final; es el amplificador natural y tiene un orificio a cada lado.

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