domingo, 14 de octubre de 2018

HISTORIA MEDIEVAL DE ESPAÑA

ESTADOS DE LA PENÍNSULA EN LA EDAD MEDIA

Señorío de Albarracín
 Bandera
1167-1284
Siñal d'Aragón.svg 
CapitalAlbarracín
ReligiónCatolicismo
Período históricoEdad Media
 • Establecido1167
 • Disolución1284
Precedido porSucedido por
Taifa de AlbarracínReino de Aragón
El Señorío de Albarracín fue un señorío cristiano, habitualmente denominado independiente, capitalizado en la actual ciudad aragonesa de Albarracín, enclavado entre la Corona de Aragón así como el Reino de Castilla y creado a partir de la antigua Taifa de Albarracín por la dinastía bereber de los Banu Razín.
Existen diversas hipótesis en torno a cómo pasa de manos musulmanas a cristianas, aunque la más aceptada es la que defiende la idea que, hacia 1167, ante la presión de las continuas luchas entre los almorávides y los nuevos invasores almohades, el rey Muhammad ibn Mardanis, apodado el «Rey Lobo», cede la Taifa de Albarracín a un vasallo del rey Sancho VI de Navarra, el señor de EstellaPedro Ruiz de Azagra, en recompensa a algún posible apoyo militar realizado previamente.
En 1172, Pedro Ruiz de Azagra, fallecido en 1186, logra convertir la ciudad en sede episcopal, a través de la sede de Toledo, consolidando así su independencia del resto de señores de la zona.
En 1220 Albarracín se convierte en uno de los escenarios de la primera revuelta nobiliaria contra Jaime I de Aragón, protagonizada por Rodrigo de Lizana con el apoyo de Pedro Fernández de Azagra (1196-1246), III señor de Albarracín. Jaime I de Aragón decide entonces sitiar Albarracín ese mismo año, siendo todavía menor de edad. Sin embargo, levanta el asedio al no contar con el apoyo de la nobleza y ante las incursiones que realizan los asediados en Albarracín. No es hasta la colaboración de Pedro Fernández de Azagra en la conquista de Valencia, ayudando a Jaime I, cuando el linaje se redime con el rey de Aragón.
Durante la conquista de Valencia (1238) es cuando aparece el primer documento en el que se menciona la donación por parte del rey Jaime I a don Pedro Fernández de Azagra de los castillos y villas de Altura (incluido su rabal) y Chelva, así como las alquerías de Cárcer y Gátova. Asimismo, la jurisdicción del señorío de Albarracín llegaba incluso hasta la localidad de Llíria, además de obtener un ventajoso pacto en torno a la ganadería, principal motor económico en la zona de Albarracín.
El linaje de los Azagra perduró durante seis generaciones y no fue hasta 1284 cuando el marido de Teresa Álvarez de Azagra, Juan Núñez I de Lara, aliado de los franceses en la Cruzada Aragonesa, es derrotado por Pedro III de Aragón que somete el señorío al dominio aragonés. En 1300, el rey Jaime II de Aragón incorpora las tierras al realengo y da a Albarracín el título de ciudad.

Los señores de Albarracín[editar]

  • Pedro Ruiz de Azagra, hijo de Rodrigo de Azagra, fue el primer señor de Albarracín (1167-1186). Le sucedió su hermano:
  • Fernando Rodríguez de Azagra (1186-1196). Le sucedió su hijo:
  • Pedro Fernández de Azagra (1196-1246). Le sucedió su hijo:
  • Álvaro Pérez de Azagra (1246-1260). Le sucedió su hija:
  • Teresa Álvarez de Azagra que gobernó Albarracín junto con su esposo Juan Núñez I de Lara (1260-1284) Teresa falleció antes que su esposo que volvió a contraer matrimonio con Teresa Díaz de Haro con quien tuvo un hijo, Juan Núñez II de Lara. En 1284 Juan Núñez I de Lara había sido derrotado por el rey Pedro III de Aragón quien dio el señorío a su hijo ilegítimo, Fernando de Aragón, aunque Juan Núñez II de Lara siguió reclamando el señorío de Albarracín.



El sitio de Albarracín fue una empresa bélica llevada a cabo durante el reinado de Pedro III o II el Grande, rey de Aragón, entre los meses de abril y septiembre de 1284. Culminó con la incorporación del señorío de Albarracín, que pertenecía a Teresa Álvarez de Azagra, hija del cuarto señor de Albarracín, Álvaro Pérez de Azagra y casada con Juan Núñez de Lara, señor de la Casa de Lara1​ , al reino de Aragón. Tras la conquista del señorío, Pedro III lo entregó a su hijo ilegítimo Fernando de Aragón.

Albarracín era un señorío de raíces musulmanas que formaba parte del reino musulmán de Valencia, cuando, según una interpretación historiográfica, un noble navarro, del linaje Azagra, ayudó militarmente al soberano valenciano. Como pago, el rey le otorgó el señorío de Albarracín, que repobló con navarros. La conquista de Valencia por Jaime el Conquistador fue el momento culminante de la expansión del señorío de Albarracín, llegando sus propiedades hasta casi Valencia. Sin embargo, tras la muerte del cuarto señor de Albarracín, Álvaro Pérez de Azagra, heredaba el señorío su hija, Teresa Álvarez de Azagra, quien vería cómo su marido dirigiría numerosos esfuerzos al enfrentamiento con el monarca aragonés.
A la muerte del infante Fernando de la Cerda, hijo mayor de Alfonso el Sabio, se enfrentaron los partidarios del infante Sancho y los de Alfonso de la Cerda, hijo mayor del infante Fernando de la Cerda. Juan Núñez de Lara, apoyó a los infantes de la Cerda contando para ello con el apoyo de los reinos de Navarra y Francia, y por el tratado de Ágreda de 1281, Sancho cedió a Pedro III de Aragón la soberanía sobre el señorío de Albarracín,una vez esta fuera conquistada por Castilla o Aragón.2
A la vuelta del desafío de Burdeos, Juan Núñez de Lara tendió una emboscada al rey aragonés con el propósito de hacerlo prisionero y de conducirlo ante el rey Felipe III de Francia. En junio de 1283, Pedro III el Grande, que se encontraba en Tarazona, emprendió una acción militar a Navarra y Treviño como respuesta del ataque navarro a Aragón en el que se conquistaron y quemaron varios pueblos, entre ellos el Castillo de Ull.

La batalla[editar]

En el invierno de 1284, mientras Juan Núñez de Lara se encontraba en Treviño buscando refuerzos navarros para defenderse de los aragoneses, que le habían declarado la guerra, fue asediada por Pedro III la localidad de Albarracín, que era defendida por 200 caballeros.3
Desde abril hasta septiembre de 1284, los sitiadores presumiblemente construyeron un poblado en la actual calle de los Palacios para que sus soldados estuviesen a cubierto y más cómodos que en tiendas o cabañas en vistas a pasar allí el invierno. El 29 de septiembre de 1284, después de varios meses de asedio, la ciudad se rindió y fue ocupada por las tropas del rey de Aragón, quien entregó el señorío de Albarracín a su hijo Fernando, nacido de la relación extramatrimonial mantenida por Pedro III con Inés Zapata.4

Consecuencias[editar]

A pesar de los intentos posteriores de Juan Núñez II de Lara,3​ hijo de Juan Núñez I de Lara, el señorío de Albarracín pasó a formar parte del reino de Aragón.








 Real Señorío de Molina fue un señorío jurisdiccional medieval en España establecido en torno a la villa de Molina de Aragón, en la actual provincia de Guadalajara. Fue fundado como señorío independiente entre los reinos de Castilla y de Aragón por Manrique Pérez de Lara. Desde 1321 el título de señor de Molina quedó ligado al de rey de Castilla, primero, y rey de España, después. Mantuvo el fuero casi invariado desde su fundación hasta su abolición en 1813 y tuvo una división administrativa similar a la de las comunidades de villa y tierra.


Mapa de las sexmas del Señorío de Molina.
El Señorío de Molina, al igual que las otras comunidades de villa y tierrade la Extremadura castellana, estaba estructurada en torno a una villa principal, en este caso Molina, rodeada por las tierras que se dividían en sexmas, cuatro en este caso en lugar de las seis más habituales. Estas sexmas eran la del Campo, la del Pedregal, la del Sabinar y la de la Sierra. A su vez, cada sexma se dividía en unas veinte veintenas, que correspondían a cada una de las aldeas de la sexma y sus tierras, que a su vez se dividían cada una en unos cinco quiñones con el fin de repartir las tierras de cada pueblo.1

Sexma del Campo[editar]

La sexma del Campo es la más septentrional y más extensa, abarcando los valles altos del Mesa y del Piedra y la paramera nororiental de Molina.

Sexma del Pedregal[editar]

La sexma del Pedregal se sitúa al este de Molina en torno al camino que llevaba a Teruel y Valencia.

Sexma del Sabinar[editar]

La sexma del Sabinar se sitúa al oeste de Molina y comprende sobre todo los cursos del río Arandilla y del medio y bajo Gallo.

Sexma de la Sierra[editar]

La sexma de la Sierra es la más meridional y comprende los pueblos que se sitúan en la orilla oriental del Alto Tajo, frontera natural con el común de villa y tierras de Cuenca, y en la sierra de Molina.

Historia[editar]

Con la conquista cristiana de la península Ibérica se establece en la zona de frontera con las taifas andalusíes, las Extremaduras aragonesa y castellana, un nuevo régimen administrativo basado en los fueros y en las comunidades de aldeas del Reino de Aragón y comunidades de villa y tierra del Reino de Castilla. La taifa de Molina fue conquistada en 1129 por Alfonso I de Aragón, pero la repoblación corrió a cargo del Reino de Castilla, lo que provocó las disputas de ambas coronas por el territorio molinés. Manrique Pérez de Lara, conde y señor de Lara, con influencia ante ambos reyes, hizo de mediador en la concordia de Carrión de 1137, donde Castilla devolvió a Aragón las plazas de Calatayud y Daroca, y donde se consiguió que todas las tierras de Molina fueran declaradas solariegas y que ambos soberanos le aceptasen como señor de Molina y de Mesa, naciendo así en 1138 el señorío de Molina, independiente de ambas Coronas durante más de siglo y medio, y recibiendo un fueropropio.
María de Molina, VI señora de Molina. Hija del infante Alfonso de Molina y nieta del rey Alfonso IX de León, contrajo matrimonio con Sancho IV el Bravo, rey de Castilla, y fue madre del rey Fernando IV.
En 1293 falleció Blanca Alfonso de Molina, hermana de la reina María de Molina, quien dispuso en su testamento otorgado el 10 de mayo de 1293, que el señorío lo heredara el rey Sancho IV «lo que se traduce en la transmisión del señorío de Molina a los reyes Sancho y María».2​ Desde 1295, tras la muerte de Sancho IV, María de Molina se convirtió, hasta la mayoría de edad de su hijo Fernando IV de Castilla, en su tutora. Tras la muerte del rey Fernando IV en 1312, María de Molina volvió a desempeñar el cargo de tutora del rey, en la persona de su nieto Alfonso XI de Castilla, que alcanzó la mayoría de edad en 1325, cuatro años después de la muerte de su abuela, el cual heredaría también el señorío de Molina, que quedó vinculado desde ese momento a la Corona de Castilla.
Pedro I heredó en 1350, como rey de Castilla, el señorío de Molina tras la muerte de su padre, Alfonso XI. Durante su vida se ve involucrado en una nueva guerra con el rey Pedro IV de Aragón, la conocida como guerra de los Dos Pedros, en la que el señorío de Molina se encuentra profundamente inmerso. Con la muerte de Pedro I en 1369 de manos de su hermanastro Enrique de Trastámara, futuro rey de Castilla, éste le entrega el señorío de Molina al monje francés y capitán de las Compañías BlancasBertrand du Guesclin, en forma de ducado como agradecimiento a su colaboración. La Villa y el Señorío no aceptaron a Duguesclin como su señor y se entregaron a Pedro IV de Aragón, al que reconocieron como señor de Molina. Desde entonces, en su homenaje la villa de Molina substituyó el apellido de los Caballeros por el de Aragón y llamó como este reino a la torre más alta de su fortaleza. Con la Paz de Almazán de 1375 el señorío es devuelto al rey de Castilla y el título de señor de Molina quedaría desde entonces vinculado al de rey de Castilla, primero, y al de Rey de España, después.
La importancia estratégica militar del señorío y de Molina de Aragón durante los siglos XIV y XV, como zona fronteriza, continuó siendo clave en tanto en cuanto se sucedían las batallas entre las coronas de Castilla y de Aragón. Aun así, el Señorío de Molina mantuvo inalterados sus fueros.
En 1465, Enrique IV de Castilla quiso entregar el Real Señorío de Molina a su valido Beltrán de la Cueva. Los molineses se levantan en armas contra de la Cueva y vencen a sus tropas en la acción de Rueda, lo que haría que el Rey y su valido desistiesen de la empresa y el Señorío de Molina pudiera mantener su fuero.
La unión de las Coronas de Castilla y de Aragón produjo una estabilidad en el señorío en lo referente a las batallas militares, y genera un rico comercio lanar y merced a su situación fronteriza y de paso aduanero entre Aragón y Castilla. Sería durante la época del reinado de los Reyes Católicos cuando se produce una mayor entrada de capital al señorío lo que hace crecer económica y urbanísticamente a Molina de Aragón.
En la década de los años 1630 vuelve a convertirse en centro de batallas durante la Guerra de los Treinta Años y, sobre todo, en 1641 cuando Felipe IV y el Conde-Duque de Olivares reúnen a las Cortes y a los ejércitos en Molina para preparar la marcha a Cataluña con el fin de apaciguar su sublevación.
Entre 1704 y 1710, durante la Guerra de Sucesión española, el Real Señorío de Molina se mantuvo fiel a Felipe V de Borbón y fue campo de batalla entre los Austrias, apoyados por Aragón, y los Borbones, apoyados por Castilla. Molina fue ocupada por las tropas austracistas en 1706 y recuperadas ese mismo año por las borbónicas de Juan de Nassau. Estas batallas y las epidemias de peste que asolaron la península Ibérica durante el siglo XVIII dieron lugar a que el Real Señorío de Molina comenzase una decadencia económica y demográfica. Aun así siguió manteniendo sus fueros pese al proceso de deseñorialización desde finales de siglo hasta que fue incluido en la intendencia de Cuenca, primero, y en la de Guadalajara, desde 1802, aunque durante la guerra de la Independencia se constituyó en Molina una Junta Superior y en la Constitución española de 1812 se citara como una entidad regional más.3​ En 1813 se constituye la que llamarían Diputación Provincial de Guadalajara con Molina, germen de la actual provincia de Guadalajara creada en 1833, donde se integra el señorío de Molina, produciéndose así su disolución y abolición definitiva de su fuero.4

Señores de Molina[editar]

Escudo de la Casa de Manrique de Lara.
El primer Señor de Molina fue Manrique de Lara que consigue el fuero independiente de los reinos de Castilla y de Aragón tras mediar entre ellos por la disputa de aquel territorio. El título fue heredándose de padres a hijos, que fueron emparentándose con la alta nobleza de la época hasta que cayó en manos de Alfonso XI, nieto de María de Molina y bisnieto de Blanca de Molina, últimas señoras independientes de Molina, momento en el que quedaría ligado a los títulos primero de rey de Castilla y después de rey de España.5
I. Manrique Pérez de Lara6​ (fallecido el 9 de julio de 1164). Fundador del señorío (1138-1164)
II. Pedro Manrique de Lara (1164-1202)7
III. Gonzalo Pérez de Lara (1212-1239)8
IV. Mafalda González de Lara y su esposo, el infante Alfonso de Molina,9​ hijo de Alfonso IX de León. (1239-1272)
V. Blanca Alfonso de Molina y Alfonso Fernández "el Niño", hijo ilegítimo de Alfonso X el Sabio. (1262-1293)10
VI. Sancho IV y María de Molinareina consorte de Castilla (1293-1321)
Desde entonces el título de señor de Molina quedó vinculado al reino de Castilla.10
VII. Alfonso XI de Castilla (1321-1350)
VIII. Pedro I de Castilla (1350-1369)
El título de señor de Molina pasó a ser del rey de Aragón
IX. Pedro IV de Aragón (1369-1375)
Desde este momento el título de Señor de Molina queda definitivamente ligado al de rey de Castilla.
X. Enrique II de Castilla (1375-1379)
XI. Juan I de Castilla (1379-1390)
XII. Enrique III de Castilla (1390-1406)
XIII. Juan II de Castilla (1406-1454)
XIV. Enrique IV de Castilla (1454-1474)
XV. Isabel I de Castilla (1474-1504)
XVI. Juana I de Castilla (1504-1516)
Desde este momento el título de Señor de Molina queda ligado al de Rey de España.
XVII. Carlos I de Austria, rey de España (1516-1556)
XVIII. Felipe II de Austria (1556-1598)
XIX. Felipe III de Austria (1598-1621)
XX. Felipe IV de Austria (1621-1665)
XXI. Carlos II de Austria (1665-1700)
XXII. Felipe V de Borbón (1700-1746)
XXIII. Fernando VI de Borbón (1746-1759)
XXIV. Carlos III de Borbón (1759-1788)
XXV. Carlos IV de Borbón (1788-1808)
XXVI. Fernando VII de Borbón (1808-1833)
XXVII. Isabel II de Borbón (1833-1868)
XXVIII. Amadeo I de Saboya (1871-1873)
XXIX. Alfonso XII de Borbón (1875-1886)
XXX. Alfonso XIII de Borbón (1886-1931)
XXXI. Juan Carlos I de Borbón (1975-2014)
XXXII. Felipe VI de Borbón (2014-)













El señorío o principado de Valencia fue el estado establecido por Rodrigo Díaz de Vivar en la ciudad de Valencia y sus alrededores y que existió entre los años 1094 y 1102.



Historia[editar]

Conquista[editar]

Hacia comienzos de noviembre de 1092 el Campeador sitió la fortaleza de Cebolla, actualmente en el término municipal de El Puig, a catorce kilómetros de la capital levantina, rindiéndola mediado el año 1093. Empleándola como centro de operaciones, ese verano comenzó a cercar la ciudad. En septiembre del año 1093, cambió de campamento y se instaló en la Roqueta. Valencia, en situación de peligro extremo, solicitó un ejército de socorro almorávide, que fue enviado al mando de al-Latmuní y avanzó desde el sur de la capital del Turia hasta Almusafes, a veintitrés kilómetros de Valencia, para seguidamente volver a retirarse. El estrecho cerco se prolongaría por casi un año entero, tras el cual Valencia se vio obligada a capitular el 17 de junio de 1094.1​ El Cid tomó posesión de la ciudad, titulándose «Príncipe Rodrigo el Campeador»2​ e instalándose en la ciudad.3

Consolidación y expansión[editar]

La presión almorávide no cejó y a mediados de septiembre de ese mismo año un ejército al mando de Abu Abdalá Muhammad ibn Tāšufīn, sobrino del emperador Yusuf, llegó hasta Cuart de Poblet, a cinco kilómetros de la capital, y la asedió, pero fue derrotado4​ tras la Batalla de Cuarte, desarrollada el 21 de octubre del 1094 entre los pueblos de Mislata y Cuart de Poblet, próximos a la ciudad.
Con el fin de asegurarse las rutas del norte del nuevo señorío, Rodrigo consiguió aliarse con el nuevo rey de Aragón Pedro I, que había sido entronizado poco antes de la caída de Valencia durante el sitio de Huesca, y tomó el Castillo de Serra y Olocau en 1095.
En 1097 una nueva incursión almorávide al mando de nuevo de Muhammad ibn Tasufin intentó recuperar Valencia, pero cerca de Gandía fue derrotado otra vez por el Campeador con la colaboración del ejército de Pedro I de Aragón en la batalla de Bairén. A fines de ese mismo año tomó Almenara, cerrando así las rutas del norte de Valencia y en 1098 conquistó definitivamente la imponente ciudad fortificada de Sagunto, con lo que consolidaba su dominio sobre la que había sido anteriormente taifa de Balansiya.
También en 1098 consagró la nueva Catedral de Santa María, reformando la que había sido mezquita aljama. Había situado a un francés, Jerónimo de Perigord, al frente de la nueva sede episcopal en detrimento del antiguo metropolitano mozárabe o sayyid almaṭran. En el diploma de dotación de la catedral de fines de 1098 Rodrigo se presenta como «princeps Rodericus Campidoctor», considerándose un soberano autónomo pese a no tener ascendencia real, y se alude a la batalla de Cuarte como un triunfo conseguido rápidamente y sin bajas sobre un número enorme de mahometanos.5​ Como señala Georges Martin:6
... después de la toma de Valencia, todos los esfuerzos de Rodrigo se orientaron hacia la consolidación de su independencia señorial, hacia la constitución de un principado soberano desvinculado de la tutela secular del rey de Castilla así como de la tutela eclesiástica del arzobispo de Toledo.
Georges Martin, «El primer testimonio cristiano sobre la toma de Valencia (1098)»e-Spania, n.º 10, diciembre de 2010. § 8.
Establecido ya en Valencia, se alió también con Ramón Berenguer III con el propósito de frenar el empuje almorávide. Las alianzas militares se reforzaron con matrimonios. El año de su muerte (1099) había casado a sus hijas con altos dignatarios: Cristina con el infante Ramiro Sánchez de Pamplona7​ y María con el conde de Barcelona Ramón Berenguer III.89

Disolución[editar]

Tras su muerte el 10 de junio de 1099,10​ su esposa Jimena, convertida en señora de Valencia, consiguió defender la ciudad con la ayuda de su yerno Ramón Berenguer III, hasta mayo del año 1102, cuando el rey Alfonso VI de León, considerando las dificultades de defender Valencia el 4 de mayo de 110211​ ordenó la evacuación de la ciudad de los cristianos, incendiándola posteriormente.12​ El día después, 5 de mayo de 1102Valencia cayó en poder de los almorávides13​ al mando de su caudillo militar Mazdalī.

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