Berberidopsis corallina, conocida como michay rojo o voqui pilfuco es una planta trepadora siempreverde endémica de Chile, sus flores son rojas y colgantes, la floración se produce en verano-otoño (diciembre-abril en el Hemisferio Sur). Es una especie en peligro de extinción.
Se la puede encontrar sólo en la Cordillera de la Costa, entre la provincia de Cauquenes y la provincia de Llanquihue, desde el nivel del mar hasta los 700 msnm.2
Conservación[editar]
Es una especie en peligro de extinción debido a que su hábitat original se ha visto muy reducido por la gran destrucción que ha sufrido el bosque nativo costero de esa zona, las principales causas de su retroceso son el reemplazo del bosque original por plantaciones comerciales de pino insigne y eucalipto, además de la ganadería.2
Usos[editar]
Por su belleza es una excelente planta ornamental. También en algunas localidades es utilizada en cesteria por la resistencia y flexibilidad de sus tallos.
Es un árbol que alcanza un tamaño de hasta 7 m de alto. Hojas generalmente de 15–25 cm de largo y 6–9 cm de ancho, profundamente incisas, lobos angostos y agudos a acuminados, haz glabra, envés pardusco- o grisáceo-tomentoso, pecíolo 2–3 cm de largo. Las inflorescencias en panículas de 20 (–30) cm de largo, pedicelos 5–10 mm de largo; sépalos 7–10 mm de largo. Cápsula 6–7 mm de largo, estípite basal 5–7 mm de largo, frecuentemente encorvada, estilo 3–4 mm de largo, persistente; semillas ca 6 mm de largo, café obscuras y lustrosas.1
Distribución y hábitat[editar]
Originaria de México a Nicaragua o tal vez Costa Rica. Habita en clima templado entre los 1800 y hasta los 2000 metros, asociada a cultivos de riego y de temporada.
Propiedades[editar]
En Morelos, el uso popular que se le da a esta planta es para atender problemas de la piel, como verrugas. Para curarlos, se aplica la savia del tallo o del peciolo de la hoja, las veces que sea necesario, y sobre las verrugas se colocan las hojas molidas, amarrando con un trapo para que no se recorran. Por otra parte, el cocimiento de las hojas administrado por vía oral, se emplea en casos de bilis, anemia y dolores de cintura. En Michoacán, se utiliza la infusión de la corteza junto con hojas de eucalipto, tomada como agua de uso para el tratamiento de la diabetes.
- Historia
En el siglo XVI, Martín de la Cruz la señala útil para la gastritis. El Códice Florentino, la menciona para: las paperas e inflamaciones de la garganta. Añade, es útil contra la fiebre, para purificar la garganta y el pecho. En el mismo siglo, Francisco Hernández relata: el jugo untado cura la sarna.
A finales del siglo XIX, la Sociedad Mexicana de Historia Natural la cita como: anestésico, anestésico local, antitérmico, humores espesos y crudos, tetanizante, tóxico y analgésico.
En el siglo XX, el Instituto Médico Nacional la indica como: anestésico local. Posteriormente, Maximino Martínezreporta los usos siguientes: abscesos, anestésico, antiparasitario, antitumoral, atrofia mesentérica, catártico, detersivo, heridas, hidropesía, ictericia, llagas, úlceras de mal carácter, verrugas, vulnerario y analgésico. Finalmente, la Sociedad Farmacéutica de México la refiere como: anestésico local.
- Química
Sólo se ha detectado la presencia de alcaloides en tallos con hojas y frutos, y en la corteza del tallo de B. arborea.
La corteza se caracteriza por la presencia de una mezcla de alcaloides llamada boconina, formada por boconietrina, boconiclorina, boconiyodina, boconixantina, cheleritrina, alocritapina y protapina.
Son arbustos a pequeños árboles, que alcanzan un tamaño de hasta 7 m de alto. Hojas extremadamente variables en forma y tamaño, de 15–35 (–60) cm de largo y 10–30 cm de ancho, generalmente profunda e irregularmente lobadas, lobo de ápice obtuso a agudo y márgenes enteros, o ligeramente serrados, haz glabra, envés pardusco-tomentoso a grisáceo-tomentoso u ocasionalmente glabro, pecíolos 3–6 cm de largo. Las inflorescencias en panículas de 25–60 cm de largo, pedicelos 5–12 mm de largo; sépalos 7–10 mm de largo, acuminados. Cápsulas elipsoides, 5–7 mm de largo, estípite basal 5–8 mm de largo, generalmente recurvado, estilo 3–4 mm de largo, persistente y engrosado; semillas 5–6 mm de largo, café obscuras a negras, lustrosas, superficie menudamente foveolada.1
Distribución y hábitat[editar]
Originaria de América tropical, está presente en climas cálidos, semicálidos y templados entre los 200 a los 2600 metros, asociada a vegetación perturbada de bosques tropicales caducifolios y perennifolios así como al bosque mesófilo de montaña, bosque de encino y mixto de pino-encino.
Propiedades[editar]
El uso medicinal del gordolobo abarca diversas afecciones respiratorias como resfriado, tos ferina, ahoguillo (sensación de opresión y fatiga en el pecho que impide respirar con libertad), bronquitis y tuberculosis. Principalmente se le prescribe contra la tos.
Se ocupa como remedio el cocimiento de las hojas, administrado por vía oral o en baños para quitar la tos, o las hojas soasadas y colocadas a manera de cataplasma en caso de bronquitis.
Para problemas de la piel, se aplica el látex sobre empeines, escarlatina, tiña, granos, verrugas, sabañones, callos, irritaciones, manchas en la piel y en heridas. En desórdenes ginecológicos como hemorragia vaginal, se emplea la planta en cocción, administrada por vía oral y para las mujeres después del parto se aconseja la infusión de gordolobo con mirto, hierba del perro y hierba del búho (spp. n/r).
Se le emplea también en trastornos del aparato digestivo como disentería, dolor de estómago, úlceras y afecciones del hígado.
Otros usos medicinales la indican en golpes, reumas, debilidad de niños, delgadez, quemazón de niños, anemia, dolor de espalda, calentura, hemorroides, infecciones en el pene (V. purgación), como desinflamatorio, tónico y diaforético y en enfermedades culturales como el susto.
- Historia
En el siglo XVI Martín de la Cruz la cita para la gastritis. El Códice Florentino relata que "la raíz es de utilidad para las afecciones de la vejiga, heridas internas de niños; para el dolor de cabeza se usan unas gotas en la nariz y molida es empleada para las descomposturas de las manos”. Agrega, ”la hierba es de utilidad para las paperas e inflamaciones de la garganta, puesta en los párpados es de utilidad para mitigar el dolor de los ojos; para la fiebre, purificar la garganta y pecho se da la raíz por tristel" (vía anal). En el mismo siglo Francisco Hernández refiere en su obra que "los retoños despojados de su corteza y untados disuelven las cataratas y nubes. El jugo y el fruto quitan la flatulencia, cura los empeines, calma los dolores que provienen de la causa fría; las hojas curan las llagas antiguas, destruyen las verrugas, principalmente las del prepucio y demás partes sexuales; alivia extraordinariamente la tos, calma los dolores agudos de vientre y excita el apetito; provoca las reglas y la orina abre las obstrucciones, cura la parálisis, ayuda a la digestión, corta los humores crasos, y restablece los miembros entumidos de frío".
La Sociedad Mexicana de Historia Natural reporta en el siglo XIX reporta los usos medicinales como antiparasitario, atrofia mesentérica, como catártico, detersivo, diurético, para la ictericia, enfermedad de los ojos, como tónico, vulnerario y para las úlceras de mal carácter.
Para inicios del siglo XX el Instituto Médico Nacional la consigna como analgésico. La Sociedad Farmacéutica de México la describe como analgésica local, antiparasitaria, diurético a enfermedades de los ojos y como vulnerario. La misma Sociedad, años después agregaría que causa irritación dolorosa de la conjuntiva cuando hay padecimientos oculares es tóxico y vasodilatador.
- Química
De las hojas de B. frutescens se han aislado los alcaloides de isoquinolina, columbamina, eltetrahidro-derivado, coptisina, iso-coripalmina, corisamina, alo-criptopina, protopina, nor-queleritrina, rocadina, sanguinarina y el nor-derivado.
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