Castillos de la provincia de Zaragoza
El castillo de Sibirana, o símplemente Sibirana (o Sibrana), es el nombre con el que se conoce a un despoblado del que tan solo se conserva un castillo y una iglesia (la ermita de Santa Quiteria), ambos en estilorománico aragonés.1 El lugar se encuentra en el término municipal de Uncastillo (provincia de Zaragoza). Se encuentra a 12 km de Uncastillo y a 10 km de Luesia.2
Se puede llegar a Sibirana por una pista que desde Luesia llega al pozo de Pígalo, dejando la pista cerca de Pígalo por un camino que avanza en dirección noroeste. También se puede acceder a Sibirana desde Petilla de Aragón a través del Sendero de Gran Recorrido (GR) que desde Sos del Rey Católico llega al castillo de Royta, a través de un camino interesantísimo desde los puntos de vista histórico, natural y paisajístico. El castillo de Sibirana se encuentra protegido legalmente con la declaración de Bien de Interés Cultural por el Gobierno de Aragón, siendo de propiedad particular tanto el castillo como toda la finca sobre la que se asienta.
Historia
A principios del siglo X, el rey Sancho Garcés I de Navarra decidió proteger sus dominios orientales, en los alrededores de Sangüesa, val de Roncal, val de Onsella y partes de la val del río Aragón; y llevó a cabo una maniobra interesante, que consistía en ocupar las cimas (y las partes altas de los mencionados valles) de las sierras de Santo Domingo y San Juan de la Peña, ambas de la Guarguera (valle del río Guarga), y de esta forma bloqueaba una posible entrada de los musulmanes en las zonas occidentales del primitivo condado de Aragón, eligió como centro de la región la ciudad de Jaca. Por otra parte, esta maniobra le permitía evitar la expansión del condado aragonés hacia esta región, a la vez que presionaba sobre la ciudad de Huesca, que se encontraba en manos de los árabes, cuyos jefes se encontraban en buenas relaciones con la familia Aznar, titular del condado de Aragón.3
Así, en una línea continua que partía de Vadoluengo, al lado de Sangüesa), se levantaron entre 905 y 925 los castillos de Royta, Sibirana, Uncastillo, Luesia, Biel,Castiliscar y torres fortificadas en otros lugares como Agüero, Sos,4 Navardún, Petilla de Aragón, Liso, Murillo de Gállego, y otros, incluyendo Secrún, y un despoblado en el término municipal de Sabiñánigo.3
Sin embargo, según José Luis Aramendía,1 basándose en la obra El nacimiento del arte románico en Aragón, de E. Lorente, F. Galtier y García Guatas, el castillo de Sibirana fue conquistado por el rey Sancho Garcés I de Navarra en el año 921. En este caso, se trataría de una conquista de una torre islámica anterior sobre la cual se construyó el actual castillo. Esta torre habría sido propiedad de los Banu Qasi desde 891.5
Según Agustín Ubieto Arteta, la primera cita conocida del lugar de Sibirana es de 1063, recogida en la obra de Dámaso Sangorrín Libro de la Cadena del Concejo de Jaca, en Colección de documentos para el estudio de la Historia de Aragón, XII (Zaragoza, 1931) y documenta las variantes Sibrana y Siurana.6
En el año 1086, el sitio de Sibirana (el castillo y el pueblo que se extendía a sus pies) formaron parte de la dote que se entregó a Felicia de Roucy, cuando se celebró su boda con el rey Sancho Ramírez de Aragón.1
Por otra parte, Alfonso I de Aragón atorgó carta puebla a Luesia, en la cual se decía y desde allí baxando a donde el río Sibrana.5 Entre 1159 y 1162 estuvo bajotenencia de Pero López de Luna.5
Arquitectura
El castillo
El castillo de Sibirana se levantó en un pequeño vallejo en el curso del barranco de Sibirana, un afluente por la margen derecha del río Arba de Luesia. La finalidad del castillo era controlar el paso que desde Uncastillo y desde Luesia permite acceder al valle del río Onsella y, a través de este río, llegar a Sos y Sangüesa,7 el valle del río Aragón. El castillo está justo sobre el camino, facilitando la posibilidad de bloqueo de este en caso de necesidad.
Las dos torres que conforman el castillo fueron construidas en lo alto de una peña rocosa y muy escarpada que hace imposible el acceso por el sur. La entrada estaba por el norte, mediante una escalera de madera hoy inexistente. Quedan en la roca de la peña los agujeros donde se colocaban los maderos de la escalera. Cada una de las dos torres tiene una planta cuadrada de 4 metros de anchura y una altura de 25 metros5 repartida en tres pisos levantados en madera.2 Gracias a lo alejado del lugar, ambas torres se han mantenido en un perfecto estado de conservación exterior hasta la década del 2010, conservando incluso sus almenas.
Cabe resaltar que ninguna de las dos torres tiene aberturas o aspilleras al lado norte para evitar los fríos vientos del norte, o cierzo. Además, al norte las torres eran más accesibles, por lo que evitar aberturas era también una estrategia defensiva.
El suministro de agua potable al castillo provenía del cauce del barranco que circula a sus pies, y los alimentos se adquirían de las tierras próximas, teniendo especial importancia la ganadería como fuente de subsistencia.
La iglesia románica de Santa Quiteria
Al norte del conjunto hay una amplia plaza a la que se accede bordeando el castillo por su parte occidental. En esta plaza hay un edificio moderno, e inmediatamente encima de ella se levantan las ruinas de la pequeña ermita de Santa Quiteria.1
Esta iglesia, seguramente coetánea del castillo, ya que está construida en el mismo estilo románico. José Luis Aramendía data la exigua ornamentación de principios delsiglo XIII, apuntando además que se trata de estilo románico jaqués.1
La iglesia está orientada al este, teniendo una sola nave,1 con tejado de vigas de madera y teja árabe, derrumbado casi completamente en la primera década del siglo XXI. Seguramente, cuando lo construyeron inicialmente el tejado no sería de teja, sino de pizarra, como se hacía tradicionalmente en las construcciones de la época en la región.
La ermita solo tiene un ábside en su lado oriental.1 La construyeron con sillares perfectamente tallados y de gran calidad.
La parte más trabajada de la ermita es su portada, muy simple, y que solamente tiene un tímpano en forma de semicírculo, en el que hay un crismón y dos capiteles que enmarcan un arco de medio punto.1 Por desgracia, la parte sur de la ermita se ha derruido casi por completo.
En la fachada oriental hay una ventana, también en arco de medio punto, cuya función es la dotar a la estancia de una mínima iluminación.
El lugar
No es posible precisar con exactitud cuándo se despobló Sibirana, pero parece que fue entre los siglos XVII y XVIII. Las causas del abandono se pueden entender por su ubicación en una zona muy agreste, muy alejada de otras poblaciones, con un clima agrio y zona difícil para la agricultura. Las epidemias de finales de la edad media y principio se la edad moderna vaciarían el lugar sin que nadie se animase a venir a repoblarlo de nuevo. Sin embargo, cabe constatar que el lugar continuaba habitado a finales del siglo XVIII, como consta en el libro de bautismos de Petilla de Aragón.
Quedan restos de diez u doce viviendas a los pies del castillo en su cara sur, debajo de la peña.
Una vez rebasado Luesia hacia el oeste ascendiendo por la orilla izquierda del río Arba de Luesia y después en paralelo al barranco de Sibirana, llegamos a este precioso conjunto medieval (Ver mapa). Cuando a la salida de una curva vemos la silueta de ambas torres vigilando el camino, la sensación es de un mágico salto atrás en el tiempo. Desde lo alto de una inaccesible roca, controlaban el camino de Luesia al valle de Onsella, y por tanto hacia Sos y Sangüesa.A pocos metros al norte se halla la ruinosa -cada día más- iglesia románica de Santa Quiteria (Imagen 1), a la cual una inscripciónen sillar del lado derecho de su puerta, la data en MCX.Ambas torres son de planta rectangular, casi cuadrada. El acceso a las mismas se realizaba por estructura de madera por su lado noroeste, quedando en la roca los mechinales donde se sustentaron los maderos de sujeción de dicho acceso (Imágenes 15 y 16).Las dos constan de sótano y tres plantas, con sus puertas de acceso enfrentadas hacia el interior del pequeño recinto del cual aun quedan algunas hiladas visibles (Imagen 6). En su planta segunda, vanos de acceso a cadalsos en esquina.En la torre oriental, y en su lienzo sur -el que da al camino- desagua el retrete de la misma (Imágenes 4 y 5) a través de una apertura cuadrada en el muro con losa inclinada de evacuación. Su situación marca el nivel inferior de la planta en que se halla la "funcional estructura".El piso más alto en ambas era una falsa con pequeños vanos bajo el alero; que al desaparecer la cubierta de madera, dan la aparente sensación de almenas.7La contemplación de ambas torres desde el camino de acceso (Imagen 8) es épica. Si las disfrutas en silencio acudirán a tu mente ruidos de batallas lejanas, entrechocar de armas de hierro, gritos...El control del camino hacia el valle del Onsella y los núcleos de Sos y Sangüesa, que es el mismo camino que nosotros hemos traído, debió de ser de la suficiente importancia como para justificar el esfuerzo de su edificación y el mantenimiento de su guarnición.Aquí se aprovechó un potente estrato vertical para en un alarde de equilibrio y técnica, edificar sobre él este bello y poco conocido conjunto.Aprovecho para recomendar la visita al cercano "pozo Pigalo", tras deshacer el camino hasta el río Arba de Luesia y continuar remontándolo hacia el "Corral de Calvo". El mencionado pozo está también formado por dos estratos verticales ("rallas" las llaman por el Alto Aragón) entre los cuales se embalsa el río Arba de Luesia formando una pequeña cascada al penetrar en él.8La imagen 9, muestra la torre este: su lado que da al recinto con la puerta en altura, de medio punto dovelada y con mechinal a derecha, de la estructura de acceso. Bajo el nivel de la puerta, hay espacio dedicado a almacén, y sobre este piso, la planta "noble", a juzgar por la existencia de retrete.En la imagen 10 de la torre oeste, también se aprecia su portada con mechinal de sostén para estructura de acceso. Sobre ella, un vano de cadalso de la planta superior con sus cuatro mechinales para la estructura de madera volada que se continuaba en ángulo, a juzgar por los dos mechinales que hay junto a la esquina y los otros dos existentes a la vuelta de la misma. Otro tanto ocurre en la esquina opuesta (noroeste) con similar disposición para cadalso en chaflán (Imágenes 11 y 12).Es remarcable la obra realizada de sustentación sobre el estrato oblicuo, hasta alcanzar el nivel útil de habitación. En las imágenes 13 y 14, se aprecia, que el tercio inferior del torreón, es macizo, hasta lograr el nivel horizontal, a ras del final del citado estrato. La simbiosis sillarejo-estrato que se aprecia en la imagen 14, es magnífica.El acceso al pequeño recinto y a las torres, se verificaba a través de una estructura de madera, adosada a la roca bajo la torre oeste, hacia la ermita, donde quedan los huecos de apoyo para la pasarela. (Imágenes 15 y 16).Hoy el acceso al interior de las mismas, nos está vedado al común de los mortales. Solo con técnicas de alpinismo se pueden alcanzar; y probablemente se haya hecho, pues en el ángulo sureste de la roca he visto clavijas y fijaciones de escalada.
El Castillo de Sora es una fortaleza medieval española localizada en la comarca de lasCinco Villas, provincia de Zaragoza. El castillo (situado a unos 4 km del pueblo deCastejón de Valdejasa) está construido en lo alto del llamado monte Guarizo, punto de gran valor estratégico ya que desde su altura se divisa una gran extensión de terreno que se extiende desde el Prepirineo hasta el Valle del Ebro, comprendiendo hacia el Oeste la vega del Arba y la vertiente aragonesa de las Bardenas Reales. Antiguamente esta enorme visibilidad se ampliababa considerablemente mediante el empleo de unas pocas atalayas o torres ópticas convenientemente situadas en Monlora (al Norte), la Plana del Castellar (al Este), Tauste (al Sur) y el Santuario de Sancho Abarca o el Pico del Fraile (al Oeste). Esta asombrosa ubicación le confería un excepcional control sobre losmovimientos de tropas y escaramuzas que tenían lugar en las cercanías.
Recorriendo el camino entre Ejea de los Caballeros y Erla el horizonte hacia el sur nos muestra la silueta de las ruinas del castillo de Sora retrepado en lo alto de un risco desde el que se domina una extensa cantidad del territorio cincovillés.
Al castillo se llega a través de la carretera que enlaza Castejón de Valdejasa con Ejea. A unos 9,5 kilómetros de la primera localidad sale hacia el este una pista que en poco más de un kilómetro nos deja ante la pista en zig-zag que sube al castillo. Hay cadena que lo impide y señalización de "prohibido el paso". No previendo esta circunstancia tuve que hacer las fotos desde la lejanía tirando de teleobjetivo.
Se da como cierta la existencia de la fortificación en tiempo de Sancho Ramírez correspondiendo al primera cita histórica a 1200. Desde inicios del XIV perteneció a la familia de los Luna. Fue prisión de la abadesa de Loarre, doña Violante de Luna por posicionarse del lado del conde Jaime II de Urgel, en la sucesión de Martín I resuelta mediante el Compromiso de Caspe a favor de Fernando de Trastamara infante de Castilla y nieto de Pedro IV de Aragón.
En la actualidad es propiedad de los duques de Villahermosa.
Restos de murallas protegen todavía las zonas más sensibles del cerro del que destaca la elevación de la torre del homenaje, de planta cuadrada y dividida al interior en dos plantas por medio de bóvedas de medio cañón.
El origen de la fortaleza parece corresponder a un momento de ocupación islámico. Tras su reconquista fue lugar clave en la toma de las tierras de la actual comarca de las Cinco Villas. Quedan restos islámicos y el torreón románico al que se añadió el lienzo este, renacentista.
Quizá otro día con más tiempo y conociendo las circunstancias haga un paseo hasta lo alto del cerro.
El castillo de Trasmoz es una fortaleza ubicada en la sierra del Moncayo, en las proximidades de la localidadzaragozana de Trasmoz. Fue uno de los enclaves más disputados por los reinos de Aragón y Navarra, en la frontera entre ambos.
Según fuentes navarras, el Castillo de Trasmoz ya existía en 1185, cuando las tierras en torno a él pertenecían a Navarra, y eran pugnadas por los aragoneses. Finalmente, empezó a formar parte de la Corona de Aragónpor mediación de Alfonso II. Más tarde pasó a Sancho Pérez de Monteagudo, como donación de la Corona.
Tras la unión de Castilla y Aragón, y el cese de las disputas nobiliarias, el castillo de Trasmoz quedó abandonado. En 1988, Manuel Jalón Corominascreó la Fundación Castillo de Trasmoz tras adquirir dicho edificio, inició unas labores de restauración y excavaciones arqueológicas y publicó el libro 'La leyenda negra de Trasmoz'3
La planta del castillo es hexagonal, con las torres en los extremos, de los siglos XIII, XIV y XV. La torre del homenaje es el elemento más antiguo que se conserva de la fortaleza. De planta cuadrada y antiguamente rematada con almenas, se localiza en el centro del castillo.
El castillo de Trasmoz inspiró a Gustavo Adolfo Bécquer en sus narraciones de las historias de brujerías y aquelarres que supuestamente se producían en este paraje. Gustavo visitó estas tierras junto con su hermano Valeriano Bécquer, durante su estancia en el Monasterio de Veruela.El de Trasmoz fue el más importante castillo fronterizo del somontano del Moncayo, aunque viendo su actual situación no parece tal. Situado al norte del Moncayo guardaba los caminos que comunicaban Castilla con Aragón. Extremadura y tierra de conflictos que ya en el siglo XII propició la edificación del torreón central de la actual fortificación. Hay noticia del mismo en 1185, cuando este territorio pertenecía al reino de Navarra y fue recuperado por Alfonso II para Aragón.Esta es la época de edificación de su torre del homenaje y del primer recinto en torno suyo (ver Imagen aérea 23 ). Con posterioridad a lo largo de los siglos XIII a XV se le añadió la muralla perimetral y las torres de sus ángulos, convirtiendo su antiguo foso en patio de armas.Las sucesivas ampliaciones del recinto fortificado fueron propiciadas por Sancho VII de Navarra (1215) y por Pedro III y Pedro IV de Aragón para reforzarlo ante las guerras con Castilla.
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Dista aproximadamente tres kilómetros en línea recta del monasterio de Veruela, que está al este, en la orilla izquierda del río Huecha, y 30 kilómetros de Tarazona. Llegaremos hasta aquí por Borja, Bulbuente y Vera de Moncayo, en cuyo caserío hay que desviarse a la derecha para llegar a este pequeño lugar. Su altiva silueta coronando una mota, destaca del caserío y contrasta contra el gran Moncayo, que marca la raya entre Castilla y Aragón. La estancia de los hermanos Becker en el Monasterio de Veruela hacia 1864, le propiciaron la nota de esoterismo por asociarlo Gustavo Adolfo en uno de sus escritos sobre aquelarres de brujas:
"Aquel que tiene por cimientos pizarra negra de que está formado el monte, y cuyas vetustas murallas, hechas de pedruscos enormes, parecen obra de titanes. Es fama que las brujas de los contornos tienen sus nocturnos conciliábulos. Los sábados, después de que la campana de la iglesia dejaba oír el toque de las ánimas, unas sonando panderos, y otras, añafiles y castañuelas, y todas a caballo sobre escobas. Los habitantes de Trasmoz veían pasar una banda de viejas, espesas como las grullas, que iban a celebrar sus endiablados ritos a la sombra de los muros de la ruinosa atalaya que corona la cumbre del monte"
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Cuentan dichos populares que la fama como lugar de cónclave de brujas lo difundieron falsos monederos que allí ejercían su labor para despertar las fantasías y miedos de la gente y que así no les molestasen.
3La guerra de los dos Pedros mediado el siglo XV provocaron grandes destrozos en su estructura. Sus reparaciones alteraron de modo notable su aspecto original. En 1530 la fortaleza se abandonó definitivamente, tras ser arrasado su interior por un incendio.Gracias al esfuerzo y apoyo económico de la Fundación Castillo de Trasmoz (castillodetrasmoz@hotmail.com) se ha conseguido frenar su deterioro. También se han acometido campañas de prospección en los años 1978 y 79 obteniendo restos materiales de su historia, que se exponen en las vitrinas del pequeño museo habilitado en la torre del homenaje. El verano de 2002 se inauguró su rehabilitada torre del homenaje adecuada como pequeño museo y centro de interpretación del lugar.4
El perímetro de sus muralla tiene forma levemente pentagonal con vértice hacia el noreste. En cada uno de sus ángulos se edificó un torreón defensivo, así como hacia la mitad del lado suroeste. Este muro se edificó en mampostería trabada con argamasa habiendo escasos y mal trabajados sillares en zonas concretas del mismo. El acceso al interior se efectúa a través de torre-puerta, en ángulo, situada en el vértice noreste (Imágenes 8 y 9). Remataban las murallas en almenas de las que resta su arranque y vemos en las mismas dos filas superpuestas se saeteras para su defensa. También podemos apreciar impactos de artillería en sus lienzos (Imagen 6). El perímetro amurallado mide 160 metros y delimita un área de 1800 metros cuadrados, siendo sus dimensiones máximas de aproximadamente 47 x 51 m.
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Al centro hallamos la torre del homenaje, de planta rectangular y eje mayor en dirección NO-SE. Sun medidas son de 11 x 6 m. Podemos advertir en la fotografía aérea obtenida del Sig-Pac, que al norte del torreón se reconocen estructuras de un primer recinto aquí edificado en el XII (Imagen 12).Desde lo alto del al torre del homenaje se aprecian en la imagen 12 el algibe situado adosado al norte de la torre del homenaje y la estructuras que conformaron el primitivo lugar defensivo así como las edificadas sobre las mismas.
En un primer momento el lugar defensivo era tan solo la actual torre del homeneje, a modo de torre vigía del valle de la Huecha, y una mínima estructura defensiva en su entorno próximo, reforzando el afloramiento rocoso sobre el que se erigió (Imágenes 11 a 13).
La atenta observación de los materiales con que se edificó la torre nos muestran varios detalles de interés. En primer lugar la utilización de grandes bloques de piedra, dispuestos en el arranque de su lienzo suroeste a soga y tizón (Imágenes 20 y 21). Ese mismo lugar muestra una disposición ataludada de su estructura, así como numerosos sillares almohadillados, con marcado listel (Imágenes 17 a 19).Todo ello hace suponer que en origen el lugar fue atalaya islámica que tras su reconquista se reutilizó como torre cristiana, aprovechando su planta y reutilizando materiales para edificara la nueva estructura, según era táctica habitual en ese momento.
El algibe se dispone adyacente a la torre del homenaje perpendicular a su lienzo noreste. Resta parte de su recubrimiento de hormigón hidráulico, probablemente de la época inicial, así como modificaciones ulteriores a base de ménsulas en sucesión y reteanqueos para posibilitar su cobertura con estructura de madera (Imagen 22).
El castillo de Uncastillo, también llamado Castillo de la Peña Ayllón o Unum Castrum,1 es una fortificaciónmedieval que se encuentra en la actual localidad de Uncastillo, ubicada en la comarca de las Cinco Villas en laprovincia de Zaragoza, Aragón, España. Su construcción está datada entre los siglos XI y XIII.
Localización
Este castillo pertenece a la localidad de Uncastillo, a la cual da nombre.1 Está asentado sobre un montículo rocoso desde donde domina todo el paisaje, conocido con el nombre de la Peña Ayllón.2 Es una de las más extensas y mejor emplazadas de Aragón, sobre una peña de laderas muy escarpadas, a cuyo alrededor se apiña el caserío, del mismo nombre, entre los cauces de los ríos Riguel y Cadenas, que hacían la función de fosos.1
Estructura y dimensiones
Esta fortaleza de planta ovalada e irregular está adaptada al terreno rocoso donde fue construida, y presenta una extensión de unos 115 por 75 metros. Está dividida en dos espacios.2
Primer espacio
El primer espacio es el más grande, y está situado en el lado sur del castillo. En él se encuentran la puerta de entrada, en recodo, y unas escaleras excavadas en la roca.2
Segundo espacio
El segundo espacio está situado en la zona más elevada. En él se sitúan dos torres, una en cada lado: la torre del homenaje y la torre vigía. Ambas están unidas por muros levantados en los bordes de la propia peña, que los hace prácticamente inexpugnables. En su interior se presenta un pequeño patio de armas y el aljibe.2
Torre del homenaje
La torre del homenaje de este castillo data del siglo XIII. Tiene una planta cuadrada de 10 metros de lado, con dos de ellos levantados al borde de la peña –del mismo modo que los muros–. En sus orígenes estaba dividida en su interior en tres plantas y tenía chimenea, a causa del duro clima del lugar. Está construida con sillares de calidad y rematada con almenas, y posee dos puertas en arco de medio punto, en sus otros dos lados:2
- La primera de ellas, cubierta por bóvedas ojivales.
- Las otras dos, con arcos fajones sujetando los techos.
Torre vigía
Esta torre vigía aún alberga, a día de hoy, parte de un palacete gótico de época de Pedro IV de Aragón, en el siglo XIV. Esta torre es muy esbelta y tiene una planta semioctogonal adosada al cuerpo del palacete por uno de sus lados. También posee una escalera de caracol en su interior. Este tipo de torre palaciega era muy corriente en la época de su construcción pero, en la actualidad, es una de las pocas que quedan en pie. El palacio es prácticamente de planta rectangular de 16 por 10 metros. Contiene dos plantas:2
- La planta superior, en ruinas. Conserva restos de sus tres bóvedas de crucería y su chimenea, del mismo estilo que la otra torre.
- La planta inferior, que se encuentra mejor conservada.
Sobre la plataforma rocosa de la Peña Ayllón (Imagen 1) destacan hoy las torres del castillo gótico de Pedro IV y de la fortaleza románica, heredera de otra anterior musulmana. Quedan restos de lienzos de muralla; así como el arranque de otra torre similar, unos 30 m al sur de la actual. Probablemente hubo más estructuras; pero lamentablemente ya es terreno de la arqueología y de la especulación.
El castillo, que da nombre a la población, es de origen musulmán. Fue conquistado hacia el 940 por Sancho II Garcés rey de Pamplona.
Esta fortaleza, junto con su guarnición pasó a depender de la jurisdicción del rey aragonés, al constituirse el reino en 1035; a resultas del testamento de Sancho el Mayor (Ver árbol genealógico)
La torre románica, recientemente consolidada y restaurada, ofrece desde su altura unas vistas espectaculares de la villa de Uncastillo, que no hay que perderse en su visita..
A la izquierda de la torre románica, de entre el caserío, emerge la torre de la iglesia de San Martín de Tours; románica en su base y rematada con el estilo gótico que es común a las torres de esta comarca; siguiendo el estilo de San Salvador de Ejea de los Caballeros.
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1a
En la última de mis visitas (2004,Octubre,17) comprobé la adelantada restauración del edifico gótico, como se puede apreciar en la imagen 1a
Las imágenes 2 a 4 muestran diversos ángulos de la zona original de la torre románica, directamente asentada sobre la roca. Su lienzo este, desmoronado, fue reconstruido; apreciándose en la diferencia de color las zonas originales.
En su zona más elevada, dispuso de vanos de acceso a cadalsos; de los cuales solo queda uno en su original estado; habiendo sido el resto bien cegado o convertidos en estrechos ventanales en tiempos de la reforma gótica de la torre. De cualquier forma, se aprecia al exterior el perfil de los cadalsos originales; independientes, a juzgar por la disposición de sus mechinales.
La terraza actual con su remate almenado; debió de ser falsa o sobrado, siendo las ecotaduras, no almenas, sino vanos de la dicha falsa. se cubriría con tejado a cuatro aguas, al estilo del arquetipo de Abizanda.
La puerta de la torre, abrió en altura, a nivel del primer piso, en su lienzo sur (Imagen 7). Hoy se alcanza mediante estructura metálica de escalera de caracol: funcional pero inestética. La puerta a nivel del suelo, es de moderna apertura; pues esta dependencia sería almacén de acceso desde el interior; como era lo habitual.
En la imagen 6, vista del castillo desde debajo del arco existente a los pies de San Martín de Tours.
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