Castillos de la provincia de Teruel
El castillo de Albarracín es un castillo y yacimiento arqueológico de época medieval ubicado dentro del casco histórico de la localidad de Albarracín, en la provincia de Teruel (España). Desde el punto de vista de la protección del patrimonio histórico español, está considerado como BIC (Bien de Interés Cultural) (fue declaradoMonumento histórico-artístico perteneciente al Tesoro Artístico Nacional mediante decreto de 3 de junio de 19311) y forma parte del Conjunto Histórico-Monumental de la Ciudad de Albarracín. Constituye la única fortaleza y el único yacimiento arqueológico actualmente visitable en la comarca aragonesa Sierra de Albarracín.
El proceso de recuperación
Entre 1993 y 1995 se desarrolló una intensa intervención arqueológica bajo la dirección de Octavio Collado Villalba, durante la cual también fue restaurado el recinto amurallado del castillo. Sus resultados permanecen inéditos. Entre 2004 y 2006 se ha desarrollado una nueva intervención arqueológica, en este caso dirigida por Antonio Hernández Pardos, vinculada con el proyecto de restauración y acondicionamiento para uso turístico del monumento. Se trata de uno de los más importantes conjuntos de cerámica medieval recuperados en Aragón, algunas de cuyas piezas han pasado a formar parte de la colección permanente del Museo de Teruel y del Museo de Albarracín. En la campaña de 2004 se intervino en la zona alta del castillo, documentándose la residencia principal de la fortaleza2 En la actualidad, el castillo está abierto al público y se puede recorrer a través de visitas guiadas organizadas desde el Museo de Albarracín.
Evolución histórica
Si bien se ha recuperado algún material suelto de época protohistórcia y romana, la primera ocupación constatada hay que situarla a partir del siglo X. Las fuentes árabes indican que durante el califato, el clan de los Banu Razin se hicieron con el control de un pequeño distrito de la Marca Superior, denominado as-Sahla o el llano, que correspondería con los cursos del Guadalaviar y Jiloca. Las estructuras más antiguas documentadas se fechan en la segunda mitad del siglo X.
Con la disgregación del califato, y la proclamación del nuevo soberano de la taifa, el castillo es transformado en la alcazaba del nuevo soberano de la Taifa de Albarracín. Las excavaciones arqueológicas han permitido descubrir en la parte alta del castillo un edificio de grandes dimensiones con patio central que correspondería a la residencia principal de la alcazaba taifa. El elemento urbanístico más interesante de este ámbito corresponde con el hamman o baño caliente, dotado de una cámara inferior para la circulación del aire caliente y una sala sobreelevada sostenida por pilarcillos. El conjunto se completa con la sala de fuego y la letrina. Su presencia dentro de la vivienda es un indicativo claro, no solo del estatus social de los inquilinos, sino del propio aparato social de la corte taifa, en el que el agua tenía una gran importancia simbólica.3 Durante la segunda mitad del siglo XI se erige un complejo de viviendas palatinas en la ladera sur de la alcazaba, formado por tres viviendas y una alhóndiga. Todas las viviendas cuentan con patio central enlosado y andenes, aunque destaca sobremanera la casa II, dotada de un pórtico con tres arcos. La fortaleza siguió ocupada hasta mediados del siglo XII, aunque de modo residual, habiéndose hallado indicios de abandono.
A partir de finales del siglo XII, las viviendas en la ladera sur son reocupadas, llevándose a cabo una amplia transformación el uso de los espacios, lo que pone de manifiesto un cambio social en los inquilinos. Esta modificación se relaciona claramente con la llegada de los feudales, aragoneses y navarros, que a partir de 1170 comienzan a colonizar la ciudad.4 Los ajuares cerámicos ponen de manifiesto una dependencia de los centros alfareros almohades levantinos.
Tras el asedio al que sometió Pedro III de Aragón a la ciudad de Albarracín, el castillo será reconstruido y transformado, arrasándose todas las construcciones existentes en el interior. El nuevo alcázar, sede del nuevo poder real, se dota de dos nuevos edificios de planta rectangular junto a la muralla oeste y sur destinados a albergar la pequeña guarnición.
La última ocupación del castillo está perfectamente atestiguada documental y arqueológicamente durante el último tercio del siglo XVI, cuando se instala un destacamento militar de Felipe II de España. Los documentos escritos testimonian la realización de obras albañilería en el castillo, el cual había quedado abandonado. Tras este último episodio, la fortaleza fue objeto de un profundo expolio y ruina.
Conjunto urbanístico
Si bien la gran parte de la superficie del castillo permanece intacta, o, al menos, sin identificar, actualmente es posible hacerse una buena idea de la morfología urbanística, si bien hay que tener en cuenta la superposición de estructuras pertenecientes a diferentes épocas. En la parte alta se han identificado tres ámbitos urbanísticos: la residencia principal, el edificio oriental y el recinto interior.5 La residencia principal corresponde a un gran edificio de planta ligeramente trapezoidal con patio central, bajo el cual se extienden dos aljibes gemelos de planta rectangular, con cuatro alas alrededor, una de las cuales alberga el hamman ya citado. Permaneció en uso desde el siglo XI hasta el XVI. El edificio oriental tiene planta rectangular y cuenta con potentes muros.
En la ladera sureste se pueden reconocer dos ámbitos: el complejo palatino formado por tres viviendas con patio central y los barracones militares junto a la torre.
Descripción
Albarracín nació como una pequeña aldea preislámica en torno a la iglesia prerrománica de Santa María. Desde sus orígenes ha estado marcada por su ubicación, siendo determinante su potencial como lugar defensivo. Su recinto amurallado, fruto de diversas ampliaciones, rodea completamente el casco histórico de la localidad.
En torno al año 965, durante la ocupación musulmana, se desarrolla el primer recinto defensivo. Comprendía la iglesia de Santa María y el Alcázar.
Del alcázar musulmán, situado en uno de los extremos de la población dominando el río Guadalaviar, se conservan los restos de los basamentos de la muralla y de los torreones. Tipológicamente se le puede incluir dentro del grupo de castillos-recinto. El Castillo quedaba protegido por tres puertas de las que solo se conserva con claridad la puerta actual insertada en el mismo recinto. Cuenta con once torres de planta circular y una de planta cuadrada. En el nivel superior se encuentra la residencia principal entorno a un patio, bajo el que se localiza un gran aljibe. Al Norte del patio ha aparecido parte de un baño musulmán. En la zona Sur del recinto pudo localizarse el barrio musulmán.
También de finales del siglo X data la Torre del Andador, que en principio fue una torre albarrana, que se incluyó en el recinto fortificado a comienzos del siglo XI, cuando el aumento de población y la conversión de la ciudad en capital de la taifa gobernada por los Banu Razin, hizo necesaria una ampliación de la muralla. A causa de la gran ampliación el primitivo portal de Hierro quedo dentro del nuevo recinto en el que se abrieron tres portales: al este, el Portal de Teruel, hoy desaparecido; al oeste, el Portal de Molina; y al sur, el Portal del Agua.
El Portal de Molina está formado por dos torreones de planta cuadrada y entre ambos un arco de medio punto de gran dovelaje de sillería. El Portal del Agua, construido para facilitar una salida semioculta de la ciudad en caso de asedio o necesidad de abastecimiento de agua, está adosado a uno de los torreones de la muralla y protegida originalmente por la Torre de la Muela (actualmente no conservada). Consta de un arco de sillería de medio punto hacia el exterior y arco rebajado al interior. Sobre el arco se dispuso una pequeña edificación de cuerpo de guardia, con balcón hacia el exterior y galería intramuros; una escalera desde el interior del recinto permite el acceso al torreón contiguo, de planta cuadrada y gruesos muros de mampuesto rematados con almenas.
En 1169 pasa a manos de los Azagra que la mantendrán hasta 1284, cuando Pedro III conquista Albarracín. En este momento el recinto fue rehabilitado en su mayor parte, algo que también ocurrió bajo los reinados de Jaime II, Pedro IV y, en menor medida, de Fernando el Católico. Su importancia defensiva se perdió en el siglo XVIII, cuando Felipe V desmanteló la fortaleza.
Del siglo XIII data la Torre Blanca situada junto a la iglesia de Santa María. Con ella se completó el sistema defensivo de la ciudad.
Será en el siglo XIV cuando se lleven a cabo importantes obras de rehabilitación por Pedro IV. Se acondicionaron las murallas anteriores y se prolongaron hacia el Noreste. Se hicieron en mampostería, con muros de 1,60 metros de espesor y 12 de altura, los torreones prismáticos están separados por unos 40 metros y tienen una altura de 16 metros. De esta etapa son los restos que hoy se contemplan.
Historia
Construcción original, Siglo XEn torno a una aldea preislámica, cuyo núcleo era la iglesia de Santa María, se desarrolla en el siglo X el primer recinto defensivo, que comprendía la citada iglesia, el alcázar, una torre albarrana (Torre del Andador) y la puerta de entrada (Portal de Hierro). La dinastía de los Banu Razín, de origen bereber, se estableció en la zona en torno al año 965 en tiempos del califa Alhakan II. En el siglo X se menciona el castillo pero en los siglos XI y XII la población ya tenía categoría de medina encuadrada en la Marca Media del califato.
Ampliación, Siglo XI
En el siglo XI se produce una ampliación del perímetro amurallado, quedando la fortificación anterior intramuros del nuevo recinto, en el que se abrieron tres portales: el de Teruel, hoy desaparecido, el de Molina y el del Agua.
Rehabilitación, Siglo XIII
Tras la descomposición del califato, en 1104 fue ocupada por los almorávides y en 1145 pasó a depender de la taifa de Valencia. En 1169 por acuerdo del rey Lobo de Valencia o por acuerdo de los reyes Alfonso de Aragón y Sancho IV de Navarra pasó al señor de Estella, Pedro Ruiz de Azagra. Los Azagra mantuvieron la posesión de Albarracín hasta 1284 en que Pedro III la conquistó. Es a partir de esta fecha, sobre todo en el siglo XIV cuando se llevan a cabo las principales obras de rehabilitación del conjunto, especialmente de la muralla.
Proyecto de demolición, Siglo XVIII
Su importancia defensiva se perdió en el siglo XVIII, cuando Felipe V desmanteló la fortaleza. Felipe V abolió los fueros de Aragón y mandó desmantelar el castillo, aunque no las murallas y las torres principales, como la del Andador o la de Doña Blanca.
Restauración, Siglo XX (1984)
En 1984 el Gobierno de Aragón inicia trabajos de restauración en el lienzo norte de la muralla y se recuperan por completo los muros oeste y sur. En el lienzo norte se remataron los coronamientos; en el lienzo occidental se repararon los remates y una esquina interior de la primera torre que se encontraba derrumbada; en la torre de la puerta de Molina se sustituyó la cubierta y se abrieron las almenas. El paño más meridional del liezo se encontraba enterrado y se procedió a su desescombro. El arquitecto Antonio Almagro Gorbea dirigió la obra, cuyo presupuesto de ejecución fue de 210.891,50 euros.
Restauración, Siglo XXI (2000)
El Gobierno de Aragón interviene y realiza restauraciones puntuales en el Castillo.
Declaración, Siglo XXI
Por Orden de 17 de abril de 2006, del Departamento de Educación, Cultura y Deporte, se aprueba la relación de Castillos y su localización, considerados Bienes de Interés Cultural, en virtud de lo dispuesto en la disposición adicional segunda de la ley 31/1999 de 10 de marzo del Patrimonio Cultural Aragonés. En esta relación figura el Recinto fortificado de Albarracín(Teruel).
Ubicación
Se puede acceder por carretera a través de la autovía A-23 con salida en Villafranca del Campo. La fortaleza se asienta sobre una formación rocosa de rodeno fuertemente escarpada, que constituye la prolongación sur de Sierra Menera, junto al cerro de San Ginés. La erosión del propio rodeno permite obtener unas impresionantes vistas del entorno, especialmente del valle del Jiloca, situado al NE del castillo.
Historia
- Antecedentes.
El emplazamiento del castillo estuvo ocupado a finales de la Edad de Bronce, como lo atestiguan las cerámicas a mano y bruñidas recuperadas arqueológicamente. Posteriormente, bajo época de dominación musulmana, durante el siglo X y el siglo XIel lugar volvió a estar habitado, según indican las cerámicas localizadas, aunque sin restos constructivos.
- Siglos XIII-XV
Con la expansión del Reino de Aragón al sur del Ebro hacia el Mediterráneo, el territorio de Peracense fue conquistado hacia 1150. Pero es en la Baja Edad Media cuando su importancia estratégica se acrecienta por su posición limítrofe entre los reinos de Castilla y Aragón y de los señoríos de Albarracín, Molina de Aragón y Comunidad de Daroca. El castillo se amplió y reformó a lo largo del siglo XIV, una vez que pasa a ser propiedad de la Comunidad de Aldeas de Daroca, convirtiéndose en uno de los puntos fuertes de la frontera con el Reino de Castilla.
- Siglo XIX
La fortaleza, convertida en cárcel de la Comunidad de Daroca, fue reocupada en 1830-1833 durante la Primera Guerra Carlistapor un destacamento militar liberal. Las excavaciones arqueológicas han hallado abundante cantidad de objetos de este período.
Descripción
El castillo consta de tres recintos amurallados, con características constructivas diferentes.2
- El recinto exterior cuenta con una poderosa muralla almenada en ángulo recto dotada de varias torres y con nivel de saeteras, el cual protege una amplia explanada o albacar. Las antiguas caballerizas actualmente albergan los aseos, una sala de exposiciones y la tienda.
- El recinto medio está formado por una muralla irregular adaptada a la roca. Las antiguas estancias de la tropa han sido reconvertidas en el museo y sala de actividades.
- El recinto superior está ubicado en lo alto de un escarpado peñasco rocoso, estando configurado en tres terrazas sucesivas hasta la cubierta superior, desde donde se puede dominar visualmente todo el valle del Jiloca.
La recuperación
Es en 1987 cuando la Diputación General de Aragón, dado el interés que suscita por su singularidad y el peligro que corría, acomete la restauración. Se realizaron paralelamente las excavaciones arqueológicas entre 1987 y 1990, que han dado como resultado diferentes hallazgos, tales como los restos de una cantera en el interior del recinto exterior, la cual se utilizaba para la extracción de obleas circulares de piedra de rodeno que eran utilizadas como piedras de molino.3
Desde 2014, la gestión y dinamización turístico-cultural es desarrollada por Acrótera Gestión del Patrimonio, por concesión del Ayuntamiento de Peracense, propietario del monumento. Permanece abierto durante todos los fines de semana del año, y todos los días en verano. Se realizan visitas comentadas para grupos, talleres didácticos con escolares y visitas guiadas.
Exposición de armas de asedio
Desde junio de 2014, los dos patios del castillo de Peracense albergan una exposición con reproducciones de armas de asedio medievales a tamaño real.
Recreación medieval
Todos los años tiene lugar un Encuentro de recreacionistas el primer fin de semana de agosto.
El nombre de Peracense proviene de Peracens o "Pietra Solez", aunque se han recogido denominaciones como Piedrasolez, Piedraselz, Perasenz y Perasens.
El lugar ya fué ocupado durante la Edad de Bronce, por aqui pasarian iberos y romanos pero no será hasta el siglo X y XI con la llegada de los musulmanes cuando el castillo vuelva a tomar vida. Será durante la Baja Edad Media cuando el castillo adquiera importancia militar, por ser punto fronterizo entre los reinos de Castilla y Aragón.
La primera referencia histórica es de época musulmana; un documento nos habla del fuero de Daroca del año 1142 en el cual el rey de Aragón y conde de Barcelona Ramón Berenguer IV (1131-1162), dispone "que el castillo ganado al enemigo por vecinos de Daroca queda en poder suyo y de su descendencia, mirando siempre por la utilidad del reino y guardando fidelidad al Rey". En este caso el enemigo eran los musulmanes.
En el siglo XIII Pedro III el Grande (1276-1285), rey de Aragón, lo utilizó en 1284 para la conquista del señorio de Albarracin. Hasta 1312 perteneció a Juan Ximenez de Urrea, y fué en esta fecha a la muerte de Ximenez de Urrea cuando fué vendido a la Comunidad de Daroca, la cual ya nombraba los alcaides del castillo.
Su máximo apogeo fué durante el siglo XIV en el periodo de las luchas entre los reyes de Castilla y Aragón, ya que el castillo se encontraba en la frontera de estos dos reinos. Será en esta época cuando el castillo empieza a tomar su forma definitiva.
Por documentación medieval conocemos múltiples disposiciones curiosas de esta fortaleza, como y con qué había de mantenerlo, tanto de provisiones de comida, como de armamento. El castillo aparte de proteger la frontera servía de cobijo para viveres y soldados y era punto de descanso de las tropas. Fué utilizado como cárcel por la Comunidad de Daroca.
Su ultima utilización fué durante las guerras carlistas (1835-1840). Terminadas estas en el 1840 el castillo empezó una fase de deterioro del cual no se volvió a recuperar.
En 1987 el Gobierno de Aragón acometió las obras de restauración con el resultado que hoy dia podemos contemplar.
El lugar ya fué ocupado durante la Edad de Bronce, por aqui pasarian iberos y romanos pero no será hasta el siglo X y XI con la llegada de los musulmanes cuando el castillo vuelva a tomar vida. Será durante la Baja Edad Media cuando el castillo adquiera importancia militar, por ser punto fronterizo entre los reinos de Castilla y Aragón.
La primera referencia histórica es de época musulmana; un documento nos habla del fuero de Daroca del año 1142 en el cual el rey de Aragón y conde de Barcelona Ramón Berenguer IV (1131-1162), dispone "que el castillo ganado al enemigo por vecinos de Daroca queda en poder suyo y de su descendencia, mirando siempre por la utilidad del reino y guardando fidelidad al Rey". En este caso el enemigo eran los musulmanes.
En el siglo XIII Pedro III el Grande (1276-1285), rey de Aragón, lo utilizó en 1284 para la conquista del señorio de Albarracin. Hasta 1312 perteneció a Juan Ximenez de Urrea, y fué en esta fecha a la muerte de Ximenez de Urrea cuando fué vendido a la Comunidad de Daroca, la cual ya nombraba los alcaides del castillo.
Su máximo apogeo fué durante el siglo XIV en el periodo de las luchas entre los reyes de Castilla y Aragón, ya que el castillo se encontraba en la frontera de estos dos reinos. Será en esta época cuando el castillo empieza a tomar su forma definitiva.
Por documentación medieval conocemos múltiples disposiciones curiosas de esta fortaleza, como y con qué había de mantenerlo, tanto de provisiones de comida, como de armamento. El castillo aparte de proteger la frontera servía de cobijo para viveres y soldados y era punto de descanso de las tropas. Fué utilizado como cárcel por la Comunidad de Daroca.
Su ultima utilización fué durante las guerras carlistas (1835-1840). Terminadas estas en el 1840 el castillo empezó una fase de deterioro del cual no se volvió a recuperar.
En 1987 el Gobierno de Aragón acometió las obras de restauración con el resultado que hoy dia podemos contemplar.
El castillo está perfectamente mimetizado con el paisaje, ya que en su construcción, se empleó la misma roca sobre la que se eleva como cantera para labrar los sillares. Construido en piedra arenisca roja llamada rodeno.
El castillo está formado por tres recintos amurallados concentricos escalonados topograficamente. El recinto exterior es donde se resguardaban los animales y la población en caso de peligro, en el recinto intermedio se alojaba la tropa y el recinto superior era la vivienda del alcaide y los almacenes de viveres y armamento.
El castillo está formado por tres recintos amurallados concentricos escalonados topograficamente. El recinto exterior es donde se resguardaban los animales y la población en caso de peligro, en el recinto intermedio se alojaba la tropa y el recinto superior era la vivienda del alcaide y los almacenes de viveres y armamento.
Murallas La muralla exterior, de formidable anchura, flanquea el único secto topográficamente llano. Es una cuidada, construcción de sillería abovedada y bien conservada. Unas escaleras conducen desde el interior hasta la terraza y los caminos de ronda adyacentes. El foso por el que discurre la nueva carretera, se dispuso en la zona menos abrupta, hacia del lado de Castilla.
De planta cuadrangular irregular ocupa una superficie aproximada de 4000 metros cuadrados. 140 x 70 metros en sus maximas dimensiones y trescientos metros de muralla exterior. Esta muralla protege los flancos sur y oeste, ya que los lados norte y este quedan protegidos por los alcantilados sobre los que se levanta el castillo. Esta muralla situada en el lugar donde queda la actual carretera, forma un angulo de recto, tiene tres metros de espesor y se refuerza por tres torreones rectangulares, saeteras y almenas. Posee esta muralla dos niveles de aspilleras superpuestas, las torres fuerón levantadas sobre la propia roca y tuvo que ser parcialmente repicada para formar un foso exterior.
De planta cuadrangular irregular ocupa una superficie aproximada de 4000 metros cuadrados. 140 x 70 metros en sus maximas dimensiones y trescientos metros de muralla exterior. Esta muralla protege los flancos sur y oeste, ya que los lados norte y este quedan protegidos por los alcantilados sobre los que se levanta el castillo. Esta muralla situada en el lugar donde queda la actual carretera, forma un angulo de recto, tiene tres metros de espesor y se refuerza por tres torreones rectangulares, saeteras y almenas. Posee esta muralla dos niveles de aspilleras superpuestas, las torres fuerón levantadas sobre la propia roca y tuvo que ser parcialmente repicada para formar un foso exterior.
La entrada al castillo se realiza por una senda que corre al lado de un precipio y que finaliza en una puerta. La puerta formada por un arco de medio punto tiene las jambas originales mientras que el resto es una reconstrucción. Esta puerta de 2,10 metros de ancho se abre directamente sobre el muro de mamposteria.
Se da la circustancia que en esta puerta no se ha encontrado restos que nos haga suponer la existencia de una torre que sirviera para su defensa, por lo que se cree que bien pudiera existir una torre o puerta con estructura de madera hoy desaparecida. No obstante una torre de silleria situada en la puerta de enfrente y que da acceso al recinto intermedio sirve de defensa a esta entrada.
Traspasada la puerta accedemos al
Recinto exterior En este recinto exterior es donde se situaba la albacara que era el lugar donde se protegia la población junto con sus rebaños en caso de peligro. Este recinto era el primer muro de contención ante un posible enemigo.
La existencia de unas caballerizas situadas en el lado sur y pegadas a uno de los lados de la muralla, nos hace entender que en su interior debian alojarse tropas de caballeria, junto con las tropas de infanteria habituales del castillo. Los huecos practicados en el muro son los pesebres de los animales.
La estructura de madera que sustenta su cubierta se apoya en los mechinales de las antiguas vigas que cubrían estas estancias: el contorno de su planta se apoya en la traza revelada por la excavación arqueológica.
Se da la circustancia que en esta puerta no se ha encontrado restos que nos haga suponer la existencia de una torre que sirviera para su defensa, por lo que se cree que bien pudiera existir una torre o puerta con estructura de madera hoy desaparecida. No obstante una torre de silleria situada en la puerta de enfrente y que da acceso al recinto intermedio sirve de defensa a esta entrada.
Traspasada la puerta accedemos al
Recinto exterior En este recinto exterior es donde se situaba la albacara que era el lugar donde se protegia la población junto con sus rebaños en caso de peligro. Este recinto era el primer muro de contención ante un posible enemigo.
La existencia de unas caballerizas situadas en el lado sur y pegadas a uno de los lados de la muralla, nos hace entender que en su interior debian alojarse tropas de caballeria, junto con las tropas de infanteria habituales del castillo. Los huecos practicados en el muro son los pesebres de los animales.
La estructura de madera que sustenta su cubierta se apoya en los mechinales de las antiguas vigas que cubrían estas estancias: el contorno de su planta se apoya en la traza revelada por la excavación arqueológica.
Dos escaleras de madera situadas a ambos lados de la muralla permite subir hasta el adarve y recorrer todo el perimetro de la muralla exterior.
Un lienzo de muralla separa el recinto exterior del recinto intermedio y en una de sus esquinas una torre sirve de confluencia en el lugar donde se unen los dos trozos de muralla.
Recinto intermedio Casi enfrente de la puerta principal encontramos la puerta de acceso al recinto intermedio. Una gran torre de silleria de planta cuadrada protege la entrada. Se trata de una puerta de arco rebajado de sillería de 2,20 metros de anchura.
La torre dispone de una planta baja y una terraza que sirve para la defensa tanto de esta puerta como de la principal que se encuentra enfrente. En su interior se albergaba el cuerpo de guardia. El portillo de acceso de la torre está rematado por un arco apuntado con las gorroneras de las puertas originales. Su interior se cubre con bóveda apuntada, con una buhedera en su clave y una escalera de sillería interior de peldaños y dinteles monolíticos que condeuce a la azotea.
Un lienzo de muralla separa el recinto exterior del recinto intermedio y en una de sus esquinas una torre sirve de confluencia en el lugar donde se unen los dos trozos de muralla.
Recinto intermedio Casi enfrente de la puerta principal encontramos la puerta de acceso al recinto intermedio. Una gran torre de silleria de planta cuadrada protege la entrada. Se trata de una puerta de arco rebajado de sillería de 2,20 metros de anchura.
La torre dispone de una planta baja y una terraza que sirve para la defensa tanto de esta puerta como de la principal que se encuentra enfrente. En su interior se albergaba el cuerpo de guardia. El portillo de acceso de la torre está rematado por un arco apuntado con las gorroneras de las puertas originales. Su interior se cubre con bóveda apuntada, con una buhedera en su clave y una escalera de sillería interior de peldaños y dinteles monolíticos que condeuce a la azotea.
En este recinto y en el actual lugar donde se situa el museo del castillo, es donde problablemente se instalarian los alojamientos de los defensores del castillo.
Entre los alojamientos de los soldados y la torre del cuerpo de guardia se situaba una gran cocina que daba servicio a la tropa. De esta gran cocina sólo restan unas ruinas.
En este recinto intermedio, es donde se situa la plaza de armas del castillo. Aquí se situa el aljibe principal. Excavado en el suelo, dispone de una planta rectangular de 3 metros de ancho por 5,20 metros de largo y 4 metros de profundidad, lo que equivale a 60.000 litros de agua. Según calculos con el aljibe a su mayor capacidad podría abastecer a cincuenta hombres y una docena de caballos durante dos meses.
Entre los alojamientos de los soldados y la torre del cuerpo de guardia se situaba una gran cocina que daba servicio a la tropa. De esta gran cocina sólo restan unas ruinas.
En este recinto intermedio, es donde se situa la plaza de armas del castillo. Aquí se situa el aljibe principal. Excavado en el suelo, dispone de una planta rectangular de 3 metros de ancho por 5,20 metros de largo y 4 metros de profundidad, lo que equivale a 60.000 litros de agua. Según calculos con el aljibe a su mayor capacidad podría abastecer a cincuenta hombres y una docena de caballos durante dos meses.
Construido con fuertes muros de mamponteria y sillar de un metro de grosor en los que se apoyan tres arcos fajones apuntados de sillería, y que soportaban una cubierta a dos aguas. Por ambos lados cortos, dos grandes aberturas permitian el acceso al agua. Un sistema de canales y conducciones tallado en la roca servía para conducir el agua de lluvias hasta las distintas partes del castillo.
Por las caracteristicas de su construcción, esta fechada en el siglo XV.
La Torre Atalaya o Torre del Hospital es una torre vigia que articula los recintos exteriores e intermedios y domina visualmente uno de los flancos mas expuestos.
Cerca del aljibe se ha encontrado una zona con enterramientos, en este sector se han encontrado además restos de una pequeña capilla y un minusculo cementerio. Esta circunstancia se debe a que el castillo era autosuficiente en caso de guerra.
Recinto superior El recinto superior está construido en la punta de un espolón rocoso que domina todos los alrededores.
Todo este recinto superior presenta una complicada distribución muy propia para la defensa, pues allí se guardaban las provisiones, el armamento, tres aljibes y todo aquello de valor que pudiera tener el castillo. Era el último reducto defensivo del castillo y el más importante.
Por las caracteristicas de su construcción, esta fechada en el siglo XV.
La Torre Atalaya o Torre del Hospital es una torre vigia que articula los recintos exteriores e intermedios y domina visualmente uno de los flancos mas expuestos.
Cerca del aljibe se ha encontrado una zona con enterramientos, en este sector se han encontrado además restos de una pequeña capilla y un minusculo cementerio. Esta circunstancia se debe a que el castillo era autosuficiente en caso de guerra.
Recinto superior El recinto superior está construido en la punta de un espolón rocoso que domina todos los alrededores.
Todo este recinto superior presenta una complicada distribución muy propia para la defensa, pues allí se guardaban las provisiones, el armamento, tres aljibes y todo aquello de valor que pudiera tener el castillo. Era el último reducto defensivo del castillo y el más importante.
Era la parte más protegida del castillo debido a las caracteristicas del terreno en donde se asienta en lo alto del espolón rocoso. El acceso a su interior se hacia a traves de un puente levalizo que se apoyaba en su exterior sobre un andador de sillería macizo al que se accedía por escalones ocultos hasta realizar la excavación arqueológica. Hoy dia su acceso se realiza a traves de una escalera de madera.
La puerta formada por una pequeña abertura con arco apuntado con grandes dovelas, de 0,70 metros de altura, abierta en la pared de lo que algunos llaman torre del homenaje y que en realidad no es, ya que se trata de un gran muro de defensa. La altura de este muro supera los 14 metros. En la parte superior de este gran muro un matacán volado mejoraba la defensa de la entrada.
Atravesada la puerta y a traves de una escalera exacavada en la misma roca, con enjarjes laterales para un rastrillo, nos lleva al recinto alto del castillo. Estrecha escalera por la que apenas cabe una persona, y que es el único acceso al recinto superior. Una primera estancia en la izquierdda llamada la covacha hacia las funciones de arsenal.
Falsa Torre del Homenaje No posee estancias interiores, funciona como un muro-pantalla construido en sillería de buena factura que defiende el inexpugnable recinto superior.
Este muro se acomoda a las irregularidades del terreno y de la plataforma rocosa. Tiene 2,50 metros de espesor y 14 metros de altura.
Desde este lugar y a traves de una escalera llegamos a la terraza de esta falsa torre del homenaje. La otra escalera lleva al llamado Salón principal o residencia del alcaide.
Estancias mayores Salón principal, cubierto con bóvedas de cañón apuntado, que se comunica lateralmente con la cocina. Con toda seguridad acogían al alcaide y a su familia. Se accede por un vano con arco apuntado.
La puerta formada por una pequeña abertura con arco apuntado con grandes dovelas, de 0,70 metros de altura, abierta en la pared de lo que algunos llaman torre del homenaje y que en realidad no es, ya que se trata de un gran muro de defensa. La altura de este muro supera los 14 metros. En la parte superior de este gran muro un matacán volado mejoraba la defensa de la entrada.
Atravesada la puerta y a traves de una escalera exacavada en la misma roca, con enjarjes laterales para un rastrillo, nos lleva al recinto alto del castillo. Estrecha escalera por la que apenas cabe una persona, y que es el único acceso al recinto superior. Una primera estancia en la izquierdda llamada la covacha hacia las funciones de arsenal.
Falsa Torre del Homenaje No posee estancias interiores, funciona como un muro-pantalla construido en sillería de buena factura que defiende el inexpugnable recinto superior.
Este muro se acomoda a las irregularidades del terreno y de la plataforma rocosa. Tiene 2,50 metros de espesor y 14 metros de altura.
Desde este lugar y a traves de una escalera llegamos a la terraza de esta falsa torre del homenaje. La otra escalera lleva al llamado Salón principal o residencia del alcaide.
Estancias mayores Salón principal, cubierto con bóvedas de cañón apuntado, que se comunica lateralmente con la cocina. Con toda seguridad acogían al alcaide y a su familia. Se accede por un vano con arco apuntado.
Esta sala tiene unas dimensiones de 3,70 metros X 11,20 metros y está cubierta con una bóveda de medio cañón apuntado. En su pared sur se abren dos estrechos vanos de aireación, en tanto en la norte dispone de una pequeña sala de 2,80 x 4 metros, tal vez para uso privado del alcaide. Esta sala dispone de chimenea.
En esta plataforma encontramos unas habitaciones que se corresponden con un antiguo horno, un aljibe y otras pequeñas dependencias. Todas estas habitaciones se adaptan a la compleja orografia del terreno.
La terraza superior, máxima cota del castillo, se cubría con lajas de arenisca con el fin de recoger agua de lluvia y distribuirla mediante un ingenioso sistema a tres aljibes diferentes situados en esta zona del castillo.
En la parte más alta de recinto que llamamos superior, se configura una terraza con cisterna y una azotea de lajas de piedra sobre las bóvedas con un canal central con gárgola en su extremo oriental, que recogía y recoge las aguas de lluvia, conduciendolas a la cisterna de la terraza situada en un nivel inferior.
En esta plataforma encontramos unas habitaciones que se corresponden con un antiguo horno, un aljibe y otras pequeñas dependencias. Todas estas habitaciones se adaptan a la compleja orografia del terreno.
La terraza superior, máxima cota del castillo, se cubría con lajas de arenisca con el fin de recoger agua de lluvia y distribuirla mediante un ingenioso sistema a tres aljibes diferentes situados en esta zona del castillo.
En la parte más alta de recinto que llamamos superior, se configura una terraza con cisterna y una azotea de lajas de piedra sobre las bóvedas con un canal central con gárgola en su extremo oriental, que recogía y recoge las aguas de lluvia, conduciendolas a la cisterna de la terraza situada en un nivel inferior.
No hay comentarios:
Publicar un comentario