martes, 24 de noviembre de 2015

Castillos por países - España

Castillos de Cantabria

El castillo de Agüero es una fortificación situada en AgüeroCantabria (España). Data del siglo XIII y su estilo es gótico. Fue reformado en el siglo XIV. Perteneciente a la familia Agüero desde el caballero Pedro González de Agüero, la construcción sirvió para defensa del pueblo. Es la construcción más antigua del pueblo. Junto con toda la localidad de Agüero, es bien de interés cultural.1 2 3
Se trata en realidad de una torre de planta cuadrangular situada en un prado, más larga que alta y con esquinas protegidas por cubos cilíndricos almenados, lo que le ha otorgado el sobrenombre de castillo por el que se la conoce.2 Su tipología es diferente al resto detorres defensivas de Cantabria. Posee una puerta en arco de medio punto descentrada.











El castillo de Allendelagua es una antigua fortificación cuyos restos se encuentran en Allendelagua (municipio de Castro Urdiales, en lacomunidad autónoma española de Cantabria), situada en una loma rocosa, fuera de cualquier acceso rodado, y construido seguramente entre los siglos XIV y XV.1 Está protegido por la declaración genérica del decreto de 22 de abril de 1949 y la ley 16/1985 sobre elPatrimonio Histórico Español. Se encuentra en un estado muy avanzado de ruina, quedando sólo el arranque de sus muros, casi imperceptibles entre grandes rocas.
Las leyendas que circulan en torno a la construcción atribuyen su autoría a los templarios, pero los estudios mencionados y su datanción desmienten esta hipótesis.

Cómo llegar al castillo de Allendelagua

Para llegar hasta el castillo hay que atravesar Allendelagua, ubicado en la salida de Castro hacia Santander por la nacional 634. Hay que abandonar el pueblo por una estrecha pista asfaltada que lleva hasta una vaguada. Siguiendo por esta pista hasta las últimas casas del pueblo, hay que abandonar el camino para subir un pendiente ubicada a mano izquierda, antes de cruzar el arroyo. Se sigue por este camino hasta pasar entre dos elevaciones rocosas y salir de nuevo a una pista que nos lleva a los restos del castillo.
El edificio, hoy en ruinas, del que apenas quedan los restos de cuatro muros sobre el roquedo, se estima se construyó en los siglos XIV y XV, siendo posiblemente su finalidad la de vigilar la costa desde el cabo Quejo al Machichaco y proteger a los peregrinos que iban hacia Santiago de Compostela por la ruta litoral.

La leyenda templaria del castillo

Según cuenta la tradición, un valido del rey Fernando IV, Camilo de Carvajales, perdió la confianza del soberano y decidió a ingresar en la Orden de Los Templarios. Como tal caballero participó en tres campañas en Tierra Santa, decidiendo terminar sus días retirado con los monjes en la fortaleza-monasterio que la Orden poseía en las cercanías de Castro Urdiales, vigilando el mar Cantábrico.
Un día, mientras rezaba en el bosque, al caballero se el apareció un ave que terminó por convertirse en una hermosa joven. El caballero, prendado de la muchacha, corrió tras ella terminando por precipitarse al mar. Solo se encontró la capa del caballero flotando en el mar. Un día, mientras los monjes rezaban por su alma, y en plena tormenta, se les apareció el caballero como un espectro que, tras decirles que estaba condenado en el infierno, desapareció con un desgarrador alarido. Tras la terrible experiencia, los monjes abandonaron el castillo.
La leyenda relata que en los días de tormenta aún puede escucharse los quejosos gritos del caballero templario en las ruinas de la fortaleza.

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