Castillos de Cantabria
El castillo de San Vicente, en Argüeso, dentro del término municipal de la Hermandad de Campoo de Suso, en el Sur de Cantabria, (España), es una fortificación medieval declarada Bien de Interés Cultural en el año 1983. Se encuentra en lo alto de una loma, fácilmente visible desde la carretera de acceso desde Paracuelles.
Historia
En este pequeño cerro que queda en la parte occidental del pueblo de Argüeso hubo, con anterioridad al castillo, una ermita (S. IX) bajo la advocación de San Vicente, así como una necrópolis medieval de los siglos IX y X, cuyos restos pueden verse en lo que es el Patio de Armas del castillo actual.
Las dos torres se cree que se alzaron durante los siglos XIII y XIV. Pertenecía a la Casa de la Vega, y en el siglo siguiente, por el matrimonio de doña Leonor de la Vega con Diego Hurtado de Mendoza, pasó al señorío de los Mendoza.
Ya en el siglo XV se añadió un cuerpo que unió las dos torres y una muralla. En 1475 se creó el marquesado de Argüeso.
En la segunda mitad del siglo XX (1988) se inician los trabajos de restauración gracias a la colaboración del Gobierno Regional, siendo propiedad del Ayuntamiento de la Hermandad de Campoo de Suso desde que se lo donara su última propietaria Teresa Rábago García en el año 1962.
El castillo abrió sus puertas a las visitas en agosto de 1999, y desde entonces miles de personas se han acercado a conocer la fortaleza. Cabe destacar el trabajo sobre piedra y madera noble realizado de manera tradicional por artesanos de la zona, a las órdenes del Maestro de Obras Tomás Sobaler (Espinilla). Con los años, el Castillo de San Vicente de Argüeso se ha convertido en uno de los principales focos culturales del Sur de Cantabria, siendo sede de exposiciones temporales, conciertos, jornadas de recreación histórica (el primer fin de semana de julio), cursos e incluso bodas civiles. En el caso de visitas de grupos (colegios, asociaciones...) existe la posibilidad de concertar, con cita previa, una visita más completa que incluya talleres medievales.
El precio de la entrada individual (a partir de 3 años) es de 2€ y el de la entrada reducida de 1,50€ (para grupos de más de 15 personas).
HORARIO DE VISITAS: -Del 1 de noviembre al 31 de marzo: de 10.30 a 14.00h y de 16.00 a 17.30h. -Del 1 de abril al 31 de octubre: de 10.30 a 14.00h y de 16.00 a 18.30h (DEL 16 DE JULIO AL 30 DE AGOSTO: DE 10.30 A 14.00 Y DE 16.00 A 19.30H) ABIERTO TODOS LOS DÍAS (excepto 1 y 6 de enero, 1 de mayo, 25 de diciembre y las tardes del 24 y 31 de diciembre)
El Castillo de Argüeso, se encuentra en la localidad del mismo nombre Argüeso, perteneciente al municipio deHermandad de Campoo de Suso. Cantabria.
Fue el emblema y la fortaleza del señorío de la casa de Mendoza en las tierras altas de Campóo. Construido sobre una pequeña loma, compuesto por dos torres y un cuerpo central que las une, y rodeado por una muralla que cierra el patio de armas, el de Argüeso representa el más destacado y antiguo ejemplo de castillo roqueño deCantabria.
Se alza el castillo en un breve altozano sobre el que asientan sus cimientos los cuatro elementos que conforman el monumento: dos torres, una orientada al mediodía y otra al norte; el cuerpo intermedio que les une, y la muralla.
El origen del Castillo de Argueso es oscuro ya que no existen documentos para determinar con precisión su antigüedad o su protagonismo histórico. Sin embargo, si tomamos como apoyo los datos que ofrece la arqueología, podemos suponer que al menos una parte de él pudo ser construida a fines del siglo XIII, cuando los Mendoza ya tenían señorío en el lugar y en el valle. Posteriormente, cuando los Reyes Católicos convirtieron este señorío en marquesado de Argüeso, en 1475, se unieron las dos torres por medio de un cuerpo de carácter más palaciego y se alzó una reducida muralla para salvaguardar el patio de armas.
Las torres son prismáticas y construidas en mampostería, salvo esquinales y vanos. Tienen un acentuado parecido con otras que aún perviven en la zona, como las de Proaño, San Martín de Hoyos o Cadalso, y que no parecen distanciarse mucho en cronología. No sabemos si tuvieron almenas, aunque M. Carrión, quien dirigió la reciente restauración del castillo, afirmó haber hallado testimonios visibles de su existencia. En los muros se abren escasísimos vanos, casi siempre aspilleras o alguna ventanita de arco apuntado, prueba de que en principio las torres tuvieron una finalidad casi exclusiva de defensa.
Se incrementa el aspecto señorial del Castillo de Argueso con la inclusión del cuerpo intermedio, en el siglo XV. Está formado por un piso a ras de suelo y dos sobre él. Su la altura y la composición de la fachada le proporcionan un aspecto más palaciego.
En este castillo vivió circunstancialmente doña Leonor de la Vega, la brava mujer que se opuso a los Manrique, y posiblemente, su hijo, el gran poeta de las Serranillas, don Iñigo López de Mendoza, marqués de Santillana.
En 1989 en el Castillo de Argüeso, se realizó una intervención arqueológica de urgencia en el interior de la torre medieval y en el patio de armas. Se pudo determinar la existencia de una necrópolis medieval -siglos IX-X- y restos de una vieja iglesia que dio el nombre de San Vicente al castillo.
Bolera de los Moros
Bolera de los Moros fue una fortaleza construida entre los siglos VIII y XI, cuyas ruinas son conocidas como castillo de Piñeres. Las excavaciones coordinadas por Pedro Sarabia confirmaron la presencia de una torre de planta trapezoidal, una atalaya de planta ovoide con diámetros de 10 y 6 metros, separada de la primera estructura por un patio, fuertes murallas y una primitiva ermita advocada a Santa Catalina de la cual sólo quedan los cimientos.1 Está situado sobre el monte de Santa Catalina, en el término municipal de Peñarrubia(Cantabria, España). Fue declarado bien de interés cultural como zona arqueológica por ley 16/1985, habiendo sido protegido ya el 22 de abril de 1949.2 Al igual que otros castillos coetáneos de Cantabria, Bolera de los Moros parece haber estado relacionado con el alfoz de Peñarrubia.3 Su proximidad a la iglesia mozárabe de Santa María de Lebeña y la existencia del topónimo cueva de La Mora en las cercanías, puede indicar que esta zona acogió a exiliados cristianos procedentes de las tierras islamizadas del sur.4 En Liébana se dice que se le llama Bolera de los Moros porque en ese lugar los moros jugaban con bolos y bolas fabricadas en oro.5
Es el vestigio no prehistórico más antiguo de Peñarrubia,1 y probablemente jugó un papel importante como atalaya estratégica de vigilacia de los accesos a la costa.6 Además de las diferentes estructuras se han hallado huesos, metales y diversas cerámicas, algunas decoradas1 y, en especial, del tipo a peine, común en Asturias.6 La decoración encontrada, pintada y estriada, es característica del arte de repoblación.3
En 1999 se excavaron en torno a 300 m2 del yacimiento, descubriendo los lienzos de muros y los cimientos de las estructuras que lo forman, asentando los restos y acondicionando la zona para su visita, lo que incluyó la creación de un aparcamiento y su debida señalización.
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