Catedral de Nuestra Señora de Copenhague
La Iglesia de Nuestra Señora (en danés, Vor Frue kirke) es la catedral de la ciudad de Copenhague, enDinamarca, y es la sede de la diócesis luterana del mismo nombre desde que ésta fue creada en 1922. Está dedicada a la Virgen María.
En ese mismo lugar hubo una iglesia desde el siglo XII, que fue sucedida por nuevas construcciones en tres ocasiones debido a fuertes incendios. La actual es un edificio neoclásico diseñado por Christian Frederik Hansenen la primera mitad del siglo XIX.
La primera iglesia
La primera vez que se menciona a una iglesia en el lugar donde ahora se asienta la catedral es en un documento expedido por el arzobispo Absalón en 1185, donde informa sobre la necesidad de recaudar diezmo para la construcción de la iglesia de Santa María. Alrededor de 1200 la iglesia estuvo lista para ser consagrada, evento que ocurrió en marzo, el día de la Anunciación. Se trataba de una iglesia románica de piedra caliza, que se ubicó en el punto más alto de la ciudad. Tuvo estatus de colegiata dentro de la diócesis de Roskilde, y fue regida por undeán, así como por canónigos y vicarios, y tuvo anexada una escuela, que tras la reforma formó parta de las escuelas latinas de Dinamarca (donde se enseñaba latín).
La segunda iglesia
En 1314 la iglesia románica fue arrasada por un incendio, y en su lugar se levantó una nueva iglesia. Esta vez se usóladrillo, un material más moderno, y el estilo fue gótico.
Cuando Copenhague fue elevada a la categoría de ciudad capital por Erico de Pomerania y aumentó su población, la iglesia de Nuestra Señora se convirtió en el principal templo de los monarcas daneses. Anteriormente ya había sido utilizada en un evento real durante la boda de Margarita de Dinamarca, hija de Valdemar Atterdag, con el rey Haakon VI de Noruega. Durante las ceremonias de coronación, que iniciaron en Dinamarca en 1170, se tenía la tradición de celebrarlas en iglesias distintas; por ejemplo, la coronación de Cristóbal de Baviera en 1443 tuvo lugar en la catedral de Ribe. Su viuda, Dorotea de Brandeburgo, se casó en segundas nupcias con Cristián I de Dinamarca en 1449, y la coronación de ambos se celebró el día mismo de la boda en la iglesia de Nuestra Señora. A partir de entonces se sucederían las coronaciones en esta iglesia.
Cuando la Universidad de Copenhague fue fundada en 1479, el deán de Nuestra Señora sirvió de rector, y sus canónigos fungieron como catedráticos.
La época de la Reforma protestante fue muy dura para la "Iglesia de Santa María" (nombre orginal de este templo). La mayor parte de los ciudadanos de Copenhague había elegido seguir a Lutero, pero las autoridades católicas trataron de mantener la catedral como centro de la resistencia católica a los cambios en Copenhague. Por decreto real, tanto los sacerdotes católicos como los predicadores luteranos recibieron la orden de usar la iglesia de forma conjunta lo que indignó a la mayoría de la población de Copenhague. El 27 de diciembre de 1530 cientos de ciudadanos irrumpieron en la iglesia, destruyeron todas las estatuas y se rompió la sillería del coro en pedazos. Diecisiete altares ricamente labrados fueron despojados de cualquier cosa de valor. Incluso el nombre de "Santa María de Copenhague" se convirtió en "Vor Frue Kirke", la "Iglesia de Nuestra Señora" en el deseo de mantener la referencia sólo histórica de la Virgen María sin el uso de la palabra "Santa". Apenas un año después la Iglesia de Nuestra Señora celebró la aceptación de la Orden Luterana presidida por Johan Bugenhagen, un socio de Martín Lutero.
La tercera iglesia
Durante el incendio de Copenhague de 1728 los daños en la iglesia fueron tales que tuvo que ser sustituida por una nueva. Las nuevas obras se realizaron aprisa y en 1738 todo estuvo listo para consagrar el nuevo edificio. Esta iglesia sería la de más corta duración, pues un incendio ocasionado por el bombardeo británico durante la batalla de Copenhague de 1807provocó la caída de la torre y la ruina de toda la iglesia.
La iglesia actual
Por cuarta vez se construyó una nueva iglesia en el lugar, esta ocasión en estilo neoclásico, bajo la dirección del arquitectoChistian Frederik Hansen. Debido a la falta de recursos, se incorporó parte de los muros de la iglesia anterior. Sobre lo que fue la vieja torre medieval se levantó una nueva, un tema controversial, puesto que el neoclásico no incluía torres. En la entrada principal, situada al pie de la torre, se edificio un pórtico neoclásico, con columnas, frontón y relieves. Las obras quedaron concluidas en 1829.
El escultor Bertel Thorvaldsen fue comisionado para decorar el interior, con imágenes de Jesucristo y sus doce apóstoles. La estatua de Cristo conocida usualmente como Cristo de Thorvaldsen, fue creado para la catedral y preside el templo. Esta escultura se he convertido en referencia para los miembros de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días.1
Otros artistas contribuyeron con esculturas y pinturas a la decoración interior de la catedral. La moderna pila bautismal fue diseñada personalmente por Thorvaldsen, quien la donó a la iglesia.
La iglesia de Nuestra Señora, construida en piedra caliza, fue bautizada en 1209. La importancia de la catedral se vio subrayada desde el principio por su estrecha relación con la Familia Real. En el siglo XVI presenció, no sin altercados, la instauración del luteranismo. Sufrió varios incendios graves, como el que provocaron en el siglo XIX los ingleses.
C.F. Hansen fue el encargado de su reconstrucción en el estilo neoclasicista. Muchas celebridades están ligadas a su historia: Kierkegaard, Thorvaldsen y Hans Christian Andersen. La obra del escultor Thorvaldsen está presente en el pórtico y el interior del edificio, obras de mármol que fueron un regalo del artista a la iglesia. La nave tiene 60 metros de largo y puede alojar 1.100 personas.
El interior de Thorvaldsen
Las esculturas de Bertel Thorvaldsen son una de las principales características de la iglesia de Nuestra Señora (Vor Frue Kirke). Lo primero que se ve al acceder a la iglesia es su figura de Cristo. Ante el coro se encuentra el ángel del bautismo y a lo largo de la nave de la iglesia están los apóstoles.
El Cristo del altar
A pesar de que la inscripción errónea del zócalo, "Venid a mí" (Mateo 11,28), nos sugiere un Jesucristo de un momento muy anterior a la crucifixión, Thorvaldsen lo ha representado con las llagas en las manos y la herida en el costado. Se trata, por tanto, del Cristo resucitado tal y como lo conocemos por el evangelio de San Juan, capítulo 20, en el que se aparece a María y los Apóstoles. Escultura realizada con ayuda de P. Tenerani entre 1821-22. El modelo en yeso de 1828 estuvo en la iglesia hasta 1839. Luego se expuso el ejemplar en mármol, obra de 1827-28 ejecutada por P. Bienaime y con muchas correcciones de Thorvaldsen.
Las imágenes de los Apóstoles
Además del ángel del bautismo, que se encuentra expuesto en el coro, destacan las esculturas de los Apóstoles Pablo (Con la mano izquierda sostiene la espada, el símbolo de su martirio, que nos remite a su ejecución en el año 62 durante las persecuciones de Nerón); Pedro (en la mano sostiene las dos llaves del Reino); Mateo (escribiendo su evangelio); Juan (también escribiendo el Evangelio; Santiago el Mayor (con el bastón en la mano derecha y el sombrero colgando a la espalda); Santiago el Menor (la mano izquierda se apoya en un bastón); Andrés (la mano derecha se apoya en una cruz en forma de aspa que nos remite a su martirio en Grecia atado a una cruz con los brazos y piernas extendidos; y Tomás (la escuadra que sostiene en la mano izquierda simboliza la incredulidad de Tomás, que sólo quería creer lo que veía cuando podía medirlo), entre otros Santos.
C.F. Hansen fue el encargado de su reconstrucción en el estilo neoclasicista. Muchas celebridades están ligadas a su historia: Kierkegaard, Thorvaldsen y Hans Christian Andersen. La obra del escultor Thorvaldsen está presente en el pórtico y el interior del edificio, obras de mármol que fueron un regalo del artista a la iglesia. La nave tiene 60 metros de largo y puede alojar 1.100 personas.
El interior de Thorvaldsen
Las esculturas de Bertel Thorvaldsen son una de las principales características de la iglesia de Nuestra Señora (Vor Frue Kirke). Lo primero que se ve al acceder a la iglesia es su figura de Cristo. Ante el coro se encuentra el ángel del bautismo y a lo largo de la nave de la iglesia están los apóstoles.
El Cristo del altar
A pesar de que la inscripción errónea del zócalo, "Venid a mí" (Mateo 11,28), nos sugiere un Jesucristo de un momento muy anterior a la crucifixión, Thorvaldsen lo ha representado con las llagas en las manos y la herida en el costado. Se trata, por tanto, del Cristo resucitado tal y como lo conocemos por el evangelio de San Juan, capítulo 20, en el que se aparece a María y los Apóstoles. Escultura realizada con ayuda de P. Tenerani entre 1821-22. El modelo en yeso de 1828 estuvo en la iglesia hasta 1839. Luego se expuso el ejemplar en mármol, obra de 1827-28 ejecutada por P. Bienaime y con muchas correcciones de Thorvaldsen.
Las imágenes de los Apóstoles
Además del ángel del bautismo, que se encuentra expuesto en el coro, destacan las esculturas de los Apóstoles Pablo (Con la mano izquierda sostiene la espada, el símbolo de su martirio, que nos remite a su ejecución en el año 62 durante las persecuciones de Nerón); Pedro (en la mano sostiene las dos llaves del Reino); Mateo (escribiendo su evangelio); Juan (también escribiendo el Evangelio; Santiago el Mayor (con el bastón en la mano derecha y el sombrero colgando a la espalda); Santiago el Menor (la mano izquierda se apoya en un bastón); Andrés (la mano derecha se apoya en una cruz en forma de aspa que nos remite a su martirio en Grecia atado a una cruz con los brazos y piernas extendidos; y Tomás (la escuadra que sostiene en la mano izquierda simboliza la incredulidad de Tomás, que sólo quería creer lo que veía cuando podía medirlo), entre otros Santos.
La Catedral de San Óscar es la catedral católica de Copenhague, sede de la Diócesis de Copenhague y el principal templo de todos los católicos de Dinamarca, las Islas Feroe y Groenlandia, además de servir de parroquia para la comunidad católica de Copenhague. Es un templo neoclásico diseñado por el alemán Gustav Friederich von Hetsch y concluida en 1842.
Historia
La primera capilla católica en Copenhague después de la reforma protestante fue creada por el conde Bernardino de Rebolledo, un diplomático español que fue tratado preferentemente por los reyes daneses. En su casa había una capilla donde se oficiaba misa y se administraban los sacramentos a los católicos residentes en la ciudad, principalmente extranjeros.
Posteriormente, fue el Imperio austríaco el que sirvió de patrocinador del catolicismo en Dinamarca. A finales delsiglo XVIII la emperatriz María Teresa de Austria otorgó un donativo para la adquisición de un predio y la construcción de una nueva capilla, pero no sería sino hasta el siglo siguiente, ya fallecida la emperatriz, cuando el Imperio volvió a interesarse en el caso y tras un generoso donativo de un comerciante de vinos de la ciudad, se pudo iniciar la construcción de la iglesia de San Óscar en 1840. El arquitecto alemán Gustav Friederich von Hetsch fue el encargado del proyecto. La iglesia fue consagrada el Día de Todos Los Santos (1 de noviembre) de1842.
La iglesia sirvió oficialmente como capilla austríaca, con el objetivo de prestar servicios religiosos a los cuerpos diplomáticos católicos pues, en esa época, no había libertad religiosa en Dinamarca. En 1868 fue elevada a catedral, cuando se fundó la Diócesis de Copenhague.
El templo estuvo en restauración entre 1988 y 1992. Las obras fueron dirigidas por el arquitecto Wilhelm Wohlert, en una colaboración entre la Iglesia Católica y el Museo Nacional de Dinamarca.
El edificio
Es un edificio construido con ladrillo rojo. Es e estilo neoclásico con una fachada inspirada en las antiguas basílicasromanas. La planta es de una sola nave, con cerca de 31 m de largo y 13 m de ancho y alto; el coro, y un ábside semicircular de grandes dimensiones. Las ventanas de los muros laterales, originalmente sin decoración, fueron ornamentadas convitrales entre 1885 y 1894.
El altar tiene un retablo austríaco de la Virgen María, pintado en Viena por Leopold Kupelwieser, y fue una donación del emperador Fernando I.
Tras el altar está el inmenso ábside, embellecido con frescos al óleo en 1864 y 1865 por Josef Settegast, de la Escuela de Dusseldorf. Esta obra pictórica busca plegarse al diseño original del arquitecto Hetsch. En la bóveda, una imagen de la Trinidad, con una representación de Dios Padre y el Espíritu Santo en los más alto, una fila dequerubines y Jesucristo mayestático rodeado de los doce apóstoles. En la parte de enmedio del ábside, una representación sedente de María; rodeándola, seis pinturas de santos nórdicos.
La discreta torre-campanario fue construida en 1949 por el arquitecto Gunnar Glahn. En un principio, la iglesia estuvo desprovista de torre a causa de las restricciones que impuso el gobierno danés por tratarse de un templo católico.
Museo
Además de los servicios religiosos, la Catedral de San Óscar también es también un museo, con un buen número de objetos históricos y litúrgicos. Aquí se resguarda el relicario de San Lucio, que antes de la reforma se localizaba en la Catedral de Roskilde. El actual es un busto neogótico elaborado en metal dorado a principios del siglo XX, en cuyo interior se halla, supuestamente, la cabeza del santo.
En la catedral está sepultada la princesa María de Orleans, esposa del príncipe Valdemar de Dinamarca, y la hija de ambos, Margarita, que fue la única de los cinco hijos del matrimonio que siguió la fe católica.
Otros objetos interesantes están un crucifijo de marfil de principios del siglo XVIII, perteneciente al emperador Fernando I de Austria y un cáliz del papa Gregorio XVIllevado a Dinamarca por Bertel Thorvaldsen.
El 3 de febrero se celebra a San Blas, popular contra los problemas de garganta, y a San Óscar, mucho menos popular en países hispanos, que vivió en el siglo IX e intentó evangelizar a los pueblos vikingos.
San Óscar experimentó una visión mariana peculiar y muy poco conocida.
Nació en el año 801 y murió en el 865. La catedral católica de Copenhague(http://sanktansgar.dk, con misa en español los domingos a las tres de la tarde) está dedicada a él.
Su discípulo y sucesor como obispo, Rimbert (es decir, San Remberto) escribió su vida (en inglés puede leerse aquí). Abunda en detalles de la vida entre los vikingosde Suecia y Dinamarca entre los que misionó y en sus peripericias.
No es un libro lleno de fantasías, aunque hay diversas visiones y señales que fueron marcando el camino del santo.
Y su primera visión tiene por protagonistas a su madre fallecida y a la Virgen María.Nunca más declaró haber tenido una visión mariana, y de hecho esta visión la mantuvo oculta, excepto para sus discípulos más cercanos. Más asombroso aún es quesucedió cuando estudiaba en un monasterio con quizá 6 o 7 años.
Cuando con el tiempo llegó a ser obispo de Bremen y fundador de Hamburgo, dedicó esta ciudad a la Virgen; sin embargo, la “Vida de Óscar” (o de Anskar, por usar su nombre germánico) no recoge más signos marianos. Sí recoge visiones que experimentó este incansable misionero de otros santos y de Jesucristo, pero ya no de la Virgen.
Esta es la visión tal como la describe el narrador, su discípulo Rimbert.
La visión mariana de San Óscar
»Él [Anskar, San Óscar] nos había dado a conocer estas revelaciones a algunos de nosotros más cercanos a él, con la condición de que no las contásemos a nadie mientras él viviese. Ahora que está muerto hemos decidido insertar estas revelaciones en este trabajo para la gloria de Dios, para que los que lo lean sepan con qué gran gracia el Señor quiso adiestrar a su siervo desde la más joven edad, y luego hacerlo ilustre mediante sus acciones meritorias.
»Solía contarnos que cuando tenía unos cinco años, su madre, temerosa de Dios y muy religiosa, murió, y que poco después su padre lo envió a la escuela[probablemente en la abadía benedictina de Corvey, en Alemania; nota de CariFilii] a aprender las letras. Empezó allí a actuar de forma pueril, como suelen hacer los niños de esa edad, dedicándose a necias charlas y chanzas en vez de aprender.
»Entregado a estas levedades infantiles, tuvo una visión por la noche en la que parecía estar en un sitio pantanoso y resbaladizo, del que no podía escapar sin gran dificultad. A su lado había un deleitoso sendero por el que veía venir a una señora [matrona], distinguida por su belleza y nobleza, y a la que seguían muchas otras mujeres vestidas de blanco, entre las que estaba su madre. Cuando la reconoció, quiso correr hacia ella, pero no podía salir del lugar resbaladizo.
»Cuando las mujeres se acercaron, la que parecía ser Señora de las demás y que él pensaba que era Santa María, le dijo: ‘Hijo mío, ¿deseas venir con tu madre?’ Cuando él respondió que lo deseaba con ansia, ella respondió: ‘Si deseas compartir nuestra compañía, debes huir de todo tipo de vanidad, dejar las chanzas infantiles y tener en cuenta la seriedad de la vida. Pues odiamos todo lo que es vano y sin provecho, y nadie puede estar con nosotros que se deleite en tales cosas”.
»Inmediatamente después de esta visión empezó a ser serio y evitar las compañían infantiles, se volcó constantemente en la lectura y la meditación y otras ocupaciones útiles y sus compañeros se maravillaban de que su forma de vivir hubiera cambiado tanto.
Frutos de San Óscar
La mayoría de los frutos de San Óscar fueron destruidos por guerras de vikingos en distintos momentos, pero dejó una huella indeleble. En una época en que muchos obispos funcionaban como señores guerreros y gastaban riquezas mundanas, él vivió en pobreza, e insistía en que sus predicadores y misioneros viviesen de su trabajo y donativos, pero no de cobrar impuestos ni rentas. Buena parte de los bienes que consiguió los gastaba en rescatar cristianos esclavos de los vikingos.
Tampoco usaba tropas militares para protegerse ni para implantar por la fuerza la ley cristiana, como era costumbre de los carolingios. Cuando viajaba insistía en no empezar a comer hasta que algunos mendigos locales se sentasen a su mesa. Se sentía llamado a predicar "hasta los confines de la tierra"... que era el norte vikingo.
En una visión se le había dicho que moriría mártir, y por eso viajaba con coraje y sin miedo a sitios peligrosos, pero pasaban los años y el martirio no llegaba. Viendo llegar su muerte por enfermedad, recibió otra visión que le confortaba y le confirmó que su vida de sufrimientos y trabajos era vista en el Cielo como un martirio.
San Óscar experimentó una visión mariana peculiar y muy poco conocida.
Nació en el año 801 y murió en el 865. La catedral católica de Copenhague(http://sanktansgar.dk, con misa en español los domingos a las tres de la tarde) está dedicada a él.
Su discípulo y sucesor como obispo, Rimbert (es decir, San Remberto) escribió su vida (en inglés puede leerse aquí). Abunda en detalles de la vida entre los vikingosde Suecia y Dinamarca entre los que misionó y en sus peripericias.
No es un libro lleno de fantasías, aunque hay diversas visiones y señales que fueron marcando el camino del santo.
Y su primera visión tiene por protagonistas a su madre fallecida y a la Virgen María.Nunca más declaró haber tenido una visión mariana, y de hecho esta visión la mantuvo oculta, excepto para sus discípulos más cercanos. Más asombroso aún es quesucedió cuando estudiaba en un monasterio con quizá 6 o 7 años.
Cuando con el tiempo llegó a ser obispo de Bremen y fundador de Hamburgo, dedicó esta ciudad a la Virgen; sin embargo, la “Vida de Óscar” (o de Anskar, por usar su nombre germánico) no recoge más signos marianos. Sí recoge visiones que experimentó este incansable misionero de otros santos y de Jesucristo, pero ya no de la Virgen.
Esta es la visión tal como la describe el narrador, su discípulo Rimbert.
La visión mariana de San Óscar
»Él [Anskar, San Óscar] nos había dado a conocer estas revelaciones a algunos de nosotros más cercanos a él, con la condición de que no las contásemos a nadie mientras él viviese. Ahora que está muerto hemos decidido insertar estas revelaciones en este trabajo para la gloria de Dios, para que los que lo lean sepan con qué gran gracia el Señor quiso adiestrar a su siervo desde la más joven edad, y luego hacerlo ilustre mediante sus acciones meritorias.
»Solía contarnos que cuando tenía unos cinco años, su madre, temerosa de Dios y muy religiosa, murió, y que poco después su padre lo envió a la escuela[probablemente en la abadía benedictina de Corvey, en Alemania; nota de CariFilii] a aprender las letras. Empezó allí a actuar de forma pueril, como suelen hacer los niños de esa edad, dedicándose a necias charlas y chanzas en vez de aprender.
»Entregado a estas levedades infantiles, tuvo una visión por la noche en la que parecía estar en un sitio pantanoso y resbaladizo, del que no podía escapar sin gran dificultad. A su lado había un deleitoso sendero por el que veía venir a una señora [matrona], distinguida por su belleza y nobleza, y a la que seguían muchas otras mujeres vestidas de blanco, entre las que estaba su madre. Cuando la reconoció, quiso correr hacia ella, pero no podía salir del lugar resbaladizo.
»Cuando las mujeres se acercaron, la que parecía ser Señora de las demás y que él pensaba que era Santa María, le dijo: ‘Hijo mío, ¿deseas venir con tu madre?’ Cuando él respondió que lo deseaba con ansia, ella respondió: ‘Si deseas compartir nuestra compañía, debes huir de todo tipo de vanidad, dejar las chanzas infantiles y tener en cuenta la seriedad de la vida. Pues odiamos todo lo que es vano y sin provecho, y nadie puede estar con nosotros que se deleite en tales cosas”.
»Inmediatamente después de esta visión empezó a ser serio y evitar las compañían infantiles, se volcó constantemente en la lectura y la meditación y otras ocupaciones útiles y sus compañeros se maravillaban de que su forma de vivir hubiera cambiado tanto.
Frutos de San Óscar
La mayoría de los frutos de San Óscar fueron destruidos por guerras de vikingos en distintos momentos, pero dejó una huella indeleble. En una época en que muchos obispos funcionaban como señores guerreros y gastaban riquezas mundanas, él vivió en pobreza, e insistía en que sus predicadores y misioneros viviesen de su trabajo y donativos, pero no de cobrar impuestos ni rentas. Buena parte de los bienes que consiguió los gastaba en rescatar cristianos esclavos de los vikingos.
Tampoco usaba tropas militares para protegerse ni para implantar por la fuerza la ley cristiana, como era costumbre de los carolingios. Cuando viajaba insistía en no empezar a comer hasta que algunos mendigos locales se sentasen a su mesa. Se sentía llamado a predicar "hasta los confines de la tierra"... que era el norte vikingo.
En una visión se le había dicho que moriría mártir, y por eso viajaba con coraje y sin miedo a sitios peligrosos, pero pasaban los años y el martirio no llegaba. Viendo llegar su muerte por enfermedad, recibió otra visión que le confortaba y le confirmó que su vida de sufrimientos y trabajos era vista en el Cielo como un martirio.
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