jueves, 12 de noviembre de 2015

Pueblos antiguos de europa

los ávaros

Origen de los ávaros

El origen de los ávaros en Eurasia no está claro. La información acerca de sus orígenes procedea principalmente de las obras de historiadores bizantinos Menandro Protector y Simocatta Teofilacto. La confusión se agrava por el hecho de que muchos clanes llevaban un nombre en particular bien por prestigio propio, o bien atribuido por personas ajenas al describir sus características comunes, que se supone da lugar de origen a su reputación. Este tipo de casos se ha dado en varias ocasiones para muchas confederaciones nómadas.
Los ávaros constituyeron un pueblo nómada de Eurasia que emigró a comienzos del siglo VI hacia Europa central y oriental, donde se asentó y dominó la llanura panónica hasta principios del siglo IX, en que fueron prácticamente aniquilados por Carlomagno.
Hay varias teorías populares acerca de los orígenes del pueblo Avaro:
  • El Cáucaso, como una rama de los Proto-Iberos o Alarodianos Alanos- (nombre que daban los griegos a los urartianos, vecinos de los armenios).
  • El Hindu Kush, alrededor de la actual Kabul, asociado con el Juan-Juan, (llamados por los chinos: joujan o you-yan que significa insecto molesto).
  • Uar región de los heftalitas (hunos blancos). Consecuentemente de origen turco-mongol. La región más allá del río Jaxartes (actual Syr Darya), en la Transiaxartesia, alrededor de Lago Baljash (Baikal) en el actual Kazakstán del Este y asociado con los nómadas Parni.
Con respecto a su devenir histórico, las primeras trazas las encontramos entre las tribus nómadas del Asia Central hacia el año 375 de nuestra era, fecha aproximada en la que se organiza una confederación, los denominados Juan-juan (llamados por los chinos: joujan o you-yan y por los occidentales conocidos luego por ávaros), apoderándose de las tierras de Sien-pi (en Asia Central).
Tribus de la estepa en el siglo VI
Tribus de la estepa en el siglo VI
El año 394 deviene khan (o khagan) Kutelburi, época en que el Imperio Juan-Juan alcanza su máxima extensión desde Manchuria en el Oeste hasta el Lago Baikal en el Oeste, apoderándose de Cungaria y de los Altos Irtis.
Aparentemente para esta época los gaoche (proto-turcos) eran una etnia esclava en este imperio a los que conocían por “esclavos Duannu“. Hacia el año 450, los Juan-juan combatían con la dinastía Wei del Norte de China y para el año 500 aproximadamente abrazan oficialmente la religión budista.
A principios de este siglo VI, cuando los rouran (otro nombre para los habitantes del Imperio Juan-juan) dominaban la estepa, los turcos se desplazaron hacia el norte en busca de las montañas del Altai. Sin embargo, cuando los Juan-Juan comenzaron a mostrar signos de debilidad, los turcos nuevamente avanzaron, ganaron terreno, y bajo su jefe Tumen (Tümän) empezaron a comerciar con las zonas limítrofes chinas.
Desde el año 545 China y los turcos mantienen ya fuertes relaciones económicas y políticas, todo ello en perjuicio de los Juan-Juan, que ven así debilitarse todavía más su otrora sólida posición.
Para los chinos era la ocasión de golpear con fuerza a los siempre peligrosos rivales, por lo que no fue difícil colaborar con Tumen para que sus fuerzas atacaran a los Juan-Juan.
La guerra, que se convirtió al momento en una lucha por la hegemonía de toda Asia Central, fue terriblemente virulenta. Al final,  la victoria cayó del lado turco, consiguiendo además eliminar en la lucha al propio Kan de los ávaros, llamado Anauei, que gobernaba entre su pueblo desde el año 522.  Tumen no sólo obtuvo una fuerte recompensa por parte de la dinastía china de los Wei del Oeste, sino que también recibió la mano de una princesa china.
Tumen se proclamó asimismo Yili khan (khagan) fijando su residencia cerca de las montañas Ütükän en el río Orkhon de la actual Mongolia.
En abril del 552, al ser derrotados y expulsados los Juan-juan, en su huida masiva deciden desplazarse hacia occidente. El  khan por aquel entonces parece ser un tal  K’u-t’i (552-554),  sucedido luego por An-lo-ch’en, (Candich ?) hijo de A-na-kuei, bajo el cual se llega a las estepas que bañan el territorio comprendido entre el norte del mar Caspio y el norte del mar de Aral, alcanzando poco después, tras atravesar el caudaloso Volga, la amplia región del Cáucaso.
Guerreros ávaros: A la derecha nobre ávaro, en el centro un guerrero ávaro y a la izquierda un infante eslavo. Autor Angus McBride para osprey
Guerreros ávaros: A la derecha nobre ávaro, en el centro un guerrero ávaro y a la izquierda un infante eslavo. Autor Angus McBride para Osprey
Uno de esos grupos se desplaza hacia el Cáucaso, llegando en torno al 557, cuando proceden a enviar una embajada a Bizancio, presentándose a sí mismos como ávaros. Se negocia un tratado de alianza con el emperador Justiniano, por el que a cambio de oro los ávaros lucharan contra varias tribus que amenazaban las fronteras del Imperio. En su marcha desde el Cáucaso hacia la cuenca baja del Danubio, van atacando y subyugando entre otros a los sabir, bulgaros utigur y kutrigur, varias tribus hunas y los eslavos antes.

Los Ávaros fueron un antiguo pueblo de origen caucásico, originario de las estepas centroasiáticas, que emigró hacia occidente cuando se produjo el colapso del reino de los hunos en el siglo VI d.C. No existen datos claros acerca de sus orígenes. Durante algún tiempo se les consideró un pueblo del grupo tungúsico o mongol, pero hoy en día se tiende a adscribirlos a la etnia de los turcos o de los iranios, ya que se conocen algunas palabras de su lengua que parecen estrechamente vinculadas con la lengua turca.

Su primigenio asentamiento se hallaba en el norte del Mar Caspio. Hacia el siglo V de nuestra era conformaban un importante imperio en los confines de la meseta del Turquestán, el cual, ayudado por la valía militar de sus jinetes, sostuvo varios enfrentamientos con el poderoso Imperio Chino. En las primeras décadas del siglo VI, al igual que ocurrió con otros pueblos bárbaros, la presión de los hunos les hizo emigrar hacia el oeste a través del Cáucaso, estableciéndose en la región del Volga.


Los ávaros se enfrentaron a otro pueblo, los lombardos, establecidos en la Panonia mediante un foedus ‘acuerdo’ con el Imperio Bizantino, lo que les llevó a sitiar Constantinopla por mar en el año 526. En estos años, la política de expansión de los ávaros tuvo como objetivo la Península Balcánica. Posteriormente, hacia el año 565, se establecieron en la cuenca panónica y en la baja Estiria, desde donde lograron dominar también el territorio comprendido entre la margen izquierda del Danubio y el río Tisza. El momento culminante de su dominio llegó en el año 582, cuando conquistaron, en el este, el importante enclave de Sirmium (en las cercanías de la actual Belgrado), y, por el oeste, se hicieron con la ciudad de Tréveris, antigua sede de la Prefectura del Pretorio romano. Desde el año 582, los jinetes ávaros dominaron la zona del centro de Europa y establecieron un poderoso reino independiente, asestando continuos golpes al reino franco, que lindaba con su territorio por el oeste.


En su momento de máximo esplendor, el reino de los ávaros se extendía desde el Adriático hasta el Báltico, y desde el río Elba hasta el Dnieper. Aliados con algunos grupos alanos, llegaron hasta a enfrentarse al Imperio de Oriente, y a atacar Constantinopla en los años 619 y 626. El emperador Heraclio pudo, sin embargo, rechazarlos hacia el noroeste en el año 640.


En el año 680, la rebelión y emancipación de los búlgaros, dirigidos por su caudillo Kubrat, marcó el inicio de la disolución del reino ávaro. Como consecuencia de sus dificultades en el este, los ávaros se lanzaron entonces contra Occidente, y llegaron a constituir una seria amenaza para Italia y para el reino franco. Pero fueron vencidos y obligados a bautizarse por Carlomagno en el año 791. Aunque protagonizaron una fuerte sublevación en el 799, volvieron a ser derrotados y a entrar en un rápido proceso de disolución y asimilación por los francos.

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