Las barnaclas son unas pequeñas ocas silvestres de plumaje negro y blanco, crían en altas latitudes y tienen en las costas occidentales de Europa importantes cuarteles de invierno. Al no verlas anidar y, por el contrario, contemplar cada año su súbita aparición a orillas del mar, durante siglos persistió la firme creencia de que las barnaclas se generaban a partir de unos invertebrados marinos, los percebes.
Casi todos los inviernos, algunas barnaclas cariblancas llegan a España. Pero sólo circunstancias excepcionales de olas de frío severas acompañadas de nieve alrededor del Mar del Norte, hacen segura su presencia Sus lugares de reproducción van desde el ártico hasta Groelandia, Spitzbergen y el occidente de Siberia. Las aves groenlandesas y de Spitzbergen van a pasar el invierno exclusivamente a las islas Británicas. La población siberiana, más numerosa, va a Holanda, a los pólder de Frisa y Zelandia, y de allí proviene seguramente la mayoría de las aves que se observan en España, aunque existe una recuperación en Valencia de un ave anillada en Groenlandia.
Identificación: Ganso de mediano tamaño; pico y ojos negros; cara blanca y el cuello negro: parte superior barrado de negro y gris; partes inferiores blancas; patas y pies negros. Los jóvenes tienen la cara más manchada y el pecho no tan blanco, más gris. En vuelo muestra obispillo blanco.
Nidificación: Anida en acantilados e islotes rocosos cercanos al mar y en colonias. El nido está formado con hierbas u otra vegetación, tapizado con plumón. La puesta es de 4 a 5 huevos, blanco grisáceo, amarilleando según avanza la incubación, que la realiza la hembra , teniendo una duración de unos24 a 25 días. Los pollos nidífugos. No anida en España.
Alimentación: Se alimenta de hierbas, semillas y vegetación en general.
Hábitat: En época de cría en islas y acantilados, fuera de esta época en pastizales cercanos al mar.
La Barnacla Cariblanca Branta leucopsis es fácil de identificar por su plumaje de color blanco y negro con la cara y la frente muy blancas y con el cuello y el pecho negros. Las partes superiores son grises, frecuentemente muy claras y con notorias listas transversales negras con bordes blancos, dibujo que es muy llamativo. Las partes inferiores son de color gris muy claro, casi blancas. Al volar se distingue bien su obispillo o rabadilla muy blanco. Es mayor que la Barnacla Carinegra y muy dada a posarse en tierra. Se reproduce esporádicamente en las costas más. septentrionales de Noruega, pero sobre todo en la zona oriental de Groenlandia, Spitsbergen y Nueva Zembla. Invema en el noroeste de Europa y bárnaclas de Groenlandia llegan a las costas norte y oeste de Irlanda en los últimos días de octubre, permaneciendo allí hasta mayo. En las costas orientales de las Islas Británicas y en las del Mar del Norte de Alemania es abundante y allí acuden las procedentes de Spitsbergen a finales de septiembre. En Iberia es de presentación rara, pero casi podría decir que habitual en muy pequeño número a partir de noviembre en rías y lagunas de la costa gallega. Existen varias observaciones y capturas en los más dispares lugares de la Península Ibérica. En Doñana, Alcázar de San Juan, Delta del Ebro, Rosas, etc., se ha comprobado su presencia y algunas fueron cazadas. Sin embargo, creo que muchas pueden proceder de escapes de cautividad, puesto que es ave frecuente en jardines y estanques en estado semisilvestre. Con inviernos excepcionalmente duros muchas alcanzan el Cantábrico y en 1962-63 se vieron numerosos bandos en Treto (Santoña) y en Santa Marta de Ortigueira (La Coruña). Una anillada en Groenlandia como joven fue encontrada muerta en Valencia en enero, dos años después.
Barnacla Carinegra
Branta bernicla 56 a 61 cm.
Esas pequeñas ocas marítimas vienen desde muy lejos, de las tundras costeras de la península de Taimyr, en la Siberia ártica, tras una migración de cerca de 6000 kilómetros. Anidan únicamente en esa región, que ha permanecido inaccesible a los naturalistas durante 70 años, de suerte que se conocen desde hace muy poco tiempo sus condiciones de reproducción. Sin embargo, desde antes se sabía, por la proporción de jóvenes que llegaban en las bandadas, si la estación de nidificación precedente había sido buena o mala. Así se ha comprobado que la especie no logra reproducirse sino un año sobre tres en promedio. La causa de estas variaciones es el rigor del verano ártico. Si nieva en el momento de las eclosiones, el fracaso puede ser total.
Para observarlas en España hay que dirigirse a las orillas del Cantábrico y de Galicia, donde llegan cada invierno, pero en muy bajo número puesto que su área de invernada habitual termina más al norte, en Francia.
Identificación: Cabeza, cuello, pecho y dorso anterior, negros; con una pequeña mancha blanca en los lados del cuello, más o menos desarrollada. Resto de las partes superiores, gris pardo-oscuro a pizarra; cobertoras superiores de la cola, blancas; partes inferiores, gris pizarra, gris pardo claro o pardo según las razas; más o menos barreado en los flancos. Patas y pico negros. Los jóvenes carecen de mancha blanca en el cuello y son más barreados.
Nidificación: Anida en lugares llanos cerca del agua, colonialmente, en islas, costas, valles de ríos, etc. El nido consiste en una ligera depresión con hierbas, musgo y plumón. Pone de 3 a 5 huevos, blanco cremoso; la incubación, sólo por la hembra dura unos 24-26 días; pollos nidífugos.
Alimentación: Se alimenta principalmente de plantas acuáticas, algas, plantas de marismas, hierbas, musgos, etc..
Hábitat: Costas, praderas de ríos, estuarios.
La Barnacla Carinegra Branta bernicla es probablemente la más fácil de poder observar en Iberia, puesto que las citas se suceden todos los inviernos y ha llegado a ser regular invernante en las costas atlánticas de la Península, aunque siempre en escaso número. Esta barnacla tiene el cuello proporcionalmente corto y de color negro lo mismo que el pecho. Las partes superiores son pardo grisáceo y las inferiores muy claras, pero la subespecie bernicla las tiene tan oscuras como el dorso. Las plumas debajo de la cola son muy blancas y conspicuas Las barnaclas carinegras adultas tienen a los lados del cuello una pequeña mancha blanca que es muy visible aun de lejos. Frecuenta siempre la costa, nadando en aguas próximas a las playas y rocas, pero penetrando en los estuarios para comer, en especial donde abunde la hierba Zostera marina que aquí llaman hierba de mar. Es especie muy gregaria con vuelo rápido que se distingue en seguida Se reproduce en la tundra ártica, en las islas circumpolares y en las costas septentrionales siberianas. Inverna en las costas del Mar del Norte y existe en el Golfo de Morbihan y Bahía de Quiberon (Francia) una buena población invernante, que en inviernos excesivamente duros desciende hasta el Cantábrico. Así, en Guipúzcoa es habitual en invierno en pequeños grupos y hay capturas numerosas, siendo allí la Barnacla más conocida (Noval 1967). En Santander y Vizcaya los pequeños bandos de esta especie se observan en inviernos fríos. En Asturias existen tres lugares donde reducido número de carinegras se ven ocasionalmente: la ría de Villaviciosa, la playa de Barayo y la ría del Eo. En Galicia es notoria su presencia invernal, no faltando en las rías Altas y Bajas desde la de Santa Marta hasta la de Vigo, pero siempre en grupos no superiores a 10 individuos. El Aveiro y los estuarios del Tajo y Sado (Portugal) son lugares habituales para observar Branta bernicla en invierno. También se ha visto en Esposende y en Viana do Castelo en el Norte. En Doñana es ocasional su presencia.
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