sábado, 16 de julio de 2016

Símbolos - Alegorías en el arte


Caminaba un hombre es una novela del escritor georgiano, Otar Chiladze, publicada en 1973.

Contexto

Caminaba un hombre é unha tradución de 1986 dun libro xeorxiano, da época soviética, na que o lector atopará unha adaptación da lenda do vélaro de ouro e doutros mitos da Grecia clásica.2
Isto non lle impedirá ao lector descubrir presonaxes interesantísimos desde o punto de vista psicolóxico e de comportamento, como Bedia, aquel mariñeiro de Vani que observa como o mar os está abandonando sen que el se atreva a contarllo a ninguén, ou Malalo a dos ollos negros, unha prostituta de Babilonia no apoxeo da súa profesión que trata de vencer a morte por medio das súas fillas, ou máis aínda o personaxe de Kusa, sobriño de Farnaoz, un dos protagonistas, un ser vil e rastreiro, sempre ao servizo do poder e que non dubida en vender a quen faga falta.

Personajes de la novela

tres hijos: MedeaCalcíope y Apsirto.
  • Medea - Cuando Jasón y los argonautas llegaron a la Cólquida y reclamaron el vellocino de oro, el rey Eetes les prometió que se lo entregaría sólo si eran capaces de realizar ciertas tareas. En primer lugar Jasón tenía que uncir dos bueyes que exhalaban llamaradas de fuego por la boca y arar un campo con ellos. Una vez arado, debería sembrar en los surcos los dientes de dragón que Eetes le dio. Jasón aceptó las condiciones, a pesar de que salir airoso de la prueba le parecía imposible.













La alegoría del carro alado, conocida como mito del carro alado y el auriga (o de la biga) aparece en la obra Fedro de Platón y sirve para explicar la teoría de la reminiscencia.

Platón ilustra su concepción acerca de la constitución interna del alma humana. Esta alegoría habla de un auriga que conduce un carro tirado por dos caballos alados:
El conductor del alma humana conduce un par de caballos, uno de los cuales es de casta noble, pero el otro todo lo contrario en raza y carácter. La conducción es difícil y problemática.
El auriga representa el intelecto, la razón, o la parte del alma que debe guiar al alma hacia la verdad, un caballo representa impulso racional o moral o la parte positiva de la naturaleza pasional (indignación justa, por ejemplo ) mientras que el otro representa las pasiones irracionales del alma, apetitos o naturaleza concupiscente. El Auriga dirige la carroza/alma, tratando de detener los caballos de ir de maneras diferentes y avanzar hacia la iluminación. Esta iluminación se alcanzar por medio del ejercicio intelectual, en otras palabras a dar un peso total sobre los sentidos, más allá de la razón que son fuente de engaño.


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