El combate entre don Carnal y doña Cuaresma (en neerlandés, Het Gevecht tussen Carnival en Vasten), es una obra del pintor flamenco Pieter Brueghel el Viejo.
Es un óleo sobre tabla, pintado en el año 1559. Mide 118 cm de alto y 164 cm de ancho. Se exhibe actualmente en el Museo de Historia del Arte de Viena de Viena,Austria.
El tema corresponde a las series sobre escenas campesinas que tienen características comunes que les permiten diferenciarse de otras series sin confusión alguna. Esto se debe a su particular pincelada que ensalza la diagonal a diferencia de las otras en las que la pincelada es más gruesa e imprecisa. Este cuadro en particular está representado por personajes tomados del natural mientras celebran un acontecimiento. Recurre aquí a un carnaval representado por la clase rural. La idea está tomada de un tema típico del teatro de la época: presentar el contraste entre dos aspectos de la vida contemporánea, tal como puede verse por la aparición de una posada en el lado izquierdo, para el goce, y la iglesia a la derecha, para la devoción. Se parodia, por un lado, a los que celebran el carnaval y, por otro, a los devotos que cumplen la cuaresma.
La agitada escena representa a la derecha a unos niños que se están comportando correctamente, cerca de la iglesia, reconocible por su arquitectura en arco y su símbolo de Trinidad. A la izquierda queda una posada con un barco en la bandera y la escena de bebedores de cerveza. El carnaval parece estar representado por el hombre que está encima del barril de cerveza, que lleva por sombrero un pastel y en vez de una lanza, blande un espetón. Le combate la cuaresma, simbolizada por la delgada mujer que se sienta sobre un reclinatorio, del que tiran un monje y una monja; lleva por sombrero una colmena, símbolo de la miel de la cuaresma, y lo que porta en lugar de lanza es una pala con dos arenques.
En una olla pueden verse alimentos típicos de la cuaresma: mejillones, galletas saladas y pretzels.
En la parte superior aparece una casa amarilla al lado derecho y una serie de casas rojas a la parte izquierda.
El conjunto de la gente se reúne sobre una gran plaza. El pintor utiliza muchos colores diferentes para representarlos, lo que da contraste a la tela. La luz parece concentrarse en el centro, captando la atención del público. En el centro está el pozo, en el que se reúnen diversas partes de la comunidad (abajo a la derecha en torno a una mujer vestida de azul, abajo a la izquierda alrededor de un barril; a la izquierda los malabaristas y bailarines, así como un mostrador con pescados y dos carrozas que compiten.
Hay varios grupos de religiosos. Los de la derecha, delante de la iglesia, vuelven la espalda a la plaza, como si quisieran salir del cuadro. Sólo dos monjas están en el lado contrario. Los que quedan a la izquierda de la iglesia siguen esa dirección, volviendo la cabeza, sin ser atraídos por la fiesta.
El escultor ciego (también conocido como Alegoría del tacto o El ciego de Gambazzo) es un cuadro de José de Ribera, «El Españoleto», pintado al óleo sobre lienzo con unas dimensiones de 125 x 98 cm. Firmado y datado en 1632, actualmente se conserva en el Museo del Prado de Madrid.
Historia
Su origen exacto es desconocido y su primera constancia documentada aparece en un inventario de 1764 deEl Escorial. De allí pasó al Museo del Prado en 1837.1 Tradicionalmente esta obra era conocida como el "Ciego de Gambazzo" pues se pensó que se trataba de un retrato del escultor ciego Giovanni Gomelli de Gambazzo, pero esta idea ha sido rechazada ya que cuando se pintó el cuadro, Gambazzo apenas contaba treinta años y el personaje representado es visiblemente mayor.1 2
También se ha especulado con la posibilidad de que se tratara de una representación del filósofo Carnéadesque fue capaz, después de quedarse de ciego, de reconocer al dios Pan simplemente palpando el busto de una estatua.1 Lo más probable, es que el cuadro perteneciera a alguna de las series que el pintor realizó con el tema de "Los Cinco Sentidos" y este sería una clara personificación del sentido del tacto, por lo que el cuadro también es conocido como "Alegoría del Tacto".1 2
Descripción y estilo
La obra representa a un hombre, claramente invidente, retratado de más de medio cuerpo que palpa la cabeza de una escultura (se cree que de Apolo). El hombre está representado sobre un fondo neutro en contraste con la brillante iluminación que entra por la izquierda en una clara muestra del estilo tenebrista de Caravaggio. La naturalidad en la expresión del hombre ciego, la concentración en el acto que realiza y el delicado gesto de acariciar la figura, que el maestro valenciano supo captar con total maestría, hacen pensar que el modelo era una persona ciega en la vida real.3
En general, la obra está considerada como una de las más significativas de la primera madurez de Ribera, al mismo nivel que el Arquímedes del Prado.
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