domingo, 17 de julio de 2016

Símbolos - Alegorías en el arte

La fábula es una obra de El Greco, realizada en 1580 durante su primer período toledano. Se exhibe en una sala del Museo Nacional del Prado en Madrid.

Análisis

Es una escena de sugerente carácter sexual, pues un pícaro y un mono contemplan a un soplón, tema de otro cuadro de El Greco. Esta alegoría puede estar inspirada en la Naturalis Historia de Plinio el Viejo.
Los efectos lumínicos y la importancia del color son una herencia de Jacopo Bassano, mientras que los escorzos y la paleta amarillenta son una de las primeras innovaciones que El Greco emplearía en su estilo.







La infidelidad, es una obra del pintor italiano Paolo Veronese. Es un óleo sobre lienzo, pintado hacia 1575-1580. Mide 1,89 metros de alto y 1,89 m de ancho. Se exhibe actualmente en la National Gallery de LondresReino Unido.
Este cuadro es uno de los cuatro que forman la serie «Alegorías del amor», realizadas por Veronés por encargo, según se cree, del emperador Rodolfo II.1
Se representa a una mujer infiel, de espaldas, sujetando a su marido con la mano derecha mientras que con la izquierda parece entregar un papel a su amante, hacia quien vuelve la cabeza y la mirada.








La muerte y el avaro es un cuadro del pintor flamenco El Bosco, realizado en el periodo 1490-1500, ejecutado alóleo sobre tabla. Mide 92,6 centímetros de alto y 30,8 cm de ancho. Se conserva en la Galería Nacional de Arte enWashington DC (Estados Unidos).

Historia

Los estudiosos están de acuerdo en atribuirla a la fase de madurez del pintor, a sus últimos años: 1490-1500. Esto lo confirma la dendrocronología, pues ha establecido como fecha de la tabla hacia 1494 o después. También ha confirmado que esta pintura sería el panel derecho de un tríptico dividido. Las otras porciones que subsisten del tríptico son La Nave de los locos y la Alegoría de la gula y la lujuria. De esta manera se confirma la tesis, ya anticipada en 1972 por Filedt Kok, de que El vendedor ambulante sería la parte exterior de un tríptico cuyo interior estaría formado por la Nave de los locos, abajo la Alegoría de los placeres que se conserva en New Haven y a la derecha, esta Muerte de un avaro, tablas que fueron cortadas por la mitad. Todas ellas presentan un gran parecido en el dibujo.
Estuvo en la colección Van der Helst de Viena y después pasó a la de Samuel H. Kress (1951), a través del cual llegó a la Galería Nacional de Arte de Washington.
Hay un dibujo preparatorio que se conserva en el Museo del Louvre.

Análisis

La escena se ambienta en el interior de una casa, con el lecho de muerte de un avaro dispuesto oblicuamente. Se ve al moribundo dividido entre el ángel, que le señala Crucifijo, puesto ante una ventana en lo alto y del que emana la luz, y un demonio que asoma por debajo de la cortina con un saco de dinero en la mano. Se ha aventurado que el diablo está robándole el dinero y el avaro está más preocupado por esto que por su salvación; también se ha hablado de que es al contrario, que el demonio le está ofreciendo ese dinero al avaro para comprar su alma, y éste duda si aceptar el dinero o escoger el crucifijo, esto es, la salvación.
Al lado izquierdo, a través de una puerta entornada, aparece la muerte, representada como un esqueleto que le va a lanzar una flecha.
A los pies de la cama hay un viejo, el mismo avaro, con el rosario entre los dedos, que está reponiendo monedas dentro de un cofre lleno de animales monstruosos.
Este tema ya estaba presente en La mesa de los siete pecados capitales. Puede estar refiriéndose al opúsculo Het sterfboek (El libro de la muerte) una traducción al flamenco del Ars moriendi, conocido tratado del siglo XV.
Considera Larsen que el estilo de esta tablilla recuerda a otras imágenes "de interior" de la escuela flamenca, como las elaboradas por Rogier van der Weyden o el Maestro de Flémalle, aunque con un realismo más atenuado.


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