El sentido del oído forma parte de una serie de cuadros realizados por Jan Brueghel de Velours, conocido como el Viejo, (1568-1625) con la ayuda, al menos en el proyecto iconológico y de las figuras alegóricas, de Peter Paul Rubens (1577-1640).
La obra
Se trata de un óleo sobre tabla de 65 x 107 cm. Pintada en 1618 bajo el mecenazgo de Alberto de Austria e Isabel Clara Eugenia. Posteriormente la serie fue propiedad del duque Wolgang Guillermo de Platz - Neoburgo. En el año 1634 estuvo en poder del Cardenal Infante que la regaló al duque de Medina de las Torres y éste la ofreció como presente al monarca español Felipe IV. Fue salvada del incendio del Alcázar en 1734 y posteriormente, según los inventarios de 1747 y 1772, se repartió entre el Palacio del Buen Retiro y el Palacio Nuevo. Actualmente podemos contemplarla en el Museo del Prado.
El cuadro, y la serie en sí, son una alegoría de las nuevas situaciones políticas, económicas y morales, con una rica burguesía, un aperturismo moral y un antropocentrismo más que evidentes en la literatura o las artes del momento. Todos los elementos mitológicos hacen referencia a la música y a la palabra, tratando de unificar la serie mediante los mismos fondos urbanos y palaciegos (basados en residencias de los archiduques) y más aún en la Venus, semidesnuda, constante en todo los cuadros como símbolo del erotismo y el éxtasis.
En los aspectos simbólicos destaca la confrontación música popular-música culta, representada en el grupo instrumental del fondo a la izquierda (música popular, tocada casi de forma improvisada y amateur) frente a las partituras que encontramos en primer plano sobre los atriles y desparramadas inteligentemente sobre el suelo. Éstas se refieren a madrigales a seis partes, en su mayoría escritos por Peter Philips (contenidos en su segundo libro de madrigales) organista y compositor de los archiduques.
En cuanto a la mujer que tañe el laúd y que centra la composición, puede ser Venus, acompañada del amorcillo, que en algunos de los cuadros posee alas y en otros no. También puede tratarse de Euterpe, la musa de la música. En mi opinión se trataría de Venus, posibilidad que se ve reforzada por la presencia de rifles, que además de emitir sonido, es un símbolo de la guerra, de Marte, que se enfrenta a la belleza y el amor, Venus, a la que siempre aparece ligado como su antítesis. La presencia del ciervo, es una alegoría directa al oído, dada la consideración que se tenía de éste como el animal con mejor oído de todos, así como el gato a los pies de la Venus, acechante agazapado y agudizando precisamente su oído.
Los cuadros pintados así como la tapa del clavicordio (normalmente decoradas), hacen alusión también a la música y al sonido: El concierto de los Dioses, Orfeo dominando a las fieras con su música o El anuncio de los ángeles a los pastores.
El concierto de los Dioses representa a Zeus entronizado rodeado de las musas en el Olimpo. Mientras danzan y tocan instrumentos, cantaban gestas heroicas en banquetes, en el funeral de Ulises, o en las bodas de Tetis y Peleo o de Armonía y Cadmo.
En Orfeo dominando a las fieras con su música se hace referencia a que cuando Orfeo tocaba su lira, conseguía que los árboles, las piedras y las bestias le siguieran, incluso las bestias infernales se amansaban. El mito de Orfeo es ampliamente tratado en la música, especialmente en la ópera, desde Monteverdi a Offenbach pasando por Gluck.
En el caso del anuncio a los pastores, se alude a la palabra y la música (los ángeles portan las trompetas celestiales). Este momento ha sido reflejado en muchas ocasiones en la música como por ejemplo en el Glory to God in the highest del Mesías de Haendel.
La presencia de una amplia variedad de relojes (muchos de ellos de la variada colección de los archiduques), así como el anteriormente mencionado rifle, no son sino más ejemplos de objetos emisores de sonido, muchos de ellos aprovechados posteriormente por músicos como Leroy Anderson entre otros. En el caso de los pájaros, su bello canto es considerado música y sonido razones por las que se incluyen en el cuadro (recordemos que el propio Mozart en su Concierto para piano nº 17 emplea una melodía que supuestamente silbaba un pájaro que tenía en su casa). La variedad de instrumentos de época a los que se hace referencia merecen un análisis pormenorizado, en el que especialmente se hace hincapié en el instrumento en ese momento y no a las posibles evoluciones posteriores que llevaron a estos a ser instrumentos modernos y con unas características físicas y sonoras totalmente distintas a las del momento de ejecución de la obra pictórica.
Catalogación de instrumentos
Instrumentos de tecla
Clave: Se trata de un instrumento capital durante los siglos XVII y XVIII, con un amplio repertorio dedicado a él. Desempeñaba la función de director de orquesta, acompañante de bajo continuo o de concertante. El clave consiste en una caja levantada sobre pies que toma la forma de un ala de pájaro y en cuya base se sitúa el teclado. Las cuerdas, metálicas o entorchadas, se enganchan sobre una plancha de madera maciza provista de clavijas para afinarlas, y además su tamaño va decreciendo según la altura del sonido que emite. Una pequeña punta de acero o el cañón de una pluma de cuervo, “araña” la cuerda al pulsarse la tecla, consiguiéndose distintos registros o timbres mediante el uso de los pedales. El clave que aparece en el cuadro, dada la época, debe tener 49 teclas con una extensión de cuatro octavas y media.
Gran órgano: De procedencia oriental, su origen se remonta al siglo III a. C., al llamado “hidraulos”. Los órganos podían ser portátiles, tal y como el que aparece en el cuadro, o fijos. Además todos y cada uno tienen un carácter exclusivo: no hay dos órganos iguales, ni externamente ni en dimensiones ni en sonoridad. Consta de un fuelle que suministra el aire, de un dispositivo conductor del aire a los tubos y de un sistema que transmite las órdenes del organista a la tubería, además de diversos elementos accesorios como la caja o la fachada. Permite distintos registros que emiten diversas sonoridades. Dispone de uno a cinco teclados manuales, un teclado de pedales, y una consola para conseguir determinados registros y efectos (tales como trémolos o tormentas), necesarios para la literatura musical del siglo XX.
Instrumentos de cuerda
Cuerda frotada
Violas “da braccio” y “da gamba”: Nacen a principios del siglo XVI. Tenían cuatro cuerdas afinadas por quintas, diapasón uniforme, mástil sin trastes terminado en una voluta. Existen tres tipos de viola da braccio: La soprano, que se corresponde con la viola actual; la tenor, más grave; y la bajo que a partir de 1700 se corresponderá con el violonchelo actual.
Las violas son más largas y estrechas hacia el mástil. Poseen dos “oídos” que no se corresponden a las tradicionales “f” y seis o siete cuerdas. Las violas da gamba se tocan apoyándose sobre las piernas, de modo parecido a como se hace con el violonchelo.
Lira “da braccio”: Es similar a la viola moderna, algo más grande y con un diapasón en forma de corazón u hoja. Poseen siete cuerdas, dos de ellas ejercen la función de bordones. Se utiliza para acompañar cantos o recitaciones.
Cuerda pulsada
Laúd: Se han difundido por todo el mundo y están presentes en casi todas las culturas. Su origen se remonta a oriente desde donde pasó a occidente por Al-Andalus. Consiste en un mástil con cuerdas tensadas hasta la caja de resonancia. Dependiendo del tamaño del mástil pueden considerarse de mástil corto o largo. Suele tener trastes. La caja de resonancia se construye con diversas costillas de madera o marfil. En el centro encontramos un rosetón a modo de abertura. El mástil se doblaba en ángulo recto, donde se sitúan los trastes y cuatro o cinco cuerdas de tripa. Existieron tipos de laúd como el archilaúd, la tiorba o el chitarrone
Arpa: El arpa es un instrumento de cuerda pulsada y que se diferencia de las liras pos su forma triangular y sus cuerdas decrecientes. El arpa europea actual es el arpa de concierto. Tiene siete pedales, uno para cada uno de los grados de la escala. Las cuerdas y sus clavijas se enganchan a lo largo de la tapa armónica. Los pedales tienen unas muescas que permiten, al accionarlos, cambiar de semitono (en un bemol, un becuadro o un sostenido). Suelen tener cuarenta y seis cuerdas. Del arpa del cuadro, debido a la época en que fue pintado, podemos deducir que tiene dos o tres filas de cuerdas, un total de veintinueve y podrían cambiar la altura del sonido mediante un gancho especial
Instrumentos de viento
Viento madera
Chirimía: Es un instrumento de viento con lengüeta doble y sección cónica, antepasado directo del oboe.
Flautas dulces: También llamadas de pico o recorders. Existen ocho tipos de flautas (según Praetorious) o cinco (según la tradición inglesa). Tienen una embocadura en forma de pico abierto con una hendidura que dirige el aire contra un bisel. Este sistema no permite modificar el carácter del sonido, todo lo contrario que la flauta travesera. Posee generalmente ocho agujeros. Dada su facilidad de aprendizaje, se ha usado constantemente en la enseñanza musical infantil.
Viento metal
Cornetto: Instrumento de difícil clasificación, pues tiene boquilla como las trompetas o trompas, pero agujeros como una flauta.
Durante todo el Renacimiento y principios del Barroco fue un instrumento altamente apreciado. Hasta 1640-50 rivalizó con el violín como instrumento solista.
En el cuadro aparecen:
- dos ejemplares de cornetto alto. Uno es curvo hacia la derecha y forrado de cuero negro (el tipo más común). El otro es recto y de madera clara.(no confundir con el cornetto muto, también recto, pero con la boquilla directamente tallada en el propio instrumento)
- un ejemplar de cornetto tenor (con forma de s). También muy común en la época
Sacabuche: Ancestro del actual trombón, y descendiente de la Tromba da Tirarsi. Consta de una vara telescópica y un tubo de peltre o latón con una parte móvil que entra en la otra. Se escucha el sonido en un pabellón parecido al de la trompeta. Tienen siete posibles posiciones que permiten los cromatismos.
Trompetas: En el cuadro, el autor pretende reflejar una trompeta “natural”, parecida en forma a la actual, pero sin pistones y que sólo podía emitir los armónicos del sonido fundamental gracias a variaciones en la presión del aire insuflado y en los labios del ejecutante. Es de sonido claro y penetrante, idónea para interpretaciones al aire libre. A menudo tocaban en conjunto, formando auténticas fanfarrias.
Trompas o cuernos de caza: vemos trompas de tres vueltas y cuernos de caza (como el olifante). En las óperas de éste momento la trompa aparece para evocar siempre actividades cinegéticas (como en obras de Cavalli o Lully). La trompa de caza es francesa, con un tubo enroscado. Hasta el siglo XVIII gracias a Hampel, no se descubre que introduciendo la mano en el pabellón, el sonido podía variar de altura, y hasta 1813 no se idea un sistema de válvulas como el actual.
Instrumentos de percusión y otros
Tambor: Utilizado tradicionalmente como instrumento en la música militar, el tambor, tiene una caja cilíndrica de cobre o de madera con dos membranas. Las membranas, denominadas parche, en la época eran de piel de carnero. La de abajo se utiliza para tensarla y “afinar” el sonido, mientras sobre el parche superior se golpea mediante unas baquetas.
Campanas: Es de percusión periférica, con una acentuada concavidad que vibra al ser golpeada internamente o externamente. Se distinguen dos tipos de campanas: De badajo interno (según el modelo del cuadro y de las iglesias), y externo (siendo este último un modelo más raro de encontrar). Pueden disponer de uno o varios badajos, y se construyen en bronce o determinadas aleaciones.
Otros instrumentos u objetos emisores de sonido que aparecen en el cuadro son: Pájaros cantores, rifles, relojes y relacionados con la música los atriles con partituras.
El señor de las moscas (Lord of the Flies en inglés) es la primera y más célebre novela de William Golding. Publicada en 1954, se considera un clásico de la literatura inglesa de postguerra. Tuvo apenas difusión en el año de su publicación, manteniendo un volumen escaso de ventas. Años más tarde, alcanzó una gran fama enInglaterra, considerándose imprescindible su lectura en colegios e institutos. El título alude a la maldad humana, representada por Belcebú, deidad filistea y posteriormente también perteneciente a la iconografía cristiana, que es conocido por este sobrenombre de Señor de las Moscas.
Resumen
Un avión que transporta estudiantes británicos, cae a tierra estrellándose contra una isla inhabitada. Los únicos supervivientes del accidente son algunos niños, quienes se ven obligados a sobrevivir habiendo fallecido todos los adultos.
Ralph y Piggy, dos de los chicos mayores, encuentran una caracola que hacen sonar para reunir al resto de los supervivientes. Desde ese momento, la caracola será utilizada como símbolo de autoridad y derecho a la palabra, además de ser empleada para convocar a todos a una asamblea cuando la situación lo requiera. Ralph es elegido democráticamente como líder del grupo, pese a que Jack, otro de los chicos más fuertes, deseaba ser el jefe. Para contentarlo, Ralph lo deja a cargo del grupo de cazadores. El líder, decide que es necesario encender una hoguera, de manera que puedan generar una señal constante de humo y así ser rescatados por algún navío que la viese. para encender el fuego, utilizan las gafas de Piggy aprovechando los rayos del sol. Desde aquel momento, Ralph insistirá durante toda la estadía en la isla, que abandonar la hoguera, sería renunciar a la idea de ser rescatados y entregarse a la vida como salvajes, razón por la cual se designan encargados de vigilar que la hoguera no se apague en ningún momento.
Con el paso del tiempo, algunos de los chicos emprenden conductas violentas e irracionales. Jack, es el primero de ellos, que al no haber sido electo como jefe del grupo, siente una rivalidad y odio hacia Ralph, disfrutando al mismo tiempo de insultar a Piggy. Se queja de la importancia que le dan a la hoguera y a la caracola, mientras él y su grupo están cada vez más obsesionados con la idea de cazar un jabalí, acción que finalmente llevan a cabo.
Progresivamente, el miedo se hace más patente a medida que aumentan los rumores de una bestia que habita en la isla. aunque ninguno de los chicos mayores cree que esto sea posible, la idea los aterra igualmente. Una noche mientras los mellizos Sam y Eric cuidan la hoguera, ven una criatura desconocida, haciéndoles correr de miedo. Los demás deciden ir a investigar armados con lanzas, dejando a los "peques" al cuidado de Piggy. El grupo liderado intermitentemente por Ralph y Jack recorre la isla durante todo el día. A medida que oscurece y la rivalidad entre ambos aumenta, la mayoría decide retirarse y volver con los otros, solamente Ralph, Jack y Roger, llegan a la montaña, donde entre penumbras, logran ver la Bestia, momento en el que salen corriendo despavoridos. Luego, cuando discuten lo sucedido, Ralph expresa que los cazadores son incapaces de luchar contra La Bestia, ya que en el fondo son solo niños armados con palos. Jack se enfurece por el comentario y convoca una asamblea. En dicha reunión, acusa a Ralph de no haberse enfrentado a la bestia, lo denuncia por llamar a sus cazadores unos inútiles y se queja porque Ralph no sabe cazar, solo dar órdenes. Animado por la situación, pregunta enérgico quien cree que Ralph debería dejar de ser el líder, sinembargo nadie levanta la mano. Humillado, abandona el grupo. Más tarde sus cazadores se reúnen con él y atrapan otro jabalí, al cual le cortan la cabeza y la dejan en una estaca como ofrenda a La Bestia.
Simón, un niño tímido que de vez en cuando ayuda a Ralph y a Piggy, catalogado de raro por los demás por sufrir desmayos frecuentes, decide adentrarse solo en el bosque, dirigiéndose hacia un claro donde logra calmar sus ataques. En el lugar encuentra la cabeza de jabalí clavada a la estaca, la que se encontraba en evidente estado de descomposición, chorreante de sangre y cubierta de moscas. Aterrorizado, Simón sufre una alucinación en la que ésta le habla y se identifica como El Señor de las Moscas, mientras se burla de él y de los demás por creer que La Bestia es una criatura que se puede cazar, asegurando que la fiera está en todos lados. cuestión que puede interpretarse como una alusión a la maldad humana. En la escena, se da a entender que Simón ya lo sabía desde antes, puesto que durante una asamblea trató de expresarle al grupo que la bestia eran ellos mismos, pero se rieron de él. Simón se desmaya y al despertar camina hasta la montaña, donde los chicos habían visto a la que creían era La Bestia, pero con la luz del día, Simón se percata de que solo es el cadáver de un paracaidista que se levanta con el viento. A pesar de estar exhausto decide ir a contárselo a todos.
Mientras tanto, Jack y su grupo se presentan a los demás con máscaras y los cuerpos pintados como salvajes, los invitan a comer de su jabalí y a que consideren unirse a su tribu. De a poco, casi todo el grupo se va con ellos y celebran una fiesta cantando y comiendo, Ralph, Piggy y los mellizos son los últimos en llegar. Jack, a quien los demás llaman "Jefe", les pregunta quien formará parte de su tribu, lo que genera una discusión con Ralph que termina cuando empieza a llover. En aquel momento, todos comienzan una frenética danza en la que simulan cazar a un jabalí, a la mitad de ésta Simón sale arrastrándose del bosque, el grupo, confundido por la oscuridad de la noche, señala a Simón como La Bestia y en un espiral de cánticos y locura, lo golpean dándole muerte.
Al día siguiente, la división del grupo original era evidente, Sam, Eric, Piggy y algunos “peques” son los únicos que siguen del lado de Ralph, los demás se han unido a la tribu de Jack o se han esparcido por el resto de la isla. Mientras los primeros se sienten culpables, tratando de desentenderse o excusarse por la muerte de Simón y seguir alimentando la hoguera, la cual es su última esperanza, los de la tribu se engañan a sí mismos diciendo que la criatura que atacaron solo se trataba de La Bestia disfrazada. Durante esa noche el grupo de Ralph es atacado por los otros, quienes los golpean y roban las gafas de Piggy para encender su propio fuego.
Los chicos, sin la posibilidad de prender un nuevo fuego y con Piggy incapaz de ver, deciden ir a hablar con los otros y tratar de razonar con ellos, así que atraviesan la isla portando la caracola hasta un peñón que Jack y los demás emplean a modo de fuerte. Ralph discute con Jack quien toma a Sam y Eric como prisioneros, Piggy, enojado, alza la caracola y se hace escuchar a pesar de las burlas, tratando de ocupar la razón, pero a la mitad de su discurso, Roger deja caer una gran piedra que golpea a Piggy, haciendo pedazos la caracola y empujándolo por el acantilado, quien al caer muere. Luego atacan a Ralph con sus lanzas, que alcanza a huir y esconderse. Cuando se oscurece, Ralph se acerca al peñón y ve que Eric y Sam, pintados y con máscaras hacen guardia afuera, ellos le dicen que los torturaron y que tiene que huir, porque a la mañana planean cazarlo al igual que un jabalí.
Al día siguiente, tal y como Eric y Sam dijeron, la tribu de niños pintados comienza a perseguir a Ralph, mientras queman el bosque a su paso para hacerlo salir. Ralph, armado con una lanza pero agotado física y mentalmente encuentra un escondite, siendo descubierto por uno de los otros. Ralph corre desesperado, escapando de los cazadores y del fuego que poco a poco consume toda la isla. cuando llega a la playa, se arroja al suelo y levanta los brazos, preparado para pedir clemencia, pero se encuentra con un oficial de la marina. A los pocos segundos llegan los demás chicos quienes observan al hombre asombrados y de inmediato abandonan la intención de cazar a Ralph. El oficial declara que arribó atraído por el humo, continuando con una seguidilla de preguntas a Ralph, quien se identifica como líder. Ante esto, Jack se adelanta, pero finalmente decide no intervenir. Ralph le informa de las muertes y explica que al principio estaba todo bien, en orden y unidos, sin poder continuar, se le corta la voz y se echa a llorar por la muerte de sus amigos y la pérdida de la inocencia propia de la niñez, Los demás, se le unen sollozando. El oficial los observa conmovido, incómodo, vuelve la vista hacia el barco en el mar.
Personajes de la novela
- Ralph: Héroe de la novela y líder electo de los náufragos. A pesar de que es el líder, siempre le pide ayuda a Piggy. Al inicio sugiere hacer una hoguera para hacer una señal y puedan rescatarlos, pero se descuida con el tiempo. Esto representa los efectos débiles de la corrupción para las acciones buenas. Ralph quiere lo mejor para todos pero se le olvida con frecuencia por lo que Piggy lo ayuda. Es demasiado educado y usa la lógica incluso en los peores momentos, como cuando se enteran de la bestia. Ralph representa la democracia, aunque finalmente todo sale en su contra y es casi asesinado por Jack hasta que los rescata el general.
- Jack: Celoso del poder de Ralph, quiere que los demás hagan lo que él dice. Es muy delgado, pelirrojo, es muy arrogante, pesimista y consentido. Si bien en principio no es violento, sus actitudes van cambiando, al expresar su deseo por matar un cerdo y abandonar la hoguera. Se podría afirmar que Jack representa la dictadura y la irracionalidad. Su ansia de poder le lleva a exiliarse del grupo de Ralph y formar su propia tribu, en la que él es el jefe absoluto y gobierna como un dictador. Se vuelve muy violento y usa el argumento de la fuerza física para atraer a los chicos a que se unan a su grupo (como cuando ordena a Roger que torture a Sam y a Eric). Todo termina cuando Jack y sus salvajes se disponen a quemar la isla para matar a Ralph pero llega un oficial de la marina en el último minuto. Cuando Ralph asegura que él es el jefe, Jack vacila por un instante pero reconoce a Ralph como el jefe indirectamente. Finalmente él llora con los demás al ser rescatado.
- Piggy: Formaba parte del grupo de Ralph. Es objeto de burla por su tamaño y peso corporal. Es muy gordo, usa lentes y padece asma. Nunca se sabe su verdadero nombre, pero a veces le llaman "capitán de la grasa". Representa la voz de la razón. Su identificación con la civilización se muestra cuando no descuida su aspecto a diferencia de los demás y su negación a la bestia. A pesar de ser más inteligente que Jack y Ralph es discriminado y burlado por su gordura, su asma y sus gafas. Esto empeora cuando Jack roba las gafas de Piggy y lo deja sin ver. Hace un último esfuerzo porque Jack y su grupo sean racionales y en el intento es asesinado por Roger, quien le deja caer una gran roca. Con su muerte y la destrucción de la Caracola, la racionalidad y civilización desaparecen.
- Simón: Otro niño del coro. Es algo bajito, moreno, de ojos grandes y padece epilepsia. Es un niño muy amable. Disfruta la isla e incluso encuentra un lugar donde estar con los animales y plantas. Es muy tímido, pero como diría Piggy: siempre se puede contar con él. Es tildado de raro, pero encuentra apoyo en Ralph a quien considera su único amigo. Es quien descubre al Señor de las Moscas, una cabeza de cerdo dejada por los cazadores, que lo amenaza durante una alucinación y le dice que la verdadera bestia no se puede cazar ni matar, dando a entender que se refería a la maldad humana, cosa que Simón ya sabía y había tratado de plantear. Después, descubre que la criatura que pensaban era la bestia es un cadáver de un paracaidista. Desesperado va a decírselo a los demás pero es confundido con la bestia y asesinado horriblemente. A pesar de todo, se revela que él sabía que moriría. Se ha apuntado la posibilidad de que el personaje sea una referencia a Jesucristo.
- Roger: Al igual que Simón y Jack, pertenece al coro. Un niño muy calmado que no habla mucho. Es moreno, alto y con la mirada perdida. Si bien al principio se siente triste y desesperado cuando falla la primera hoguera, al final termina convirtiéndose en la mano derecha de Jack y su segundo al mando. Cuando junto a Maurice destruye el castillo de arena que tres de los "peques" (Johnny, Henry y Percival) estaban construyendo, al principio se siente tan culpable como Maurice, pero luego se da cuenta que allí no hay adultos que puedan reñirle y que puede dar rienda suelta a su violencia. Así lo hace cuando, una vez incluido en el grupo de Jack, se abandona a sus instintos animales y tortura a varios niños e incluso mata a Piggy aplastándolo con una roca sin mostrar remordimientos. Sin embargo, llora con los demás cuando son rescatados. Representa el sadismo.
Análisis y antecedentes
A lo largo de toda la novela Golding explora dos temas en particular: la civilización contra la barbarie y la pérdida de la inocencia infantil. Al ser una alegoría de la naturaleza humana, cada personaje representa diferentes aspectos de las personas. Ralph, el orden y la civilización. Piggy, la razón y cordura de la sociedad. Jack, el deseo de poder y la maldad. Roger, la crueldad y el sadismo en su mayor escala. Simón, la bondad natural del hombre.
La novela tiene una marcada influencia de La Isla de Coral (1857) de Robert Michael Ballantyne. Golding resalta esa influencia al llamar a sus dos protagonistas igual que dos de los personajes principales de la novela de Ballantyne, Ralph y Jack. También tiene un claro antecedente en Dos años de vacaciones (1888), una de las novelas menos conocidas de Julio Verne. El tema es completamente análogo y plantea los conflictos por el poder entre niños perdidos en una isla sin adultos. Por su carácter de distopía es comparable a Un mundo feliz (1932) de Aldous Huxley, publicada 22 años antes.
También es posible identificar en el texto una representación de las tendencias democrática y autoritaria si analizamos las figuras de los dos líderes. Ralph representa el líder democrático que, bajo el símbolo de la caracola, llama a organizarse al grupo en torno al uso de la palabra. Jack representa al líder autoritario, cuyo poder se basa en la organización marcial, la superioridad física, la superstición y el miedo.
Influencia
El manga japonés Cage of Eden del autor Yamada Keiyou, está inspirado en esta obra. La serie de televisión Lost hace referencias en la primera temporada, tanto al libro como a algunas circunstancias tomadas del libro. La serie animada Los Simpson hace referencia al libro en dos ocasiones: en el episodio Kamp Krusty, donde puede verse una cabeza de jabalí clavada en una pica con moscas a su alrededor; y en Das Bus, cuya trama está inspirada en este libro (un grupo de niños que terminan en una isla desierta).
La novela El corredor del laberinto comparte también características similares (un grupo de chicos que están encerrados en un laberinto), aunque en este caso deben cooperar para salir.
El grupo inglés Iron Maiden compuso una canción inspirada en la novela, llamada "Lord of the Flies", incluida en su disco The X Factor. En el videojuego Metal Gear Solid V: The Phantom Pain, se puede ver un claro guiño a esta novela en la misión "La Mamba Blanca", donde tenemos que tomar prisionero a Eli, un joven que ha tomado el control de un pequeño poblado abandonado en África central convirtiéndose en el jefe de un grupo de niños soldado.
Aparece en un episodio de Two and a Half men, siendo el libro a leer por Jake y generando conflicto con su padre por su desinterés.
No hay comentarios:
Publicar un comentario