La armadura lamelar o armadura de laminillas fue uno de los tres tipos históricos de armaduras de escamas, hecha de placas rectangulares o alargadas enlazadas en filas horizontales. Los otros dos tipos son la armadura de escamas y la armadura laminada. La armadura lamelar fue usada por extensos períodos de tiempo en Europa del Este, Medio Oriente y Asia, incluyendo Japón.
Descripción[editar]
La armadura consiste en cientos de piezas rectangulares de hierro, cuero (crudo o curtido), o bronce (lamellae) agujereadas en varios lugares y enlazadas en filas horizontales hasta la longitud necesaria para un fragmento particular de armadura. Cuando las lamellae son de cuero, se las puede endurecer con un proceso tal como el cuir bouilli o laqueado. Las tiras de armadura lamellar se parecen a las de una armadura de escamas, pero difieren al no necesitar una pieza de tela o cuero para atar las piezas, además de que las lamellae están más agujereadas.
Esta armadura eventualmente desplazó a la armadura de escamas ya que restringía menos el movimiento del usuario.1
Uso e historia[editar]
La armadura lamelar muchas veces se utilizó como un complemento a otras armaduras existentes, tales como la cota de mallas hauberk. Fue especialmente popular con los rus, así como con los mongoles, turcos, ávaros, y otros pueblos de las estepas, ya que eran sencillas de construir y mantener.
La armadura se cita muchas veces en fuentes históricas como parte del equipo de los soldados bizantinos, especialmente de los catafractas. Se piensa que fue creada para resultar una superficie más deflectiva para los jinetes, permitiendo a las hojas resbalar en lugar de penetrar o golpear. Estudios recientes por Timothy Dawson de la Universidad de Nueva Inglaterra, Australia, sugieren que la armadura lamellar bizantina era significativamente superior a la cota de mallas.2
Los bajorrelieves sumerios y del Antiguo Egipto que retratan soldados parecieran mostrar algunos ejemplos muy tempranos de armadura lamellar, particularmente los jinetes de carros de guerra, pero no fue sino hasta excavaciones en la antigua Asiria (circa 900–600 AC) que aparecieron ejemplos arqueológicos de armadura lamelar. Entre los restos de armadura asiria, (ya sean escamas individuales y desconectadas), hay ejemplares que claramente se pueden identificar como armaduras de escamas así como otras que parecen ser lamellaes, además de un gran número de hallazgos difíciles de clasificar.
La extensión con que cada tipo fue usado es tema de debate. Los ejemplos más tempranos de una verdadera armadura lamellar se encontraron en China. Se descubrieron doce trajes de lamelas laqueadas fechadas en 433 AC en una tumba en Sui-hsien, Hupei. La armadura fue usada por varias culturas desde este período hasta el siglo XVI. La armadura Lamelar está generalmente asociada con la clase samurai del Japón feudal, aunque llegó a este país desde Corea.3La armadura lamelar también se asocia con Mongolia, Rusia Oriental, las tribus de Siberia y los sármatas, aunque también se encontró evidencia de su uso en variosa países europeos.3
Armadura japonesa[editar]
Esta armadura llegó a Japón alrededor del siglo V3. La armadura lamelar pre samurai se llamaba keiko. Estos ejemplos tempranos tenían la forma de una chaqueta sin mangas y un yelmo4. La forma tradicional samurai se alcanzaría a desarrollar a mediados del período Heian, y para el mismo período tardío se desarrollaría por completo la Ō-yoroi samurái5. Estas armaduras se hacían de cientos o incluso miles de piezas de cuero y/o hierro conocidas como kozane, que eran laqueadas y enlazadas juntas en tiras horizontales, en un proceso lento y preciso.6 Los dos tipos más comunes fueron el hon kozane, que estaba construido con escamas más pequeñas, y el hon iyozane, cuyas lamelas eran más anchas.
La lorica squamata es un tipo de armadura de escamas utilizada durante la República Romana y en periodos posteriores. Estaba formada por pequeñas escamas de metal cosidas para formar la armadura. Se suele ver en ilustraciones de portadores de estandartes, músicos, centuriones, tropas de caballería e incluso en imágenes de infantería auxiliar, aunque también podían portarlas los legionarios regulares. Este tipo de armadura tenía la misma forma que la lorica hamata, con la misma longitud y las coberturas de los hombros.
Las escamas indidividuales podían ser de hierro o de bronce, e incluso podían alternarse ambos metales en la misma armadura, algunos autores han sugerido también el uso del cuero endurecido. Podían recibir también algún baño que les protegiese de la oxidación (nos ha llegado un fragmento de armadura con escamas de bronce con baños de metal).
El metal no solía ser muy grueso: posiblemente entre 0,5 y 0,8 mm. Sin embargo, y dado que las escamas se sopreponían unas a otras en todas direcciones, las múltiples capas daban una buena protección al soldado que la portaba. El tamaño de las escamas variaba entre 6 mm de ancho y 1,2 cm de alto hasta unos 5 cm de ancho por 8 cm de alto, estando los tamaños más comunes alrededor de 1,25 por 2,5 cm. Todas las escamas de la misma armadura solían ser del mismo tamaño, aunque las escamas de distintas armaduras podían variar de forma muy significativa. Muchas tenían la parte inferior redondeada, mientras que otras terminaban en punta o tenían la parte inferior plana con cortes en las esquinas.
Las escamas se ataban con alambres en filas horizontales, siendo estos a su vez cosidos o atados al forro interior. Cada escama podía tener entre 4 y 12 agujeros: dos o más a cada lado para coserlo al siguiente de la fila, uno o dos en la parte superior para atarlos al forro y a veces uno o dos en la parte inferior para asegurar las escamas en la siguiente fila.
Es posible que la armadura pudiese abrirse bien en la parte de la espalda o en un lateral, para que fuese más fácil de poner. La abertura quedaba cerrada con nudos.
Se ha escrito mucho de la presunta vulnerabilidad de este tipo de armaduras con un ataque ascendente, aunque es posible que se trate de un punto de vista algo exagerado.
No se han encontrado ejemplos de lorica squamata completos, si bien hay varios descubrimientos arqueológicos de algunos fragmentos, y es muy común encontrar escamas sueltas en las excavaciones, incluso en contextos no militares.
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