martes, 26 de septiembre de 2017

Patrimonios de la Humanidad - España


El Parque nacional de Garajonay se extiende por una superficie que supera el 10 % de la isla de La Gomera. Fue declarado como tal en 1981. Posteriormente, en 1986, la Unescolo incluyó entre los bienes que forman parte del Patrimonio de la Humanidad. El parque es también desde 2012 Reserva de la Biosfera conjuntamente con toda la isla.

Cima garajonay 19-07-2006.JPG

Características[editar]

Debido a que fue declarado como Parque nacional el 25 de marzo de 1981, es el cuarto y actualmente el más joven Parque nacional de Canarias.
Su superficie es de 3984 hectáreas, y su territorio se extiende por todos los municipios de La Gomera, ocupando el centro y ciertas zonas del norte de la isla. El terreno del parque, a menudo envuelto en una húmeda niebla, está constituido por materiales basálticos, debidos a coladas y piroclastos, con diversos roques y fortalezas. En su interior se encuentra el Monumento de la esencia de la flor.
El parque toma su nombre del alto de Garajonay, la mayor altura de la isla con 1487 msnm. La cota mínima del parque es de 650 msnm, en el caserío del Cedro. Su declaración obedece a que alberga la mejor muestra conocida en el Viejo Mundo de laurisilva, un bosque húmedo de variadas especies de hoja perenne que en el Terciario cubría prácticamente toda Europa. La laurisilva se da en un régimen climático uniforme en el que la variación anual de la temperatura es pequeña y la precipitación es relativamente abundante, con humedad casi constante debida al mar de nubes.

Vegetación[editar]

Bosque en el parque
El monteverde canario es el elemento determinante de Garajonay, cubriendo más del 85 % de su superficie. Cerca de 20 especies arbóreas participan en su composición, distribuyéndose y mezclándose de acuerdo con sus afinidades ecológicas, para formar varios tipos de bosques diferentes: la laurisilva y al fayal-brezal, un bosque más seco y pobre en especies arbóreas.
Las especies más abundantes de las partes más húmedas del monte son los Laureles (Laurus novocanariensis), viñátigos (Persea indica), tiles (Ocotea foetens), acebiños (Ilex canariensis),  palos blancos (Picconia excelsa) o follaos (Viburnum rigidum) . 
Los componentes principales del fayal-brezal Hayas (Morella faya) y brezos (Erica arborea) , que aquí alcanza posiblemente las mayores tallas de la especie en todo el mundo, llegando a acercarse a los 20 m de altura.
Destaca también la abundancia de musgos y líquenes recubriendo los troncos de los árboles, así como la cobertura de helechos, indicadores de la elevada humedad ambiental.
Muy interesante es la flora que vive en los Roques y paredones rocosos, en cuyas grietas se puede observar un elevado número de especies raras, exclusivas de estos enclaves. Merece destacarse la singularidad de las plantas con flores, que presentan un gran número de especies endémicas canarias —en torno a 120—, algunas de las cuales son exclusivas del Parque. Destaca también, en la flora del Parque, la presencia de fenómenos propios de la evolución en islas, como por ejemplo el gigantismo, por el cual se desarrollan formas leñosas de gran tamaño en especies cuyos parientes continentales, de los que se originaron, tienen porte de hierbas.

Fauna[editar]

Paloma turqué.
La fauna de Garajonay también es destacable. Alberga cerca de 1000 especies de invertebrados, siendo unas 150 endémicas de dicho espacio. Las especies de vertebrados son 38, básicamente reptiles y aves, entre las que destacan las palomas rabiche y turqué, endémicas de Canarias. Garajonay tiene la consideración de zona de especial protección para las aves (ZEPA).
No existen núcleos de población dentro del parque, aunque sí en sus proximidades. Los senderos que permiten conocer el parque son numerosos. En el interior del parque hay un área recreativa, llamada Laguna Grande; y en el lugar conocido como Juego de Bolas, en el municipio de Agulo, está el centro de visitantes.

Turismo[editar]

Garajonay recibe cada año una media de 828.758 visitantes (2015), que lo convierten en el tercer Parque nacional de Canarias en número de visitas, tras el Parque nacional del Teide en Tenerife y el Parque nacional de Timanfaya en Lanzarote. A nivel nacional, Garajonay es por su parte, el quinto que más visitas recibe de España, tras: El Teide, GuadarramaPicos de Europa, y Timanfaya.3

El incendio de 2012[editar]

El 4 de agosto de 2012 un incendio estalló en la isla de la Gomera. Tras cinco días, el incendio penetró en el parque nacional de Garajonay. El incendio arrasó más de 4000 hectáreas de la isla y una pequeña parte del parque nacional durante dos semanas.
Bosque Encantado, Parque nacional de Garajonay, La Gomera, España, 2012-12-14, DD 19.jpg
Garajonay park A.jpg









Monte Perdido (en aragonés As Tres Serols) es el macizo calcáreo más alto de Europa. Se encuentra situado dentro de la vertiente sur del Pirineo central, al norte de la provincia de Huesca, en el parque nacional de Ordesa y Monte Perdido, en la comunidad autónoma de AragónEspaña. Su pico más elevado es el Monte Perdido con una altitud de 3.355 metros sobre el nivel del mar.
Macizo perdido.jpg

Descripción[editar]

El macizo de Monte Perdido, conocido por Las Tres Sorores o Treserols, lo componen los Picos de Monte Perdido (3.355 m), Cilindro (3.328 m) y Añisclo (3.263 m) llamado también, este último, Soum de Ramond, dedicado al pireneísta Louis Ramond de Carbonnières, uno de los primeros exploradores y expertos de la alta montaña pirenaica. En este sector se encuentran 22 cimas de más de 3.000 m.
El macizo de Monte Perdido forma parte del Parque nacional de Ordesa y Monte Perdido, constituido a su vez por cuatro valles de extraordinaria belleza: Ordesa al suroeste, Añisclo al sur, Escuaín al sureste y Pineta al este. Parte del macizo se interna al norte en territorio francés, formando parte del Parc National des Pyrénées, destacando el Valle y Circo de Gavarnie, otro impresionante circo glaciar que en su cabecera tiene la cascada más alta de Europa, con más de 400 metros de caída vertical. Monte Perdido es el pico de la izquierda y el de la derecha es el Cilindro (visto desde el norte).
En la cara norte del Monte Perdido se halla uno de los pocos glaciares que siguen existiendo en el Pirineo, aunque en lento pero continuo retroceso. Se trata de una lengua con mucha pendiente, que tiene un frente de unos 750 metros y va desde los 2.700 a los 3.250 metros de altitud.
Entre los montañeros, Monte Perdido goza de una gran popularidad debido a que es un tresmil relativamente fácil de acometer. La vía normal de ascensión se efectúa a través del refugio de Góriz (2.160 m), donde es habitual pernoctar, y el canal de "la escupidera", uno de los puntos negros del Pirineo donde han muerto muchos escaladores intentando alcanzar la cima.[cita requerida]
Este macizo está incluido dentro de la Reserva de la biosfera Ordesa-Viñamala declarada por la Unesco en 1997.

Historia[editar]

Ramond de Carbonières fue uno de los primeros en estudiar los Pirineos y precursor de la conquista del Monte Perdido desde que lo identificara en 1787 desde la cumbre del Midi de Bigorre (en el Pirineo francés). A partir de 1796 se consagra como profesor de Historia natural en la nueva Escuela Central de Tarbes.1​ Sus cursos encuentran inmediatamente un gran éxito. Como un especialista en Botánica y en Geología de los Pirineos centrales, se pone, en 1797, a proyectar lo que tanto había deseado: alcanzar la cima del Monte Perdido para saldar la controversia que tenían Dolomieu y Lapeyrouse sobre la 'edad primitiva de los calcáreos de la cadena central.
La expedición, que comprendía a quince personas como Picot de Lapeyrouse y muchos de los alumnos de Ramond, hallan numerosos fósiles, mas no alcanzan la cumbre. La minuta de la ascensión aparece en 1797 con el título de Voyage au Mont-Perdu et dans la partie adjacente des Hautes-Pyrénées. El 7 de septiembre de 1797, acompañado de sus alumnos como Charles-F. Brisseau de Mirbel (1776-1854), Ramond de Carbonnières intenta subir una segunda vez. El administrador y forestador Étienne-François Dralet (1760-1844) participa en esta ascensión. Pero no será hasta 1802 cuando al fin la alcanza. Para ello, lanza a los guías Rondo y Laurens, acompañados de un pastor de Pineta, hacia la cumbre. El 10 de agosto de 1802, cuatro días después de la conquista del Monte Perdido por estos tres hombres, pagados por Carbonières, éste repite el recorrido.2​ Ramond relata su expedición en el Journal de Mines, lo que le valdrá un reconocimiento de los científicos de su época.

La flora y la vegetación[editar]

El hecho de ser el macizo calcáreo más alto de Europa hace que tenga también una flora muy singular. De las cerca de 3500 especies de plantas vasculares que podemos encontrar en el Pirineo, apenas 150 son capaces de superar los 3000 m de altitud, y de ellas 95 han sido localizadas en los 34 "tresmiles" del Macizo de Monte Perdido y cercanías. Sólo las tres puntas de los Gabietos reúnen a medio centenar de ellas.
Sin embargo, debemos destacar que no todas las cimas tienen las mismas plantas, y sólo un puñado se repiten, como Saxifraga pubescensSaxifraga oppositifoliaAndrosace ciliataLinaria alpina alpinaMinuartia cerastiifoliaPritzelago alpina alpina, por citar sólo las más comunes.

Patrimonio de la Humanidad[editar]

«Pirineos - Monte Perdido» es un sitio Patrimonio de la Humanidad desde el año 1997, con ampliación en el 1999. Afecta, en Francia, al departamento de Altos Pirineos, y en España, a los municipios de Torla-Ordesa, Fanlo, Tella-Sin, Puértolas, Bielsa y Broto, todos ellos en la provincia de Huesca.
Según la página web de la UNESCO,
este destacado paisaje montañoso, que cruza las fronteras nacionales de Francia y España, se centra alrededor del pico del Monte Perdido, un macizo calcáreo que se alza hasta los 3.352 m. El lugar, con un área total de 30.639 ha, incluye dos de los más grandes y profundos cañones en el lado español y tres grandes paredes de circo en las laderas francesas, lado más abrupto, presentaciones clásicas de estas formas geológicas. El lugar es también un paisaje pastoral que refleja una forma de vida agrícola que en el pasado estuvo extendida en las regiones elevadas de Europa pero que actualmente sólo sobrevive en esta parte de los Pirineos. Así proporciona una vista interior excepcional a la sociedad europea del pasado a través de su paisaje de pueblos, granjas, campos, pastos de altura y carreteras de montaña.


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