Cristo abrazado a la cruz es una obra de El Greco, realizada en 1580 durante su primer período toledano. Se exhibe en una sala del Museo Metropolitano de Arte en Nueva York.
Véase también: Cristo abrazado a la cruz (El Greco, Madrid)
Análisis[editar]
Es uno de los temás más repetidos por El Greco a lo largo de su carrera artística. Puede derivarse de su famosa obra El expolio, originalmente planeada para ser una serie que abordara completamente la pasión de Cristo.
Jesús de Nazaret, en primer plano, camina rumbo al Monte Calvario sujetando la cruz. Eleva la mirada hacia el cielo con los ojos llenos de lágrimas, aunque su rostro inspira serenidad e incluso alegría, asumiendo con entereza su martirio.
En el cuadro superior contemplamos una nube de ángeles, de clara inspiración bizantina. El cielo tormentoso convierte a la obra en una zona dominada por los fogonazos de luz, que parecen esculpir los pliegues de la ropa de Jesús. La anatomía del Hijo de Dios parece totalmente inspirada en la obra escultórica de Miguel Ángel.
Está realizado en óleo sobre lienzo, y fue pintado hacia 1576, encontrándose actualmente en la Pinacoteca Antigua de Múnich. Se considera una de sus últimas obras.
Se trata de una típica composición de la época final del maestro. Con una proporción ideal formal y gran fuerza expresiva, la pintura se encuandra estilísticamente aún dentro del Alto Renacimiento.1
Destaca el gran dinamismo logrado por el artista, en parte por la colocación de las figuras, creándose la impresión de movimiento constante. El estilo es casi preimpresionista, siendo muy llamativa la utilización de pinceladas anchas y sueltas, aplicadas con gran libertad, que crean formas y contornos poco definidos y una especie de torbellino de colores. A veces se han atribuido estas particularidades al estado inacabado del cuadro.1 Es original también la forma de resolver la ambientación nocturna del episodio.
El Cristo crucificado con dos donantes es una pintura del pintor greco-español Doménikos Theotokópoulos, más conocido como El Greco, pintada hacia 1590. En la actualidad se conserva en el Museo del Louvre, en París.
Historia de la obra[editar]
Esta tela fue encargado al Greco por uno de los dos personajes retratados a los pies de la cruz. Su destino era una capilla del convento de las jerónimas de Toledo. En principio se creyó que los retratos de los donantescorrespondían a los de los hermanos Covarrubias, hijos del arquitecto Alonso de Covarrubias. Hoy se cree que la figura de la izquierda correspondería a Dionisio Melgar, canónigodel citado convento, quien habría realizado el encargo. En cuanto a la figura de la derecha, no se ha llegado a ninguna conclusión sobre su identidad: se han propuesto varios vecinos de Toledo, como Blas de Fuentechada o Pablo Rodríguez de Belalcázar, pero no hay consenso al respecto.1
Se sabe que en 1715 el lienzo aún permanecía en el convento de las jerónimas de Toledo. Ya en el siglo XIX el cuadro se encuentra en la colección de pintura española del rey de Francia, Luis Felipe I. En 1908 aparece en el Salón de Otoño de París, donde fue adquirido por el Museo del Louvre, donde se conserva hasta la actualidad.1 El cuadro se puede observar en la sala de pintura española, en el pabellón Denon, primera planta, sala 26.2
Análisis de la obra[editar]
Este Cristo crucificado es el primero de los once que el pintor toledano realizó a lo largo de su carrera. El primer rasgo original de la obra es haber situado a los dos donantes en el lugar en que tradicionalmente se encontrarían la Virgen María y el apóstol San Juan. La ausencia de paisaje, sustituido por las nubes en movimiento características del Greco, que evocan la oscuridad que, según los Evangelios, cayó sobre la tierra tras la muerte de Jesús, focaliza la atención en el cuerpo de Cristo.3 Este está tratado a la manera propia del Greco, con una gran estilización y en forma de serpentinata. Las formas alargadas y el uso de colores fríos característicos del pintor están presentes en esta obra.
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