martes, 11 de marzo de 2014

ÁREA DE LA BIOLOGÍA - HIPERTEXTOS



APÉNDICES SUPERFICIALES .-

Estructura   :

Recordemos que en el caso de los eucariotas  poseen una distribución característica de microtúbulos cuando se observan en un corte transversal: 9 + 2. Los elementos motrices de los procariotas no presentan esta estructura.
En algunos casos se los puede observar en campo oscuro, pero por lo general para verlos se necesitan métodos de tinción para microscopía óptica o la observación en microscopía electrónica.
Los flagelos pueden eliminarse de la superficie celular sin afectarse la viabilidad de la bacteria, solo se vuelve temporariamente inmóvil pero luego de un tiempo sintetiza nuevos flagelos. El  cloranfenicol, antibiótico que bloquea la síntesis proteica, impide la regeneración de los flagelos.
El flagelo bacteriano, una organela mótil, es un enorme complejo proteico, compuesto por unas 25 proteínas, que forman parte , ya sea de un anillo o una estructura filamentosa  con decenas de miles de subunidades. 

Bacteria politrica monopolar

Gancho y filamento flagelar

La estructura emerge desde la cara citoplasmática de la membrana celular hacia el espacio extracelular, desde donde el filamento helicoidal crece hasta  alcanzar una longitud de unos 15 micrones.
El ensamblaje del filamento procede desde la base a la punta del mismo, en una  eficiente y bien regulada secuencia de eventos. Tal como se observa en el diagrama inferior, la flagelina es selectivamente exportada desde el citoplasma hacia el estrecho canal central de flagelo y, desde este punto progresa por el canal hasta el extremo distal donde es finalmente ensamblada.
La "exportación" es mediada  por un complejo proteico acoplado a la cara citoplasmática del motor. Este "aparato exportador de flagelina" utiliza energía derivada de la hidrólisis de ATP y es homólogo al sistema de secreción tipo III de las bacterias patógenas (por medio del cual se inyectan proteínas con efectos patogénicos a una célula receptora).
Numerosas proteínas, llamadas "chaperonas" juegan un importante rol  en la secreción "pegándose" a las moléculas secretoras en el citoplasma bacteriano, previniendo el plegado de las proteínas en conformaciones imposibles de secretar o, como en Shigella,  impidiendo la asociación de las mismas antes de secretarse. Por otra parte parecen conducir proteínas hacia el aparato de secreción.  El flagelo bacteriano existe en numerosas bacterias y también en arqueobacterias, esto último probablemente indica que la existencia del flagelo bacteriano es anterior al origen de las bacterias Gram negativas  (donde por otra parte, fuera identificado el sistema de secreción tipo III).


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