Los océanos ocupan el 70% de la superficie terrestre y contienen una gran variedad de organismos. En sus aguas se pueden encontrar representantes de prácticamente todas las formas de vida.
Los seres que viven en el mar se han adaptado a condiciones físicas muy variadas (olas, mareas, corrientes, salinidad, temperatura, presión, iluminación, gases disueltos, etc.) y han desarrollado sistemas fisiológicos, de sujeción, de flotación, etc. muy variados.
Sus cadenas tróficas empiezan con organismos fotosintéticos y terminan con grandes ballenas, peces, calamares gigantes, etc.
Entre los organismos fotosintéticos (productores primarios) hay algas macroscópicas que pueden alcanzar tamaños de varias decenas de metros, pero la mayor parte de la producción primaria la realizan algas microscópicas -fitoplancton- que viven en los metros más superficiales de la superficie de las aguas, hasta donde entra la luz. El factor que limita la producción de fitoplancton en una zona oceánica suele ser el ión fosfato. Por eso en aquellos lugares en los que corrientes marinas ascendentes suben sales de fósforo desde los sedimentos del fondo oceánico a la superficie, el fitoplancton prolifera y, a partir de él, todo el resto de organismos de la cadena trófica se multiplican.
El fitoplancton alimenta al zooplancton y los dos nutren a un amplio grupo de animales filtradores. Muchos animales tan distintos como las grandes ballenas, los moluscos bivalvos (almejas, mejillones, etc.), y gran número de peces, se alimentan de los organismos microscópicos que recogen filtrando grandes cantidades de agua.
Los animales que se encuentran en el vértice de la cadena trófica, como tiburones, atunes, delfines, cachalotes, etc. se alimentan de los organismos más pequeños.
Los residuos orgánicos de los animales que viven cerca de la superficie se hunden hacia los fondos oceánicos y allí son el origen de la cadena trófica que permite vivir a los organismos que ocupan esos lugares.
Según las formas de vida de los organismos se distinguen en el océano:
- Organismos pelágicos.- Viven en las aguas libres, en las que los organismos que se encuentran viven sin relación con el fondo oceánico. Aquí encontramos los grandes cardúmenes de peces, ballenas, calamares, etc. que se desplazan por sus propios medios por el medio acuático.
- Organismos bentónicos.- Viven en el fondo oceánico. Los organismos que viven en este ambiente están sujetos al fondo o se apoyan y descansan en él para su alimentación, su reproducción, defensa, etc. El grupo de organismos bentónicos es muy numerosos (algas, anélidos, moluscos, corales, estrellas, crustáceos, peces de fondo, etc.)
- Organismos planctónicos.- Este grupo de seres vive flotando en las aguas y, aunque pueden realizar algunos desplazamientos por su cuenta, se mueven principalmente arrastrados por las corrientes. Entre ellos están algas microscópicas (fitoplancton), protozoos, pequeños crustáceos, huevos, larvas, medusas, etc.)
Figura 5-6 > Ecosistema marino
Según la cercanía a la costa se diferencian, horizontalmente, dos zonas:
- Zona nerítica.- Cercana a la costa, en zonas en las que la profundidad es, como mucho, de 150 o 200 m. Corresponden a la plataforma continental, con menos del 10% de la superficie oceánica total, pero con una producción que es casi la mitad del total generado por el océano. Se llama zona litoral a la que se ve afectada por la oscilación de las mareas.
- Zona oceánica.- Es la zona de aguas profundas. En los océanos el máximo de producción primaria se produce en la zona fótica(iluminada) a los 20 o 30 m de profundidad, aunque se encuentran algas hasta los 200 m, dependiendo de la transparencia de las aguas. Del plancton que se va produciendo, el 75% aproximadamente, es devorado por los consumidores de primer orden. El resto desciende hasta el fondo y se sedimenta. A partir de los 500 m (zona afótica) la oscuridad es absoluta en todos los lugares. Los organismos que viven en los grandes fondos abisales, poseen adaptaciones muy especiales a la oscuridad total, la irregularidad alimenticia y las grandes presiones que deben soportar. Las amplias zonas oceánicas son semidesérticas aunque en total aportan a la producción primaria de la ecosfera una notable cantidad de energía por su gran extensión, a pesar de su baja producción por unidad de superficie.
Los océanos juegan un importantísimo papel regulador del clima y de las concentraciones de CO2 y O2, lo que lógicamente repercute en la biosfera de forma muy importante. |
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