LOS VOLCANES .-
En los últimos 10000 años 1415 volcanes han sido activos en el mundo. Algunos de ellos entran en erupción muy frecuentemente como los de Hawaii, Etna y Stromboli, mientras otros permanecen en reposo durante muchos años, pero sería un error pensar que están extinguidos. La historia enseña que hay muchas erupciones catastróficas de volcanes que se pensaba que ya no eran activos porque había pasado mucho tiempo desde su última explosión como, por ejemplo, el de Pinatubo en Filipinas que entró en actividad en 1991. Millones de personas viven en la proximidad devolcanes peligrosos.
Una erupción volcánica de intensidad media o alta libera una energía similar a la de un terremoto de magnitud 6,5 a 8,5 de la escala de Richter. La explosión del volcán es más peligrosa cuanto más bruscamente se libera la energía, lo que depende de la viscosidad del magma y de la cantidad de gases que libere. Hay distintos tipos de erupciones:
a) Erupciones explosivas.- Si el magma es viscoso y muy rico en sustancias volátiles, cuando va ascendiendo a la superficie los gases que estaban disueltos en profundidad debido a las elevadas presiones, pasan a formar burbujas dentro de la masa de magma y en un determinado momento explotan, lanzando a la atmósfera, a gran velocidad, masas de lava incandescente y fragmentos de roca de la chimenea del volcán. La violencia de las explosiones de un volcán aumenta cuando el magma se pone en contacto con masas de agua (lagos, neveros, acuíferos, etc.) a las que vaporiza violentamente. La nube ardiente acompañada de fragmentos incandescentes y sólidos que se forma en una erupción explosiva se desplaza a unos 100 km/h con una gran capacidad destructiva. La que se formó en la explosión del Mont Pelé en La Martinica, el año 1902, alcanzó los 150 km/h y produjo 30 000 muertes. La columna eruptiva puede alcanzar 40 o 50 km de altura.
b) Erupciones efusivas.- Si el magma es fluido y con pocos gases fluye en forma de colada de lava líquida causando muchos menos daños. La velocidad de la colada no suele ser muy alta, aunque en la erupción del Niragongo (Zaire) en 1977 alcanzó una velocidad media de 30 Km/h causando 72 víctimas en un pueblo situado a 10 km del volcán. Los daños materiales pueden ser altos porque las coladas llegan a extenderse hasta decenas e incluso centenares de km desde la boca del volcán destruyendo campos de cultivo y asentamientos humanos.Vigilancia y previsión de las erupciones
Para proteger a las personas de los daños que puede originar un volcán, dos son las tareas principales a hacer:
Cuando el volcán pasa de una situación de reposo a otra de erupción tiene que recorrer una serie de fases que se pueden vigilar. El magma debe ascender a la superficie y en esa subida, empuja las rocas hacia arriba, levantando el suelo, se forman grietas por las que salen humos y vapores y aumentan las sacudidas sísmicas y el calor en la superficie. Los sistemas de vigilancia se fijan en estos síntomas para detectar cuando hay que dar la alarma. Pero es difícil hacer estas previsiones y no hay todavía capacidad científica de anticipar con seguridad las erupciones volcánicas. Erupciones como la del Monte St. Helens, en EEUU, en 1980, han sucedido sin que se hayan podido predecir.
- Mantener un sistema de vigilancia del volcán que permita prever cuando una erupción está próxima a suceder.
- Elaborar un buen plan de evacuación de la población.
La situación se hace más difícil en los casos en los que hay que evacuar grandes poblaciones. Se calcula, por ejemplo, que una erupción del Vesubio pondría en peligro de muerte a 600 000 personas y que para evacuar ordenadamente a toda esa población se necesitan tres semanas.
Una erupción de lava poco viscosa, como la que sería probable en Canarias si se produjera actividad volcánica, cambia la forma del terreno y puede llegar a modificar todo el aspecto de la isla. También se van originando elevaciones montañosas.
Otro efecto de las erupciones son los incendios forestales que provocan la desaparición de bosques enteros. Algunas especies como el pino canario, están especialmente bien adaptadas al fuego por lo que pueden resistir bastante bien estos efectos.
El terreno ocupado por una colada de lava enfriada comienza como un desierto sin nada de vida en sus comienzos. Con el tiempo se va formando suelo y se produce todo un proceso de sucesión de ecosistemas.
Los gases y cenizas emitidos por el volcán producen contaminación natural y lluvias ácidas e incluso, si la erupción es fuerte, pueden alterar el clima mundial. La erupción del volcán filipino Pinatubo, por ejemplo, es responsable de un enfriamiento global en los meses siguientes a su explosión.
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