Castillos de la provincia de Huesca
Castillo de Samitier
Localización
Se trata de un conjunto arquitectónico militar defensivo situado en la localidad altoaragonesa de Samitier, perteneciente al municipio de La Fueva, Sobrarbe, provincia de Huesca, Aragón, España.
Samitier está situado a orillas del embalse de Mediano, a 17 kilómetros de Aínsa y a 38 de la ciudad de Barbastro.
Está declarado Bien de Interés Cultural (BIC).
Desde Samitier, se accede por pista transitable a pie a 2 kilómetros de distancia. El conjunto está ubicado en una elevación al E del núcleo, en el llamado Tozal de Samitier, dominando un tramo estrecho del río Cinca llamado el Entremón. Se encuentra en una escarpada cresta de gran valor estratégico, con comunicación visual con los principales castillos situados al S en el valle del Cinca (Clamosa, Escanilla y Abizanda), así como con el de Troncedo. En la primera mitad del siglo XI formaba parte de la línea defensiva del Cinca junto a las fortificaciones citadas.
Historia
Se trata de una obra románica construida entre 1030-1040, en tiempos de Sancho III el Mayor, el cual fortificó la frontera cristiana frente a los territorios de dominación musulmana. En este contexto se engloba también a otros castillos de la zona como los de Abizanda, Escanilla, Troncedo, Olsón, Buil, Secastilla y Clamosa.
En fecha de 1055 aparece citado por primera vez en un documento de la cancillería de Ramiro I en el que se delimitan sus posesiones.
Aparece mencionado en otros documentos medievales que nos revelan la identidad de algunos de sus tenentes: Ramón de Larbesa (1135), Sancho de Antillón (1283, año en que pasó a pertenecer al conde de Urgell).
Descripción
El conjunto está compuesto por una torre hexagonal y la iglesia de los santos Emeterio y Celedonio. Asimismo, en un peñasco próximo hay restos de una atalaya, emplazada de forma magistral en un puntón del llamado estrecho del Entremón. La torre, construida en sillarejo y mampostería, tiene planta hexagonal imperfecta, con dos lados paralelos destacadamente más largos que el resto. Debió contar con al menos dos pisos de altura y presenta aspilleras a lo largo de sus fachadas.
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El conjunto religioso-militar de Samitier, dedicado a los santos-médicos Emeterio y Celedonio (de la expresión "San Emetier" deriva la palabra Samitier) se eleva sobre la vertical de la presa del pantano de Mediano. Se puede acceder al mismo desde el pueblecito de Samitier, en la carretera Barbastro-Boltaña. Una pista nos permite ascender caminando en unos 30 minutos. Aunque es practicable para todoterreno, merece la pena el paseo para disfrutar, despacio, de las magníficas vistas.A mitad de camino, la ermita gótica (S XVI) de Nª Sª de Waldesca recientemente rehabilitada, bien merece una parada. Este conjunto es uno de mis lugares preferidos por cuanto que aúna rancia historia, impresionantes vistas y magnífica arquitectura románica. Por las fotos puedes hacerte una idea; pero nada comparable a estar allí. Merece la pena. Las puertas de la iglesia poseen cerrojos practicables y no hay problema para acceder al interior.Decir "nido de águilas" es un tópico; pero hablando de Samitier el tópico se queda muy pero muy corto.El Conjunto se edificó entre 1030 y 1050 por orden de Ramiro I como enclave destacado de la primitiva frontera del Sobrarbe.Encargó de su custodia y culto de la iglesia a una comunidad de monjes-soldado en un anticipo de lo que más tarde serían las órdenes militares. Es una de las construcciones románicas más antiguas del Sobrarbe.2Al sur del conjunto, en una cresta próxima (Imágenes 2 y 5), subsiste la base de su torre albarrana. Viendo la imagen 3, se hace uno perfecta idea de la situación de "colgado" del conjunto sobre "el entremón del Cinca", angosto cañón entre los pantanos de Mediano y El Grado.Durante los años 1996 y 97 se realizaron obras de acondicionamiento y restauración por la empresa "PRAMES S.A.", a cargo del Gobierno de Aragón con apoyo de helicóptero para acarreo de materiales. Se sanearon las cubiertas eliminando abundante material de relleno bajo los tejados, hasta el trasdos de las naves, consolidando las bóvedas. Al interior, se eliminaron los muros que cegaban los arcos de separación de las naves. Apareció la cámara de la torre para ocultar bienes de valor así como dos ventanas en muro norte. Asimismo se limpió y consolidó el castillo.Al tiempo se rehabilitó la ermita de Sta Waldesca, en el camino de acceso. En la misma campaña se rehabilitaron Sescún y San Martín de la Val d´Onsera, Sta Quiteria de Montfalcó y Nª Sraª del Congost, de Chiriveta; todas ellas de difícil acceso por lo que hubo de recurrirse a empresa especializada (PRAMES S.A.) y apoyo de helicóptero. Hay un vídeo en la Biblioteca Municipal de Huesca dedicado a estas restauraciones que merece la pena ver. ¡Bién!La iglesia, datable entre 1045 y1055, estrechamente vinculada a la de San Martín de Buil, es de caracter netamente defensivo. Ábsides formando parte de la muralla como cubos de la misma, los he visto en bastantes fortificaciones; pero en ningún otro lugar como en éste la propia iglesia de través cortando el paso al recinto de la fortaleza. (Imagen 6)6La primitiva puerta de la iglesia estaba en alto (Imagen 7), y en la actualidad simula una ventana al haber sido cegada su mitad inferior y haberse practicada bajo ella otra a nivel del suelo. Para acceder al reciento del castillo, hay que atravesar la iglesia, accediendo al mismo por una puerta a los pies de la nave norte (Imagen 8)El castillo es una gran torre de planta hexagonal con una muralla de 25 m en la que destaca un pequeño cubo (Imagen 9) en su centro, que la une con la iglesia. Está construido en mampostería, y conserva retranqueos en sus muros y mechinales de sustento de las plantas. En la planta baja, de almacén, subsiste un aljibe (Imágenes 10 y 11).La puerta de acceso a la torre abre en la primera planta (Imagen 9 y 12), y sobre ella, en planta 2ª, hay un pequeño y tosco ventanal de arco de medio punto, dovelado de despiece radial, con clave triangular al interior (Imagen 13) al estilo de la bonita puerta mozárabe de Santa María de Espierre.14Asomándonos con cuidado (abstenerse los afectos de vértigo) a través del caído muro norte, las vistas al entremón del Cinca sobre la misma presa de Mediano son inolvidables (Imágenes 14 y 15).Desde el interior del recinto, situados a la cabecera de la iglesia, la vista de todo el embalse de El Grado es preciosa. Se comunica visualmente en esta dirección con el castillo de Torreciudad (Imagen 16).Hacia el norte, las vistas del pantano de Mediano, (Imágenes 17 a 19) con su torre sumergida asomando como un puntito en laimagen 19, y el macizo de Monte Perdido y la Peña Montañesa, son memorables. En esta dirección se comunica visualmente con Muro de Roda, en la otra orilla del embalse.Sube a sentirlo. Merece la pena. Las palabras y las imágenes no pueden representar ni de lejos su encanto.
Castillo de Troncedo
Se trata de un conjunto arquitectónico militar defensivo situado en la localidad altoaragonesa de Troncedo, perteneciente al valle y municipio de La Fueva, en la comarca de Sobrarbe, Huesca, Aragón. Troncedo dista 28 kilómetros de Aínsa y 19 de Graus.
Está declarado Bien de Interés Cultural (BIC).
EL castillo tiene comunicación visual con el valle del Cinca (castillo de Samitier) y con La Fueva (castillo de Muro de Roda). Protege uno de los valles de posible acceso al interior de La Fueva desde el S y el O.
Historia
Diversos autores, basándose en el análisis del aparejo, creen que es una obra de la primera mitad del siglo XI, que bien podía estar construida en 1035, si tenemos en cuenta su mención en el testamento de Sancho el Mayor, en la que dona Sobrarbe a su hijo Gonzalo. Dicho monarca creó una red de fortificaciones para controlar la frontera frente a los territorios de dominación musulmana. En el mismo contexto se enmarcan los castillos de Abizanda, Secastilla, Clamosa, Escanilla, Samitier, Olsón y Buil. De todas formas, contando con la presencia de grandes sillares en la parte inferior de la torre y en algunas hiladas de la superior, creen que se aprovechó una construcción anterior reutilizando el basamento y materiales.
Entre los años 2007 y 2010 se han llevado a cabo diversos trabajos de conservación y restauración.
Descripción1
Se trata de un conjunto fortificado ubicado en un espolón con orientación hacia el río Cinca, actuando como cierre del hacia el valle de La Fueva. Se comunica visualmente con los recintos fortificados de Muro de Roda y Samitier, al noroeste y oeste, respectivamente.
EL recinto estaba emplazado y amoldado en el terreno en el que se encuentra, una superficie pequeña y alargada, en la que solo resta parte del muro de sillar que lo rodeaba y la torre situada en el extremo E. su elemento más visible. La torre posee planta pentagonal al exterior y rectangular al interior. Está construido mayoritariamente en sillarejo, aunque presenta piedra sillar en su parte baja, a modo de zócalo. Ha perdido parte de su lienzo occidental. Tiene sótano y, al menos, dos pisos, sin saber exactamenta dónde se situaba la entrada, aunque algunos restos parecen indicar que estaba situada en altura en el lienzo desaparecido.
Troncedo es la llave del valle de La Fueva. Su castillo lo domina desde sus 1000 m de altura. En el extremo oeste del pueblo, situado en un tozal se halla el castillo formado por una gran torre de planta pentagonal al exterior y cuadrada al interior, con su proa apuntando al nordeste y un recinto cuyo muro, apenas destaca. Desde el castillo hay comunicación visual con Muro de Roda y Samitier (Ver mapa)
Es el castillo con mayor superficie interna de los de Aragón. Sus medidas de alrededor de 10,50 x 6,50 metros le aportan una superficie en planta rondando los 64 metros cuadrados. Probablemente debido a sus dimensiones fuera de lo habitual, como apunta A. Castán, los constructores se vieron obligados a recrecer los muros hacia el interior hasta conformar el espacio de planta rectangular en el piso bajo. La gran anchura de fábrica, en especial en el eje este-oeste, dificultaría seriamente la edificación de piso de madera.Ese detalle puede ser la causa de que al interior el aspecto del sillarejo sea descuidado y sin el toque del acabado de sillarejos vistos. La impresión que transmite su interior es de que se hubieran arrancado su revestimiento.
Al exterior está acabado con sillarejos bien aparejados, con abundantes mechinales pareados edificativos (es obra de maestros locales hacia 1040 o 1050, aun cuando el lugar es citado en documentos en 1035). Destaca la existencia en su base de sillares de tamaño muy grande. Hay alguno de casi metro y medio de longitud. A pesar de que se ha invocado para ellos una obra anterior, o cierto es que entre hiladas de sillares grandes se intercalan otras de sillarejo "estándar" (Imagen 6) por o que es lógico pensar con A. Castán que estamos ante una obra unitaria.El espesor de sus muros alcanza casi los dos metros en algunos lugares (Imagen 8). En el lado norte del cerro en que asienta, quedan unos 30 metros de lienzo y restos de un cubo de muralla, aun cuando su observación es difícil por la vegetación existente. A destacar que en el arranque del lienzo hay una aspillera de notable tamaño, con inclinación de su luz al modo de las vistas en Abizanda o Loarre y que debieron servir para verter líquidos ardientes inflamables (Imagen 7).
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En la actualidad (enero de 2011), el castillo está siendo consolidado y sometido a un necesario proceso de restauración. Laimagen 9 muestra su actual estado visto desde poniente.
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El castillo debió de contar con tres plantas. La que ocupa mayor espacio es la inferior, cuyos muros fueron recrecidos hacia el interior para darle forma rectangular y poder cubrir la superficie con maderos. En ella tan solo encontramos un pequeño vano adintelado en el lienzo sur (Imágenes 13 y 14).Por encima de este espacio, hay un retranqueo. Al no continuar hacia la altura la nueva planta rectangular, en ella encontramos la original, pentagonal, como puede apreciarse en la imagen 10 por encima de las flechas amarillas inferiores. En esta planta abren tres grandes vanos bastante deteriorados y es probable que hubiera un cuarto en el lienzo norte (Imágenes 11 a 14).
Aunque desaparecida, es lógico que en el lienzo oeste estuviera en altura la puerta de acceso a la torre (Imagen 9). Más arriba, la tercera planta muestra pequeños vanos de medio punto dovelado (queda uno con su forma reconocible: imagen 10, en altura.) con misión de vigilancia. Por lo que resta de la altura de la torre, se puede deducir que habría dos en cada lienzo, lateralizados hacia las esquinas para tresbolillarse con el vano grande central del piso inferior.
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Mucho tiempo hemos esperado que una actuación en este castillo frenase su progresiva ruina y garantizase su supervivencia. Me gustará añadir en su momento imágenes del mismo tras su conclusión.
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