Castillos de la provincia de Teruel
El Castillo de Alcalá de la Selva o Castillo de los Heredia, se erige en la localidad homónimaespañola situada en la comarca de Gúdar-Javalambre (Teruel, Aragón).
Historia
Aunque de origen musulmán, el castillo no aparece citado hasta el año 1118, cuando fue donado por Alfonso I de Aragón a Lope Juan de Tarazona. No obstante, tras la muerte de este monarca, pasó de nuevo a manos musulmanas. Su reconquista definitiva tuvo lugar en 1174 por parte de Alfonso II, siendo devuelto a Lope Juan de Tarazona, quien a su vez lo cedería a Raimundo, prior de Ejea, y a la abadía francesa de la Gran Selva Mayor. De este hecho deriva el actual nombre de la villa, Alcalá de la Selva. En 1375 el castillo fue vendido por los monjes a los Fernández de Heredia, señores de la baronía de Mora de Rubielos, quienes lo utilizaron como residencia ocasional.
En 1834 fue ocupado por las huestes carlistas, siendo posteriormente atacado y en gran medida destruido por el general O’Donnell.
Descripción
Emplazado sobe un pequeño cerro, el castillo formaba parte del sistema defensivo de la población, de cuyas murallas apenas quedan restos. Posee planta poligonal de 37 por 15 m, albergando un patio rectangular de grandes dimensiones. Toda la fortaleza está construida con piedra menuda, reforzada por sillares en las aristas. Posee una torre del homenaje de planta irregular, dividida en tres grandes salas. La estancia central está cubierta con una bóveda de cañón apuntado.
El castillo ocupa la parte superior del espolón rocoso. Es probable que la ocupación islámica superase los límites de la actual fortaleza, extendiéndose por la parte superior de la ladera meridional, en la que se detecta la presencia de materiales.
En este enclave se ha detectado la presencia de algunas estructuras iberorromanas y de otras de cronología contemporánea (vinculadas a las Guerras Carlistas). En cuanto a las estructuras medievales, se solapan las procedentes de tres construcciones: Castillo Islámico (Alcalá II): La estructura de esta fortificación pudo articularse en diversos escalonamientos o "terrazas"; La más alta de ellas ha desaparecido casi totalmente, conservándose tan solo restos de un muro y de un banco corrido. El grueso de las estructuras descubiertas en las excavaciones arqueológicas pertenecería a una "segunda terraza". Gran parte de ellas estaban realizadas mediante encofrados de piedra y de yeso rosáceo. Destaca por su extraordinario estado de conservación los muros aparecidos en el subsuelo de la actual torre del homenaje, con un pilar y un banco corrido. Castillo de los monjes de la Selva Mayor (Alcalá III): Esta nueva fortaleza integrará algunas de las estructuras del castillo islámico, aunque sus fábricas más destacadas se realizarán mediante potentes muros de mampostería regularizada de buena calidad, trabada con mortero de cal. La nueva fortaleza tendría una dimensiones parecidas o ligeramente inferiores a las del actual castillo. Y que aunque interiormente presentaba unos escalonamientos que se adecuaban al terreno natural, exteriormente tenía una apariencia compacta, con un gran torreón cuadrado que podría hacer las veces de "torre del homenaje" y que aún se conserva embutido en la fábrica actual; y un cuerpo anexo que, a grandes rasgos, coincide en su fachada meridional con el gran muro que delimita el castillo actual, aunque con una altura sensiblemente inferior. Es posible que en el extremo del espolón existiera alguna otra estructura, de la que no se han conservado evidencias claras. Destaca la presencia de una amplia sala, de suelo irregular, con una peculiar cubierta de madera con faldones (o, al menos, apoyos en ángulo), que recuerda a las de parhilera. Castillo de los Fernández de Heredia (Alcalá IV): La mayor parte de la actual fábrica del castillo de Alcalá fue realizada por los Fernández de Heredia, durante el último 1/4 del siglo XIV y a lo largo del siglo XV. A diferencia de las fortificaciones anteriormente asentadas, para la construcción del nuevo castillo se habilitó una amplia plataforma, utilizando para ello buena parte de los muros perimetrales del castillo de la Selva Mayor y rellenando algunas de las viejas estancias de la fortaleza con aquellos escombros procedentes de la demolición de las partes del antiguo edificio que no se iban a reutilizar en la nueva fábrica; la presencia de algunos bloques de yeso similares a los muros que vinculamos al castillo islámico, demuestran que buena parte de esta fortaleza había sido reutilizada en el castillo de la Selva Mayor. Y muchas de las estructuras de este último también fueron reutilizados por los Fernández de Heredia, tanto para seguir delimitando algunos espacios como para cimiento de la nueva estructura. Esta reutilización facilitó el notable crecimiento en altura de la nueva fortaleza, que enmascara totalmente la antigua cumbre del espolón sobre el que se asienta. La fortaleza constaba de un portal flanqueado por sendas torres-puerta, un recinto con estrecho patio de armas interior flanqueado por construcciones de servicio adosadas a los muros perimetrales y una "torre del homenaje", de planta poligonal. Esta última consta de tres plantas. En la inferior, accesible desde el patio de armas, había cuatro salas cubiertas con bóveda apuntada; solo dos de ellas disponían de pequeñas ventanas de iluminación, situadas en la parte más alta (los restantes vanos son de cronología posterior); a la planta superior se accedía por una puerta protegida con un cierre de tranca, que comunicaba con el adarva de la muralla, al que, a su vez, se debía acceder por una escalera situada en una de las torres; ese paso estaba resaltado respecto al adarve, lo que acentuaba aún más la componente defensiva. Esta segunda planta también consta de cuatro salas, todas ellas con ventanas abiertal al exterior, alguna de cuidada sillería abocinada. Tres de estos vanos se abrían al muro SE y y al menos dos de ellos constaban de una ventana con bancos festejadores, transformados posteriormente en acceso a una balconada carlista. La sala más oriental tiene una chimenea de considerables dimensiones. El acceso a la planta superior pudo realizarse mediante una escalera situada en un ángulo de la sala meridional. En la planta superior había una plataforma enlosada y un cuerpo con galería de arcos abocinados, orientados hacia todos los ángulos, posiblemente asociados a alguna pieza artillera. Los materiales detectados permiten fechar esta galería en el siglo XVI.
En este enclave se ha detectado la presencia de algunas estructuras iberorromanas y de otras de cronología contemporánea (vinculadas a las Guerras Carlistas). En cuanto a las estructuras medievales, se solapan las procedentes de tres construcciones: Castillo Islámico (Alcalá II): La estructura de esta fortificación pudo articularse en diversos escalonamientos o "terrazas"; La más alta de ellas ha desaparecido casi totalmente, conservándose tan solo restos de un muro y de un banco corrido. El grueso de las estructuras descubiertas en las excavaciones arqueológicas pertenecería a una "segunda terraza". Gran parte de ellas estaban realizadas mediante encofrados de piedra y de yeso rosáceo. Destaca por su extraordinario estado de conservación los muros aparecidos en el subsuelo de la actual torre del homenaje, con un pilar y un banco corrido. Castillo de los monjes de la Selva Mayor (Alcalá III): Esta nueva fortaleza integrará algunas de las estructuras del castillo islámico, aunque sus fábricas más destacadas se realizarán mediante potentes muros de mampostería regularizada de buena calidad, trabada con mortero de cal. La nueva fortaleza tendría una dimensiones parecidas o ligeramente inferiores a las del actual castillo. Y que aunque interiormente presentaba unos escalonamientos que se adecuaban al terreno natural, exteriormente tenía una apariencia compacta, con un gran torreón cuadrado que podría hacer las veces de "torre del homenaje" y que aún se conserva embutido en la fábrica actual; y un cuerpo anexo que, a grandes rasgos, coincide en su fachada meridional con el gran muro que delimita el castillo actual, aunque con una altura sensiblemente inferior. Es posible que en el extremo del espolón existiera alguna otra estructura, de la que no se han conservado evidencias claras. Destaca la presencia de una amplia sala, de suelo irregular, con una peculiar cubierta de madera con faldones (o, al menos, apoyos en ángulo), que recuerda a las de parhilera. Castillo de los Fernández de Heredia (Alcalá IV): La mayor parte de la actual fábrica del castillo de Alcalá fue realizada por los Fernández de Heredia, durante el último 1/4 del siglo XIV y a lo largo del siglo XV. A diferencia de las fortificaciones anteriormente asentadas, para la construcción del nuevo castillo se habilitó una amplia plataforma, utilizando para ello buena parte de los muros perimetrales del castillo de la Selva Mayor y rellenando algunas de las viejas estancias de la fortaleza con aquellos escombros procedentes de la demolición de las partes del antiguo edificio que no se iban a reutilizar en la nueva fábrica; la presencia de algunos bloques de yeso similares a los muros que vinculamos al castillo islámico, demuestran que buena parte de esta fortaleza había sido reutilizada en el castillo de la Selva Mayor. Y muchas de las estructuras de este último también fueron reutilizados por los Fernández de Heredia, tanto para seguir delimitando algunos espacios como para cimiento de la nueva estructura. Esta reutilización facilitó el notable crecimiento en altura de la nueva fortaleza, que enmascara totalmente la antigua cumbre del espolón sobre el que se asienta. La fortaleza constaba de un portal flanqueado por sendas torres-puerta, un recinto con estrecho patio de armas interior flanqueado por construcciones de servicio adosadas a los muros perimetrales y una "torre del homenaje", de planta poligonal. Esta última consta de tres plantas. En la inferior, accesible desde el patio de armas, había cuatro salas cubiertas con bóveda apuntada; solo dos de ellas disponían de pequeñas ventanas de iluminación, situadas en la parte más alta (los restantes vanos son de cronología posterior); a la planta superior se accedía por una puerta protegida con un cierre de tranca, que comunicaba con el adarva de la muralla, al que, a su vez, se debía acceder por una escalera situada en una de las torres; ese paso estaba resaltado respecto al adarve, lo que acentuaba aún más la componente defensiva. Esta segunda planta también consta de cuatro salas, todas ellas con ventanas abiertal al exterior, alguna de cuidada sillería abocinada. Tres de estos vanos se abrían al muro SE y y al menos dos de ellos constaban de una ventana con bancos festejadores, transformados posteriormente en acceso a una balconada carlista. La sala más oriental tiene una chimenea de considerables dimensiones. El acceso a la planta superior pudo realizarse mediante una escalera situada en un ángulo de la sala meridional. En la planta superior había una plataforma enlosada y un cuerpo con galería de arcos abocinados, orientados hacia todos los ángulos, posiblemente asociados a alguna pieza artillera. Los materiales detectados permiten fechar esta galería en el siglo XVI.
El Castillo de Calanda es una construcción del siglo XI que fue destruida en 1839 durante la I Guerra Carlistay de la que sólo quedan los restos. Situado junto al Templo del Pilar, está catalogado como Bien de Interés Cultural, habiendo sido recientemente sometido a una restauración. 1
Descripción
El castillo es de origen árabe y fue ocupado en 1169 por Alfonso II, al igual que otras zonas como Aguaviva,Castellote y Cuevas de Cañart.1
En un primer momento fue propiedad la familia Alagón hasta que Calanda fue intercambiada, durante el siglo XIII a la orden de Calatrava por terrenos situados en Valencia . Perteneció a la orden militar hasta el fin de los señoríos.1
Durante las guerras carlistas sufrió grandes desperfectos, estando prácticamente en ruinas desde 1838 .1
En la actualidad aún puede observarse su planta alargada e irregular. Se accede mediante una rampa y el solar donde se encontraba está cerrado ya que se han realizado excavaciones arqueológicas presentando suelos, un aljibe para la recogida de agua, escaleras...2
Pese a su lamentable estado de conservación está catalogado, de modo genérico como Bien de Interés Cultural, como ocurre con todos los castillo del país. Su declaración está recogida en la resolución del 17 de abril de 2006 y publicada en el Boletín Oficial de Aragón el 22 de mayo de 2006.
Situación
Los restos del Castillo de Calanda se encuentran junto a la iglesia de Nuestra Señora del Pilar de la localidad de Calanda, en la comarca de Bajo Aragón de la provincia de Teruel.
Historia
El castillo fue construido por los musulmanes posiblemente en el siglo XI, y conquistado por Alfonso II, rey de Aragón, en 1169.
Perteneció a la familia Alagón hasta que, en el siglo XIII, pasara a la Orden de Calatrava a cambio de unos terrenos en Valencia. Permaneció en manos calatravas hasta la abolición de los señoríos.
En 1838, durante el primera guerra carlista, la fortaleza sufrió graves daños, quedando entonces en estado de ruina progresiva hasta la actualidad.
Perteneció a la familia Alagón hasta que, en el siglo XIII, pasara a la Orden de Calatrava a cambio de unos terrenos en Valencia. Permaneció en manos calatravas hasta la abolición de los señoríos.
En 1838, durante el primera guerra carlista, la fortaleza sufrió graves daños, quedando entonces en estado de ruina progresiva hasta la actualidad.
Descripción
El antiguo castillo musulmán era de planta alargada e irregular. Se accedeía a él por una rampa.
Estado de conservación
Hoy día solo se conservan algunos vestigios, como parte de la muralla, la rampa de acceso, restos de muros y estancias y un aljibe.
Protección
Bajo la protección de la Declaración genérica del Decreto de 22 de abril de 1949, y la Ley 16/1985 sobre el Patrimonio Histórico Español.
Visitas
Su interior se encuentra cerrado por excavaciones arqueológicas.
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