Castillos de la provincia de Huesca
El castillo de Alins, del que actualmente solo quedan algunos restos, se erige sobre un promontorio rocoso que domina el lado norte del núcleo de Alins, en el término españolde Azanuy-Alins (Aragón), al lado de la iglesia y del palacio del siglo XVI que cierra el acceso a la cia.1 2
Se supone que el origen del castillo es de época islámica, cuando el castillo protegía el flanco del castillo de Calasanz, pero los restos actuales deben de ser de época feudal.1Era de planta rectangular, de 16 por 5 metros, y se conservan un par de metros de altura de algunos muros, de mazonería y argamasa encofrada.
La pequeña localidad de Alins del Monte se sitúa en la comarca de La Litera, al sur de la sierra de la Carrodilla y a unos diecisiete kilómetros al nordeste de Monzón. Retrepado en lo alto de una loma, su iglesia y los exiguos restos de un sencillo castillo ocupan la cota más elevada. Situación claramente defensiva destinada a guarecer el flanco occidental del castillo de la vecina localidad de Calasanz.
Es templo elegante, en especial cuando es contemplado desde su cabecera que se eleva desde un escarpe rocoso, con tanta altura que más parece torreón de vigilancia (Imágenes 6 a 8). La iglesia es de nave única y en sus hechuras se advierten los "remiendos" de sucesivas reformas en el tiempo. Los diferentes materiales y calidad de las hechuras nos orientan bastante bien al respecto. Tanto al interior como al exterior de la cabecera abundan marcas de cantería, aunque limitándose a un par de signos: una "V" con bisectriz (a modo de pata de oca) y un aspa son las más abundantes.
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La cabecera se alza sobre un basamento teóricamente macizo, siendo su base de mayor diámetro y de forma tronco cónica hasta prácticamente el inicio del suelo del altar. Las hiladas más inferiores en su lado sudeste muestran signos de mayor antigüedad. Son sillarejos poco desbastados y evidentemente más toscos que los sillares de caliza blanca situados más arriba y con las marcas descritas (Imágenes 7 y 8). Hechuras que encajan más con los restos de la vieja fortaleza situada poco a poniente sobre la zona más elevada del cerro (Imágenes 13 y 14).
El ábside es sobrio y en su zona alta abren dos vanos de doble derrama, aun cuando los textos consultados y la planta en los paneles informativos se empeñan repetitivamente en que posee tres. Por encima de los vanos se advierten dos momentos edificativos distintos, acordes con la reedificación y con el cierre mediante bóveda de ladrillo que veremos al interior.
La portada abre en el muro sur, poco a poniente de una capilla añadida. Es de medio punto dovelada, con guardapolvo e imposta decorado con elegantes puntas de diamante en caliza blanca (Imagen 9). Sobre el hastial de poniente, espadaña bífora rematando el conjunto (Imagen 10).
Las noticias documentales que he recogido arrancan de modo unánime del primer tercio del XIII relacionándose con el enclave templario de la cercana ciudad de Monzón. Y sin duda debe de ser cierto; pero creo que antes de ello ya hubo allí castillo e iglesia castrense sobre la que asentó la que contemplamos.
En un artículo de la revista Argensola del Instituto de Estudios Altoaragoneses (Nº 110, pag.: 287-236, 1996), Francisco Castillón revisa los "Documentos de Santa María de Alaón y de sus prioratos de Vilet y Chalamera". En el mismo hace notar que "Siguiendo los caminos de la reconquista aragonesa por los valles del Cinca y del Sosa, los monjes fundaron tres nuevos prioratos suplantando a los antiguos: Santa María del Vilet (Gabasa), Santa María de Chalamera y San Bartolomé de Calasanz".
Es decir que bastante antes de las noticias que nos llegan del siglo XIII hubo en esta zona actividad monástica dependiente del monasterio de Alaón. Ello es de interés porque encaja con una epigrafía reutilizada al interior del templo, que he descifrado en parte y que veremos más adelante.
Al interior, el templo sigue mostrándonos los efectos de "patchwork" resultantes de las diferentes épocas constructivas y de sus reedificaciones. Lo más llamativo es su nave, de alegres tonos que animan la reforma mayoritariamente del XVIII con sus bóvedas de lunetos.
El cilindro absidal es la zona más primitiva de lo visto. Al igual que al exterior hay sillares de dos tonalidades: caliza clara y arenisca oscura. Además, ladrillo cerrando la parte alta de su bóveda, probablemente para remendar algún derrumbe (Imágenes 15 y 16).
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A los pies del templo hay coro alto de madera y en los laterales, capillas de poca profundidad de las cuales la sur sobresale algo en planta. Es en ella donde encontramos dos inscripciones en fragmentos pétreos recolocados (Imágenes 19 y 20).
Probablemente proceden del templo anterior y fueran reutilizadas como elementos edificativos en un momento más tardío. Ya al exterior en el lado norte del ábside he visto un sillar que se labró a partir de una lápida epigrafiada (Imágenes 11 y 12). En dicho sillar se incluyen parte de dos líneas y una tercera amputada. Como además se colocó en posición invertida, su lectura se ha dado como "de difícil interpretación". La imagen 12 corresponde a dicho sillar girado para verlo en posición ortodoxa.
Por lo que respecta a los dos fragmentos que contienen epigrafía reutilizados en la capilla sur, decir que al igual que el del exterior, se recolocaron en posición invertida lo cual, como es entendible, aumenta la dificultad de lectura "in situ". Es curiosa la insistencia a colocar boca abajo estas inscripciones. Quizá por ello los paneles informativos del pueblo al presentar la planta del templo también la presenten volteada con los lados sur y norte invertidos. Debe de ser que ninguno de los autores de lo mencionado supieran lo que se llevaban entre manos.
La lápida de la imagen 21 es lógico que se colocase invertida, ya que la roseta delicadamente tallada parece sugerir encabezamiento, cuando no es sino firma y final del documento en piedra. Deteriorada tan solo leo la palabra final "dominus". Es bello el motivo de la roseta y bao la "o" de dominus hay un pequeño dibujo de zigzag doble enmarcado y alargado.
Por fin, la segunda de las lápidas del interior del templo, está entera, aunque bastante deteriorada. Al igual que la anterior la muestro ya girada, puesto que en el templo está invertida. La imagen 22 es interactiva y colocando el cursor sobre ella se resaltan los trazos que he podido descifrar de la misma.
Entiendo que es de gran interés puesto que nos da información importante en relación con el término "FECIT" del inicio de la tercera línea.
En la primera línea aparece un nombre: PETRUS RAIMUNDUS. En la segunda, su cargo y el lugar de origen. Podría poner "MONACHUS"; pero no lo leo claro, y lo que es seguro y de gran interés por lo ya comentado es que se lee: "ALAONENSIS"; es decir "de Alaón".
La tercera línea el ya mencionado y rotundo "FECIT"; pero no leo lo que sigue; que se debe de referir a lo hecho y más allá: "SCI PTR M" que leo como abreviatura de San Pedro Mártir.
Quizá fuera esa la primitiva advocación del templo erigido por un monje de Alaón sobre el cual, más adelante los sanjuanistas alzaron el actual?
Bueno, que me meto en terreno "fangoso". Dejo el desarrollo de las hipótesis para los especialistas. Mientras tanto disfrutad de las imágenes.
Por cierto: si recorréis la zona, como la portada de Tolva es de gran interés, os recomiendo el restaurante del pueblo nada más entrar al mismo. Se llama "Els Cremalls". Aparentemente sencillo, disfruté de su menú de 15 euros como hacía días no me ocurría: Un revuelto de habitas tiernas con gambas, trigueros, ajetes y hongos; y una dorada de ración con gambas y cigalita, más cuajada con miel café y cerveza me hicieron reponer fuerzas para la sesión fotográfica de la tarde (que todo no va a ser "trabajo"). Porque la portada de Tolva gana con la luz del atardecer.
El castillo de Calasanz es un castillo de origen islámico situado en un acantilado sobre el pueblo de Calasanz,1 en el término municipal de Peralta de Calasanz (Provincia de Huesca, España).
El castillo se encuentra en la parte superior de una peña, donde se corta transversalmente por un foso de unos 6 metros de ancho y 60 de largo, con una profundidad de unos tres metros.2 Este valle, que en parte aprovecha una grieta natural, aísla una plataforma rocosa que queda protegida en los lados por los cortes verticales de la roca, y es en esta plataforma en la que se encuentran los restos del castillo.2 Las principales construcciones que conforman la plataforma son la base de una estructura rectangular de 5 por 7 metros, con muros de 1,70 m. de grosor, de mampostería irregular de cantos de caliza unidos con argamasa de cal, posiblemente de época islámica, la base de una torre cilíndrica de 2 metros de diámetro y una cisterna cubierta con bóveda, construidas posteriormente.3 Se conservan también algunos restos de murallas.
Defendiendo este sector del resto de la plataforma de roca existe un foso excavado en la cantera calcárea. En el sector este de la plataforma Se encuentra dos habitaciones excavadas en la roca. En el sector oeste se conserva un aljibe excavado en la roca realzado por muros de mampostería irregular de cantos de caliza, trabados con argamasa de cal, con enlucido en el interior. Estaría cubierto por una bóveda, de la que se conservan los arranques. Dentro del recinto de la fortaleza se alza la ermita de Ermita de San Bartolomé, de estilo románico y una sola nave con ábside semicircular, aunque no presenta elementos de fortificación.
El castillo de Calasanz formaba parte de las defensas del distrito de Lérida en tiempos islámicos. Se situaba en una posición estratégica para las comunicaciones entre Barbastro y Lérida, dominado el valle del río Sosa, junto con el castillo de Montmagastre. En 1083Ermengol IV de Urgel ordenó un sitio, pero el castillo ofreció una larga resistencia que no terminó hasta su incorporación a Aragón en 1103, mediante una rendición pactada.
El Castillo de Calasanz está incluido dentro de la relación de castillos considerados Bienes de Interés Cultural en virtud de lo dispuesto en la disposición adicional segunda de la Ley 3/1999, de 10 de marzo, del Patrimonio Cultural Aragonés. Este listado fue publicado en el Boletín Oficial de Aragón del día 22 de mayo de 2006.
La localidad de Calasanz pertenece a la comarca de la Litera. Se sitúa aproximadamente a mitad de camino entre Binefar y Benabarre retrepada sobre un escarpe que domina el terreno. Cuando nos aproximamos hacia el lugar, en la lejanía, recuerda bastante a la localidad de Alquezar.
Para unos su nombre procedería del prefijo islámico "Cal": el castillo, siendo la equivalencia a "el castillo del santo"
De la fortificación medieval quedan algunos vestigios como un saliente de la muralla en forma de cubo de perfil circular (Imágenes 2 a 4), escalones tallados en la piedra (Imagen 7) o un aljibe con restos del arranque de su abovedamiento (Imágenes 5 y 6).
En esta primera época de la fortaleza, se suceden las conquistas y pérdidas por los condes de Urgell durante los siglos X y XI.
Será el rey aragonés Pedro I quien conquiste la zona a los árabes en el día de San Bartolomé del año 1102, ordenando erigir una iglesia a poniente de la fortificación dedicada a ese santo. Fue consagrada en 1103 (Imagen 8).
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La iglesia de San Bartolomé es un templo de modestas dimensiones. Originalmente de nave única, se varió por el añadido de sendas capillas laterales a la de cruz latina (Imagen 11). El ábside es sencillo, sin decoraciones. Un vano aspillerado lo centra. La portada abre a los pies del muro sur y sus gastadas arquivoltas le dan un particular toque arcaico (Imagen 10).
La actual iglesia parroquial dedicada a San Cipriano data del siglo XVI (Imágenes 12, 13 y 15). Se edificó sobre otro templo románico anterior del que restan algunos vestigios en sus muros laterales en los que hallamos marcas de cantería en las que se utilizan puntos para delimitar los trazos; hecho habitual en un momento avanzado del románico en esta zona (Imagen 14)
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