Tarro Canelo
Tadorna ferruginea 61-67 cm.
Tarro Canelo Tadorna ferruginea es del tamaño aproximado de su congénere el Tarro Blanco y ligeramente mayor que el Ánade Azulón. De hábitos nocturnos para comer y bastante terrestre, nada bien pero pasa la mayor parte del tiempo en tierra firme. Anda con facilidad e incluso corre, el vuelo es rápido aunque le cuesta, debido a su volumen, levantar el vuelo. Llega a posarse en árboles y es normal verlo sobre rocas o ruinas. Vive en grupos familiares casi siempre, pero en época de migración, suelen juntarse en bandos más numerosos. El macho, realiza un vuelo nupcial nada común entre las anátidas, se lanza desde gran altura con las alas desplegadas y emitiendo un fuerte sonido. Crió en la Península Ibérica el las marismas del Guadalquivir, actualmente cría alguna pareja en la isla de Fuerteventura, seguramente una colonización del África cercana. En la península no es raro verlo en invierno en la mitad sur. Nidificación: Utiliza Alimentación: Come en tierra como en el agua, generalmente vegetales animales pequeños , insectos, crustáceos, moluscos, etc. Hábitat: Mares, costas y estuarios, zonas palustres.
El Tarro Canelo Tadorna ferruginea es un pájaro grande y de aspecto compacto mayor que el Tarro Blanco y de proporciones muy próximas a los ánsares. Su plumaje es inconfundible y el matiz general canela amarillento o marrón anaranjado no permiten que un observador de las aves lo pueda confundir con cualquier otra especie. El macho tiene la cabeza y el cuello canela con la cara más pálida, blancuzca, y con un tinte violáceo en la garganta y parte anterior del cuello. El plumaje del cuerpo es marrón anaranjado muy vivo. Alrededor del centro del cuello tiene un collar negro delgado o mejor una especie de anillo que no siempre es completo. En el dorso tiene una tonalidad más amarillenta y con tinte violáceo lo mismo que en las partes inferiores. Los bordes de la cola (rectrices) son negros y el vientre y las plumas debajo de la cola de color castaño Las alas son blancas excepto las primarias y parte de las secundarias que son negras. El espejuelo es verde brillante, El pico y las patas son negras y los ojos marrones oscuro.
La hembra es como el macho en su apariencia general, pero carece del anillo negro de la garganta y la cara es casi blanca. Además sus proporciones son más reducidas. En ambos sexos se observa una variación considerable en el tono de la coloración y según la incidencia de la luz solar. Lo que hoy parece marrón o canela varía hasta el amarillento, el castaño y los matices violáceos también son notables.
El Tarro Canelo vuela con potencia, pero da la impresión de carecer de soltura y parece indudablemente más torpe que su congénere el Tarro Blanco. El aspecto al volar es inconfundible y el patrón de las alas de color blanco y negro lo mismo por debajo que por encima resulta un dato inconfundible junto al tamaño y el color del cuerpo.
La hembra es como el macho en su apariencia general, pero carece del anillo negro de la garganta y la cara es casi blanca. Además sus proporciones son más reducidas. En ambos sexos se observa una variación considerable en el tono de la coloración y según la incidencia de la luz solar. Lo que hoy parece marrón o canela varía hasta el amarillento, el castaño y los matices violáceos también son notables.
El Tarro Canelo vuela con potencia, pero da la impresión de carecer de soltura y parece indudablemente más torpe que su congénere el Tarro Blanco. El aspecto al volar es inconfundible y el patrón de las alas de color blanco y negro lo mismo por debajo que por encima resulta un dato inconfundible junto al tamaño y el color del cuerpo.
En eclipse, el collar negro desaparece casi completamente en el macho y todo el plumaje pierde brillantez Los jóvenes se parecen a las hembras adultas, pero su cabeza es más oscura con matices grises y el resto de la coloración es más apagada.
En tierra donde pasa gran parte del día, anda con soltura y a veces corre con mucha rapidez. Normalmente se ven en parejas, pero en migración y en invierno no es raro formando bandos bien nutridos Tiene tendencia a posarse en elevaciones del terreno, sobre todo en rocas, cercas y se dice que también en árboles Es muy manso y como ave de parques y jardines permite el acercamiento hasta casi tocarla con la mano.
Cuando vuela en bandos es ruidoso, graznando como los gansos y emitiendo un sonido que los especialistas han matizado de forma que los machos lo lanzan apoyándose en la vocal o y las hembras en la a.
Anida en agujeros de todas clases y en oquedades de las rocas, entre ruinas, dunas y matorrales situados en zonas pedregosas. Los nidos están formados por plumón y plumas junto con escasas briznas de hierba y son de tonos rojizo o canelas. Solo lo construye la hembra y en él pone a partir de la mitad de mayo de 8 a 12 huevos, a veces más, de color blanco Jourdain da un promedio de medidas obtenidas para 71 huevos de 67 x 47 mm. La incubación sólo por la hembra dura 27-29 días y el macho está siempre alerta no lejos del nido, pero desde luego nunca tan cerca como sucede con el Tarro Blanco.
La mayor parte de la dieta alimenticia esta constituida por materia vegetal, hierba y semillas. Pero los pequeños moluscos y crustáceos también son importantes para su subsistencia. Igualmente come pequeños peces, insectos, ranas, gusanos etc. incluso restos humanos en descomposición, dato que Jourdain recoge de Meinertzhagen.
En Europa se reproduce en las costas de Rumania y Bulgaria. También en el sur de Rusia y en Asia Menor, llegando hasta Asia central. Se cita en las Marismas del Guadalquivir donde Bernis estima que puede reproducirse «uno de cada varios años». Parece ser que antiguamente no era escaso en zonas del sur de Iberia, pero su población al igual que en otros lugares del Paleártico, parece ahora en franca regresión. En invierno se comprueba a veces la presencia en las Marismas del Guadalquivir de algunos bandos que Valverde (1960) estima proceden de las colonias marroquíes. Los datos que existen de la presencia invernal de la especie en las Marismas son antiguos y parece que ahora no podrían verse con tanta facilidad los bandos de doscientas aves que frecuentaban las salinas de Bonanza (Vielliard, 1970) o las marismas de Hinojos, Las Nuevas y Doñana (Bernis, 1964) La especie ha sido incluida en la lista de especies protegidas elaborada por el Ministerio de Agricultura español y su caza, captura, conservación y tráfico están prohibidos En Portugal existen observaciones y capturas esporádicas y muchas de ellas, la gran mayoría, son ya historia Lo mismo sucede en la Albufera de Valencia donde se cita alguna captura.
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